viernes, 21 de octubre de 2011
La Calera
La Calera (The Cove) 1/5
The Cove o la Calera, es un documental reciente, del 2009,
nos muestra las crudas matanzas de los más de 23.000 delfines en la calera de Taiji,
Wakayama (Japón).
OCCIDENTE SE DISPONE A DIVIDIRSE EL PASTEL PETROLERO DE LIBIA
OCCIDENTE SE DISPONE A DIVIDIRSE EL PASTEL PETROLERO DE LIBIA
Tras la muerte del coronel Muammar Gaddafi los países occidentales se disponen a iniciar la masiva redistribución de los recursos naturales de Libia. El principal tesoro del país norafricano son los yacimientos petroleros (29.500 millones de barriles) y de gas (unos 1,6 billones de metros cúbicos).
¿Quién es el dueño de petróleo libio?
El diario ruso Kommersant asegura que los contratos para explotar los recursos naturales se firmarán entre las nuevas autoridades libias y los países que participaron activamente apoyándolas para derrocar a Muammar Gaddafi: el Reino Unido, Francia, EE. UU., Italia y Qatar.
Incluso algunas compañías comenzaron la prospección de las entrañas de Libia antes que finalizara la guerra civil en el país. Andrew Brons, diputado del Reino Unidos en el Parlamento Europeo, asegura que existe un acuerdo secreto entre la compañía petrolera Vitol y el Consejo Nacional de Transición de Libia por un valor de 1.000 millones de dólares.
Según el representante británico, ahora Vitol podría obtener los derechos exclusivos para comerciar el petróleo libio.
A su vez, John Daly, experto de la revista Foreign Policy, cree que Francia tiene el derecho exclusivo sobre el "oro negro" de Libia. En septiembre, la prensa francesa informó que al inicio del conflicto armado, Francia había alcanzado un acuerdo con el Consejo Nacional de Transición de Libia sobre el control del 35% de petróleo del país a cambio de darles apoyo.
Se ventiló también la existencia de una carta con fecha del 3 de abril pasado y escrita para el emir de Qatar, en la que el Consejo de Transición libio le informa que “había firmado un acuerdo (de transferencia) del 35% de su petróleo a Francia a cambio del apoyo total e incondicional al Consejo Nacional”.
Otros también disputan el oro negro
A la vez, el experto también considera que pese a la voracidad del Reino Unido y Francia, las empresas de otros países buscan lucrar con la mina de oro negro libia, como por ejemplo: la italiana Eni; las compañías estadounidenses y canadienses Marathon, ConocoPhillips, Hess, Occidental y Suncor; y la brasileña Petrobras, que dejó de trabajar en Libia a causa de las hostilidades.
Otro contendiente que aspira a un pedazo del pastel del petróleo y gas de Libia es China. Según los especialistas, el gigante asiático no tiene un "agravante pasado colonial”, pero tiene un montón de dinero.
Los países occidentales gastaron enormes sumas de dinero en la guerra en Libia. Pero si se toma en cuenta sus intenciones de controlar los recursos naturales del país, esos gastos tal vez estarían más que justificados, ya que esperan recibir no solo el crudo libio, sino también las concesiones extraerlo.
Articulo completo en:http://actualidad.rt.com/economia/sectores/issue_31327.html
El "complot Irán"
El "complot Irán" — ¿guerra psicológica para una nueva agresión estadounidense?
x Editorial workers.org
La campaña difamatoria de Washington contra Irán por un presunto intento de asesinato carece de pruebas y fracasa toda presunción de lógica
x Editorial workers.org
La campaña difamatoria de Washington contra Irán por un presunto intento de asesinato carece de pruebas y fracasa toda presunción de lógica
Muchas personas han planteado dudas acerca de su veracidad. Pero hay una pregunta aún más importante que preguntarse: ¿Por qué el gobierno de los EE.UU. está tan desesperado por usar un increíble pretexto para iniciar una campaña de sanciones y una posible guerra contra Irán?
Recordemos que el imperialismo estadounidense ha estado abiertamente persiguiendo y matando a sus supuestos enemigos por todo el mundo rompiendo así todas las leyes internacionales. Utiliza aviones sin pilotos para lanzar cohetes contra automóviles y casas. Mata personas inocentes junto a los que llama “terroristas”.
Son éstas, y no las acusaciones ilógicas y sin fundamento contra Teherán los verdaderos crímenes contra el derecho internacional.
Además, el gobierno de EE.UU., con o sin sus aliados de la OTAN, ha desencadenado cuatro guerras en los últimos 13 años contra países soberanos: Yugoslavia, Afganistán, Irak y Libia. Sus tropas siguen ocupando los tres primeros. En cada caso, para cada país hubo una mentira. Una falsa “masacre”. En Irak, fue el fantasma de las “armas de destrucción masiva”. Esto va acompañado con la coordinada campaña de satanización de los líderes. Luego comienza la brutal campaña de bombardeo seguida de una invasión.
El Pentágono y/o la CIA también llevan a cabo ataques con aviones no piloteados contra objetivos en Pakistán, Yemen y Somalia. Matan a ciudadanos de esos países y en un caso reciente, incluso a un ciudadano estadounidense. Todo esto está supuestamente justificado por sólo las propias declaraciones del gobierno estadounidense en base a los informes de la misma CIA y de las organizaciones de inteligencia militar.
Las acusaciones de un complot inspirado por Irán del asesinato de un diplomático saudí – que Teherán niega enfáticamente – proceden de este mismo gobierno bribón de los EE.UU., que ataca militarmente e invade por todo el mundo y regularmente miente para justificar su agresión.
Así que repetimos: La verdadera pregunta es ¿por qué el gobierno de los EE.UU. está ahora emprendiendo una campaña contra Irán? ¿Por qué sucede esto poco después de que el gobierno iraní hiciera una movida conciliatoria liberando a dos ciudadanos estadounidenses quienes supuestamente eran sólo excursionistas?
¿Hay alguien en la clase dirigente estadounidense que quiere mantener viva la confrontación con Irán? ¿Será posible que el régimen de EE.UU. se esté preparando para otra guerra de agresión?
Para aquellos/as en los EE.UU. que luchan contra la guerra, así como los/as que ahora luchan por puestos de trabajo en las ocupaciones de Wall Street en las principales plazas de ciudades grandes o pequeñas estadounidenses, es importante ver estas acusaciones infundadas en contra de Irán por lo que realmente son: un intento de un gobierno totalmente desacreditado, EE.UU., para encontrar un nuevo chivo expiatorio. No hay ninguna razón por la que una acusación de este gobierno deba ser aceptada como si tuviera algún semblante de verdad.
Manténgase alerta. Esté preparado/a para la lucha contra una nueva agresión. Y permanezca en las calles contra Wall Street y Washington.
El Arco del Universo Moral
El Arco del Universo Moral
x Amy Goodman
EEUU: De Martin Luther King al movimiento de protesta en Wall Street
x Amy Goodman
EEUU: De Martin Luther King al movimiento de protesta en Wall Street
El domingo pasado se inauguró el monumento nacional de homenaje a Martin Luther King Jr. El Presidente Obama dijo acerca del Dr. King: “Si viviera hoy, creo que nos recordaría que el trabajador desempleado tiene todo el derecho a denunciar los excesos en Wall Street, pero sin demonizar a quienes trabajan allí”. La inauguración oficial ocurrió al tiempo que el movimiento “Ocupemos Wall Street” suma cada vez más adeptos y se convierte en un fenómeno mundial. Lo que no dijo Obama es que si King estuviera vivo probablemente estaría manifestándose contra las políticas de su gobierno.
A pocos pasos de la ceremonia de inauguración, Cornel West, pastor, académico, escritor y activista, fue arrestado en las escalinatas de la Corte Suprema de Estados Unidos. Antes de ser enviado a prisión dijo: “Queremos dejar constancia hoy de que conocemos la relación que existe entre la codicia empresarial y lo que sucede muy a menudo con las decisiones de la Corte Suprema. Es significativo que en este día de homenaje a Martin Luther King Jr. alguien sea enviado a prisión, porque Martin King estaría aquí, dispuesto a luchar con nosotros y lo haría por su profundo amor”.
El Profesor West, que fue arrestado junto con otras 18 personas, declaró “Estamos aquí para dejar constancia de lo sucedido y para expresar nuestra solidaridad con el movimiento de protesta en todo el mundo, porque amamos a los más pobres, amamos a los trabajadores y queremos que Martin Luther King Jr. sepa que no olvidamos su lucha y sonría desde su tumba”.
Durante ese mismo fin de semana, la campaña de ataques con aviones no tripulados de las fuerzas armadas estadounidenses y la CIA, bajo el mando de el Comandante en Jefe Obama, lanzó lo que fue denominado por la Oficina de Periodismo de Investigación (BIJ), una organización independiente sin fines de lucro con sede en Londres, “el ataque número 300 con aviones no tripulados”, el 248 desde que Obama asumió la presidencia. Según la BIJ, de las al menos 2.318 personas muertas por los ataques con aviones no tripulados, entre 386 y 775 son civiles, entre ellos, 175 niños. Imaginen cómo respondería King, Premio Nobel de la Paz al igual que Obama, a estas crudas cifras.
En 1963, King publicó una recopilación de sermones titulada “La fuerza de amar”. El prefacio comienza así: “En estos días de revueltas e incertidumbre, los genios malignos de la gue- rra y de la injusticia económica y racial amenazan incluso la supervivencia de la raza humana”. Tres de los 15 sermones fueron escritos en cárceles de Georgia, entre ellos “Sueños destrozados”. En dicho sermón escribió: “Cooperar pasivamente con un sistema injusto convierte al oprimido en un ser tan malvado como el opresor”. King retomó la idea de los sueños destrozados cuatro años más tarde, y ocho meses antes de que fuera asesinado, en su discurso denominado “Hacia donde vamos”: “En ocasiones, nuestros sueños serán destrozados y nuestras esperanzas etéreas quebradas. Cuando nuestros días se vuelvan tristes y nos invada una nube de desesperanza, y cuando nuestras noches se vuelvan más oscuras que mil medianoches, recordemos que hay una fuerza creativa del universo que trabaja para derribar a las enormes montañas del mal, un poder que es capaz de superar cualquier obstáculo y convertir el oscuro pasado en un radiante porvenir. El arco del universo moral es amplio, pero se inclina hacia el lado de la justicia”.
En ese mismo año, 1967, un año antes de que fuera asesinado, King dio su discurso “Más allá de Vietnam” en la Iglesia Riverside de la ciudad de Nueva York, donde proclamó: “Supe que nunca más podría alzar mi voz contra la violencia de los oprimidos en los barrios marginales sin antes haberle hablado al mayor generador de violencia del mundo actual, mi propio gobierno”.
Esas palabras y ese discurso marcaron el estado de ánimo que caracterizaría al último y fatal año de vida de King. A pesar de las amenazas de muerte y de que sus asesores cercanos le aconsejaron no ir a Memphis, King fue a la marcha en solidaridad con los recolectores de basura de esa ciudad. El 4 de abril de 1968 murió asesinado de un disparo en el balcón del Motel Lorraine.
Dos jóvenes de aquel entonces, que fueron profundamente afectados por el asesinato de King, nos permiten recorrer el camino que va desde el arco de justicia moral del Dr. King hasta “Ocupemos Wall Street”. Uno de ellos es John Carlos, un corredor olímpico estadounidense. Carlos ganó la medalla de bronce en la carrera de 200 metros de atletismo en los Juegos Olímpicos de 1968 en Ciudad de México. Carlos y su compañero de equipo, Tommie Smith, que ganó la medalla de oro, se volvieron famosos a nivel mundial por haber hecho el saludo del Poder Negro desde el podio. Ambos subieron a recibir su medalla sin zapatos, en señal de protesta por la situación de pobreza de los niños afrodescendientes en Estados Unidos. La semana pasada, John Carlos habló en 'Ocupemos Wall Street'. Luego me dijo: “Estoy tan feliz de ver a tantas personas aquí, reunidas para decir: 'No pedimos un cambio. Exigimos un cambio'”.
El otro es el Reverendo Jesse Jackson, que estaba junto a King cuando lo asesinaron. El lunes por la madrugada, el Departamento de Policía de Nueva York parecía intentar avanzar sobre la carpa de primeros auxilios de 'Ocupemos Wall Street'. El Reverendo Jackson estaba allí. Apenas días después de cumplir 70 años, Jackson se sumó a los jóvenes manifestantes para enfrentar a la policía. La policía se retiró y el arco del universo moral se inclinó un poco más hacia el lado de la justicia.
jueves, 20 de octubre de 2011
Un mensaje a los indignados occidentales
Pedro Pérez Prieto - Crisis Energética
Creo que hay que celebrar que millones de personas se hayan levantado contra el orden establecido y empezado a exigir cambios del sistema. Es algo que no esperaba de esa forma y me alegra sobremanera.
Es verdaderamente relevante, que a pesar de la influencia de los medios controlados por el poder financiero, esa gran cantidad de gente en decenas de muy diversos países del mundo, se hayan manifestado pacíficamente exigiendo cambios que los mencionados medios no hubiesen jamás planteado. Esto significa que estos manifestantes son capaces de movilizarse, incluso con la información dominante y muy poderosa en contra, a pesar de que ahora dichos medios se ven obligados a conceder espacios a esta pacífica e incipiente revolución.
Hay signos muy positivos, entre otros, que la clase política empieza a ser dejada de lado, porque muchos de estos manifestantes ya se han dado cuenta de que esta clase está al servicio del poder financiero, simulando alternancias de falsa democracia (lo llaman democracia y no lo es, es uno de sus eslóganes).
Si bien en un principio, algunas marchas se dirigieron a los centros del supuesto poder político (Congreso de los Diputados, por ejemplo), lo importante es que ahora empiezan a dirigirse cada vez más hacia los verdaderos centros de poder: las bolsas donde los especuladores financieros juegan con los destinos del mundo, con la complicidad manifiesta de una clase política servil. Empiezan a dirigirse a instituciones financieras de carácter global dominadas por élites muy minoritarias y fuera de todo control verdaderamente democrático.
Empiezan a dirigirse a los bancos, que han sido los principales receptores de las gigantescas ayudas que la clase política, lacayos del poder financiero, ha colocado prioritariamente como receptores de gigantescas ayudas.
Todo esto resulta esperanzador, en un mundo que tiene visos de colapso funcional y sistémico, de generalizado fallo estructural.
Dado que los movimientos son incipientes, se les puede disculpar que muchas de las propuestas tengan carácter muy genérico y una voluntad de mejora muy clara, pero poco concreta y bastante superficial.
Por ello, creo que es esencial que tengamos una visión lo más concreta y medible posible. Si tenemos que darnos de bruces con la realidad de que hay que cambiar un modelo agotado, veamos cómo habría que hacerlo de la forma más general y elevada posible. Intentemos evitar creer que todo va a ser sencillo, y preparémonos para hacerlo aunque sea muy difícil y doloroso, sin por ello pensar que es imposible.
Por ello, creo que lo primero es analizar cómo está el mundo. Una visión muy completa en este sentido es la siguiente:
Si observamos detenidamente el mundo, veremos que existe una brutal desproporción en el reparto de la riqueza. Al analizar la distribución de energía por tipos, por persona en promedio y por regiones, vemos que sus consumos de energía se corresponden, de forma muy directa y proporcional con sus consumos de energía. El PIB y el consumo de energía están muy directamente relacionados.
Se observan varios aspectos que hay que considerar seriamente y poner sobre la mesa:
a) En primer lugar, que le mundo se rige por el injusto principio de Pareto, por el que el 80% de la Humanidad tiene que vivir con el 20% de los recursos del planeta, mientras el otro 20% de la Humanidad, que es fundamentalmente Occidente y los principales países de la OCDE, se está apropiando del 80% de los recursos planetarios, comenzando por la energía, que es el elemento esencial, junto con el poder económico y militar que sostiene este injusto sistema.
b) Que los prácticamente 7.000 millones de personas que poblamos el planeta tenemos un consumo promedio (la línea negra) que es unas 25 veces superior al consumo metabólico (la línea blanca) que exige una persona como mono desnudo. Esto no quiere decir que se esté proponiendo que se vuelva a la época de las cavernas. Simplemente constata el nivel de desarrollo y la enorme capacidad de transformación de la Naturaleza de nuestra sociedad contemporánea.
Las consecuencias que se pueden extraer de esta onerosa pero bastante indiscutible realidad, es que son el resultado de unos flujos impuestos de los ricos a los pobres, que producen estas desigualdades tremendas: los principales flujos energéticos y los principales flujos de materias primas resultan ir de los países pobres de este reparto desigual hacia los países ricos.
Paradójicamente, son los países pobres, los que entregan sus riquezas naturales, los que al final de un sistema injusto de distribución e intercambio desigual de la riqueza, determinan que sean estos países pobres lo que encima deben dinero a los ricos y se ven obligados a estar pagando deudas eternas, que ya empiezan a mostrarse impagables, incluso en algunos lugares periféricos de la parte supuestamente rica de esta sociedad mundial.
Una respuesta obvia de este intolerable sistema de intercambio desigual y desfavorecedor, es que como consecuencia de esta pobreza enfrentada a la riqueza, los grandes flujos humanos de las migraciones modernas, también se den desde las zonas de los desfavorecidos del mundo hacia las zonas con exceso de recursos.
El cinismo de los enriquecidos es de tal magnitud que llega a culpar a los pobres del flujo humano, pero no se pregunta nunca por el flujo de riqueza, tanto en productos energéticos como en materias primas y flujos financieros. A este respecto, la llamada Europa-Fortaleza y los Estados Unidos tienen mareas crecientes de opinión ciudadana que aplauden a políticos facinerosos y exigen que pongan en vigor leyes que eviten el último flujo migratorio, el humano, pero nunca cuestionan la injusticia flagrante del intercambio desigual de los demás flujos. Es más, incluso llegan a convencerse de que los países del Tercer Mundo (los pobres) “nunca pagan lo que deben” o que “hay que estar condonándoles las deudas” o que “siempre estamos ayudándolos”
Así las cosas, a un verdadero nivel mundial, conviene preguntarse hacia dónde ir y cómo mejorar las cosas, con algo más de detalle y fundamento del que implican muchas de las pancartas bienintencionadas de los indignados del mundo.
Pues bien, en el gráfico anterior se puede apreciar que el mundo, en su conjunto, ha sobrepasado largamente su capacidad de carga. Lo ha hecho en un 40% y el crece el desbordamiento en la capacidad de transformar y agotar los recursos del planeta Tierra.
Obviamente, de este desaguisado son responsables directos y evidentes los que más consumen y los que más energía queman para producir bienes y disfrutar de servicios, aunque de nuevo, aquí hay medios y movimientos occidentales, sobre todo afines al gran poder económico y financiero, que se las ingenian muy bien para intentar también echar la culpa de ser los más contaminantes a los más pobres.
Sin embargo, si se traza, por ejemplo, una curva de las emisiones de CO2 (uno de los subproductos de la actividad humana que ahora más preocupa a los científicos) por regiones y per capita, la curva resultante muestra, sin lugar a dudas, una identidad con la curva del PIB por esas mismas regiones; esto es, que los que más consumen, más contaminan y más destrozan el planeta, como no podía ser de otra forma.
Intentar, por ejemplo, que el mundo ascendiese al nivel de vida y al modo de vida europeo, implicaría que habría que aumentarmatemáticamente hablando el consumo de energía más de dos veces y consiguientemente, en la misma proporción, la producción de bienes y la prestación de servicios, lo que dejaría al planeta en una situación de quiebra ambiental segura en muy poco tiempo. Si es que ello fuese posible, que desde el punto de vista de la producción energética posible, que sería exigible para este milagro económico de europeización del mundo, no lo es.
El sentido común, además de las matemáticas elementales, en este caso irrefutables, no deberían ni plantearse la posibilidad de que el mundo entero accediese por tanto al nivel de vida norteamericano, al clásico “American Way of Life”. Se deja aquí constancia física del esfuerzo a realizar para conseguir esta utopía: habría que conseguir multiplicar la producción de energía mundial entre cuatro y cinco veces, para que todos pudiéramos ser como los norteamericanos. Y el planeta estaría con una capacidad de carga sobrepasada entre 5 y 8 veces. Es decir, necesitaríamos todos esos mundos en nuestro mundo para llegar a ese nivel.
Por tanto, lo que resulta evidente de este gráfico, es que si se ha de producir una nivelación de la riqueza mundial, por mucho que le pese a los que todavía creen en más crecimiento y más actividad económica como salida a este desastre planetario, tiene que ser hacia abajo, no hacia arriba, porque esto último, aumentaría y aceleraría la degradación y el agotamiento creciente de los recursos base del planeta y no existe civilización que pueda sobrevivir al agotamiento de los recursos de los que vive.
¿Y cuánto habría que bajar, entonces, en los niveles de vida actuales, primero para llegar a tener un planeta mínimamente sostenible y más justo que hasta ahora?
habría varias respuestas matemáticamente correctas. Para alcanzar un planeta sostenible, según la calculada capacidad de carga o huella ecológica de nuestra sociedad mundial, habría que reducir la actividad económica y el consumo de energía en un 40 ó 50%.
Y esto, lógicamente, se puede hacer, por un lado, pensando en que todos bajen un 50% desde sus niveles actuales.
Pero parece más justo y razonable, desde un punto de vista humano, que los que más tienen, más reduzcan sus niveles. Eso implicaría que los occidentales tendrían que reducir, muy en primer lugar, sus niveles actuales entre un 60 y un 90% desde el nivel promedio actual de sus respectivas sociedades. Algo que está fuera de la conciencia, de las intenciones y de la voluntad de la inmensa mayoría de los ciudadanos occidentales, incluso de los uqe se muestran indignados con la situación actual.
Esto permitiría a una gran masa de población humana poder subir ligeramente sus actuales niveles de consumo, que es una forma de bienestar, aunque no todo, para salir, al menos, de las hambrunas, de las muertes prematuras y de las enfermedades perfectamente evitables o para escolarizar y alfabetizar a muchos cientos de millones.
Obsérvese lo trágico de este análisis: muestra, en toda la crudeza matemática posible, que la desigualdad mundial actual no es algo que se resuelva con la cesión del 0,7% del PIB de los países ricos, como se pide desde alguna ONG. No es ni siquiera la cesión de un 7% la que lo arreglaría. Es que sería del orden del 70% lo que los países ricos del planeta deberían ceder a los pobres del mundo.
Esto implicaría, en realidad, que los ricos dejasen de explotar como hasta ahora han venido haciendo de forma secular, a los pobres del mundo con sus perfeccionados engaños de intercambios desiguales, apoyados por la fuerza negociadora (que no excluye la presión o acción militar cuando se considera necesaria) basada en acuerdos comerciales indecentes y vejatorios para las partes humildes.
Muchos de los lectores, sobre todo viviendo en Occidente o en los países ricos de la OCDE y perteneciendo a una cierta clase media, llegados a este punto, pueden sentir un cierto desasosiego, al verse, de alguna forma, culpables de esta gigantesca trampa en que están metidos varios miles de millones de desposeídos del mundo.
Porque hasta ahora posiblemente pensaban que si los ricos (unos ciertos ricos o unos ciertos poderes financieros o políticos a su servicio) distribuían sus riquezas nominales, ello sería más que suficiente para arreglar los problemas de este mundo. Esto se podría ver de la siguiente forma:
En cada región del mundo y no sólo en los países desarrollados occidentales, existen minorías o élites que disponen de niveles de vida y acumulación indecente de recursos. Es decir lo mismo que en el mundo entero se da el principio de Pareto de una distribución desigual de la riqueza (el famoso 80/20 y 20/80), en cada región se produce algo similar.
Y los poderosos de cada región, cuando se ven de forma desagregada en cada una de ellas bajan todavía más el nivel de los bajos con sus elevadísimos niveles de consumo y de vida; con sus acumulaciones tremendas de capital dinerario y financiero. En el gráfico anterior, esto se dibuja de una forma teórica con colores más claros que rebajan el nivel de cada país o región, por culpa de las minorías de cada país que viven en la estratosfera. Por supuesto hay mundos intermedios de grises que harían el principio de Pareto algo más escalonado, si se incluyen las clases medias, existentes sobre todo en los países cuyos excedentes nacionales han permitido no sólo que las élites sigan en la estratosfera, sino que grandes masas de población hayan podido acceder a lo que se ha venido en denominar “el Estado del Bienestar”
Si bien es cierto que en los países desarrollados suele haber menor diferencia entre clases y un menor número porcentual de desposeídos o excluidos, lo cierto es que el mundo se asemejaría más a estas agujas lacerantes de minorías llenas de poder acumulado y grandes masas cifradas fácilmente en miles de millones, que quedan por debajo de los umbrales de lo mínimo humanamente digno.
Es evidente que los que postulan o postulamos que lo primero es desposeer a esas élites muy minoritarias (pero de hecho las que controlan el poder económico y militar) de ciertas riquezas acumuladas, tan insultantes e indecentes, saben que ello contribuiría a la mejora de las condiciones de vida de muchos millones de personas. De eso no cabe duda alguna; en algo contribuirían a aliviar o paliar el problema de los desheredados del mundo. Pero la triste realidad es que no es solo eso.
En los círculos de los indignados y de las personas con conciencia social, se sabe que pocas de las primeras fortunas del mundo acumulan más capital que el PIB de muchos de los países de la cola de los parias de la Tierra, que en estos gráficos aparecen a la izquierda.
La importancia de descabezar a estas privilegiadas élites radica en que con ellas se eliminaría de forma verdaderamente eficaz el problema que ellos mismos han creado obviamente con estas desigualdades. Por ello no es desdeñable exigir comenzar por este punto. Pero… hay aún algún que otro pero.
En primer y más importante lugar, el que la indecente riqueza que estos crápulas acumulan es más bien de tipo nominal o contable, más que física. Esto conviene explicarlo. En un mundo en el que el dinero se ha multiplicado mucho más rápidamente que los bienes físicos o los servicios realmente medibles que el dinero puede comprar, hay una conciencia clara de que si hubiese que repartir el dinero que nominalmente existe en manos de estas élites entre las grandes masas de población marginal, excluida y desheredada, con la supuesta sana intención de convertir ese capital especulativo en capital productivo, no habría mundo físico para responder al papel de ficción que estas élites acumulan.
Es decir, sus inmensas riquezas son obvias desde el punto de vista físico o material, pero desde el punto de vista financiero o dinerario, que es el que los contabiliza, son muchísimo más grandes; son tan estratosféricas como imposibles de materializar en algo tangible que alivie el sufrimiento humano en la medida que indican los billetes de banco o títulos que los papeles indican.
Hasta ahora, lo más sencillo, intuitivo o inmediato, es culpar a políticos, banqueros y financieros del desastroso estado de cosas de este mundo. Y los gráficos mostrados hasta ahora, lo que evidencian es una suerte de complicidad de los ciudadanos de Occidente. Sin duda, no les falta razón, porque son los que han dirigido el mundo hacia ese abismo, pero seguramente no es esa toda la razón.
Pero en segundo lugar y si las matemáticas no mienten, incluso en el supuesto de despojar a todas las élites, que conforman las onerosas agujas de consumo del último gráfico, de sus inmensas riquezas, el mundo todavía tendría que hacer un fuerte ejercicio de despojar a grandes masas burguesas (clases medias) de los países desarrollados de la derecha de los gráficos de una gran parte de sus niveles de consumo.
Y ahí es donde parece muy perdida, sea intencionalmente o no, la gran marea de “indignados” occidentales, que se pasean exigiendo a sus líderes nacionales que no destruyan su “Estado del Bienestar”, cuando es evidente que una buena parte de esos Estados del Bienestar se han construido con la sangre, el sudor y las lágrimas de los pobres del mundo, de los más.
Esta es la dolorosa reflexión final: que no basta con despojar a las élites de sus privilegios y no solo en una nación, sino en todo el mundo (lo que ya entra casi en el terreno de la utopía, dado que esas minorías son las que controlan el poder policial y militar, además del económico, para estrangular actividades con carácter masivo y a voluntad, dada la enorme dependencia de los mercados de los flujos monetarios que manejan en exclusiva), si lo ven necesario o preciso para mantener sus privilegios.
Es que incluso aunque se lograse esto, la tarea quedaría inconclusa: cambiar el sistema implica mayor justicia para los proletarios que creíamos ya no existían y siguen siendo la inmensa mayoría de muertos vivientes de este planeta. Implica que muchos de los ciudadanos de los países y regiones de la derecha, tendrían que despojarse de muchas de sus riquezas, hábitos y costumbres de consumo. Tendrían que hacer un mundo verdaderamente nuevo.
Los indignados occidentales, que al contrario que muchos de los indignados del Norte de África y de muchas partes pobres del mundo, no luchan como ellos, por poder acceder a una barra de pan que no pueden comprar, a agua potable o a una aspirina o un médico o un colegio para aprender a escribir, sino por no caerse de un “Estado de Bienestar” que se construyó de mala manera.
Nos han construido una historia, desde hace décadas, incluso desde las izquierdas occidentales, que ese “Estado del Bienestar”, era la consecuencia de largos años de luchas obreras y sindicales contra los patronos. Pero eso ha resultado ser, a la vista de estos gráficos, una verdad muy a medias.
Gran parte de ese “bienestar”, que se ha orientado sobre todo como consumo envuelto en alienación, se ha generado en base a la enorme y creciente capacidad de nuestras élites occidentales de exprimir al resto del mundo y ceder en sus propios nichos parte de ese bienestar a sus clases medias.
El abandono lamentable del internacionalismo proletario marxista, que ahora empieza de nuevo a llamar a la puerta con carácter verdaderamente global, fue uno de los coadyuvantes principales de este desaguisado que los gráficos representan.
Creíamos estar venciendo a los patrones al llegar a las 40 horas semanales y demás beneficios sociales en las minorías de la derecha de los gráficos y resultó que las conseguíamos porque el patrón podía exprimir de forma salvaje, con la ayuda de las élites cómplices de los países de la izquierda, a cinco por cada uno que conseguía beneficios en el confortable occidente. Y las más de las veces, con las privilegiadas clases obreras y clases medias occidentales haciendo la vista gorda ante estos criminales intercambios desiguales, porque podían sentir el confort que proporciona, aunque fuese de forma indirecta e interpuesta, disfrutar de esclavos a los que explotaba “otro”.
Poco hicieron o hicimos las clases medias occidentales para exigir menos consumo y derroche en nuestras propias sociedades y más bienes esenciales para todos los desposeídos de este mundo. Ahora puede ser el tiempo de volver a entender el concepto de internacionalismo proletario.
Harían bien los indignados occidentales en ponerse estos gráficos como lectura de cabecera. Ayudaría en mucho para saber que no hay que pedir más, sino que pedir menos.
Para las élites y en muchos casos, para nosotros mismos.
LA DUDA. EL FRAUDE DEL SIDA
LA DUDA. EL FRAUDE DEL SIDA
Estupendo documental en el que algunos valientes científicos, doctores y Premios Nóbel denuncian el fraude y el montaje del SIDA y el imposible de aislar virus VIH. Estos hombres son algunos de los pocos valientes que SIN MIEDO y contracorriente proclaman la verdad ante la vergüenza y escarnio de todo el resto de la comunidad científica cobardes cómplices de esta farsa.
Gadafia ha sido asesinado
Gadafia ha sido asesinado
Muamar al Gadafi ha sido capturado o asesinado, finalmente las fuerzas de la OTAN utilizando cazabombarderos ingleses ha atacado un convoy en el que huía de Sirte, la ciudad natal del líder libio, posteriormente un grupo de mercenarios al servicio de la OTAN, han capturado malherido a Gadafi, casi con seguridad para darle muerte.
No piensen ustedes que con la muerte del Líder libio, la guerra en Libia ha terminado, los años de bonanza del país islámico han acabado, comienza un rosario de saqueos, atentados (seguramente atribuidos a Al-Qaeda) y sabotajes que justificarán a occidente para instalar bases militares dentro del territorio Libio y de ese modo alcanzar su objetivo que no es otro más que saquear los recursos petrolíferos y minerales del estratégico país.
Gadafi a muerto, ahora es cuando comienza lo peor.
Os invitamos a visionar el video que hemos preparado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)