miércoles, 8 de agosto de 2012

Chávez en campaña

Chávez en campaña
IGNACIO RAMONET 

 Es la decimocuarta. Desde que ganó sus primeras elecciones presidenciales en diciembre de 1998, Hugo Chávez se ha sometido ya –directa o indirectamente– trece veces al sufragio de los electores de Venezuela. Casi siempre ha ganado (1), en condiciones de reconocida legalidad democrática, avalada por las misiones de observadores enviadas por las instituciones internacionales más exigentes (ONU, Unión Europea, Centro Carter, etc.).

Ignacio Ramonet – Le Monde Diplomatique

El sufragio del próximo 7 de octubre constituirá pues la decimocuarta cita del mandatario con los ciudadanos venezolanos (2). Esta vez, lo que se juega es su reelección a la presidencia. La campaña electoral oficial arrancó el pasado 1 de julio con dos singularidades notables con respecto a precedentes votaciones. Primero, Hugo Chávez está saliendo de trece meses de tratamiento contra el cáncer detectado en junio de 2011. Segundo, la principal oposición conservadora apuesta esta vez por la unidad.

Se ha reagrupado en el seno de una Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que, después de unas primarias, eligió como candidato, el pasado 12 de febrero, a Henrique Capriles Radonski, un abogado de 40 años, gobernador del Estado Miranda.

Hijo de una de las familias más ricas de Venezuela, Henrique Capriles fue uno de los artífices del golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y participó, junto con un grupo de putschistas, en el asalto a la embajada de Cuba en Caracas (3). Aunque procede de la organización ultraconservadora Tradición, Familia y Propiedad (4) y es apoyado por los sectores más derechistas (entre ellos los medios masivos de comunicación privados que siguen ­dominando ampliamente la información), Capriles hace hábilmente campaña reivindicando todos los logros sociales del gobierno bolivariano. Y hasta jura que su modelo político es el izquierdista del ex Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (5)… Pero, sobre todo, apuesta por el debilitamiento físico del Presidente ­Chávez (6).

En esto se equivoca. El autor de estas líneas, presente el pasado mes de julio en Venezuela, siguió las dos primeras semanas de campaña del Presidente, conversó varias veces con él, asistió a algunos de sus extenuantes mítines multitudinarios. Y puede testimoniar de su buena salud y de su excepcional forma física e intelectual.

Desmintiendo las falsas noticias que han circulado en algunos medios de comunicación (The Wall Street Journal, El País) según los cuales, a causa de supuestas “metástasis en los huesos y en la espina dorsal”, le quedarían apenas “seis o siete meses de vida”, Chávez –que cumplió 58 años el 28 de julio– reveló para consternación de sus adversarios: “Estoy totalmente libre de enfermedad; cada día me siento en mejores condiciones”.

Y, a los que apostaban por una presencia virtual del líder venezolano en la campaña, les volvió a sorprender anunciando su decisión de “retomar las calles” y empezar a recorrer los rincones de Venezuela para alcanzar su tercer mandato: “Dijeron de mí: ‘Ese va a estar encerrado en Miraflores (el palacio presidencial) en una campaña virtual, por Twitter y vídeo’; se burlaron de mí como les dio la gana, pues aquí estoy de nuevo, retornando, con la fuerza indómita del huracán bolivariano. Ya extrañaba yo el olor de las multitudes y el rugir del pueblo en las calles”.

Este rugir, pocas veces lo he oído tan poderoso y tan fervoroso ­como en las avenidas de Barcelona (Estado ­Anzoátegui) y de Barquisimeto (Estado Lara) que acogieron a Chávez los ­pasados días 12 y 14 de julio respectivamente. Un océano de pueblo. Una torrentera escarlata de banderas, de símbolos y de camisas rojas. Un maremoto de gritos, de cantos, de pasiones, de arrebatos.

A lo largo de kilómetros y kilómetros, en lo alto de un camión colorado que avanzaba hendiendo la multitud, Chávez saludó sin descanso a los centenares de miles de simpatizantes que acudieron a verle en persona por vez primera desde su enfermedad. Con lágrimas de emoción y besos de agradecimiento hacia un hombre y un gobierno que, respetando las libertades y la democracia, han cumplido con los humildes, pagado la deuda ­social y dado a todos, por fin, educación gratuita, empleo, seguridad social y vivienda.

Para despojar a la oposición de la mínima esperanza, Chávez, en los largos discursos electorales que pronunció sin dar muestras de fatiga, empezó diciendo: “Soy como el eterno ­retorno de Nietzsche, porque en realidad yo vengo de varias muertes… Que nadie se haga ilusiones, mientras Dios me dé vida estaré luchando por la justicia de los pobres, pero cuando yo me vaya físicamente me quedaré con ustedes por estas calles y bajo este cielo. Porque yo ya no soy yo, me siento encarnado en el pueblo.

Ya Chávez se hizo pueblo y ahora somos millones. Chávez eres tú, mujer. Chávez eres tú, joven, Chávez eres tú, niño; eres tú, soldado; son ustedes, pescadores, agricultores, campesinos y comerciantes. Pase lo que me pase a mí, no podrán con Chávez, porque Chávez es ahora todo un pueblo invencible”.

En sus intervenciones, no dudó incluso en criticar duramente a algunos gobernadores y alcaldes de su propio partido que han fallado en sus compromisos con los electores: “Me he convertido en el primer opositor”, declaró. Aunque también advirtió: “Uno puede criticar a la revolución, pero no puede votar a la burguesía; eso sería traición. A veces podemos fallar, pero tenemos en el corazón amor de verdad por el pueblo”.

Orador fuera de serie, sus discursos son amenos y coloquiales, ilustrados de anécdotas, de rasgos de humor y hasta de canciones. Pero son también, aunque no lo parezcan, verdaderas composiciones didácticas muy elaboradas, muy estructuradas, preparadas de manera muy seria y profesional, con objetivos concretos. Se trata, en general, de transmitir una idea central que constituye la avenida principal de su recorrido discursivo. En esta campaña va exponiendo y explicando metódicamente su programa (7).

Pero, para no aburrir, ni ser pesado, Chávez se aparta a menudo de esa avenida principal y realiza lo que podríamos llamar excursiones en campos anexos (anécdotas, recuerdos, chistes, poemas, coplas) que no parecen tener nexo con su propósito central. Sin embargo, siempre lo tienen. Y eso le permite al orador, después de haber aparentemente abandonado por bastante tiempo su curso central, regresar a él y retomarlo en el punto exacto donde lo dejó. Lo cual, de modo subliminal, produce un prodigioso efecto de admiración en el auditorio. Esa técnica retórica le permite declamar discursos de muy larga duración.

En sus recientes discursos electorales, Chávez compara las políticas de demolición del ­Estado de bienestar (cita, en particular, los brutales recortes realizados por Mariano Rajoy en España) que se están llevando a cabo en varios países de la Unión Europea y los importantes logros sociales de su gobierno empeñado en seguir “construyendo el socialismo venezolano”.

En sus catorce años de existencia (1999-2012), la Revolución Bolivariana ha conseguido, en el ámbito regional, considerables avances: creación de Petrocaribe, de Petrosur, del Banco del Sur, del ALBA, del Sucre (sistema único de compensación regional), de la Unasur, de la Celac, el ingreso de Caracas en el Mercosur… Y tantas otras políticas que han hecho de la Venezuela de Hugo Chávez un manantial de innovaciones para avanzar hacia la definitiva independencia de América Latina.

Aunque agresivas campañas de propaganda pretenden que, en la Venezuela bolivariana, los medios de comunicación están controlados por el Estado, la realidad –verificable por cualquier testigo de buena fe– es que apenas un 10% de las emisoras de radio son públicas, el resto, o sea el 90%, son privadas. Y únicamente el 12% de los canales de televisión son públicos, el resto, o sea un 88%, son privados o comunitarios. En cuanto a la prensa escrita, los principales diarios El Universal y El Nacional, son privados y sistemáticamente hostiles al Gobierno.

La gran fuerza del Presi­dente Chávez es que su acción ­concierne ante todo a lo social (salud, alimentación, educación, vivienda), lo que más interesa a los venezolanos humildes (75% de la población). Consagra el 42,5% del presupuesto del Estado a las inversiones sociales. Ha dividido por la mitad la tasa de mortalidad infantil. Erradicado el analfabetismo. Ha multiplicado por cinco el número de maestros en las escuelas públicas (de 65.000 a 350.000). Venezuela es hoy el segundo país de la región con mayor número de estudiantes matrículados en educación superior (83%), detrás de Cuba pero delante de Argentina, Uruguay y Chile; y es el quinto a ­escala mundial superando a Estados Unidos, Japón, China, Reino Unido, Francia y España.

El gobierno bolivariano ha generalizado la sanidad y la educación gratuitas; ha multiplicado la construcción de viviendas; ha elevado el salario mínimo (el más alto de América Latina); ha concedido pensiones de jubilación a todos los trabajadores (incluso a los informales y a las amas de casa) y a todos los ancianos pobres aunque nunca hayan cotizado; ha mejorado las infraestructuras de los hospitales; ofrece a las familias modestas alimentos, mediante el sistema Mercal, un 60% más baratos que en los supermercados privados; ha limitado el latifundio a la vez que favorece la producción del doble de toneladas de alimentos; ha formado técnicamente a millones de trabajadores; ha reducido las desigualdades; ha rebajado en más del triple la pobreza; ha disminuido la deuda externa; ha acabado con la antiecológica pesca de arrastre; ha impulsado el ecosocialismo…

Todas estas acciones, llevadas a cabo desde hace casi 14 años de manera ininterrumpida, explican el apoyo popular a Chávez, el cual promete en su campaña: “Todo lo que hemos hecho es pequeño con respecto a lo que vamos a hacer”.

He sido testigo de que millones de personas humildes lo ­veneran como a un santo. Él –que fue un niño muy pobre, vendedor ambulante de dulces por las calles de su pueblo–, repite con calma: “Soy el candidato de los humildes, y me consumiré al servicio de los ­pobres”. Seguramente lo hará. Una vez, la escritora Alba de Céspedes le preguntó a Fidel Castro cómo podía haber hecho tanto por su pueblo: educación, salud, reforma agraria, etc. Y Fidel simplemente le dijo: “Con gran amor”. A propósito de ­Venezuela, Chávez podría responder lo mismo. ¿Y qué contestarán los electores venezolanos? Respuesta el 7 de ­octubre.

Un tránsito entre votos, muchas encuestas, campañas sucias y amenazas

Un tránsito entre votos, muchas encuestas, campañas sucias y amenazas
ARAM AHARONIAN 

 A dos meses de las elecciones presidenciales venezolanas, recrudecen los ataques opositores contra la institucionalidad democrática (descalificación del Consejo Nacional Electoral, denuncia de fraude y parcialidad de los rectores) y cobra fuerza un eventual plan de violencia.


A esto se suma la tesis de un “ventajismo” de Chávez, aun cuando el primer boletín del árbitro electoral demuestra que es abismal la diferencia a favor de Capriles Radonsky en los medios de comunicación. Dentro de este contexto, Capriles, el candidato de la derecha venezolana, atacó nuevamente el último domingo de julio a las encuestadoras privadas que lo ubican hasta 20 puntos por debajo del abanderado del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Hugo Chávez, y calificó de “disparates” los sondeos electorales de cara a las presidenciales del 7 de octubre.

“Hablan de que la distancia entre los dos candidatos se reducirá de manera significativa y que podría presentarse un hecho que determinara una situación excepcional que influiría sobre el resultado de octubre. No hay explicación al respecto, tan solo la conjetura”, señaló el exvicepresidente José Vicente Rangel, para quien cada día aumenta la sospecha sobre la actitud de Capriles y de su equipo sobre los argumentos que emplea con “extrema irresponsabilidad”, y la campaña de desprestigio adelantada contra la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Y a la oposición se le ha presentado otro problema: Al fin se pudo elaborar científicamente, a través de la reconstrucción a partir de la imagen de su cráneo, el rostro real -y no versiones que de un modo u otro dejan traslucir la subjetividad- de Simón Bolívar, que muestra a las claras algunos rasgos negroides. Inmediantamente surgió el rechazo de la derecha al rostro mestizo de Bolívar.

Para esta parte de la sociedad, El Libertador tenía y tiene que ser blanco como ellos y no mostrar rasgos similares a los del resto del pueblo venezolano. “La característica de la oposición venezolana, su ADN, es la violencia abierta o simulada, lo cual explica la manera como adelanta su actual actividad electoral”, manifestó el exvicepresidente José Vicente Rangel. “Si alguna oposición en el mundo o en la región latinoamericana se ha caracterizado por el culto a la violencia, es la venezolana”, añadió.

Paralelamente, Salvatore Mancuso, exjefe de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia, dijo a magistrados de Estados Unidos (donde se encuentra preso) que políticos, militares y empresarios venezolanos le ofrecieron armas y nacionalidad venezolana para participar en un golpe contra Chávez.

Como balde agua fría le cayó a la oposición las declaracions del jefe del Comando Sur de EEUU, general Douglas Fraser, quien afirmó que no cree que Venezuela represente una amenaza a la seguridad nacional estadounidense.yque no considera que la compra de armas que hace el presidente Hugo Chávez y el fortalecimiento de sus lazos con Irán en su forma actual, amenacen la seguridad de Estados Unidos.

Lo cierto es que de la observación de los últimos resultados de las principales cinco encuestadoras se desprenden importantes diferencias, contradicciones e interrogantes, pese a que todas dan sólida ventaja a Chávez frente a Capriles Radonski, quien aparece con 31-32% de simpatías, o sea poco más de seis millones de votos potenciales. Para GIS XXI, apenas 23% lo votaría (cuatro millones 600 mil). Para Datanalisis, encuestadora vinculada a la opositora Mesa de Unidad Democrática; la brecha es de 15% (tres millones de votos), pero Chávez no alcanza el 50% (en 1998, su primera elección, obtuvo 56,7%), con más de cuatro millones de indecisos (23%).

Según Consultores 30-11, los indecisos son apenas uno de cada diez: dos millones, la mitad de los estimados en Datanalisis. Una de las dos debe estar equivocada. Mientras en Datanalisis Chávez aparece con 46% (más de nueve millones) en Consultores 30-11 se eleva a 58,6% (unos 12 millones); la diferencia es de tres millones: 12,6%.

Es evidente que las dos no pueden estar reflejando la verdad de la votación chavista, aunque sorprendentemente coinciden en el 31% para Capriles. Las condiciones electorales han mejorado sustancialmente, y extraña que el tema se haya convertido en información de primera página a diario.

Sin duda, hay sectores que intentan así preparar el terreno que permita declarar fraude en caso de ganar Chávez. Algunos sueñan con una “primavera árabe” y otros especulan desde ahora que para reconocer hay que obligar primero al gobierno a negociar la noche del 7 de octubre.

En las elecciones venezolanas no compiten solamente candidatos y partidos, sino también diferentes factores sociales y políticos, nacionales e internacionales, participantes de una contienda por el poder que trasciende el comicio mismo. Ahí están el empresariado, los medios de comunicación, el factor militar, la Iglesia católica, por el lado vernáculo, y gobiernos, ONGs, fundaciones, partidos políticos y trasnacionales, financiando y aupando a la oposición.

Según estimaciones del Consejo Nacional Electoral, en las primeras dos semanas de campaña, el tiempo acumulado de informaciones favorables a los candidatos en Venevisión y Televen, fue a Capriles Radonski 1.680 segundos en Televen y 4.500 en Venevision, mientras a Chávez le dedicaron 900 y 540 respectivamente, y en Globovisión: 30.480 al candidato opositor y 3.360 al actual mandatario, y en el canal oficial VTV 12.180 a Capriles y 30.360 a Chávez.

El total general en esas cuatro televisoras emitidas desde la capital fue de 48.840 al opositor y 35.150 a Chávez. Un minuto en Venevisión y otro en Televen significan audiencias de 60%, pero ese mismo tiempo en Globovision y VTV no debe alcanzar al 10%. Pero héte aquí que en Venezuela operan 111 estaciones de televisión: 61 privadas, 13 públicas y 37 comunitarias con limitado alcance de audiencias.

En esas televisoras el apoyo al candidato opositor es abrumador. Eleazar Díaz Rangel, director del diario Últimas Noticias señala que, en cuanto a radio AM, 172 (87%) son del sector privado, dos de ellas con 60 frecuencias adicionales cada una, y 25 (13%) públicas.

En FM, operan 466 (57%) privadas, 82 (10%) públicas y 243 (31%) comunitarias. Deben circular en el país unos 100 diarios, de los cuales apenas unos 20 son progobierno o equilibrados. Sin ningún estudio científico, el editor Rafael Poleo lanzó a la ligera la tesis de que Capriles obtendrá 500 mil votos más que Chávez, pero esa supuesta “ventaja opositora desaparecerá porque, antes de llegar a su destino, los votos tropezarán con dos estaciones ilegales en las cuales serán interceptados y cambiados de signo”.

Poleo coincide con la reciente intervención de la diputada derechista María Corina Machado, según la cual es “necesario alertar a factores claves nacionales e internacionales de esta crisis política que estamos viviendo (…) porque la democracia no son sólo elecciones, hay que llamar a la resistencia civil”. Según el Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD), Chávez aventaja al candidato opositor en las cinco regiones del país.

La intención de votos en la región occidente que comprende los estados de Zulia, Yaracuy, Lara y Falcón serían: Chávez 57,1 por ciento, el opositor Henrique Capriles 30,3, con una brecha favorable al mandatario de 26,8 por ciento. En la región de Oriente (Anzoágueti, Monagas, Sucre, Bolívar y Nueva Esparta), Chávez aventaja por 30,9 puntos porcentuales a su contendiente. Mientras, en la región Los Llanos (Portuguesa, Barinas, Apures, Cojedes y Guárico) la brecha es de 23,4 a favor de Chávez; en la Central (Carabobo, Aragua, Miranda, Distrito Capital y Vargas) 14,8, y en la Andina (Táchira, Trujillo, Mérida) de 2,3 por ciento.

Por grupos de edades, el estudio concluyó que de los entrevistados comprendidos entre 18 y 24 años, 45,4 por ciento votarían por Chávez, y 37,8 por Capriles. En tanto, de 25 a 34 años el 53,7 por ciento favorece a Chávez, frente al 30,7 que lo hace al opositor; y de 35 a 49 años, la relación es de 57,3 y 27,8 por ciento, respectivamente.En el grupo etario de mayores e iguales a 50 años, favorecen a Chávez el 50,8 por ciento y el 31,1 a C Según los voceros de la oposición, fueron las giras de Capriles por el país, las que obligaron a Chávez a iniciar recorridos, aparentemente superada su enfermedad.

La teoría de las campañas políticas indica que los candidatos están pendientes del elector rezagado, que espera a última hora para decidirse. En Venezuela, en los últimos 13 años, la oposición estuvo siempre cercana al 40 por ciento de los votos, por lo que siempre se especula sobre el vuelco de los indecisos hacia un lado o el otro. Chávez sí, pero los otros…

En numerosos estados del país, son multitudinarias las concentraciones bolivarianas con una novedad: la gente vitorea a Chávez, pero no a los gobernadores bolivarianos, generalmente de pobre gestión administrativa, por la desidia, el mal estado de la vialidad, los apagones y el maltrato de la burocracia hacia la gente. Y es que al comenzar agosto, se inició el proceso de postulaciones para gobernadores y diputados de consejos legislativos, cargos que serán electos el próximo 16 de diciembre.

l lapso para las inscripciones para gobernadores vence el 12 de octubre, cinco días después de las elecciones presidenciales. De acuerdo con el cronograma aprobado por el Consejo Nacional Electoral, el lapso para las inscripciones de quienes aspiren a ocupar una gobernación se extiende hasta el 12 de octubre, es decir, que cuentan con 73 días para formalizar sus aspiraciones. El 16 de diciembre se elegirán 23 gobernadores y 229 legisladores, de los cuales 54 son por lista y 175 nominales. Además, serán electos ocho legisladores por la representación indígena al Consejo legislativo

Capriles, crónica de una miseria anunciada

Capriles, crónica de una miseria anunciada

MARIO SANOJA OBEDIENTE

 Las ofertas engañosas del candidato de la derecha reflejan claramente su conocimiento elemental –si es que lo tiene- de la historia contemporánea de Venezuela, su falta de originalidad y su irresponsabilidad política. Intenta confundir al pueblo venezolano ocultando que la meta propuesta por la Revolución Bolivariana desde sus inicios es alcanzar, como lo estamos haciendo, la soberanía alimentaria y la productiva que son el fundamento de nuestra independencia nacional.


Las banales promesas electorales de Capriles Radonsky pretenden ocultar que fueron el egoísmo y la ausencia de ética de su propia clase social, la burguesía apátrida que apoya hoy día su candidatura, la causa de que Venezuela se convirtiese a partir de 1930 en un país netamente importador neocolonizado. La renta producida por el enclave petrolero fue mal invertida y despilfarrada por todos los gobiernos de la IV República. Pero, ¿Quiénes eran los verdaderos amos del poder, del Estado y los partidos políticos en Venezuela hasta 1999? Esa misma burguesía mercantil que hoy financia su candidatura.

El sector minoritario de dicha burguesía que logró desarrollar un cierto nivel de conciencia nacional, invirtió parte de sus capitales en un tímido proyecto de industrialización de la sociedad venezolana. Pero a partir de 1959, el sector mayoritario de la burguesía, a través de sus partidos políticos, estimulaba la migración de grandes contingentes humanos del campo a la ciudad creando los cinturones urbanos de miseria, reduciendo la fuerza laboral campesina e hiriendo de muerte el futuro de la producción agropecuaria y aumentando la extensión de las tierras ociosas, de los latifundios improductivos

El objetivo de aquella decisión que nos fue impuesta por los gobiernos de la IV República y sus mandantes de la burguesía venezolana, era contar supuestamente con un ejército de reserva localizado en el cinturón de miseria de las zonas urbanas, para apuntar así un hipotético desarrollo industrial rentable deprimiendo los costos salariales.

El programa de creación de “parques industriales” que se inició con CAP I, estaba supuesto servir de apalancamiento al programa de sustitución de importaciones tan caro al proyecto político de la socialdemocracia venezolana y latinoamericana. Cuando le toco el turno de gobernar al partido COPEI (Luis Herrera), se comenzó a aplicar en serio la política neoliberal que tuvo su expresión icónica en el famoso Viernes Negro, origen de las futuras crisis financieras de la banca venezolana. De allí en adelante comenzó un proceso acelerado de desinversión y desindustrialización agravada aparejada a un aumento de la inversión mercantil.

Tanto en Fedecámaras como en los organismos de gobierno comenzaron a tener vara alta los representantes del sector bancario y de la burguesía mercantil importadora apalancados con la renta petrolera nacional, desplazando a sectores burgueses nacionalistas como Pro Venezuela. Ello determinó el auge de la llamada “agricultura e industria de puertos”, la visión mayamera cuartorepublicana del t’a barato, la hiperimportación de bienes y alimentos y el consumismo exacerbado. Los famosos parques industriales iniciados desde la época de CAP-I, se convirtieron posteriormente en solares llenos de gamelote cuya utilidad –cuando la tenían- era servir a sus dueños como garantía para los préstamos hipotecarios.


Simultaneamente a la desinversión industrial se opero también un proceso de desinversión educativa que tuvo como objetivo político castrar el desarrollo intelectual de la mayoría pobre de la sociedad venezolana. Mientras sean más ignorantes, pensaban los burgueses, es más fácil dominarlos. El 27 de Febrero de 1989 y luego el 4 de Febrero de 1992, fueron la llamada desesperada que nos hicieron los hombres y mujeres de Venezuela, civiles y militares, para corregir ese curso de desastre por donde nos llevaban la burguesía apátrida venezolana y sus partidos políticos.

El paquete neoliberal indujo la desinversión en un área tan estratégica para la soberanía nacional como es la educación gratuita a todos los nivele lo cual, unido a la miseria y la pobreza generalizada, tuvo un efecto devastador sobre la calidad de vida biológica e intelectual de la población venezolana. Recuperar y promover nuestro pueblo como sujeto de la liberación nacional, de la lucha por nuestra soberanía política, alimentaria y productiva, es una tarea de largo aliento que ha emprendido con éxito la Revolución Bolivariana a través de las misiones sociales para forjar la conciencia revolucionaria bolivariana, base del cambio histórico que está ocurriendo en el siglo XXI venezolano.

La tarea de nuestra Revolución Bolivariana y de nuestro líder Hugo Chávez, es corregir aquel formidable pasivo, aquella deuda social acumulada que nos dejó la burguesía apátrida que hoy apoya a Capriles Radonsky, poniendo en marcha cambios revolucionarios que permitiran resolverla definitivamente. Para impedir el cumplimiento revolucionario de esa tarea, desde 2001 comenzó la conspiración de la burguesía apátrida contra el gobierno bolivariano: huelgas de empresarios, violencia callejera, campaña mediática subersiva para lavarle el cerebro a la población venezolana, etc., hechos que culminaron en el golpe de estado de 2002 y el sabotaje petrolero de 2002-2003 para bloquear el curso de la Revolución Bolivariana.

¿Quiénes fueron los artífices de esa conspiración golpista?: la horda imperial atrincherada en la burguesía transnacional estadounidense (CIA-Departamento de Estado), la burguesía fascista Española (Aznar y el Partido Popular) la oligarquía colombiana oculta tras la sombre perversa de Uribe Vélez, la burguesía venezolana atrincherada en Fedecámaras, los medios privados de comunicación (Globovisión, Radio Caracas TV, el Grupo Cisneros, la Asociación Bancaria Venezolana, la CTV, la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica, el Alto Mando Militar apátrida de la época y lo que quedaba de los viejos partidos políticos de la IV República. ¿Quiénes fueron los principales perpetradores materiales de dicho golpe de Estado?: Henrique Capriles Radonsky y Leopoldo López quienes ahora, cual dúo dinámico de Batman y Robin, se presentan ligaditos en la campaña presidencial de la burguesía.


¿Que pretendían los golpistas del 2002?: volver a aplicar en Venezuela el paquete neoliberal que se había iniciado con Carlos Andrés Pérez y Luis Herrera Campins, centrado particularmente en la privatización de Petróleos de Venezuela, para proceder a desmantelar el Estado Nacional Venezolano y ponerlo -sumisamente- bajo el control hegemónico del imperio estadounidense.

Como consecuencia del golpe de Estado de 2001 y 2002, la economía venezolana sufrió el severo embate de la conspiración golpista urdida por la extrema derecha desde el año 2001. El PIB que en 2001 había crecido 3,4%, se contrajo en el 2003 a –7,8 %, ocasionando una quiebra masiva de pequeños comercios, pequeñas y medianas empresas que si bien habían apoyado el lock-out patronal y el sabotaje a PDVSA, no contaban con la necesaria fortaleza para enfrentar y sobrevivir la crisis. Millares de empleos fueron destruidos y en consecuencia la tasa de desempleo alcanzóniveles sin precedentes.

El golpe de Estado del 2002 tuvo, sin embargo, una consecuencia positiva: para solventar la profunda crisis económica causada por la conspiración burguesa, fue necesario profundizar y acelerar la transición del proceso revolucionario hacia el socialismo. La Revolución Bolivariana comandada por nuestro líder Hugo Chávez ha estado desde entonces trabajando sin descanso, para derrotar la condición neocolonial contenida en el proyecto político de la burguesía apátrida venezolana.

Las misiones sociales bolivarianas son expresión del gran esfuerzo revolucionario que ha hecho el Presidente Comandante Chávez para transformar definitivamente la sociedad venezolana, hacerla libre, independiente, soberana y socialista. La Gran Misión Vivienda, es un esfuerzo transformador que no tiene parangón a nivel mundial; unida a las misiones educativas, a Barrio Adentro en sus diversas variantes, a Toda Vida, Amor Mayor, Madres del Barrio, entre otras, y a los numerosos proyectos socioproductivos en marcha, la Revolución Bolivariana ha creado la masa crítica que permitirá a partir del 7 de Octubre de 2012, bajo el renovado liderazgo de nuestro Presidente Comandante Hugo Chávez acometer la nueva etapa de construcción socialista que culminará en 2019.

El proyecto político que Capriles Radonsky y la burguesía que los apoya no se atreven a mostrarnos, es una versión más perversa del paquete neoliberal que nos aplicó el Fondo Monetario durante la IV República, el mismo que provoco un estado de pobreza generalizada en la Argentina y que ahora en Europa Occidental impacta negativamente la vida tanto de la clase media como de la clase trabajadora.Dicho paquete está produciendo altas tasas de desempleo, rebaja de sueldos a los que todavía conservan sus puestos de trabajo, aumento de las horas de trabajo, desaparición del derecho a la salud, a la educación, a la vivienda y al descanso, eliminación de las pensiones de retiro entrega de la soberanía y la renta nacional a la banca y las finanzas privadas.

En el campo de las relaciones internacionales afirman el derecho de la burguesía transnacional a reprimir policialmente a las masas insumisas, desconocer la soberanía de las naciones y bombardear y destruir la infraestructura de aquellos países que no entreguen sus riquezas a la voracidad de la banca internacional. Este panorama de miseria y desolación es la promesa oculta de Capriles Radonsky para nuestra clase media y trabajadora, la crónica de una miseria anunciada contenida el proyecto político del candidato de la burguesía y del imperio.

Estamos seguros que el presidente comandante Hugo Chávez será reelecto el 7 de Octubre de 2012 por la fuerza avasallante del pueblo venezolano, para derrotar de manera fulminante a la burguesía y sus candidatos fantoches. La historia no da marcha atrás ¡Adelante, victoria y patria socialista¡.

El Mercosur y la africanización de Bolivia

El Mercosur y la africanización de Bolivia
ANDRÉS SOLIZ RADA

 En tanto Hugo Chávez considera que el ingreso de su país al MERCOSUR es el suceso más importante de América Latina en los últimos 200 años y Cristina Fernández de Kirchner señala la diferencia que existe entre pertenecer al MERCOSUR y no a las Areas de Libre Comercio (ALCA) que EEUU pretendía imponer a la región junto con el Consenso de Washington, Bolivia está africanizada en 36 naciones indígenas, 62 áreas protegidas y 22 parques nacionales.



A su vez, las áreas protegidas (nacionales, departamentales y municipales), están subdividas en monumentos naturales, reservas de vida silvestre, santuarios nacionales, áreas naturales de manejo integrado, reservas naturales de inmovilización y refugios ecológicos. El avance descomunal de la fragmentación fue llevado a cabo por régimen neoliberal de Gonzalo Sánchez de Lozada, entre 1995 y 1997. En ese lapso, las áreas protegidas se incrementaron en más del mil por ciento.


La Conferencia de Berlín, celebrada entre el 15 de noviembre de 1884 y el 26 de febrero de 1885, convocada por Francia y el Reino Unido y organizada por el Canciller de Alemania, Otto von Bismark, tuvo la finalidad de resolver los problemas de la expansión colonial y el reparto de territorios en África. Así, la costa mediterránea africana quedó en manos de Francia y el Reino Unido. La costa oriental fue dividida entre alemanes al sur y británicos al norte. La costa occidental quedó en poder de belgas, franceses y británicos. Los españoles se hicieron con el Sáhara Occidental, los italianos consiguieron Somalia y los portugueses extendieron o afianzaron su control sobre Angola, Cabo Verde y Guinea-Bissau, Santo Tomé y Príncipe y Mozambique, mientras los alemanes obtuvieron Namibia (Wikipedia). La atomización se realizó sin presencia de africanos. El continente, al ser parcelado, trazó fronteras que se mantienen hasta ahora. Al comenzar la Conferencia, el 90 % del África estaba gobernada por africanos. Diez años más tarde, el 90 % estaba gobernada por europeos.

En 1874, sólo existía la República de Etiopía. Hoy el África está dividida en 55 naciones. La última de ellas, Sudán del Sur, fue creada en febrero de 2011. Los centros de poder mundial son enemigos de toda coalición estatal. Por eso pretenden ahora disgregar a la Unión Europea y la desaparición del euro. Cabe recordar que los Bancos, las transnacionales y petroleras que atomizaron al África son los mismos que financiaron a las ONG que han convertido a Bolivia en un tablero de ajedrez. Mientras el país, debido al veto de las ONG, encuentra inmensas dificultades para vincular su enorme departamento del Beni, a través de un camino que el Mariscal José Antonio de Sucre quiso construir hace casi dos siglos, y los Departamentos de Santa Cruz y Cochabamba están desconectados por vía férrea, el MERCOSUR, ya convertido en la quinta economía del planeta, adelanta que pronto se iniciará la construcción del ferrocarril entre la Patagonia argentina y el Caribe venezolano.

Chávez y Rousseff, en la reunión de ingreso de Venezuela al MERCOSUR, destacaron la instalación de nueve plantas petroquímicas en la Cuenca del Orinoco con participación brasileña, así como la mayor presencia de PDVSA en Brasil y Argentina. La oposición a la carretera en Bolivia se fundamenta en el ecologismo a ultranza, pese a que se ha explicado que tendrá salvaguardas ecológicas, como ocurre con los cientos de caminos que se construyen a diario en China, la India y decenas de otros países, cuyos especialistas hacen notar que frente a los daños al medio ambiente, avanza también la ciencia y la tecnología a través de medidas de mitigación, cada vez más eficaces.


El geopolítico argentino Miguel Angel Barrios ha señalado la importancia de que el MERCOSUR atienda las 
asimetrías regionales, ayudando a Uruguay, Paraguay y Bolivia a salir de su invariable esquema exportador de materias primas. Pero, ¿cómo ayudar a Bolivia si Bolivia no se ayuda asimisma? Bolivia, como miembro asociado del MERCOSUR e integrante pleno de UNASUR, el ALBA y la CELAC, nunca cuestionó las dos ideas centrales de Simón Bolívar que son el base conceptual de estos organismos: La construcción de la Patria Grande Latinoamericana y el mestizaje. Pese a lo anterior, el gobierno de Evo Morales acaba de anunciar, a través de la Ministra de Planificación para el Desarrollo, Viviana Caro, que la población boliviana no podrá optar por la opción mestizo en el censo de población y vivienda de noviembre próximo, sino que deberá elegir entre las 36 naciones indígenas ya reconocidas por la Nueva Constitución Política del Estado (NCPE), o, en su defecto, escribir que no pertenece a ninguna de las 36 naciones admitidas por el Estado “plurinacional”. Así se repetirá la imposición de las ONG en el censo de 2001.


La NCPE, a tiempo de reconocer legítimos derechos de los pueblos indígenas, al incorporar la existencia de inventados territorios ancestrales, imposibles de delimitar, justicias comunitarias de la misma jerarquía que la justicia ordinaria, la libre determinación y el manejo exclusivo de los recursos naturales renovables por los pueblos originarios, ha provocado un caos institucional traducido en centenares de asaltos a yacimientos mineros, cotidianos bloqueos de caminos, linchamientos no sancionados, enfrentamientos territoriales entre comunidades, departamentos y municipios, agravado por una marcada incapacidad de gestión, aunque encubierto por los altos ingresos de los precios de las materias primas. Lo cierto es que Bolivia necesita repensar su destino bolivariano con mirada endógena y no con la visión de las centenares de ONG que hicieron prevalecer sus visiones foráneas en su Asamblea Constituyente del 2008.

Rafael Ramírez en Argentina: Repsol actúa como si fuera una potencia imperial

Rafael Ramírez en Argentina: Repsol actúa como si fuera una potencia imperial
FERNANDO KRAKOWIAK
Rafael Ramírez Carreño es un funcionario clave del gobierno de Hugo Chávez. Desde 2002 está al frente del estratégico Ministerio de Energía y Petróleo y a partir de 2005 asumió también la conducción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). La semana pasada estuvo en Buenos Aires para trabajar en la implementación del acuerdo entre Pdvsa e YPF que Chávez y Cristina Fernández de Kirchner sellaron el martes.Página 12 


Ramírez señaló que el objetivo principal del acuerdo es incrementar la producción en los campos que ambos países ya comparten en Venezuela y con esos activos apalancar las inversiones en Argentina.

–¿Por qué decidieron asociarse con YPF ahora?
–Es el mejor momento, porque ahora YPF es una empresa bajo control del Estado argentino y se abre la posibilidad de profundizar el desarrollo de proyectos que obedecen a una estrategia de los dos países y no de las transnacionales. La estrategia de las transnacionales apunta a maximizar sus ganancias y están de espaldas a las necesidades del país. Cuando se produce la nacionalización de YPF y se declara de interés público el abastecimiento del mercado interno, está claro que la tarea de la nueva empresa debe ser proveer esa seguridad energética. Argentina es un país con producción agrícola e industrial que consume mucha energía y se observa que esa demanda va a seguir creciendo. Por eso ya estamos trabajando en conjunto para hacer un plan que responda a los intereses del pueblo argentino.

–Luego de la expropiación, Repsol amenazó con iniciarles acciones legales a las petroleras que se asocien con YPF.
–Vemos con cuidado esas declaraciones de Repsol y la única explicación que le podemos dar es que son resabios del colonialismo. Los españoles actúan todavía como si fueran una gran potencia imperial. Cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la nacionalización de YPF reaccionaron de una manera prepotente y destemplada. Incluso propusieron un boicot a los productos argentinos. Nosotros desde el primer día manifestamos nuestro apoyo irrestricto al gobierno argentino y a su empresa nacional de petróleo. Pdvsa va a acompañar a YPF en su fortalecimiento y desarrollo. En Venezuela también hemos sido sujeto de amenazas y ataques por parte de las agencias de noticias y los mercados, pero la realidad es que Pdvsa es la cuarta petrolera más grande del mundo, con una base de reservas extraordinaria, una producción de tres millones de barriles diarios y un plan de negocios de 234 mil millones de dólares hasta el 2018. Tenemos la fuerza, la convicción y el compromiso para apoyar a YPF.

–Chávez le recomendó a Repsol que busque una salida amigable con Argentina. Si los españoles igual judicializan el reclamo por YPF, ¿habrá una represalia de Venezuela que afecte los intereses de Repsol?
–Sabemos que existen mecanismos internacionales que pretenden condicionar las decisiones soberanas de los países. En ese sentido, el presidente Chávez ha sido muy claro. Nosotros estamos con Argentina, con YPF, y Repsol debería pensarlo muy bien antes de pretender agredir a YPF.

–Cuando le dicen que lo piense mejor, se puede interpretar que están amenazando con tomar una represalia.
–Nosotros no amenazamos a nadie. Lo que somos es ser consistentes con un criterio y no vamos a dejar que atropellen a la empresa argentina.

–¿Qué acciones podrían tomar para evitarlo?
–Eso nos lo reservamos. Va a depender de la actitud de Repsol. Repsol nos va a visitar en Caracas el 9 de agosto y esa será una oportunidad para hablar estos temas directamente con la dirección de la empresa.

–¿Qué oportunidades ve Pdvsa para desarrollar en Argentina junto a YPF?


–Las prioridades son las que nos marque el gobierno argentino. No venimos con un interés comercial, sino para garantizar un recurso estratégico. Estuvimos trabajando tres días seguidos con los equipos de YPF porque estamos analizando todos los temas: los campos maduros en Argentina, la producción de gas, los yacimientos de Vaca Muerta, la capacidad de refinación y los proyectos petroquímicos. Vamos a firmar hoy (por el viernes) con el ministro de Planificación, Julio De Vido, un convenio para que nuestros equipos técnicos nos presenten una propuesta de desarrollo en no más de treinta días.

–¿Y cuáles son las tareas conjuntas que van a desarrollar en Venezuela?
–Tenemos un campo en la Faja de Orinoco que produce 130 mil barriles diarios. Vamos a elevar esa producción a 160 mil barriles y colocar otro campo para desa-rrollar que sumaría 200 mil barriles más de petróleo. La idea es crear una Unión Transitoria de Empresas que con esos activos en funcionamiento nos permita apalancar el financiamiento de todo el desarrollo que vamos a hacer en Argentina.

–¿Ya acordaron alguna inversión para la exploración en Argentina?
–Hablamos de la necesidad de realizar exploración por gas y petróleo en el territorio y también costas afuera, en las áreas colindantes con Las Malvinas, pero tenemos que analizar los costos y los tiempos.

–¿Cómo influye la evolución del precio del petróleo en la negociación para explorar en Vaca Muerta? Los analistas dicen que sólo conviene invertir si la cotización del crudo es alta.
–Creemos que la cotización internacional del barril se va a mantener en torno de los 100 dólares. A pesar de la crisis económica de Estados Unidos y Europa, que provocó una caída de la demanda, hay otros elementos terribles que inciden en el precio: la desestabilización política en Medio Oriente, los eventos en el norte de Africa, lo que pasa en Siria y las permanentes amenazas sobre Irán. Además, más allá de la coyuntura, la economía necesita recursos energéticos para su crecimiento y los hidrocarburos son un recurso natural que se agota. Así como existen nuevas perspectivas de crecimiento en Vaca Muerta, en la Faja de Orinoco y en el Presal brasileño, hay zonas tradicionales de producción de crudo que vienen declinando, como los yacimientos gigantes de Cantarell en México, los del Mar del Norte y hasta la producción en Alaska. El petróleo siempre va a ser una necesidad y eso va a permitir asumir desarrollos, como los de Vaca Muerta.

–¿Qué precio debería garantizar el gobierno argentino para avanzar?
–Vamos a trabajar junto con YPF para estimar exactamente los costos de producción. Muchas veces el precio de referencia no es determinante. Las transnacionales piden que el precio interno sea como el internacional. Eso es un error. Nosotros en Venezuela llevamos adelante una política interna de combustibles que está diseñada para favorecer a los sectores productivos. El precio que se obtiene no hay que compararlo con lo que uno dejaría de ganar si vende el crudo al exterior, sino con el costo de producción. En la Faja de Orinoco, el costo de extracción del barril es de 1,5 dólar y el costo de procesamiento de ese barril son 6/7 dólares. El costo del barril está entre 8 y 9 dólares. De ahí para adelante, el precio que obtiene Pdvsa en el mercado interno resulta suficiente. Nosotros trabajamos para el pueblo venezolano.

–¿Un precio que tomara en cuenta los costos más una ganancia razonable sería suficiente para que YPF y Pdvsa lleven adelante el desarrollo?
–Claro, porque somos empresas nacionales que trabajamos para nuestro pueblo. La lógica es distinta. Si fuéramos accionistas de Exxon Mobil la historia sería otra. Las transnacionales son especialistas en llevarse los recursos naturales de los países productores, especialistas en evadir impuestos e inflar costos. Noso-tros tenemos otra posición, favorecemos los intereses del país.

–Pdvsa defiende los intereses venezolanos en Venezuela, pero ¿qué garantiza que en Argentina no operen con un criterio meramente comercial?
–Somos coherentes con nuestro pensamiento en cualquier país en el que operemos. Lo que pase en el Caribe, en Argentina o en Brasil no es indiferente a Venezuela. Nos interesa tener un espacio regional fortalecido que nos permita hacer frente a todos los desafíos que plantea la economía internacional. Tenemos una posición ideológica que orienta hacia la integración, que pretende desarrollar los planteos bolivarianos.

–¿Qué facilidades adicionales ofrece el ingreso de Venezuela al Mercosur?
–Ofrece facilidades arancelarias y una mayor protección para el desarrollo de nuestras economías. Ayer (por el jueves) tuvimos una reunión con industriales argentinos que producen insumos para la industria petrolera que hoy le compramos a Estados Unidos y a Europa. Ahora con nuestro ingreso al Mercosur para ellos es mucho más fácil ir a Venezuela, hacer empresas mixtas y proveernos de insumos.

En la sombra de Hiroshima

En la sombra de Hiroshima
NOAM CHOMSKY |

 El 6 de agosto, aniversario de Hiroshima, debería ser un día de reflexión sombría, no sólo acerca de los sucesos terribles de esa fecha en 1945, sino también sobre lo que revelaron: que los seres humanos, en su dedicada búsqueda de medios para aumentar su capacidad de destrucción, finalmente habían logrado encontrar una forma de acercarse al límite final. Los actos en memoria de ese día tienen un significado especial este año.

Noam Chomsky – La Jornada

Tienen lugar poco antes del 50 aniversario del momento más peligroso en la historia humana, en palabras de Arthur M. Schlesinger Jr, historiador y asesor de John F. Kennedy, al referirse a la crisis de los misiles cubanos. Graham Allison escribe en la edición actual de Foreign Affairs que Kennedy ordenó acciones que él sabía aumentarían el riesgo no sólo de una guerra convencional, sino también de un enfrentamiento nuclear, con una probabilidad que él creía de quizá 50 por ciento, cálculo que Allison considera realista.

Kennedy declaró una alerta nuclear de alto nivel que autorizaba a aviones de la OTAN, tripulados por pilotos turcos (u otros), a despegar, volar a Moscú y dejar caer una bomba. Nadie estuvo más asombrado por el descubrimiento de los misiles en Cuba que los hombres encargados de misiles similares que Estados Unidos había emplazado clandestinamente en Okinawa seis meses antes, seguramente apuntados hacia China, en momentos de creciente tensión.

Kennedy llevó al presidente soviético Nikita Krushov hasta el borde mismo de la guerra nuclear y él se asomó desde el borde y no tuvo estómago para eso, según el general David Burchinal, en ese entonces alto oficial del personal de planeación del Pentágono.

Uno no puede contar siempre con tal cordura. Krushov aceptó una fórmula planteada por Kennedy poniendo fin a la crisis que estaba a punto de convertirse en guerra. El elemento más audaz de la fórmula, escribe Allison, era una concesión secreta que prometía la retirada de los misiles estadunidenses en Turquía en un plazo de seis meses después de que la crisis quedara conjurada.

Se trataba de misiles obsoletos que estaban siendo remplazados por submarinos Polaris, mucho más letales. En pocas palabras, incluso corriendo el alto riesgo de una guerra de inimaginable destrucción, se consideró necesario reforzar el principio de que Estados Unidos tiene el derecho unilateral de emplazar misiles nucleares en cualquier parte, algunos apuntando a China o a las fronteras de Rusia, que previamente no había colocado misiles fuera de la URSS.

Se han ofrecido justificaciones, por supuesto, pero no creo que soporten un análisis. Como principio acompañante de esto estaba que Cuba no tenía derecho de poseer misiles para su defensa contra lo que parecía ser una invasión inminente de Estados Unidos.

Los planes para los programas terroristas de Kennedy, Operación mangoose (mangosta), establecían una revuelta abierta y el derrocamiento del régimen comunista en octubre de 1962, mes de la crisis de los misiles, con el reconocimiento de que el éxito final requerirá de una intervención decisiva de Estados Unidos.

Las operaciones terroristas contra Cuba son descartadas habitualmente por los comentaristas como travesuras insignificantes de la CIA. Las víctimas, como es de suponerse, ven las cosas de una forma bastante diferente. Al menos podemos oír sus palabras en Voces desde el otro lado: Una historia oral del terrorismo contra Cuba, de Keith Bolender.

Los sucesos de octubre de 1962 son ampliamente aclamados como la mejor hora de Kennedy. Allison los ofrece como una guía sobre cómo restar peligro a conflictos, manejar las relaciones de las grandes potencias y tomar decisiones acertadas acerca de la política exterior en general. En particular, los conflictos actuales con Irán y China.

El desastre estuvo peligrosamente cerca en 1962 y no ha habido escasez de graves riesgos desde entonces. En 1973, en los últimos días de la guerra árabe-israelí, Henry Kissinger lanzó una alerta nuclear de alto nivel. India y Pakistán han estado muy cerca de un conflicto atómico.

Ha habido innumerables casos en los que la intervención humana abortó un ataque nuclear momentos antes del lanzamiento de misiles por informes falsos de sistemas automatizados. Hay mucho en que pensar el 6 de agosto. Allison se une a muchos otros al considerar que los programas nucleares de Irán son la crisis actual más severa, un desafío aún más complejo para los formuladores de política de Estados Unidos que la crisis de los misiles cubanos, debido a la amenaza de un bombardeo israelí.

La guerra contra Irán está ya en proceso, incluyendo el asesinato de científicos y presiones económicas que han llegado al nivel de guerra no declarada, según el criterio de Gary Sick, especialista en Irán. Hay un gran orgullo acerca de la sofisticada ciberguerra dirigida contra Irán. El Pentágono considera la ciberguerra como acto de guerra, que autoriza al blanco a responder mediante el empleo de fuerza militar tradicional, informa The Wall Street Journal. Con la excepción usual: no cuando Estados Unidos o un aliado es el que la lleva a cabo.

La amenaza iraní ha sido definida por el general Giora Eiland, uno de los máximos planificadores militares de Israel, “uno de los pensadores más ingeniosos y prolíficos que (las fuerzas militares israelíes) han producido. De las amenazas que define, la más creíble es que cualquier enfrentamiento en nuestras fronteras tendrá lugar bajo un paraguas nuclear iraní.

En consecuencia, Israel podría verse obligado a recurrir a la fuerza. Eiland está de acuerdo con el Pentágono y los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que consideran la disuasión como la mayor amenaza que Irán plantea. La actual escalada de la guerra no declarada contra Irán aumenta la amenaza de una guerra accidental en gran escala.

Algunos peligros fueron ilustrados el mes pasado, cuando un barco estadunidense, parte de la enorme fuerza militar en el Golfo, disparó contra una pequeña nave de pesca, matando a un miembro de la tripulación india e hiriendo a otros tres. No se necesitaría mucho para iniciar otra guerra importante.

Una forma sensata de evitar las temidas consecuencias es buscar la meta de establecer en Oriente Medio una zona libre de armas de destrucción masiva y todos los misiles necesarios para su lanzamiento, y el objetivo de una prohibición global sobre armas químicas –lo que es el texto de la resolución 689 de abril de 1991 del Consejo de Seguridad, que Estados Unidos y la Gran Bretaña invocaron en su esfuerzo por crear un tenue cobertura para su invasión de Irak, 12 años después.

Esa meta ha sido un objetivo árabe-iraní desde 1974 y para estos días tiene un apoyo global casi unánime, al menos formalmente. Una conferencia internacional para debatir formas de llevar a cabo tal tratado puede tener lugar en diciembre. Es improbable el progreso, a menos que haya un apoyo público masivo en Occidente.

De no comprenderse la importancia de esta oportunidad se alargará una vez más la fúnebre sombra que ha oscurecido el mundo desde aquel terrible 6 de agosto.

Por lealtad hacia los desconocidos

Por lealtad hacia los desconocidos
REINALDO ITURRIZA |

 Estar en campaña no tendría que significar hacer una pausa en el trabajo militante para dedicarse a lo “electoral”, y asumir la tarea con una cierta resignación, derivada del hecho de que, después de todo, somos demasiado humanos y estamos movidos por las pasiones más bajas, por lo que no quedaría otra alternativa que prometer, embaucar y ensuciase las manos, como siempre se ha hecho.

Reinaldo Iturriza – Saber y Poder 

Al contrario, estar encampañado es una oportunidad como pocas para revisar nuestra noción de militancia y evaluar hasta qué punto ella se corresponde con esa política “otra” que, convenzámonos de una vez, es urgente inventar y desplegar.

Entender, por ejemplo, que no tiene sentido alguno pretender que algo como la construcción del “hombre nuevo” (por citar una consigna muy socorrida) es una tarea que se acometerá con hombres y mujeres nuevos, y no con nosotros, los “viejos”, es decir, con seres humanos de carne y hueso con una voluntad enorme para luchar y cambiar, pero que cargamos con los valores de la vieja sociedad.

En un hermoso texto de 1997, en el que indagaba sobre las “razones y pasiones militantes”, Daniel Bensaïd defendía la idea de que la militancia, eso que pudiera llamarse el “compromiso militante”, tiene que ver tanto con la “adhesión a grandes ideas, como a esas fidelidades moleculares, esas mínimas relaciones de memoria y acción” asociadas a lo que algún militante polaco enunciaba como “lealtad hacia los desconocidos”.

Militamos en la revolución bolivariana “por lealtad hacia los desconocidos”.

Escribía Bensaïd: “Militar compromete un sentido de la responsabilidad hacia los desconocidos, sin eclipses ni intermitencias. Ahí estamos. No en el simple compromiso… En realidad, de eso se trata. No de casarse con tal causa o tal partido, sino de vivir una relación con el mundo sin reconciliación posible. El compromiso no es un despertar matinal después de una noche de rayos y truenos. Se llega a ser revolucionario por lógica del corazón y de la razón”.

Militamos porque “este mundo es inaceptable. Por tanto hay que intentar cambiarlo, sin ninguna garantía de conseguirlo. Esto es lo primero”.

Militamos porque no nos da la gana de renunciar a lo que hemos conquistado durante todos estos años, complementaríamos.

Se puede renunciar a esta “lógica del corazón y de la razón” por tres razones: “por mala fe, por resignación o por cinismo”. Es fácil hacerlo en tiempos de campaña y repetir las prácticas de la vieja política y actuar como si todo se tratara de cuotas de poder y de cargos y de privilegios.

Pero siempre podemos reafirmar nuestra “lealtad hacia los desconocidos” que luchan por cambiar el mundo.