Los años de lucha le dejaron a Carlos Álvarez un sobrenombre (“Chacho”) y una gran experiencia política en todos los campos. El jefe de la Misión de Acompañamiento Electoral de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) ha hecho un esfuerzo especial para reunirse y conversar con representantes de la oposición, a fin de conocer de cerca si existe alguna duda sobre la consulta del 7 de octubre. Y aun cuando las y los integrantes del Comando Venezuela no han dicho públicamente que aceptarán un dictamen que les sea adverso, Álvarez estima que si avalan el sistema electoral, entonces reconocen que los resultados serán producto de la voluntad popular.
“Todo lleva a tener que reconocer los resultados. Lo digo a partir de las propias opiniones de los distintos actores del universo político”, enfatizó Álvarez, en entrevista con el Correo del Orinoco.
“Me parece que alguien que diga que no acepta los resultados va a tener que demostrarlo con los números. Están las actas de votación, los comprobantes. Es un sistema que tiene muchos reaseguros”, sostuvo. Incluso, para darles más peso a sus palabras, cita el comentario de un informático opositor, quien le dijo que no hay forma de distorsionar el proceso sin que sea detectado.
ESPERA REUNIÓN CON CAPRILES
“Hemos hablado con los principales actores políticos, haciendo hincapié en los dirigentes del universo opositor”, explicó, “porque de allí surgían una serie de cuestionamientos que queríamos chequear, comprobar, verificar”.
-¿Han conversado con el candidato Capriles?
-Le hemos pedido una entrevista. Hemos hablado con Armando Briquet (jefe del Comando Venezuela), una conversación muy importante. Hoy (ayer) vamos a estar con (Ramón Guillermo) Aveledo, que es el vocero de la Mesa de la Unidad Democrática y mañana (hoy) o el jueves vamos a estar con Julio Borges, secretario de Primero Justicia. También “estuvimos con el secretario general de Acción Democrática, y estuvimos con varias personalidades como editorialistas y comentaristas periodísticos importantes; compartimos con los propietarios de los medios de comunicación audiovisual (como la vicepresidenta de Globovisión y el vicepresidente de Venevisión), y después con los organismos electorales de observación nacional”, enumeró. Mañana tiene previsto conversar con representantes del Episcopado.
Producto de estos diálogos, sentencia el vocero, “uno llega a dos conclusiones: el alto nivel de confiabilidad en el sistema electoral y en el papel regular del Consejo Nacional Electoral”.
También “hemos hablado con los auditores tecnológicos de la oposición” y “hemos enviado los propios auditores tecnológicos de Unasur para corroborar tecnológicamente esta credibilidad”.
-En ese acercamiento con los factores de oposición, ¿le han manifestado que van a reconocer los resultados?
-No lo han explicitado, pero el razonamiento es el siguiente: si tú reconoces que el sistema electoral es altamente confiable, si tú reconoces que el árbitro que garantiza las reglas básicas del juego -que es respetar los resultados y la voluntad popular- es confiable; si tecnológicamente no hay posibilidad de distorsionar la voluntad popular y el sentido del voto de los ciudadanos; si los testigos de la oposición están en todas las mesas y en todos los centros de votación; si han llegado a la conclusión de que en ninguna de las fases del proceso puede haber distorsión, entonces no hay manera de poner en discusión lo que diga el CNE con respecto a los resultados.
Agrega más: “Percibo (que la aceptación del dictamen) se deduce de la propia confiabilidad del sistema”. Y marca una diferencia entre las quejas que pueda haber por las modalidades de campaña, y el proceso de votación como tal.
-El hecho de que todos los factores asociados con la candidatura opositora no hayan dicho explícitamente que reconocerán, no quiere decir que no van a reconocer, plantea usted.
-Claro. Yo no quiero tener una definición absoluta antes de chequear algunas conversaciones con otros líderes opositores, la Iglesia, propietarios de los medios, pero hay una tendencia a que la sociedad venezolana se sienta segura, sienta que puede ir a votar confiada; que su voto se va a respetar, que su voto es secreto y que el resultado va a traducir la voluntad fidedigna de los ciudadanos. Esto es central en un proceso electoral: que el ciudadano vaya tranquilo y seguro a votar, y que tenga la certeza de que su voto no va a ser distorsionado.
-¿Está haciendo un énfasis especial con la oposición?
-Sí. Ante oficialismos que llevan años en el poder y expresan un proyecto de nación que se siente trascendente e importante, la competencia genera desde la oposición muchos cuestionamientos.
Por contraste, el Comando Carabobo “expresa un reconocimiento y confianza en el rol del Consejo y en el resultado electoral que plantee el Consejo”, precisa.
Como exdirigente político, comenta que en sociedades polarizadas, con discursos muy antagonizados, la credibilidad en el sistema electoral es central. “Es compartir las reglas del juego básicas”, dice, y lo compara con un partido de fútbol en el que hay empujones y patadas, pero gran confianza en el árbitro como elemento central.
PROCESO QUE AGLUTINA
A pocos días de las elecciones presidenciales, Álvarez refiere que “independientemente del nivel de polarización que tiene la política en Venezuela y la confrontación entre dos proyectos de país muy distintos”, si algo está claro es que los procesos electorales “terminan aglutinando a todos los venezolanos”.
El momento electoral, más allá de los enfrentamientos, “es un momento de unidad de los venezolanos”, al igual que lo son la Constitución, los símbolos patrios o el reconocimiento de Simón Bolívar. “La mayoría de los venezolanos saben que el voto es un instrumento fundamental para dar una legitimidad de origen a ese gobierno, al presidente que surja de las urnas y al proyecto que ese presidente encabece”, y ese es “un símbolo de madurez ciudadana que hay en Venezuela”.
Fuera del país se percibe “como que el sistema electoral replica las contradicciones y los antagonismos”, y “yo trato de explicar, hace bastante tiempo, que es como una paradoja, que es mucha intensidad política, que es una democracia de alta intensidad pero con un sistema electoral altamente confiable”.
De la región, el sistema electoral venezolano es “lejos, el más confiable”, acota Álvarez, y como defendió el expresidente James Carter, “es uno de los más confiables del mundo”.
En las calles, en la vida cotidiana, “la gente transita con mucha normalidad, y también se vive con mucha intensidad y apasionamiento el evento del 7 de octubre, porque como dicen los candidatos, se juegan muchas cosas. En cada elección venezolana se sugiere, se explica, que están en juego cosas muy profundas de la patria, cosas muy profundas de la nación”.
En ese contexto, la Misión considera que es “un reaseguro extraordinariamente importante contar con un sistema electoral de alto nivel de confiabilidad”, destacó el funcionario.
A juicio de Álvarez, están dadas las condiciones para que la gente salga a votar en paz. El rol de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana “está bien evaluado por el conjunto de los actores políticos en Venezuela”, y eso es muy importante, expresó.
MISIÓN IMPARCIAL
El trabajo de diálogo con el universo opositor “es justamente para demostrar en la práctica la imparcialidad, la objetividad y la independencia de la misión de Unasur”, manifestó. La Unión es un proyecto de los estados, de unidad en la diversidad, con distintas orientaciones políticas e ideológicas, recordó.
-Usted insiste en la imparcialidad de la misión.
-Claro. Yo no hubiese aceptado nunca una misión de acompañamiento electoral que no fuese absolutamente objetiva, imparcial e independiente. Por otro lado, está muy claro en el convenio con el CNE. Además, en esta Misión -como en cada uno de los acontecimientos que se desarrolla en nuestra región- se juega un poco el prestigio de esta construcción, la confiabilidad.
“Yo les explico a los opositores”, añade, “que la Unasur también es una garantía de imparcialidad y que lo tienen que ver como una garantía, porque Unasur no puede vivir con un gobierno que sea fraudulento, que surja a partir de un fraude electoral”, afirmó.
“Hoy, América Latina y Suramérica no van a aceptar ni convivir con ninguna forma de golpismo, sea vieja o nueva, ni con un gobierno que surja del fraude”, advirtió. “Cualquiera que conozca la región hoy se va a dar cuenta de lo que digo”.
-¿La Misión de Unasur es garantía de que ese gobierno producto de los comicios del 7-O sea legítimo?
-Totalmente. Eso es lo que les explico. Unasur está emparentada a Chávez porque es una construcción que tiene que ver con los gobiernos. En Venezuela gobierna Chávez, y Chávez tiene una excelente relación con la presidenta Dilma, con la Presidenta argentina, con el presidente Santos de Colombia; no se lleva mal con el Presidente de Chile. Se necesita tener un clima de acompañamiento, de solidaridad, de convergencia a pesar de las diferencias.
-¿Usted estaría tratando de ganarse la confianza de esos sectores?
-Más que ganarme, explicar, porque los argumentos son muy fuertes. Pase lo que pase Venezuela no se va a ir de la Unasur.
VALORACIÓN POSITIVA
-¿El encuentro con el Episcopado le da a la Iglesia un estatus de actos político?
“No”, aclara Álvarez. La Iglesia “es un actor importante en países católicos, en países que tuvieron una tradición fuerte católica. Tienen su opinión, hacen declaraciones, tienen cierta sensibilidad para analizar el clima política, son una voz que es escuchada por muchos fieles”. Por ello “me parece que hay que tomarla en cuenta”.
-¿Tiene previsto reunirse con el presidente Chávez, o basta con el Comando Carabobo?
-Creo que basta con el Comando Carabobo, y veremos qué pasa con la entrevista pedida al candidato Capriles. No hay respuesta todavía.
-Y si no hay respuesta, ¿usted cómo tomaría ese gesto?
-He estado en estas lides, he sido candidato y sé lo estresante, lo duro, lo conflictivo que es ponerse en los hombros una campaña político-electoral, así que lo entendería absolutamente. La oposición se ha abierto al diálogo y ha demostrado con la Unasur un nivel de colaboración que valoro.
AGENDA PARA EL 7-O
El domingo, las y los integrantes de la misión electoral de la Unasur recorrerán los centros en los que pueda haber conflictos, en los que hay “votos duros” del chavismo y de la oposición “y a lo mejor los testigos tienen dificultades para estar en las mesas”, explicó Carlos “Chacho” Álvarez.
La Misión de la Unasur tendrá contacto directo con el Plan República y con el Consejo Nacional Electoral, indicó el vocero. Además ha previsto desplegar acompañantes en el Distrito Capital y en los estados Barinas, Carabobo, Miranda y Zulia, con un protocolo de actuación muy preciso; igualmente estarán presentes en el centro de totalización del CNE.
Finalmente, el equipo presentará un informe con sus conclusiones, entre lunes o martes de la próxima semana.
PRUEBA DE FUEGO PARA LIBERARSE DEL TUTELAJE
La Unión de Naciones Suramericanas tiene como tarea desarrollar profundamente su Consejo Electoral, y disponer de dispositivos comiciales “más creíbles, más sólidos”, así como “intercambiar buenas prácticas” en el sector, describe Carlos “Chacho” Álvarez.
Ello permitirá “no necesitar más observaciones internacionales que nos vengan a tutelar o vigilar desde afuera; que seamos capaces de autosostener y certificar la credibilidad y la legitimidad de nuestros propios procesos electorales”.
La consulta del 7 de octubre en Venezuela es, vista así, como una prueba de fuego para la misión de acompañamiento de la Unasur. El equipo de la Unión está integrado por profesionales y técnicos de los organismos electorales de los países integrantes del mecanismo de unión. “¿Qué quiero decir? Que no es una misión de dirigentes políticos, sino de expertos en temas electorales”, puntualizó.
VENEZUELA NO TIENE POR QUÉ DIRIMIR EL RESULTADO ELECTORAL EN LAS CALLES
Ambos comandos de campaña (tanto el bolivariano Carabobo como el opositor Venezuela) han llamado a su militancia a permanecer en las calles el 7 de octubre para defender los votos.
Consultado sobre esta convocatoria, Carlos “Chacho” Álvarez, jefe de la Misión de Acompañamiento Electoral de la Unasur, hace un llamado “con mucho respeto”: “Hay que ser muy cuidadoso en el tema de evitar situaciones de violencia”.
Venezuela “no tendría que dirimir un resultado electoral en las calles a través de la confrontación y la violencia, porque tiene reglas de juego y un sistema electoral confiable”, remarcó.
Pero Álvarez está convencido de que el proceso venezolano será como en otras ocasiones, que “fue duro, que fue peleado, que se debatieron ideas muy ardorosamente pero siempre ideas. El combate de ideas, lucha de ideas lucha de proyectos”.
Lo contrario -la violencia- sería un retroceso para la sociedad latinoamericana, a la que le ha costado tanto alcanzar la democracia “luego de dictadura, desaparecidos, terrorismo de Estado”.
-¿Qué exhortación les haría a los medios de comunicación?
-Todos los actores tienen que jugar a favor de la tranquilidad y la calma, y que todo se desarrolle normalmente.
-¿Qué significa eso para los medios?
-Trabajar con la responsabilidad de no fomentar otros medios que no sean los pacíficos para manifestarse, para expresarse, y creo que también hacer pedagogía para que las fuerzas políticas acepten el resultado del Consejo Nacional Electoral.
-¿Qué le diría a quien pierda?
-Que en la democracia se gana y se pierde, y que el mundo político no se termina cuando uno pierde. Lula perdió las elecciones en Brasil, y hoy es uno de los dirigentes más respetado, creíble y querido en América Latina y en el mundo.