sábado, 9 de junio de 2012

El euro o la avidez de la banca, ¿qué fue lo que arruinó a España?

El euro o la avidez de la banca, ¿qué fue lo que arruinó a España?


Este fin de semana, España podría solicitar ayuda europea para la recapitalización de su banca. ¿Qué llevó a la cuarta economía de la zona euro a una situación que la obligaría a pedir ayuda?



La situación económica en España se caldea cada día. Una bola de acontecimientos que presagian un final triste se agranda sin dejar un rayo de esperanza para el país. La crisis de Bankia, el récord de fuga de capitales, el nivel de desempleo máximo, el crecimiento del movimiento de indignados.


España bajo el peso de todo tipo de crisis

España se ve sumergida en todo tipo de crisis: de deuda, económica, de confianza y ahora bancaria. Su sistema bancario no estaba regulado por el estado, esto dio lugar a un desvió masivo de fondos presupuestarios, el abuso, la acumulación de préstamos de alto de riesgo y la quiebra. El banco más grande del país, Bankia, el pasado 25 de mayo solicitó formalmente una ayuda de 19.000 millones de euros. Se espera que ese ejemplo sea seguido muy pronto por otros bancos, lo que tendrá un impacto negativo sobre la población.

El periodista internacional Alberto Rabilotta pronosticó, en diálogo con RT, que este rescate bancario lo pagará el pueblo español con mayores ajustes y recortes al sector social.

“Nuevamente asistimos a un rescate bancario de la banca privada, eso se ha visto en 2008 en EE. UU., se ha visto luego en Europa. Ahora, ¿quiénes van a pagar eso? Evidentemente son los contribuyentes españoles, el pueblo”, dijo el experto.

Todos estos hechos sugieren que España no puede prescindir de la ayudafinanciera del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Este apoyo va a costar cientos de miles de millones de euros, varias veces más que lo que se ha concedido hasta ahora a Irlanda, Grecia y Portugal juntos. En este contexto, surgen innumerables interrogantes acerca de si el sistema de reservas de la UE será capaz de hacer frente a tales volúmenes.

Según los cálculos de la agencia HSBC, la asistencia a España será prestada el próximo año y ascenderá a 450.000 millones de euros, de los cuales 100.000 millones serán solo para los bancos.

La UE intervendrá pronto

Edward Hugh, economista independiente de Barcelona, se muestra incluso más pesimista. Según él, "un intento de salvar a España probablemente se produzca en julio (de este año)" y alcanzará unos 500.000 millones de euros, de los cuales entre 150.000 y 200.000 millones se destinarán a los bancos.

Mientras tanto, Mariano Rajoy, quien asumió como presidente del Gobierno español hace apenas cinco meses, se somete a un aluvión de críticas implacables por su falta de comprensión de la situación: no quiere reconocer su propia insolvencia y buscar ayuda de la UE. Según informes de la prensa española, actúa irresolutamente en este momento crítico, porque no tiene ni experiencia internacional ni conocimiento en el campo de la economía ni la confianza del público.

Corrupción y avidez, los lastres de España

Además, la prensa española acusa a una serie de directivos de alto rango de grandes entidades de ser directamente responsables de la mayor bancarrota del sistema financiero en la historia española. Entre ellos, el director financiero de Bancaja, Aurelio Izquierdo; el director general de Novacaixagalicia, José Luis Pego. A ellos les atribuyen la implementación de proyectos urbanos especulativos, estimular supuestos mecanismos de corrupción e incluso distorsionar la información. Hoy en día inmediatamente después de que se retiran, obtienen sumas millonarias en bonos y compensaciones.

Algunos economistas de Wall Street hasta pronostican que España va a salir de la zona euro muy pronto, incluso antes que Grecia. Y el problema principal, a juicio de los economistas, no radica en Bruselas ni en el accionar de Rajoy, sino en la división de España en 17 comunidades autónomas con sus ambiciones, respectivas estructuras y exageradas burocracias.

Las autonomías deben devolver este año unos 36.000 millones de euros en préstamos. De ese total, unos 16.000 millones deberían ir al Gobierno central que pensaba utilizarlo para financiarse. Sin embargo, estas esperanzas se desvanecieron después de que Cataluña anunciara a fines de mayo que no es capaz de refinanciar su deuda de 13.000 millones de euros, reconociendo efectivamente su quiebra.

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