viernes, 26 de octubre de 2012

Empresa mixta produjo 6 millones de bloques en menos de 5 meses

Empresa mixta produjo 6 millones de bloques en menos de 5 meses
La pieza de la celebración de esta planta -que surgió hace cinco años gracias a la cooperación entre Venezuela y Bielorrusia- salió del horno el 23 de octubre. La comunidad de Guatire ayudó a convertir un descampado en un espacio productivo, en el que nacen desde la tierra las piezas fundamentales para la Gran Misión Vivienda Venezuela


Empresa mixta construcción de bloques en Miranda

Si la materia prima más importante para construir un hogar es el amor, entonces los bloques que fabrica la Empresa Mixta (bielovenezolana) para la Producción de Insumos para la Construcción sin duda son los más resistentes y los mejores que hay en Venezuela, porque es amor lo que sobra en esta planta ubicada en Guatire (Miranda).

La primera expresión del compromiso es el afán de la comunicadora Desirée Rodríguez para que se conozca la hazaña de la fábrica: en menos de cinco meses en sus hornos se cocieron 6 millones de bloques para la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV). Esta meta se había previsto para diciembre, pero el empeño adelantó en dos meses su cumplimiento, y fue por ello que de una de las hornadas del 23 de octubre salió la pieza de la celebración.

Mirna Xiomara Echezuría, del área de control de calidad e integrante de los Consejos Comunales de la zona, le envió el bloque número 1 a los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, y ya se emociona al pensar cuál será el gesto del Mandatario Nacional cuando reciba el bloque número 6 millones.

Aunque la empresa como tal -adscrita al Ministerio del Poder Popular para Vivienda y Hábitat- nació en el papel hace cinco años -y hoy celebra su primer lustro- lo cierto es que en 2012 comenzó su etapa de calibración, y ha sido durante la calibración que se logró la producción de las 6 millones de unidades, con un trabajo sostenido las 24 horas, como lo señala la presidenta de este centro, Karla Fermín.

Richard Llovera, gerente general de la planta, hace énfasis en que, donde antes había terrenos baldíos, hoy funciona una planta que fabrica insumos para la construcción, y que podrá operar por al menos 29 años más porque tiene garantizada la materia prima (materiales arcillosos) requerida para ese tiempo.

Resistentes

Muchas pedradas ha recibido la GMVV, en particular por algunos factores que intentan poner en duda la calidad de los materiales empleados. Los bloques de la empresa mixta, ratifica Llovera, no solo se pueden comparar en calidad con cualquier otro, sino que posiblemente la superen. La resistencia de estas piezas de 15x20x30 es de 90 kilos por centímetro cuadrado, y la norma sobre la materia dice que deben ser 50 kilos, compara.

En esta planta laboran 142 mujeres y hombres, quienes trabajan con máquinas provenientes de Bielorrusia y de Francia. “Para nosotros ha sido un aprendizaje muy grande”, señala Fermín. La barrera del idioma no impidió que técnicos venezolanos y ténicos bielorrusos le dieran forma a la fábrica, surgida al calor de la cooperación internacional.

Esos 6 millones de bloques “los logramos con mucho corazón” y contra las aves de mal agüero que opinaban que era imposible hacerlos, destaca Llovera. Cada una de esas piezas es sometida a un estricto control de calidad a cargo de personal de la propia comunidad que se incorporó a las responsabilidades de la planta, y pasa 24 horas en el horno (a casi 1.000 grados centígrados) antes de salir al área de empaquetamiento.

Punto y círculo

La comunidad se incorporó a la planta de Guatire. En la fábrica no solo trabajan mujeres y hombres de las zonas aledañas, sino que hay espacio para las misiones y actividades para niñas y niños. Una mujer como Mirna Xiomara Echezuría -orgullosa hasta las lágrimas de su tarea- aprendió a manejar los enormes camiones bielorrusos, y también tuvo la oportunidad de viajar a ese país para prepararse mejor.

Cinco Consejos Comunales y las brigadas de ambiente de la empresa mixta garantizan el control en la extracción de la materia prima, destaca Llovera. Además, se han destinado unos 9,5 millones de bolívares a la inversión social, con obras que incluyen el fortalecimiento del sector eléctrico y la construcción de acueductos.

Por ello, detrás de cada bloque que lleva la marca Empipcsa, que nace de la tierra de Guatire y que el horno tiñe de rojo, hay mucho más que un ladrillo con el que levantar un hogar de la Gran Misión Vivienda Venezuela. Hay, también, la posibilidad de avanzar de una comunidad.
Más de 12 mil hogares

La Empresa Mixta para la Producción de Insumos para la Construcción se propone elaborar 25 millones de bloques en 2013, anunció su presidenta, Karla Fermín.

Según sus cálculos, con 2.100 bloques de levanta una vivienda de 70 metros cuadrados. Conn los 25 millones de piezas que se fabricarán el próximo año se podrían edificar 12.196 hogares en toda Venezuela, calcula Richard Llovera, gerente general de la planta.
Sin esquinas: el sueño de los albañiles

La cooperación bielovenezolana en el área de materiales para la construcción no se queda en una sola planta. Ya hay ocho en proyecto, en las que se abordarán otras tecnologías.

Tal como lo anticipan Richard Llovera y Karla Fermín, la empresa mixta comenzará a elaborar tabelones en el segundo semestre de 2014, y desde ya sus cabezas se imponen una meta ambiciosa: 15 millones de unidades ese mismo año. Con financiamiento del Bandes, se podrá dar inicio a la línea de producción que permitirá dotar a la GMVV con piezas para pisos y techos.

Pero otro de los retos para el equipo de la empresa es adaptarse a las necesidades de construcción del país, y hacer bloques para las esquinas de las viviendas, así como unidades con el espacio ya abierto para introducir cables y tubos, relata Llovera. Para ello se necesitan no solo diseños industriales que ya están en proceso, sino las máquinas que materialicen el sueño.

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