domingo, 2 de diciembre de 2012

SEPA CUÁL FUE LA SENTENCIA (INAPELABLE) DE LA CORTE (MEDIÁTICA) EN EL CASO AFIUNI

SEPA CUÁL FUE LA SENTENCIA (INAPELABLE) DE LA CORTE (MEDIÁTICA) EN EL CASO AFIUNI
En su artículo exclusivo para La Iguana, Clodovaldo Hernández explica cómo los medios quieren ser todos los poderes y, convertidos en Corte, aplican juicios sumarios y lanzan sentencias inapelables.

Las sentencias inapelables de la Corte Mediática
Clodovaldo Hernández

A la prensa se le llamó alguna vez el cuarto poder. Al menos en Venezuela, los medios quieren ser no el cuarto, sino todos los poderes. Pretenden mandonear al Presidente y a los ministros (como lo hacían antes); se arrogan el derecho decirle a la Asamblea Nacional qué leyes pueden aprobar y cuáles no (se cansaron de hacerlo, años ha); se empeñan en ser la autoridad que dice quién gana las elecciones (lo fueron, de hecho, hasta que llegó un verdadero Consejo Nacional Electoral); se toman para sí las funciones de la Fiscalía, la Defensoría y la Contraloría. Y pretenden también juzgar y sentenciar los casos, usurpando las atribuciones del Poder Judicial.

En este último campo, en el juego de la justicia mediática, la casa siempre gana. Los juicios son sumarios y las sentencias inapelables.

Veamos un caso actual: la ex jueza Afiuni revela, en un libro profusamente redifundido por los medios, que durante su estadía en la prisión fue torturada y violada. Responsabiliza de esos graves crímenes contra la mujer y de lesa humanidad a personas concretas e instituciones específicas. La corte mediática escucha única y exclusivamente a la dama –que en teoría es la víctima- y de inmediato declara culpables a los presuntos perpetradores. Cuando los acusados (ya condenados) tratan de exponer sus puntos de vista, el tribunal de la prensa se niega oírlos. Cosa juzgada, dicen.

Los poderes mediáticos pretenden hacer ineficientes e ilegítimos a los otros, los institucionales. Cuando el Ministerio Público insta a Afiuni a presentar su denuncia para abrir las averiguaciones, la ex jueza se niega. No es necesario, puesto que el tribunal mediático ya declaró que sí, que fue torturada y violada. ¿Para qué más? 

Con los cambios revolucionarios han llegado nuevos poderes que tomar por asalto. Por eso, la maquinaria mediática se atreve a asumir funciones propias del Poder Moral y calificar la gestión del Ministerio Público. Haber intentado que la ex jueza formalice su denuncia “es un atropello a sus derechos”, sentencia y señalan con el dedo a la fiscal Luisa Ortega Díaz. 

El poder comunicacional no se detiene tampoco en su afán de quitarle su rol al Poder Constituyente. Los medios pretenden saber mejor que el pueblo lo que el pueblo anhela y exige. Los medios descalifican las instituciones surgidas de la organización popular, como los colectivos, los consejos comunales y las comunas. Dicen que son ilegítimos porque les falta sociedad civil. También rechazan los procesos de consulta popular que se encuentran en desarrollo. ¿Cómo osan ignorar los dictámenes de la Corte de los Medios Privados, que ya sentenció, de manera inapelable, que eso es inconstitucional?

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