jueves, 17 de noviembre de 2011

Las presiones de los banqueros para formar un gobierno a dedo, son golpes de Estado

Las presiones de los banqueros para formar un gobierno a dedo, son golpes de Estado
x James Petras 


Ahora los banqueros toman el poder directamente. En vez de usar a los políticos corruptos como Papandreu, como Berlusconi, imponen su candidato, que lo llaman tecnócrata



Petras: Bien. La primera cosa que debemos anotar es que los cambios de gobierno ocurren desde afuera, es decir, las presiones de los banqueros para formar un gobierno a dedo, es un tipo de golpe de Estado. Los nuevos gobernantes, el señor Monti en Italia y Papademos en Grecia, no son elegidos, son personajes que se llaman tecnócratas. ¿Pero qué significa tecnócrata? Según dicen los publicistas y los periódicos, un tecnócrata es un funcionario no político, no vinculado con ningún partido y que tiene la independencia de tomar medidas necesarias para el país. Pero si analizamos de fondo a esos individuos y otros más, tienen largas carreras vinculados con los sectores financieros, incluso Papademos era funcionario del Goldman Sachs. No sólo eso: Mario Monti está vinculado con todos los sectores financieros.

Esta caracterización de tecnócrata disfraza el hecho de que son profundamente políticos. No partidarios pero actuando toda su carrera a favor de los multimillonarios que dirigen los sectores financieros. Ahora, ¿qué significa eso? Es un avance más sobre la concentración de poderes políticos y económicos en manos de funcionarios que son simplemente instrumentos de los sectores financieros. Es el último golpe a lo que queda de las redes democráticas.

Tenemos una secuencia: primero tenemos instituciones democráticas en decadencia, una decadencia que significa la corrupción, la incapacidad de actuar a favor de las mayorías; significa gobiernos elegidos que simplemente buscan defender los beneficios de grupos de interés económicos y sociales. Estas políticas de democracias en decadencia terminan en un tipo de democracia oligárquica donde el primer ministro, el presidente, actúa por su cuenta, por decreto. Vamos de una democracia en decadencia hacia una democracia oligárquica. Pero la democracia oligárquica está implementando medidas cada vez más reaccionarias que provocan la ira de las grandes mayorías y son incapaces de imponer completamente su política. O por decirlo de otra forma, se desgastan porque están en el poder como Berlusconi o Papandreu aplicando medidas que provocan protestas cada vez más grandes y debilitando su capacidad de seguir en el poder.

En ese momento los Bancos intervienen, particularmente los grandes capitales que dominan el mercado de Bonos y utilizan su influencia en el mercado de Bonos para presionar por una resolución definitiva en el sentido de que toman con fuerza los programas de austeridad y las privatizaciones.

En este caso que tenemos ahora, toman el poder directamente. En vez de usar a los políticos corruptos como Papandreu, como Berlusconi, como Sócrates o cualquiera que sea, imponen su candidato, lo que llaman tecnócrata. Tecnócrata científicamente significa un instrumento de política hecha por otras fuerzas sociales y económicas. En este sentido instrumental, los nuevos dirigentes políticos son simples instrumentos de un poder. No están mediando entre varios sectores sociales; solamente es el poder absoluto del capital financiero, instrumento de los Bancos en Alemania, Francia, Inglaterra, Norte América. En esta situación debemos caracterizar a los nuevos gobiernos, elegidos a dedo por los Bancos.

Nunca se presentaron a ninguna elección para ser los nuevos dirigentes. Son líderes autoritarios. ¿Y qué van a hacer? Eso es lo más importante. Cuando hablamos de la nueva política, significa que los banqueros van a imponer primero recortes en los salarios de los empleados públicos; despidos de cientos de miles de trabajadores públicos; recortes en los fondos de pensión. Las metas sobre el presupuesto están dadas desde el ángulo de los banqueros, sin tener que presentarse a ninguna elección. Es puro y duro el simple reemplazo de los gobiernos democráticos, corruptos y decadentes por un gobierno autoritario despótico.

Monti y Papademos son déspotas, están mandando simplemente por los intereses del gran capital financiero y su programa y decisiones estarán derivados de lo que exigen los Bancos. No van a tomar en cuenta ningún interés popular. Ese es el sentido que tienen estos nuevos gobiernos. Tienen la fuerza para imponer las decisiones macro y micro económicas sobre las poblaciones. Vamos a ver si Monti, a pesar de que tiene el respaldo tanto de la oposición como de los oficialistas, tiene que enfrentar a los sindicatos y los movimientos de masas en Italia, que no es una tarea fácil. El nuevo gobierno de Papademos tiene que enfrentar el martes una huelga general declarada por los activistas, sindicalistas, desocupados y pensionados en Grecia porque el pueblo griego entiende que este recambio es una forma de fortalecer las decisiones hechas en el exterior.

Grecia ahora, científicamente, es un país colonizado. Todas las grandes decisiones sobre deuda, presupuesto, inversión, recortes, salarios y todas las demás políticas, está hecho desde afuera como ocurría en cualquier país durante el período colonial en África, América Latina, Asia. Es un país, científicamente hablando, colonizado. Colonizado por los banqueros que utilizan como intermediarios ahora a estos mal llamados tecnócratas.

¿Y qué pasa con las instituciones representativas? Se quedan, pero dentro de los parámetros fijados por los poderes coloniales. Pueden discutir, van a seguir los debates, pero son huecos, no tienen ninguna iniciativa, ninguna libertad para cambiar esta política. En este sentido podríamos decir que esta forma de gobernar no es en nada diferente de una dictadura, a pesar de que toda la fachada parlamentaria, de elecciones, partidos, siga. Pero son huecos y eso hay que enfatizarlo.

La nueva cara del autoritarismo está centrada en quién toma las decisiones fundamentales para decidir el futuro del país porque no es que simplemente van a afectar hoy y mañana; las proyecciones de recortes y las medidas que deben implementar, van a afectar toda la próxima generación. Y ese es el sentido que tienen estos cambios. Berlusconi, que es parte de esta decadencia oligárquica democrática, dice textualmente que Monti es producto de un golpe de Estado, es un golpe contra Berlusconi para imponer una figura que directamente representa a los grandes banqueros. Es la última etapa de la caída de la democracia en Europa ahora.

Chury: Ya que estamos en estos temas, los de Italia, ¿qué visión te da?

Petras: Lo mismo. Mario Monti es simplemente una figura que tiene la responsabilidad de imponer la política de la troika. La troika es la Comisión europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, las tres organizaciones con profundos vínculos con el sector financiero en cada país europeo. Ellos fijan el marco, las exigencias y la agenda que debe implementar Mario Monti. Ahora Monti tiene que enfrentar no tanto al Parlamento, porque el Parlamento está sometido al acuerdo que fija la troika. El problema son las grandes masas italianas que no están dispuestas a ser sacrificadas en el nombre de una pseudo unidad nacional.

En Italia la lucha va a continuar fuera del Parlamento. Se pueden unificar los socialdemócratas con los derechistas en el Parlamento atrás de Monti, pero afuera, millones de empleados públicos son otra cosa. Ahora, Mario Monti exige que los partidos no respondan a ninguna presión popular, que se sometan al acuerdo. Y dijo cuando aceptó el puesto que si los partidos no prestan apoyo absoluto al mandato de los banqueros, él va a renunciar. Entonces están amenazando con otra crisis económica.
Italia es clave para toda Europa, es la tercera economía más grande de Europa, es un país que tiene un papel muy importante económicamente. Si los banqueros no alcanzan a imponer las medidas para pagarle a los banqueros, Italia provoca la caída de la zona euro y eso es lo que está en juego ahora. Los obreros no están dispuestos a sacrificarse para los dueños de los Bancos, que son los grandes financistas de Francia, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos. Eso es lo que está en juego. Ahora entre ellos arreglan una solución, pero puede ser un arreglo coyuntural porque mucho depende de la capacidad de implementar eso frente a la gran masa de movilizados italianos.

Chury: Petras, se sigue pensando en América Latina si esta crisis, estos desacomodos que se producen en Europa, tendrán una repercusión negativa en esta zona del mundo.

Petras: Sí, obviamente la crisis va a extenderse a todas partes, no es simplemente algo ubicado en Europa. La caída y la decadencia en Europa, ya se habla de que Alemania entra en recesión, que es la única fuerza motor de la economía; esto va a afectar las compras de Europa en el mercado mundial y va a afectar a todos los países. Su principal socio en comercio es China. Si China vende menos a Europa eso va a afectar las compras chinas de materias primas en América Latina. Entonces la caída en recesión de Europa afecta las exportaciones chinas, y si las exportaciones chinas caen las importaciones chinas de América Latina van a caer y eso va a tener un efecto recesivo en América Latina. Hay que ver cómo esta cadena se juega en el próximo período. La única posibilidad de que este proceso sea limitado es si China profundiza el consumo interno; es decir, en relación con la baja de las exportaciones, aumente el consumo del mercado interno. Eso podría servir como una continuación de las importaciones de América Latina y los buenos precios.

Chury: Por último te quería preguntar volviendo a Europa, todo parece indicar que el PSOE español en la próxima elección será prácticamente barrido por la derecha del Partido Popular, ¿cómo lo ves?

Petras: Y es cierto, el Partido Socialista está en caída, está desprestigiado pero hay una alternativa: la alternativa está en esas grandes manifestaciones populares que movilizaron a cientos de miles de personas en cincuenta ciudades en España. Entonces independientemente de que la derecha gane las instituciones del sistema electoral no van a dominar las calles ni las organizaciones de la sociedad civil. 

Es decir, la lucha extra parlamentaria va a tener más importancia que antes. El PSOE cae en decadencia y los partidos alternativos como el Partido Comunista pueden mejorar su pequeño caudal de votos. Pero el eje nuevo de lucha es entre el pueblo en la calle y los derechistas en el gobierno.

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