Ecuador protagoniza una real batalla para defender los principios del Derecho Internacional -concebido como una de las garantías y herramienta de la paz entre las naciones desde su creación- luego de que el gobierno de Rafael Correa decidió este jueves otorgar el asilo al fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange, quien se encuentra en la embajada de la nación suramericana ubicada en Londres.
Esta afirmación fue hecha por el Viceministro de Relaciones Exteriores para África, Reinaldo Bolívar, durante su participación en el programaEl Mundo en Venezuela, transmitido por Radio Nacional de Venezuela (RNV), quién destacó la importancia de este y otros derechos a lo largo de la historia de la humanidad, en la que América Latina ocupa un lugar protagónico con una amplísima tradición.
En el caso de Ecuador, el Gobierno dirigido por Rafael Correa denunció que recibió una amenaza de parte de las autoridades británicas sobre una posible intervención en su sede diplomática en Londres, para impedir el asilo de Assange, en una violación flagrante de tratados internacionales como la Convención de Viena, donde se estipula que los locales de las misiones diplomáticas son inviolables.
Ante esta amenaza, la comunidad internacional reaccionó de inmediato con posiciones firmes y con la participación de los países de América liderados por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), en la defensa de la institución del Asilo Político, de la soberanía de las naciones y del respeto de los países que aceptan la Convención de Viena sobre los derechos diplomáticos.
En opinión del Viceministro Reinaldo Bolívar, este caso tiene connotaciones políticas que pueden traer consecuencias graves para el Reino Unido si no suaviza su discurso, ya que provocaría un atentado contra principios fundamentales de la soberanía de las naciones que podría desprestigiarlo aún más y aislarlo internacionalmente.
Julián Assange permanece refugiado desde el pasado 19 de junio en la Embajada de Ecuador en Londres y se procura evitar su entrega a Suecia, pues está la amenaza de ser extraditado a Estados Unidos, el país más perjudicado por los cables de Wikileaks.
Por los momentos, el presidente Correa manifestó que proseguirán las gestiones ecuatorianas en organismos internacionales, tras la condena unánime de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
En el caso de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyos cancilleres se reunirán el próximo 24 de agosto en Washington, Correa espera el rechazo a las advertencias británicas a Quito.
También adelantó que apelarán a la solidaridad internacional y llegarán a instancias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aunque descartó que sea en la Asamblea General por considerar que en esa reunión se pierde tiempo y existen otros niveles a los cuales es posible acudir.
El mandatario ecuatoriano destacó que estas crisis sirven para que se consolide la patria grande latinoamericana, porque unen a sus pueblos de manera impresionante y eso ayuda a la integración.
