miércoles, 15 de octubre de 2014

600ml de gaseosa... lo inunda a Ud. de azúcar inútil

600ml de gaseosa... lo inunda a Ud. de azúcar inútil
La Fundación Interamericana del Corazón Argentina realizó una investigación sobre 184 bebidas azucaradas. En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el jueves 16/10, alerta sobre el alto contenido de azúcar en gaseosas, aguas saborizadas y otras bebidas.
La Fundación Interamericana del Corazón Argentina realizó una investigación sobre 184 bebidas azucaradas con el objetivo de conocer el contenido de azúcar en cada una de ellas. El dato más relevante corresponde a las gaseosas: una botella de 600ml aporta en promedio 65 gramos de azúcar, que equivalen a 13 cucharaditas de azúcar.

La recomendación actual de la Organización Mundial de la Salud indica que el consumo de azúcar agregada debe representar menos del 10% del total de energía consumida en un día por una persona. Esto equivale a 50 gramos de azúcar por día (10 cucharaditas) para una dieta promedio de 2.000 kcal. De modo que sólo con el consumo de una botella de 600ml de gaseosa, una persona supera ampliamente la cantidad de azúcar agregada recomendada por día. 

La indicación de la OMS abarca solamente el azúcar agregado o libre, es decir, el azúcar añadido a los alimentos y bebidas durante su preparación, tanto en la fabricación como en el hogar y excluye a los azúcares presentes naturalmente en los alimentos, como es el caso de las frutas. 

El consumo excesivo de azúcar agregado incrementa el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

El relevamiento, realizado por FIC Argentina en 2013, demostró que las gaseosas lideran la lista con 21,9 gramos de azúcar en promedio cada 200ml (equivalente a 1 vaso). 

Otras categorías relevantes son las bebidas deportivas que contienen 12 gramos en promedio y las aguas saborizadas que, a pesar de estar ubicadas en el último escalón, presentan un elevado nivel de azúcar agregado (9,6 gramos).

El consumo excesivo y reiterado de bebidas azucaradas tiene un impacto negativo sobre la salud, porque se trata de productos que aportan “calorías vacías” al organismo. Es decir, brindan sensación de saciedad sin aportar nutrientes, lo cual provoca una reducción en la ingesta de otros alimentos y bebidas con mayor contenido de nutrientes, como jugos naturales y verduras, que deberían estar presentes en la dieta regular. 

“Las gaseosas son alimentos de bajo valor nutricional, que aportan enormes e innecesarias cantidades de azúcar a la dieta. Argentina está entre los primeros puestos de consumo de gaseosas en el mundo, situación que contribuye a empeorar la creciente epidemia de obesidad en niños y adultos que se observa en nuestro país”, explica Lorena Allemandi, directora del área de políticas de alimentación saludable de FIC Argentina.

No a las gaseosas


internacional, recientemente la Organización Mundial de la Salud aprobó el Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en la Niñez y Adolescencia, que tiene como objetivo detener el aumento acelerado de la epidemia de obesidad a través de un paquete de políticas públicas.

“En línea con lo que propone el plan recientemente aprobado por todos los países en la Asamblea de la OPS, es necesario promover políticas públicas que reduzcan el consumo de bebidas azucaradas y otras fuentes de azúcar agregada, y garanticen el acceso al agua potable y gratuita, para reducir el dramático impacto que el azúcar genera en los índices de obesidad, diabetes y enfermedades del corazón”, concluye la Lic. Allemandi.

En Argentina, según la Encuesta de Factores de Riesgo (2013), el 57,9% de la población adulta tiene exceso de peso y en los últimos años, el sobrepeso y la obesidad aumentaron considerablemente en toda la población, incluyendo los niños y adolescentes, especialmente en los sectores sociales de menor nivel socioeconómico. Dado este escenario, resulta central garantizar el acceso a una alimentación adecuada y fortalecer la capacidad de las personas para optar por alternativas más sanas, especialmente en los grupos sociales más vulnerables. 

En el marco del Día Mundial de la Alimentación, FIC Argentina renueva el compromiso para impulsar y apoyar políticas públicas a favor del derecho a una alimentación saludable para toda la población. 

Y ya que estamos...

3ra. Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2013):

Las cifras reflejan una disminución moderada de la prevalencia del tabaquismo y un descenso significativo de la exposición al humo de tabaco ajeno en bares, restaurantes y lugares de trabajo. También muestran un aumento en el control de la presión arterial. Sin embargo, los índices de obesidad, exceso de peso y sedentarismo son alarmantes y reflejan la necesidad de continuar desarrollando e implementando políticas públicas que protejan la salud de toda la población.

El Ministerio de Salud de la Nación dio a conocer los resultados de la tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo para enfermedades no transmisibles, realizada entre octubre y diciembre de 2013. Las cifras marcan un fuerte aumento en los niveles de obesidad en la población (en 2005, era de 14,6% y, en 2013, de 20,8%) y en los niveles de sedentarismo (46,2% en 2005 y 55,1% en 2013). A su vez, en lo que respecta a los indicadores relacionados con el tabaco, las cifras que revelan la exposición al humo de tabaco ajeno son alentadoras: bajó del 52% en 2005 al 36,3% en 2013. Es especialmente destacable la disminución de la exposición a humo de tabaco en bares y restaurantes en los últimos años, que pasó de 47,2% en 2009 a 23,5% en 2013.

La prevalencia del tabaquismo también disminuyó, aunque de manera moderada: bajó un 2% de 2005 a 2009 y otro 2% de 2009 a 2013.

"Los avances obtenidos en materia de exposición al humo ajeno son importantes. Esto está ligado al avance de legislación de ambientes 100% libres de humo que se ha implementado en la última década, tanto a nivel provincial como nacional. No obstante, no debe perderse de vista que todavía 1 de cada 4 trabajadores continúa expuesto al humo de tabaco en su lugar de trabajo, de manera que es necesario continuar fortaleciendo los mecanismos de control para garantizar la adecuada implementación de la legislación que proteja la salud de todos los trabajadores sin discriminación. Asimismo es de resaltar que la implementación de políticas de control de tabaco ha llevado a una reducción del porcentaje de fumadores en el país. Sin embargo, la prevalencia es aún muy alta: todavía fuma el 25.1% de los argentinos. Esta situación continua siendo un grave problema sanitario que requiere profundizar la adopción de políticas de control de tabaco e implementar las medidas recomendadas por el Convenio Marco de Control de Tabaco, como el aumento del precio de los cigarrillos vía impuestos y la prohibición completa de publicidad, promoción y patrocinio. Estas medidas son efectivas para desincentivar el consumo de tabaco entre los jóvenes especialmente y son herramientas muy valiosas en la lucha contra la epidemia del tabaquismo", señala Verónica Schoj, directora ejecutiva de FIC Argentina.

Uno de los datos más alarmantes que arrojó la encuesta fue el relacionado con el exceso de peso: el 57% de los argentinos tiene exceso de peso y 2 de cada 10 personas son obesas. 

A su vez, la prevalencia de obesidad es mayor entre varones y a menor nivel educativo.De estas cifras se desprende la necesidad de desarrollar e implementar políticas públicas que sean eficaces para prevenir la obesidad y favorecer la adopción de hábitos alimentarios saludables que alcancen a todos los sectores de la población. El relevamiento también dio a conocer que el promedio diario de consumo de frutas y/o verduras es de 2 porciones, muy por debajo de las 5 porciones recomendadas por la Organización Mundial de la Salud.

La obesidad y el exceso de peso están estrechamente vinculados con el sedentarismo.En base a los resultados de la Encuesta, más de la mitad de los argentinos (el 55%) presenta un nivel de actividad física bajo y la prevalencia es mayor entre las mujeres. La práctica regular de actividad física es un determinante del control de peso y reduce el riesgo de enfermedades como cardiopatías y accidentes cerebro-vasculares, entre otras.

Otro de los puntos analizados en la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2013 fue el nivel de consumo de sal en la población. En este sentido, los resultados mostraron una disminución en la cantidad de gente que le agrega sal a las comidas después de la cocción (23,1% en 2005 a 17,3% en 2013). Si bien es cierto que este es un buen indicador de mayor concientización de la población sobre el tema de la sal, no hay que perder de vista que el 70% de la sal que se consume proviene de los alimentos procesados o industrializados, motivo por el cual será necesario monitorear la situación posterior a la implementación de la ley N°26.905 que entrará en vigencia en diciembre de 2014 y que fija los valores máximos de sodio que deberán alcanzar los grupos de alimentos en el plazo del primer año de vigencia. Las políticas que limitan el contenido de sodio en alimentos tienen una gran importancia, ya que el 34,1% de la población argentina tiene hipertensión arterial, según datos de la última encuesta.

Desde FIC Argentina, se destaca la importancia de realizar este tipo de relevamientos que permiten monitorear las tendencias y prevalencias de los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles. "Celebramos que la Encuesta de Factores de Riesgo se realice desde el 2005 ya que es un insumo fundamental para el diseño de políticas públicas que protejan la salud así como también es un indicador que permite vigilar y conocer la efectividad de las políticas que se están implementando para prevenir las enfermedades no transmisibles", sostiene Mariela Alderete, vicedirectora de FIC Argentina. Y agrega que "a la luz del alarmante crecimiento de la obesidad en el país, es urgente implementar políticas integrales que modifiquen los entornos obesogénicos y garanticen el derecho a una alimentación adecuada".

El consumo de tabaco, la alimentación inadecuada y la actividad física insuficiente son las principales causas de las enfermedades crónicas no transmisibles. Estas enfermedades provocan la muerte de 35 millones de personas cada año en el mundo. En Argentina, 6 de cada 10 muertes son causadas por enfermedades no transmisibles.

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