Sudáfrica: Continúa huelga minera pese a matanza de trabajadores y amenazas
Los mineros sudafricanos desafiaron este lunes la amenaza de despido de la empresa británica Lonmin y continuaron, por décimo día consecutivo, la huelga en la mina de Marikana en demanda de mejoras salariales y denunciando la matanza de 44 trabajadores a manos de la policía.
La compañía accedió a extender hasta este martes el ultimátum dado a los mineros para volver al trabajo o afrontar el despido, debido a las “circunstancias actuales”, en referencia a la extrema tensión que se vive en los alrededores de la mina.
Los directivos de Lonmin comparecieron en rueda de prensa junto para tratar de exhibir una vuelta a la normalidad. Lo cierto es que las cifras de asistencia este lunes a los puestos de trabajo en la mina eran ridículas ya que una mayoría de trabajadores siguen en huelga.
El vicepresidente ejecutivo de Lonmin, Mark Munroe, dijo que la empresa logró reiniciar el lunes su producción, aunque de manera “insignificante”, y reconoció que tan solo un 27 por ciento de los empleados abandonó la huelga.
La dirección no mencionó la reunión de unas 3.000 personas poco antes en el campamento minero, donde los líderes de la protesta pidieron continuar la huelga hasta lograr sus demandas de mejora salarial, y recibieron el apoyo de jefes tribales de la zona, políticos de la oposición y organizaciones de la sociedad civil.
A última hora de la jornada de este lunes, la Asociación de Trabajadores de la Minería y la Construcción (AMCU), sindicato que inició la huelga el pasado 10 de agosto, todavía no había alcanzado un acuerdo con la dirección de la explotación de platino.
Miembros de los piquetes, que reclamaron permanecer en el anonimato, aseguraron que “nadie va a poder ir a trabajar mañana”, en alusión a su intento de impedir el acceso a las instalaciones.
“Es mejor morir que seguir viviendo de esta manera. Vamos a seguir con la huelga, sería una traición a los mineros que han muerto”, afirmó uno de los mineros en huelga.
En el hospital “Andrew Saffy” de Marikana, que acoge a más de 70 heridos por los disparos de la Policía en los incidentes del pasado jueves, numerosos familiares consultaban este lunes una lista con nombres de los heridos ingresados o los fallecidos.
“Nunca olvidaré lo que pasó aquí, es terrible lo que hizo la Policía”, declaró a Khonwa Yongeliswe, que viajó desde Cabo Oriental, a unos 1.000 kilómetros, para ocuparse de los restos de su cuñado, asesinado por disparos de los agentes el jueves.
