Por: Jesse Chacon
En las ciudades y campos venezolanos, en los miles de espacios que el contrapoder popular ha construido, se estudia y discute la propuesta del II Plan Socialistade la Nación Simón Bolívar (2013-2019). En su quinto objetivo histórico, el plan introduce sin embiguedades la tarea de desestructurar las relaciones depredadoras del capitalismo con el ambiente y avanzar en el tejido de prácticas sociales y productivas eco socialistas.
El ecosocialismo es una postura emancipatoria que esta consciente que las lógicas de dominación del capitalno se reducen a la explotación y la dominación, es decir, el capitalismo no es un sistema explicado únicamente por su dimensión económica y política, por el contrario, este se reproduce articulando múltiples lógicas, donde la dimensión de la alienación produce prácticas y patrones de consumo negadores del ser humano y potenciadoras del consumismo cuya satisfacción, nos ha adentrado en la loca carrera de destruir las relaciones eco sostenibles que permitieron a las civilizaciones del pasado proyectar en el tiempo la pervivencia del planeta y la especie humana.
Ocurre que en el desenfreno consumista, el capital se reproduce ideológicamente desde la multiplicación de seres manipulados e integrados en la “mátrix” legitimadora del sistema; pero también se realiza material y económicamente, pues el consumo es parte fundamental del ciclo productivo donde la plusvalía se traduce en dinero.
En el transfondo del ciclo de producción y reproducción del capital, su patrón tecnológico y energético, soportado en la filosofía del crecimiento sin límites, ha colocado la vida en el planeta en un horizonte de desaparición. El capitalismo ha engendrado una contradicción fundamental, la contradicción hombre-naturaleza, ha roto la armonía y la interdependencia, su dinámica intrínseca conspira contra la forma de civilización que creó, pues la civilización capitalista se ha mostrado mounstrosa y destructora.
Los impactos de tal monstruosidad ya están aquí, el cambio climático es una realidad cotidiana de todas las poblaciones del mundo, la alteración de los ciclos naturales nos arroja a la vorágine de los contradictorios tiempos de sequía extrema y lluvias extremas, los impactos en la agricultura, en la destrucción de poblados, en la pérdida de millones de vidas, es algo sobre lo que no es necesario detallar, todos lo vemos a diario en los grandes medios de comunicación.
Pero lo que no vemos en los grandes medios de comunicación controlados por el capital, es la explicación de esta tragedia, se nos quiere presentar la degradación ambiental como parte del ciclo natural, no como elemento fundamental de las prácticas depredadoras del capital, tanto en su ciclo productivo como de consumo.
Conscientes de que el socialismo del siglo XXI, es eco socialista o será una caricatura de socialismo, el quinto de los grandes objetivoshistóricos propuestos en el plan, formula la urgencia de preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana. El desarrollo de este objetivo histórico se dará a partir de la realización de cuatro objetivos nacionales fundamentales como son:
1. Construir e impulsar el modelo económico productivo eco-socialista, basado en una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional, óptimo y sostenible de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la naturaleza.
2. Proteger y defender la soberanía permanente del Estado sobre los recursos naturales para el beneficio supremo de nuestro Pueblo, que será su principal garante.
3. Defender y proteger el patrimonio histórico y cultural venezolano y nuestroamericano.
4. Contribuir a la conformación de un gran movimiento mundial para contener las causas y reparar los efectos del cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador.
Estos cuatro objetivos nacionales, deben ser enriquecidos con un objetivo dirigido a la creación de una cultura de consumo eco sostenible, a partir de la multiplicación de prácticas de consumo crítico capaces de elegir el tipo de satisfactor cuya producción no reproduzca cadenas de explotación o destrucción de los ecosistemas en nuestro país u otros países.
El consumo crítico es la base cultural del ecosocialismo, es la ampliación de la esfera de la conciencia humana hacia la comprensión que desde nuestras prácticas reproducimos al capital, desde nuestro desenfreno consumistacontaminamos; pero igualmente validamos que un producto siga en el mercado, a pesar de que éste haya sido elaborado por la sobre explotación de niños en África o América Latina, o que su producción haya supuesto la desaparición de humedales y bosques. El consumismo es la no comprensión de que la mercancía que llega a mis manos, expresa una relación social, que para producirla sembró el dolor en miles de seres humanos y acortó el tiempo de la vida en el planeta.Pero si bien la dimensión del consumo, es importante en la consolidación de relaciones ecosostenible, es necesario concentrarnos también en el ámbito de la dimensión económico-productiva. Al respecto la revolución Bolivariana comenzó desde el 2006 un intenso proceso político, económico y social para desestructurar las relaciones capitalistas y desanclarse del yugo global del capital en la construcción del rumbo nacional; sin embargo, no hemos advertido que el nudo central de la reproducción capitalista está en la filosofía del crecimiento y el desarrollo, los cuales seguimos reverenciando a diario.
El eje de la reproducción capitalista está en el desarrollismo como carrera por hacer ilimitado el crecimiento y el consumo en un contexto ambiental y económico limitado.
El modelo de crecimiento está atado a nuestro patrón energético y productivo petrolero, nuestras metas del desarrollo productivo terminan privilegiando la ruta de crecer ilimitadamente, ese sin dudas es nuestro ideal, pero que debe crecer?, en las estrategias de desarrollo social afirmamos que la calidad de vida de la gente, el buen vivir; pero en las estrategias productivas, el peso durante estos años ha seguido puesto sobre la expansión de la explotación petrolera, para la cual se piensan muy pocos límites y no se visibiliza el ambiental.
Pero la concreción del nuevo plan de la nación sobre el que estamos reflexionando, supone comprender de una vez y sin ambigüedades, que nos aproximamos a un límite del tiempo histórico donde los elementos fundamentales para nuestra superviviencia y la reproducción como sociedad y especie, son el alimento, el agua y un tipo de energía sostenible con el ambiente; no las clásicas metas financieras e industriales.
El reto de Venezuela está en profundizar la construcción y materialización de un nuevo patrón energético sostenible, superar el petróleo como ícono de civilización, la generación eléctrica, la dinamización de nuestra industria yla generación derenta.
Hoy, la superación de la prehistoria en terminos de Marx, pasa irremediablemente por la construcción de una nueva relación armonica Hombre-naturaleza. En nuestras manos esta comenzar a escribir la historia!
Jesse Chacòn
Director GISXXI
www.gisxxi.org
