viernes, 15 de junio de 2012

El nuevo programa político de Hugo Chávez

El nuevo programa político de Hugo Chávezx Angel Guerra Cabrera    
Necesitamos –dice un elocuente párrafo- de un poder popular capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación

El lunes 11 el presidente Hugo Chávez explicó a una gigantesca marea humana los ejes del programa político para su candidatura a la presidencia en el período 2013-2019. El acto dio inicio al proceso de consulta ciudadana sobre el documento, del que surgirá el Segundo Plan Socialista Simón Bolívar. La multitud colmaba la Plaza Diego Ibarra, cercana al Consejo Nacional Electoral(CNE), y se desbordaba a lo largo de la extensa Avenida Bolívar y las arterias y plazas aledañas siguiendo el discurso en grandes pantallas. Chávez acababa de inscribirse ante el CNE como candidato a las elecciones del próximo 7 de octubre y de entregarle su propuesta política, un documento de gran valor histórico y político, sustentado en una lúcida mirada al presente y al futuro desde la historia, el pensamiento y la ética humanistas de raíz indolatinoafricana y universal.

El programa desglosa numerosos objetivos nacionales y estratégicos que deben cumplirse para alcanzar 5 objetivos históricos.

 1) consolidación de la independencia “definitiva” a través de un conjunto de medidas en lo económico, político, social, cultural, militar y de seguridad nacional. Sostiene que la independencia exige romper totalmente con los lazos neocoloniales impuestos por el imperialismo, sean económicos o de cualquier tipo. Cabe recordar que Venezuela, junto a Bolivia, Ecuador y Nicaragua denunciaron recientemente el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, infame instrumento de subordinación a Estados Unidos dentro de la OEA. 

2) continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo 21 para proporcionar “la mayor suma” de seguridad social, de estabilidad política y de felicidad al pueblo, objetivo que pasa, “en primer lugar, por acelerar el cambio del sistema económico” rentista petrolero capitalista al modelo productivo socialista y también por “pulverizar” la forma de Estado burguesa heredada que “reproduce sus nefastas prácticas”. “Éste es un programa de transición al socialismo y de radicalización de la democracia participativa y protagónica. Partimos del principio de que acelerar la transición pasa necesariamente por… acelerar el proceso de restitución del poder al pueblo”.

 3) convertir a Venezuela en un país-potencia económica, política y social dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el Caribe que garantice la conformación de una zona de paz en nuestra América.

 4) contribuir a una nueva geopolítica internacional con un mundo multicéntrico y pluripolar, que –evocando a Bolívar- permita lograr el equilibrio del universo y la paz planetaria.

 5) Preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana, que hace necesarios la construcción de un modelo productivo eco-socialista basado en la relación armónica del hombre y la naturaleza desde la idea andina del buen vivir e impulsar un movimiento mundial con ese objetivo.

Todo esto expuesto por un Chávez que no sólo desgranó las razones que sustentan su propuesta, también bromeó con el público, cantó, bailó, abrazó a sus hijas y a compañeros de la primera hora hoy en responsabilidades de gobierno y concluyó con una emotiva e inflamada alocución. Las encuestas le dan una cómoda victoria electoral así que advirtió a la apátrida oposición que no intente la violencia “porque se va a arrepentir”. A cada agresión del imperialismo y de la burguesía responderemos con más revolución, aseguró.

La propuesta incluye metas muy ambiciosas como una gran ampliación de la industrialización de los hidrocarburos, diversificación industrial, importantes avances en infraestructura y soberanía alimentaria, así como continuar desarrollando las exitosas misiones sociales que ya se llevan a cabo en educación, salud, vivienda y otros rubros. Enfatiza en el control por la nación sobre los recursos naturales, perfeccionando el que ya existe sobre los hidrocarburos, defender el abasto de agua como derecho humano y fortalecer el control de la minería por un ente estatal que evite la depredación típica de las trasnacionales.

Necesitamos –dice un elocuente párrafo- de un poder popular capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten en la sociedad venezolana, de configurar una nueva socialidad desde la vida cotidiana donde la fraternidad y la solidaridad corran parejas con la emergencia permanente de nuevos modos de planificar y producir la vida material de nuestro pueblo.

Sin embargo la lucha para liberar a los Cinco Cubanos

Sin embargo la lucha para liberar a los Cinco Cubanos
Por Gene Clancy 


Se trata de un cuento clásico de la perfidia imperialista y la represión. Hace catorce años, las autoridades estadounidenses detuvieron a cinco hombres: Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, René González Sehwerert, Antonio Guerrero Rodríguez y Fernando González Llort, y las arrojó en la cárcel. 08 de junio fue el undécimo año de su condena por acusaciones falsas.

Los Cinco Cubanos son hijos, cónyuges, hermanos, los poetas, los pilotos, los graduados universitarios y artistas, tres nacidos en Cuba, dos en los Estados Unidos. Tres de ellos combatieron en Angola contra el apartheid en Sudáfrica. La lucha por la libertad de estos héroes continúa.

Desde 1959, Cuba ha sido objeto de amenazas, sanciones, invasiones, sabotajes, el bloqueo y los ataques violentos en su territorio, resultando en 3.478 muertes y heridas a otro 2.099. Los cubanos han desarrollado la vigilancia contra ataques extranjeros.

En 1976, una bomba explotó a bordo de un avión comercial cubano, destruir el avión en el aire y matando a 73 personas. Detrás del ataque eran dos hombres de origen cubano, Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, ex agentes de la CIA, que los EE.UU. entonces protegidos.

Los Cinco de "crimen" era infiltrarse en las organizaciones de extrema derecha que, con el apoyo de la CIA, llevan a cabo muchos de estos ataques y estaban planeando aún más. Cuando los Cinco descubierto un complot de la bomba real y lo reportó al FBI, el FBI arrestó a los Cinco Cubanos. A pesar de la supuesta preocupación del FBI sobre el terrorismo, que permiten a los autores fuera, mientras que los Cinco durante 17 meses en celdas de confinamiento solitario. El juicio tuvo lugar en Miami y duró siete meses, el juicio más largo que haya tenido lugar en los EE.UU. hasta ese momento.

Durante el juicio, el gobierno de los EE.UU. - a través de su agencia de propaganda oficial, la Junta de Gobernadores de Radiodifusión - fue en secreto el pago de prominentes periodistas de Miami para saturar los medios de comunicación de Miami con los informes que eran altamente inflamatoria y perjudiciales para los Cinco Cubanos.

La presencia de periodistas de Miami en la nómina del gobierno de los EE.UU., quienes pretendían reportar como "independiente" de prensa, va al corazón de la condena injusta de los Cinco. Los Cinco no fueron sólo víctimas de una persecución por motivos políticos, sino una operación de propaganda financiada por el gobierno también.

Prueba la jueza Joan Lenard debidamente negó un cambio de sede para los presos.

En octubre de 2011, René González fue puesto en libertad después de servir 13 años en la cárcel, luego la obligaron a continuar con la libertad vigilada en Miami, para impedir su regreso a Cuba. González no ha visto a su esposa Olga Salanueva ya su cumpleaños el 13 de agosto de 2000, cuando el FBI arrestó y deportó a ella como parte de un plan para presionar a René para "cooperar". (René González, Documental "Esencias", enero de 2012, Radiocubana.cu) Ella y su cónyuge de Gerardo Hernández, Adriana Pérez, se les impide entrar a los EE.UU. para visitar a sus esposos.

A pesar de más de una década de encarcelamiento, en su caso no ha sido olvidado, y hay nuevas razones para el optimismo.

El 6 de junio de 2012, una moción solicitando un argumento oral y el descubrimiento fue presentado a los EE.UU. del Distrito Sur de la Florida Corte en nombre de Hernández. El movimiento tiene como objetivo descubrir y exponer el papel nefasto del gobierno de EE.UU. de la primera mantener el juicio en Miami y luego envenenar al jurado en secreto por pagar a periodistas para calumniar a los acusados, una violación de la ley de EE.UU..

Durante su convención 25 de mayo 27-30, la Unión de Empleados de Servicios tomó una decisión histórica para plantear la cuestión de los Cinco Cubanos por primera vez. El día antes de la convención comenzó, la gente llevó el caso a los casi 200 delegados del Caucus Latino de SEIU, que dio apoyo informal unánime a la campaña por la libertad de los Cinco y el derecho a las visitas familiares.

Y el 8 de junio, los delegados a la convención número 35 de la International Longshore and Warehouse Union recibió tarjetas postales exigiendo que el presidente Barack Obama liberar a los 5 cubanos y devolverlos a su tierra natal. En su última convención en 2009, esta unión de rango y archivo de militantes aprobado resoluciones que exigen visados ​​de entrada en EE.UU. Pérez y Salanueva para visitar a sus esposos presos, el cese del bloqueo de EE.UU. contra Cuba y la libertad para los Cinco.

Mientras tanto, un apoyo más tradicional continúa. De 1 a 31 julio IFCO / Pastores por la Paz hará su caravana de 20o desafiando el bloqueo ilegal y la entrega de los suministros necesarios a Cuba. También en julio, el contingente número 43 de la Brigada Venceremos hará su camino a Cuba, no sólo para apoyar a la Revolución Cubana, pero hacer una protesta viva contra la política hostil de Washington hacia Cuba. Ambos retos de viajes que el caso de los Cinco Cubanos central de su organización.

El 14 de junio de 2011, Carlos Hernández, el alcalde de Hialeah, una ciudad en el Condado Miami-Dade, "honrado" el FBI - y la CIA, financiado por el terrorista Luis Posada Carriles, dándole la llave de la ciudad. Hay amplia evidencia de la vinculación de Luis Posada Carriles con el atentado de 1976 del avión cubano y la participación en el atentado de Hotel Copacabana en La Habana que mató al turista italiano Fabio Di Celmo en 1997.

Sin embargo, hay razones para la esperanza de los partidarios de Cuba y personas interesadas en la justicia en todo el mundo. En 2011, por el momento 20, la Asamblea General de Naciones Unidas votaron contra el bloqueo de EE.UU. contra Cuba.

La Cumbre de la ONU Rio+20 es oprimidos vs opresor

La Cumbre de la ONU Rio+20 es oprimidos vs opresor
x Bill Dores    
Los países imperialistas, que deben su enorme riqueza a siglos de saqueo, exigen que los países pobres restrinjan su desarrollo por la “preocupación” por el medio ambiente

Los países oprimidos del mundo, donde vive la mayoría de la gente, no crearon la crisis ambiental. No llenaron el aire con gases de efecto invernadero o envenenaron ríos y océanos. Sin embargo, sufren la peor parte de su impacto. Ahora, los países ricos que se enriquecieron e industrializaron al costo de ellos, quieren que asuman el cargo de tratar de resolver la crisis.

Esto fue el tema de una charla en la ciudad de Nueva York el 31 de mayo por el Dr. René Orellana, quien lidera el equipo de la República Plurinacional de Bolivia para las negociaciones del Río+20, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el desarrollo sustentable que se celebrará en Brasil en junio 20-22.

Bolivia fue una vez centro de la gran civilización Inca, que fue destruido por los conquistadores españoles quienes esclavizaron a ese pueblo en 1532. Tiene una población mayoritariamente indígena y es el país más pobre de América del Sur.

Bajo el Gobierno de Evo Morales, Bolivia es ahora miembro del ALBA, la Alianza Bolivariana de las Américas y está desempeñando un papel de liderazgo organizando los países pobres para luchar por sus derechos ambientales.

Orellana, quien es un especialista en temas ambientales, habló a un grupo multinacional de activistas ambientales, sindicales y de solidaridad en el Centro Sindical Martin Luther King Jr., la sede del Sindicato de Trabajadores Unidos de la Salud del Este, 1199SEIU. El Círculo Bolivariano Alberto Lovera organizó el evento.

En lugar de ser un esfuerzo conjunto para promover el bienestar de toda la humanidad y la vida en la tierra, la Cumbre de Río se está perfilando como una lucha entre los estados ricos imperialistas de Europa Occidental y América del Norte y el grupo de los 77 más China, que representa los países explotados del mundo. El G77 — que fue fundado en 1964 por 77 países pobres y recién independientes y ahora tiene 143 miembros.

“Vamos a Rio para luchar por nuestros derechos”

Los países imperialistas, que deben su enorme riqueza y productividad a siglos de saqueo en África, Asia, Sur y Centroamérica, el Caribe, Oceanía y Europa Oriental, están exigiendo que los países pobres restrinjan su desarrollo por la “preocupación” sobre el medio ambiente.

Orellana subrayó, “no podemos aceptar esto; 70 por ciento de las patentes mundiales están en los países desarrollados e históricamente han producido el 75 por ciento de gases de efecto invernadero del mundo. Nuestros pueblos viven en la pobreza, y tenemos el derecho al desarrollo. Contamos con importantes recursos no renovables. Si vamos a restringir las emisiones de carbono, debemos tener la transferencia de tecnología y las financiación de los países ricos”.

Los países imperialistas, Orellana explicó, “quieren separar la cuestión del medio ambiente, de la pobreza y la crisis financiera que han creado. Pero la crisis tiene tres pilares: el social, el financiero y el ecológico”. Señaló que desde la pasada Cumbre de Río en 1992, ha crecido el número de personas hambrientas en el mundo, de 800 millones a más de mil millones y la esperanza de vida promedio, 44 años, no ha aumentado. El desempleo a nivel mundial ha aumentado astronómicamente.

“Vamos a Rio para luchar por nuestros derechos”, dijo Orellana. “Nuestros países tienen derecho a la soberanía, al desarrollo, el derecho a levantar a nuestro pueblo de la pobreza, el derecho a ayudar a nuestra gente a vivir bien. Estados Unidos y Europa Occidental están más preocupados por la desregulación del mercado y su ‘derecho’ a invertir y controlar la tecnología. No podemos estar de acuerdo”.

El grupo de los 77 más China están luchando por que la Conferencia reconozca los derechos de los pueblos indígenas y el campesinado, así como los derechos de la Madre Tierra y el concepto de la armonía con la naturaleza. Orellana dijo que algunas de estas cosas habían sido aceptadas en palabra por los países ricos, pero tendrán que ser logradas en la práctica por medio de la lucha. Dijo que China está desempeñando un papel positivo al apoyar las demandas de otros países oprimidos.

Cientos de organizaciones de los pueblos de todo el planeta están planeando participar en la Cumbre de los Pueblos sobre el Desarrollo Sustentable que se llevará a cabo junto a la Cumbre de la ONU. Orellana subrayó que esta será un vehículo importante para presionar a los países imperialistas.

Orellana terminó con un llamado a los/as activistas progresistas — especialmente en el creciente movimiento anticapitalista en los países desarrollados — a no sólo apoyar activamente las demandas del grupo de los 77 más China en el Rio + 20 y en la lucha mundial por el desarrollo sustentable, sino también para salvar el planeta de una catástrofe ambiental.

El mundo que nos rodea: Entrevista con Miguel Urbano Rodrígues

El mundo que nos rodea: Entrevista con Miguel Urbano Rodrígues

x Marta G. Sojo    
La decadencia estadounidense es irreversible. Por eso, el proyecto imperial de dominación planetaria, con base en su poder militar, es más peligroso

Desde que comenzó la crisis internacional, la Eurozona ha ido acumulando tropiezos, en medio de anuncios de lanzamientos de paquetes económicos contractivos y un sinfín de ajustes, recortes y medidas perjudiciales para los pueblos. Ya preguntes a un ciudadano común, o a un académico, todas las opiniones convergen en que les imponen la penuria.

Mirado con esa perspectiva es una razón válida conversar Miguel Urbano Rodrigues (Portugal 1925), escritor, periodista y político. Una pluma muy reconocida en el ámbito internacional y uno de los más certeros pensadores de izquierda en la actualidad. Tiene en su haber su época de docente de Historia Contemporánea en la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa. En cuanto a su perfil político, miembro del Partido Comunista portugués, fue diputado al Parlamento luso y a las asambleas legislativas del Consejo de Europa y de la Unión de Europa Occidental.

Su aguda percepción del momento actual nos la da desde el inicio de la entrevista, cuando refiere que “la situación mundial es caótica. Una crisis global amenaza la humanidad. Hay que recordar que la crisis de los subprime, iniciada en los Estados Unidos, fue el prologo de una crisis del capitalismo que, al alastrar a Europa, adquirió dimensión planetaria.

“Las medidas tomadas por George Bush primero y por Obama después la profundizaron. El objetivo fue salvar la banca, las aseguradoras y grandes empresas al borde de la quiebra, como la General Motors. Más de un millón de millones de dólares fueron invertidos por el Estado Federal en esa estrategia. Un volumen gigantesco de dinero fue encaminado para los responsables de la crisis, mientras las principales víctimas, los trabajadores, han sido olvidadas. Millones de familias han perdido sus casas y el desempleo creció enormemente, miles de empresas cerraron puertas. Pero el gran capital alteró poco sus prácticas fraudulentas. Significativamente, el actual secretario del Tesoro, Thimothy Geithner, es un hombre de Wall Street, defensor de las leyes de desreglamentación”.

Y añadía, en cuanto al Viejo Continente que “la Unión Europea, que es un gigante económico pero un enano político, adoptó una estrategia diferente, orientada a una falsa política de austeridad, de recorte “friedmaniano”. La fragilidad del euro es inseparable del hecho que el dólar es prácticamente la moneda universal. Sus emisiones son incontrolables. El Banco Central Europeo no puede imitar a Washington.”

Entonces, la austeridad que le imponen a Europa el FMI y otras entidades ¿cree resolverá sus problemas?

Irlanda, Portugal y Grecia, como países periféricos de la UE, económicamente más débiles, fueron las primeras cobayas de la estrategia de austeridad. Sus gobiernos, todos de derecha, se sometieron con docilidad a las exigencias de la Comisión Europea, hegemonizada por Angela Merkel, canciller alemana, y el presidente francés Nicolás Sarkozy. Al efecto fue nombrada una troika de representantes de la Comisión, del Banco Central Europeo y del FMI que, a cambio de una ayuda –diferente según los casos- impusieron acuerdos incompatibles con la soberanía nacional. Exigieron drásticas reducciones del déficit del presupuesto, aumento de impuestos, reducción brutal de salarios, legislación laboral que facilite el despido de trabajadores.

Italia y España se encuentran también al borde de un colapso. Ya aprobaron medidas de austeridad draconianas y un eventual pedido de ayuda haría mas dura la situación de sus trabajadores. El desempleo en España sobrepasa ya el 22 por ciento.

Merkel y Sarkozy -que tomaron decisiones ignorando las instituciones comunitarias- estaban sin embargo conscientes de que los efectos de la crisis empiezan a afectar peligrosamente sus países. Hay que recordar que los bancos alemanes y franceses son los principales acreedores de las deudas portuguesa y helena, cuyo total excede el PIB de ambos países. Se puede ya afirmar que la receta ultraneoliberal impuesta por Merkel-Sarkozy fracasó rotundamente en Grecia, cuyo penúltimo gobierno, el de Papandreus, para evitar la bancarrota, tuvo de pedir una ayuda suplementaria de 130 mil millones de euros.

La situación en Portugal es igual de tensa que en otros países europeos. ¿Cuál es su análisis al respecto?

En Portugal la crisis viene de lejos y resulta de políticas de derecha practicadas por sucesivos gobiernos del Partido Socialista (neoliberal y proimperialista) y del Partido Social Demócrata, de derecha asumida. La ayuda concedida, de 78 mil millones de euros, aprobada por el Parlamento, tiene como contrapartida un autentico diktat. Además de reducciones salariales pesadas y de supresión de los salarios, los trabajadores sufren las consecuencias de aumentos generalizados de precios y de la pérdida de conquistas históricas (salud, educación, pensiones, etc). La tasa de desempleo supera ya 14%, la tercera de Europa. La reciente huelga general que casi paralizó el país, y la gigantesca manifestación de protesta del 11 de febrero, en que participaron 300 mil personas, demostraron el repudio popular a la política del gobierno de Passos Coelho, de la cual es cómplice el Partido Socialista. Todo indica que las luchas sociales se ampliarán en los próximos meses.

Los griegos mantienen huelgas casi permanentes. ¿Es un signo significativo?

La imagen transmitida por las cadenas de televisión de lo que está pasando en Grecia deforma groseramente la realidad. El combate de los trabajadores griegos en defensa de la soberanía nacional, oponiéndose a las medidas impuestas por Bruselas y aceptadas por gobiernos que capitulan, es transformado por los medios europeos en una inexistente orgía de violencia. Diez huelgas generales exitosas en un año, conducidas por el PAME, el Frente Unitario en que el Partido Comunista de Grecia (KKE) tiene un papel fundamental, ofrecen la mejor prueba de la recusa firme del pueblo de Pericles a someterse a la dictadura del capital.

La situación adquirió en la segunda semana de febrero en Atenas matices preinsurreccionales. Para comprender lo que pasa en Grecia es útil recordar sus heroicas tradiciones de lucha desde la guerra de independencia contra Turquía. En 1945, después de expulsar las últimas tropas alemanas, las fuerzas revolucionarias griegas se preparaban para asumir el poder cuando el ejército británico ocupó el país, restableció la monarquía e inició una represión sangrienta.

En estas semanas el pueblo griego combate por la humanidad contra el capitalismo senil.

Ante la profunda crisis que afecta esa área geográfica ¿Cree que se desintegrará la Unión Europea, o podrá continuar adelante?

Como marxista, soy incompatible con especulaciones y todo tipo de futurología. Me abstengo de previsiones sobre lo que va a pasar en la Unión Europea, pero no creo que se desintegre. Una bancarrota en Grecia y la eventual salida de Portugal del euro e incluso -hipótesis improbable- de España e Italia no significaría el fin de la Unión Europea. No olvide que la Unión Europea es hija de la CEE y nieta de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, creada por seis países.

Los problemas que Alemania y Francia enfrentan, muy reales, no impiden que sean economías poderosas. Alemania creció 3% en 2011, más que los Estados Unidos, y es el segundo exportador del mundo, después de China. A fuerza de hablarse de los EE.UU. como la primera economía del mundo se omite que son también una nación parásita que consume mucho más que produce. Su deuda publica, la mayor del mundo, sobrepasa ya el PIB y el déficit de su balanza comercial se acerca a 800 mil millones de dólares anuales. Por sí solas, las reservas en dólares y títulos del Tesoro americano de China y Japón, estimados en 2 mil billones de dólares iluminan la fragilidad de la economía estadounidense. El gigante tiene pies de barro. La decadencia de su poder es transparente e irreversible.

En cuanto al marcado perfil bélico que amenaza a la humanidad, ¿cómo definiría esta problemática?

El imperialismo evolucionó en las últimas décadas. Las contradicciones entre las potencias imperiales persisten. Mas no son ya antagónicas. Es mínima hoy la posibilidad de guerras interimperialistas como las que devastaron Europa y Asia en el siglo pasado.

La crisis del capital, por ser estructural, no tiene salida dentro del sistema. Las guerras de saqueo surgieron como opción indispensable en el ámbito de la estrategia imperial de los Estados Unidos empeñados en controlar los recursos naturales de países de Asia y África, sobre todo el petróleo y el gas. Surgió así un imperialismo colectivo – la expresión es del argentino Claudio Katz.

Hegemonizada por los norteamericanos, se formó una alianza táctica donde participan el Reino Unido, Francia y Alemania, y socios menores como Canadá, Italia, España y Australia. La superioridad militar y tecnológica del bloque imperialista le permite con un costo de vidas reducido atacar y ocupar países del antiguo Tercer Mundo ricos en recursos naturales.

Eso ocurrió en Afganistán, Iraq y Libia. Se siguió hacia África subsahariana, con la intervención militar en Uganda. El Africa Comand permanece por ahora en Alemania, pero el Pentágono planea instalar un ejército permanente de 100 mil hombres en África. Obama anunció ya que la ayuda militar (léase intervención) en Sudan del Sur, el Congo y la Republica Centro Africana depende de un pedido a Washington.

Las agresiones militares son siempre precedidas de campañas mediáticas de ámbito mundial. Para impedir la solidaridad internacional con los pueblos seleccionados como blanco y sembrar la duda y la confusión en millones de personas en los países desarrollados, EE.UU. y sus aliados empiezan por demonizar a los líderes ´enemigos”´ Bin Laden, ex aliado de los Estados Unidos,fue posteriormente definido como su enemigo núero uno. Kadhafi, un año antes de la agresión a Libia, era recibido con honores especiales en Paris, Roma, Madrid y Londres,y tratado con respeto por Obama. Antes de la agresión que destruyó a Libia pasó a ser un monstruo sanguinario. No quiero establecer analogías, pero la actuación del imperialismo colectivo trae a la memoria la del III Reich hitleriano. Primero fue la anexión de Austria, después Munich y la destrucción de Checoslovaquia, después Dantzig, la invasión de Polonia y la II Guerra Mundial.

Lo fascistizante del ejército estadounidense en las guerras asiáticas es ya una realidad inocultable. La actuación de los drones, telecomandados de bases remotas, es criminal. La tortura de prisioneros, permitida por ley. Fotos de soldados norteamericanos orinando sobre cadáveres de afganos fueron publicadas en muchos países. En otras, un grupo de marines aparece sonriente junto a una bandera nazi con la cruz gamada; no fueron punidos.

La ley de Autorización de Defensa Nacional, promulgada por Obama, permite la prisión por tiempo ilimitado de cualquier ciudadano estadounidense sospechoso de terrorista.

No exageran intelectuales como James Petras al definir a la Unión Americana como un moderno Estado Policíaco; Michel Chossudovsky lo llama Estado Totalitario con Traje Civil. La perspectiva de un IV Reich amenaza a la humanidad.

Se habla persistentemente por los propios líderes europeos de que el capitalismo ya caducó. ¿Qué variante sólida pudiera sustituirlo? ¿Acaso hay algo teóricamente estructurado que sirva de sucesor?

La humanidad enfrenta la crisis más grave y compleja de su historia. Una crisis global, la primera, que es simultáneamente económica, militar, cultural, energética, ambiental.

La decadencia estadounidense es transparente e irreversible. Precisamente por eso, el proyecto imperial de dominación planetaria, por ellos hegemonizado, con base en su poder militar, es más peligroso. Amenaza incluso la continuidad de la vida en la Tierra, patria común del hombre.

Pero la agonía del capitalismo será prolongada. Su fin no tiene fecha previsible. La única alternativa creíble a la barbarie capitalista es el socialismo. ¿Que socialismo, Martha? Creo que el socialismo de mañana tendrá los colores de las sociedades que por él opten, de acuerdo con las tradiciones, cultura y peculiaridades de cada una.

Cuba ha dado una gran contribución a la creación de ese socialismo de mañana. El bloqueo más cruel de la historia en una guerra no declarada impidió el proyecto humanista y revolucionario cubano desarrollar en paz sus potencialidades humanistas y revolucionarias. Sin embargo, sin la resistencia de su pueblo, si no hubiera probado que era posible resistir al gigante norteamericano, no habría sido posible en América la Venezuela bolivariana de Chávez, la Bolivia de Evo Morales, el Ecuador de Rafael Correa, todos los actuales desafíos latinos al imperialismo que asumen un significado inmenso en el cuadro de la lucha mundial de la humanidad contra la barbarie capitalista.

Por eso reitero: Creo en un socialismo humanizado que abra al hombre la posibilidad de realizarse integralmente, liberto de las fuerzas que lo oprimen.

jueves, 14 de junio de 2012

Vida a través del sistema social

Vida a través del sistema social



Para estos autores, - de acuerdo con Jung Mo Sung - la vida no se concibe como una sustancia que hay que preservar o defender contra las fuerzas de la muerte. Es, más bien, una característica de los seres vivos que hay que reproducir a través de la producción y consumo de bienes materiales y simbólicos necesarios. Esta producción y reproducción de la vida se da a través de y en el seno del sistema social, que incluye dimensiones económicas, sociales, políticas, culturales y espirituales. 


Jung Mo Sung explica en este ensayo los conceptos fundamentales de esta tendencia en las relaciones entre religión y economía: parte del supuesto de que todas las sociedades necesitan resolver de forma adecuada dos aspectos fundamentales de la reproducción de la vida en la sociedad (en el sentido expresado más arriba): en primer lugar, las cuestiones digamos técnicas y operacionales para la producción de al menos el mínimo de bienes materiales y simbólicos necesarios para la reproducción de la vida de los miembros de la sociedad. En segundo lugar, las sociedades necesitan responder a la pregunta sobre el sentido de la vida y de los valores sociales y morales comunes a la sociedad. 

Esto nos lleva a tres cuestiones capitales para esta tendencia: la de la distribución de la riqueza, la coordinación social y la división social del trabajo. Precisamente el choque entre el modelo capitalista y el modelo comunista que se dio en el siglo XX puede entenderse como disputa sobre dos formas diferentes de entender la coordinación de la división social del trabajo: libre mercado en el capitalismo, planificación centralizada por el Estado en el comunismo. 

“En la economía globalizada de nuestros días, - escribe Jung Mo Sung -el mercado se ha convertido en el principal coordinador de la división social del trabajo. Las personas y empresas prestan servicios o producen lo que los consumidores desean en el mercado, y se compran los bienes materiales y la mayoría de los servicios necesarios en el mercado. Quedar excluido del mercado significa no tener acceso a las condiciones de una vida digna”. 

Desde este punto de vista, los aspectos técnicos de la economía no bastan para el buen funcionamiento de la sociedad. Esta sería una mirada miope y poco humanista. No tendría en cuenta la dignidad individual de cada ser humano. Por ello, desde una óptica humanista (que se identifica con el pensamiento cristiano) es imprescindible converger hacia la construcción de valores sociales y morales que lleven a las personas a vivir y a actuar como agentes económicos de acuerdo con las dinámicas del sistema socioeconómico vigente. 

Es más. La nueva economía global necesita impulsar una espiritualidad que dé un sentido a la vida y suscitar valores morales comunes.


La crítica a la idolatría del mercado y su espiritualidad 

Dentro de esta última corriente de pensamiento y acción, autores como Franz Hinkelammert, Hugo Hassmann y Enrique Dussel han desarrollado una crítica original al sistema de mercado capitalista dominante actual. “No es solo una crítica ética o teológica sobre la economía hecha “desde fuera” utilizando la Biblia o la tradición teológica para “juzgar” la realidad económica analizada a través de las ciencias sociales y de la economía. Es una crítica al sistema de mercado (que es diferente de los sistemas sociales con mercado) a partir del concepto de idolatría”.

El concepto de “idolatría” se constituye en “lugar teológico” para Jung Mo Sung. La crítica a la idolatría del mercado no significa una crítica al mercado como tal, pero sí una crítica a la absolutización de las leyes del mercado y las exigencias sacrificiales que nacen de esa absolutización. El mercado es algo necesario para las economías modernas, pero debe ser limitado, complementado y hasta dirigido por las acciones del Estado y también de la sociedad civil.

La idolatría exige sacrificios humanos. Es evidente que ya no se realizan como en las religiones de la antigüedad, sino que –como afirmó el propio Weber – se siguen dando en nombre no ya de dioses sino de las fuerzas impersonales del mercado. Basta con oir a nuestros políticos europeos y españoles sobre la necesidad de hacer “sacrificios necesarios” exigidos por las leyes del mercado.

La necesaria crítica teológica a la idolatría del mercado tiene también una vertiente de espiritualidad. Además de la crítica a la idolatría del mercado, critica también la espiritualidad perversa, fetichista, que mueve este mercado. Un ejemplo puede desvelar el sentido de estas palabras. En el tiempo de la dictadura militar en Brasil, un importante ministro de economía, Roberto Campos, escribió lo siguiente: “La modernización presupone una mística cruel del rendimiento y del culto a la eficiencia”. Es cruel porque presupone el sacrificio de los que no son eficientes, es mística porque se requiere una fuerza espiritual para llevar adelante, sin problemas de conciencia, un proyecto social de estas características. Y es culto en el sentido en que se diviniza un sistema al que se somete al ser humano.

Por tanto, se desvela así el carácter espiritual, místico e idolátrico del actual sistema de mercado global. Y de esta manera, se puede entender el motivo de la gran fascinación que este “Imperio” global del consumo desmedido ejerce sobre la población mundial. “Además de sacrificar y dar miedo, los ídolos fascinan y atraen”.

“Frente a este miedo, vale la pena recordar la afirmación de Jesús de Nazaret: “Hombres de poca fe, ¿por qué tenéis miedo?” (Mt 8, 25). En otras palabras: superar el miedo que nos paraliza o que nos remite a un mundo ideal pero irreal, para luchar por un mundo más humano y justo, pese a las contradicciones, límites y conflictos inherentes a todo sistema social”- concluye Jung Mo Sung. 


Conclusión

Ya es un hecho conocido que el discurso dominante hoy presenta el capitalismo contemporáneo como un sistema social al cual no hay alternativa. Los neoliberales y otros pensadores pro-capitalistas elaboran las más varias teorías para decirnos la misma cosa: no hay alternativa al sistema de mercado capitalista. Sin embargo, este tipo de discurso no es ninguna novedad en la historia. Todos los sistemas de dominación, sea un imperio o un régimen autoritario, se presentan como un modelo social sin alternativa. Esto porque ellos serían una expresión de la voluntad divina, de la evolución de la naturaleza o del orden racional de la historia, o simplemente porque todas las otras alternativas serían inviables. Lo que varía es sólo la forma concreta con que un sistema social dominante se legitima cómo siendo “sin alternativa.”

Religión y economía como campos distintos

 Religión y economía como campos distintos


El profesor Jung Mo Sung es autor de 16 libros. Entre ellos cabe destacar: Beyond the Spirit of Empire. Theology and Politics in a New Key. (2009, con J. Roger y N. Míguez); Reclaming Liberation Theology. Desire, Market and Religion (2007); The Subject: Capitalism and Religion (2011); y Deus em nós: o reinado que acontece no amor solidário aos pobres (2010, con el teólogo de la liberación Hugo Assmann). 

Su aportación “Religión y Economía: interfaces”, abre el volumen de CONCILIUM ya citado y puede ser leído en Internet. Por ello, completamos su visión con otro trabajo del mismo autor, “Nueva forma de legitimación de la economía: desafíos para la ética y la teología”. 

Para Jung Mo Sung, “la relación entre religión y economía es ineludible. Incluso las iglesias o comunidades que niegan dicha relación tienen que pagar los recibos, hacer compras, trabajar o recibir donaciones. Del mismo modo, encontramos en el ámbito económico muchas referencias a la religión o a la teología”. 

El autor presenta en este artículo tres posturas básicas sobre las interfaces (y utiliza este concepto extraído de la teoría de la información) entre religión-teología y economía, dando prioridad al punto de vista teológico: la religión y la economía como campos distintos; la crítica a la economía a partir de valores o doctrinas religiosas; y religión y economía a partir de la reproducción de la vida concreta.

1. Religión y economía como campos distintos

Vivimos tiempos de secularización y laicismos. En este contexto cultural, muchos economistas y sociólogos, así como filósofos de la religión, afirman que con el desencantamiento del mundo (Max Weber, 1921) propio de la modernidad no hay o no debería haber ya una relación significativa entre religión y economía. Cada ámbito constituiría una esfera autónoma e independiente una de otra. 

Desde esta perspectiva “desencantada”, la economía se ocuparía de las cuestiones materiales de la vida humana, mientras que la religión debería dedicarse exclusivamente a las cuestiones espirituales y/o de la salvación del alma”. 

Esta visión de la modernidad que separa de forma radical la religión de la economía halla su eco en laantropología dualista cartesiana (alma x cuerpo) que persiste en la raíz de la teología tradicional cristiana y también en otras religiones. De ahí se deriva la fuerza de esta cuestión. 

Esta separación radical reduce a la religión –en opinión de Jung Mo Sung- y en el caso que nos ocupa a las iglesias cristianas, a un papel muy pequeño en la sociedad, puesto que la gran mayoría de asuntos sociales están relacionados con la economía. La gran excepción aparente sería la sexualidad, donde participan activamente sectores de iglesias que no se implican en cuestiones económicas. 

En el caso de la economía, esta separación da la apariencia de emancipación de las doctrinas religiosas y de la ética, cumpliendo el objetivo de hacer de la economía un ámbito autorregulado, a saber, sujeto únicamente a las reglas de la propia economía, sin intervención o regulación por parte de los sistemas externos como política, ética o religión. Podríamos decir, que para los economistas neoliberales dominantes, con el desencantamiento del mundo, los dioses aparecen ahora en forma de poderes impersonales: las leyes del mercado que continúan exigiendo sacrificios humanos. 

Hay también economistas contemporáneos, como Joseph Stiglitz, premio Nobel, que emplea categorías teológicas para sintetizar mucho de lo que se hace en la economía en la actualidad. Tras mencionar que elFondo Monetario Internacional y el Banco Mundial predicaban un fundamentalismo del mercado, afirma que “los que abogan por las normas que condujeron al desastre estaban tan cegados por su fe en el libre mercado que no vieron los problemas que se estaban creando”.

2. La crítica a la economía desde los valores o doctrinas religiosas

La segunda postura que describe Jung Mo Sung agrupa a todos aquellos que desde posturas religiosas formulan críticas a los modelos económicos. Es oportuno reconocer que varios economistas y sociólogos fueron capaces de percibir aspectos religiosos y teológicos en la economía – tanto en la ciencia económica como en el sistema económico - . 

Pero han sido las personas del ámbito teológico las que han pensado y escrito más sobre la crítica a los sistemas económicos desde el lugar epistemológico de las religiones. Entre ellas están las que critican la economía “desde fuera” del ámbito económico, a partir de valores teológico-éticos. Este grupo puede dividirse en dos subgrupos: 

a) El primer grupo lo constituyen todos aquellos que se sitúan dentro de la Doctrina Social de la Iglesia(DSI), en especial, de la Iglesia católica. La DSI suele tratar asuntos económicos y sociales como el capitalismo, la pobreza y la injusticia social como temas no teológicos, sino únicamente como un campo en el que se aplican las enseñanzas sociales derivadas de la doctrina teológica. Así, -según Jung Mo Sung – “la Iglesia católica trata, desde un lugar ajeno a la economía, un lugar considerado superior, de enseñar a los economistas, gobernantes y agentes de instituciones económicas cómo debe ser la economía según la “revelación” que la Iglesia recibió de Dios”. 

b) Por otra parte, el siguiente subgrupo es el formado por teólogos/as o críticos sociales de inspiración religiosa que hacen de la economía un tema teológico y entienden la economía moderna –consciente o inconscientemente- a partir de una clave propuesta por Max Weber: la modernidad como paso del tiempo religioso que organizaba la “economía de la salvación” a la “salvación por la economía”. Este grupo reconoce que el mundo moderno, sea capitalista-liberal o comunista-marxista, se presenta como portador de salvación, compitiendo con la salvación propuesta por las religiones del mundo premoderno. Por lo general, la crítica a la idolatría del mercado puede convertirse así en una crítica al mercado o a la economía como tal. 

Este tipo de enfoque puede conducir a las personas y a las iglesias a buscar un sistema social exento de problemas, sin límites y contradicciones inherentes a todos los sistemas sociales y económicos. Es como si en la nueva sociedad por construir surgiera la posibilidad de una “economía de la salvación” que nos librase de la economía tal y como la conocemos hoy en día. 

Un sabio jesuita dedicado a las ciencias sociales escribió hace ya 50 años: “el sistema capitalista es injusto porque explota a los débiles; el sistema comunista es injusto porque oprime al pueblo. ¿Cuál es el mejor sistema? la Doctrina Social de la Iglesia”. Una respuesta demasiado simplista para un problema complejo. 

¿Qué tienen en común estos dos subgrupos? Reflexionan sobre los problemas económicos y sociales desde fuera del sistema de producción y distribución. Esto es: del sistema económico, y en nombre de valores religiosos o espirituales aspiran a crear una nueva economía sin tener en cuenta las dinámicas, límites y lógicas inherentes a la economía que conocemos. 

3. Religión y economía a partir de la reproducción de la vida concreta

La tercera tendencia es del segundo grupo: la de los que asumen la relación intrínseca entre teología y economía. Pero, a diferencia del grupo anterior, los seguidores de esta postura parten de la religión o de la teología para criticar el ámbito económico. Pero –y aquí la diferencia – adoptan como punto de partida la noción de producción y reproducción de la vida, que es anterior a la religión y a la economía. 

Los nombres principales que han desarrollado esta postura son Franz Hinkelammert (1931- ), el brasileño Hugo Assmann, el argentino nacionalizado mexicano Enrique Dussel (1934- ), el uruguayo Julio de Santa Ana (1934- ), entre otros. 

El texto siguiente puede ilustrar este concepto: 

REPRODUCCIÓN DE LA VIDA 
7 octubre, 2011 
________________________________________ 
Franz J. Hinkelammert y Henry Mora Jiménez 

Un análisis del determinismo económico, con una relectura de los aportes de Marx, que siguen vigentes para no caer en la confusión de confundir crecimiento económico con emancipación. 

El determinismo económico siempre ha sido una sombra de la economía política, incluso en la tradición crítica iniciada por Marx. Pero creemos que se trata de una suposición (y de una acusación) que hay que evaluar con sumo cuidado, pues no siempre es unívoca, al menos en el caso de Marx. 

Un pasaje que en principio la expresa, a la vez que pretende aclararla, es aquel de una conocida carta de Engels a J. Boch (21-22 de septiembre de 1890): “Según el concepto materialista de la historia el momento determinante de la historia es en última instancia la producción y reproducción de la vida real. Más no hemos sostenido nunca ni Marx ni yo.” 

Así expresada, se trata de una tesis incluso obvia e irrefutable. Cuando la vida real –la vida corporal- no se reproduce, la misma sociedad en todas sus dimensiones deja de reproducirse. Lo mismo vale para cada persona. Sin vida corporal no hay vida en absoluto. 

No se trata, entonces, de una tesis específicamente marxista. De alguna manera todos lo sabemos, aunque quien no vea su vida constantemente amenazada por el hambre, puede pensar que se refiere a situaciones más bien excepcionales o extremas, sobre todo en la “sociedad opulenta”. Además, claramente la tesis no sostiene que la economía sea la «primera instancia», sino, la «última instancia». 

El determinismo sistémico neoclásico y neoliberal precisamente sostiene que la economía es «primera instancia» de la vida, cuando por ejemplo afirma que el dinero es como la sangre de la sociedad y que “… solo hay ciertas cosas que el dinero no puede comprar”. Semejante elevación de lo económico a primera instancia también ocurrió bajo el stalinismo soviético, cuando se erigió al crecimiento económico en el principal objetivo de la vida social e, incluso, de la vida personal. El marxismo ortodoxo descansó, al igual que ayer y hoy lo hace el pensamiento burgués, en un economicismo que eleva lo económico al sitial de «primera instancia». Ambos sustituyen la producción y reproducción de la vida real como condición de cualquier vida, por los criterios cuantitativos y fetichizados del “éxito económico”: la tasa de ganancia y la tasa de crecimiento económico. 

Pero cuando se considera la economía como el ámbito de la producción y reproducción de la vida real (economía para la vida), esta se encuentra necesariamente en el lugar de la instancia que decide en último término. Hagamos lo que hagamos, no lo podemos hacer si no es en el marco determinado por la producción y reproducción de la vida real. Si no respetamos este marco, nos encaminamos al suicidio. Pero es un «marco de actuación», no la misma determinación de la acción. 

De manera que bien interpretada, la tesis de lo económico como «última instancia», más que una sombra de determinismo económico, debemos verla como un «criterio de discernimiento»: gratia suponit naturam. Para un católico, por ejemplo, el pan bendito representa un valor superior al simple pan sin bendecir; pero no se puede sustituir el pan por la bendición del pan: aun cuando se trate, en «primera instancia», de la bendición, no se la puede tener sin tener el pan en cuanto que «última instancia». 

Por eso decíamos arriba que la tesis de la economía como última instancia de la vida humana, entendida la economía como producción y reproducción de la vida real, es irrefutable. Es “marco categorial”, no “hipótesis falsable”, pero no por ello, no científica. 

Además, no se la debe entender bajo el prisma positivista (o estructural positivista), esto es, como un sector (el económico), que determina a los demás sectores y a la sociedad en su conjunto. Es criterio de discernimiento y criterio de racionalidad, tanto desde la racionalidad reproductiva (producción y reproducción de la vida real), como desde la racionalidad instrumental medio-fin (el “éxito económico”, la acumulación, el consumismo). 

Pero también es comprensible que exista una tensión entre la economía como última instancia (producción y reproducción de la vida real) y los economicismos de la maximización de las ganancias o de la tasa de crecimiento. 

En Marx esta tensión se expresa como una contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción: “Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad chocan con las relaciones de producción existente, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones (de producción) se convierten en trabas suyas. Se abre así una época de revolución social” (Marx, Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política). 

Creemos que esta habitual forma de expresión (dentro del marxismo tradicional), hoy no trasmite el significado que Marx pretendió darle. La ortodoxia marxista (en el marco de la “competencia de sistemas”) la interpretó como el deber de impulsar a toda costa el crecimiento económico (el desarrollo de las fuerzas productivas), desvirtuando toda la concepción original de la «emancipación humana». 

Sin embargo, lo que Marx sí sostuvo explícitamente fue que la sociedad burguesa contiene una lógica inevitable hacia el socavamiento acumulativo de la producción y reproducción de la vida humana y sus condiciones de existencia; de ahí su conclusión de que la superación del capitalismo es una necesidad histórica. Creemos que esta tesis sigue en pie, y seguramente hoy tenemos mayor conciencia de esto que en tiempos de Marx. 

Franz J. Hinkelammert es un destacado filósofo alemán, residente en América Latina desde hace décadas; Henry Mora Jiménez, economista, y ex decano en la Universidad Naciones de Costa Rica. El texto es un aporte de los autores para el blog Izquierda y Desarrollo. 
(Publicado además en el semanario Voces (Montevideo), 6 de octubre 2011.) 


Economía y religiones parecen caminar juntas

Economía y religiones parecen caminar juntas
El filósofo Jung Mo Sung reflexiona sobre las tendencias convergentes entre economía y religión


El mundo se encuentra sumido en una grave crisis económica. Salvo algunos países emergentes, todas las naciones se sienten inseguras. La revista CONCILIUM ha abordado recientemente el tema de Economía y Religión. Para los editores de este volumen, existe un vínculo entre religión y economía. Los teólogos cristianos hablan de “economía de la salvación” y los sociólogos de “economía como salvación”. Pero ¿es esta la forma de economía que hay que salvar? El filósofo de las religiones Jung Mo Sung reflexiona sobre las tendencias futuras de las interacciones entre Religión y Economía en un mundo globalizado. Por Leandro Sequeiros.

El mundo se encuentra sumido en una grave crisis económica. Salvo algunos países emergentes, todas las naciones se sienten inseguras. La revista CONCILIUM (número 343, noviembre de 2011) aborda el tema de Economía y Religión. “La crisis financiera y económica desencadenada en 2008 y las sucesivas crisis en economías que hasta hace poco eran prósperas en Occidente inducen nuevamente a reflexionar sobre el sistema económico hegemónico, el capitalismo, y sus puntos débiles”.

Para los editores de este volumen (Luiz Carlos Susin y Erik Borgman) existe un vínculo entre religión y economía. Los teólogos cristianos hablan de “economía de la salvación” (Eusebio de Cesarea) y los sociólogos de “economía como salvación” (Max Weber). Pero ¿es esta la forma de economía que hay que salvar? El filósofo de las religiones Jung Mo Sung reflexiona sobre las tendencias futuras de las interacciones entre Religión y Economía en un mundo globalizado.

Vivimos tiempos de penumbras e incertidumbre sobre el futuro. No sabemos las tendencias de las religiones para el siglo XXI. A la contradicción del sistema que genera nuevos pobres, nueva desigualdad social, y pone en riesgo la ecología global, se le suma ahora una profunda crisis interna de confianza.

Para los editores de este volumen de la revista CONCILUM, la llamada “crisis de confianza” recuerda la existencia de dosis de fe en el funcionamiento de la economía mundial. Una fe laica, por supuesto, más vinculada con la credibilidad del sistema global que con la religión como fenómeno social.

Pero existe asimismo un vínculo entre economía y soteriología. Y más aún cuando nos referimos a la teología cristiana fundamentada en el Salvador Jesús. Las crisis sucesivas de los mercados y las tentativas de los Estados de socorrer y “rescatar” a bancos, estados (Grecia, Irlanda, Portugal..) e inversiones privadas apuntarían ahora a esa necesidad vital de "salvación de la economía" (en expresión de Patrick Viveret). Nos encontramos ante un problema ético, cultural, económico, político y religioso.

Pero nos podemos preguntar: ¿es el mercado libre la forma de economía que hay que salvar? Salvar ¿de qué? ¿Quién se beneficia? ¿Es justo salvar a los que han hundido el barco? ¿Quién será el agente de salvación, el “mesías”, de la economía? Como leemos en el artículo editorial que comentamos: “El neoliberalismo, con la tesis del “mínimo Estado” buscó disminuir la intervención del Estado en las economías; y ahora es el Estado el llamado a salvar a los agentes de la economía liberal con dinero público, o sea, a costa de los ciudadanos”.

Pero la relación entre economía y religión no es una característica “occidental”. Al contrario. La racionalidad moderna quiso separar estos espacios tan unificados o simbióticos en culturas premodernas. Sin embargo, incluso en Occidente, la economía y la religión -en este caso el cristianismo- mantienen muchas interfaces e interpenetraciones de dogma y mística.

Teología de la economía 

La Iglesia católica, en su magisterio, se ha manifestado cada vez más en el ámbito de la economía, y esta constituye una parte importante de la Doctrina Social de la iglesia.

Pero para los editores de este número de CONCILIUM, se plantea una cuestión metodológica: tratar la economía únicamente en el ámbito de la enseñanza moral, y sobre todo desde fuera del sistema, puede dar la impresión de ser idealista y hasta arrogante e hipócrita.

Tanto la práctica como el propio enfoque teórico han revelado dicha ineficacia. Comprender la economía desde categorías soteriológicas (el negocio de la salvación), mesiánicas, pneumatológicas y teológicas ha arrojado nueva luz sobre la conexión entre economía y religión.

Y viceversa: “Las categorías y normas de la economía que se observan en la religión y que con frecuencia preceden en la religión a lo que después se torna eficaz en la economía, aunque de forma secularizada, también han tenido impacto recientemente en la comprensión de la religión”.

Por último, el mimetismo y la simbiosis, incluso en sociedades más secularizadas, puede estar en el origen de la falta de confianza tanto en la economía como en la religión, y, de forma más específica, en la crisis de confianza sobre la eficacia de ambas.

Por eso, este número de CONCILIUM está dedicado a dichas interfaces e interconexiones entre economía y religión. Y esta aproximación no se hace solo desde el punto de vista de las exigencias éticas que las religiones –y en particular el cristianismo – pueden o deben dictar a la economía, sino de sus implicaciones teológicas.

Esta cuestión se nos antoja importante para el cristianismo en la medida en que es una religión de encarnación que integra la economía desde “el pan nuestro de cada día”, con el pan de la justicia y el pan eucarístico, hasta la mesa del Reino de Dios. 

Interacciones entre Religión y Economía según Jung Mo Sung 


Tal vez, uno de los autores más creativos en la reflexión crítica sobre las interacciones entre Religión y Economía es Jung Mo Sung. Su misma biografía es ya provocadora. Nacido en Corea, laico y bautizado católico, vive en Brasil desde 1966. Es Doctor en Ciencias de la Religión, con postdoctorado en Educación. Actualmente es profesor en el Programa de Posgrado en Ciencias de la Religión de la Universidad Metodista de Sâo Paulo, en Brasil.