miércoles, 3 de octubre de 2012

Bielorrusia insiste en la necesidad de poner fin al bloqueo contra Cuba

Bielorrusia insiste en la necesidad de poner fin al bloqueo contra Cuba
Una nueva demanda contra el bloqueo de EEUU a Cuba retumbó en el recinto de la Asamblea general de la ONU, esta vez por parte del canciller bielorruso, Vladimir Makei.


Tomemos el caso de Cuba. Su elección histórica de seguir un camino de independencia y desarrollo, hecha por ese pueblo hace más de cinco décadas, encontró rechazo y bloqueo económico por parte de aquellos que aún creen que pueden escribir la historia de la humanidad en el Siglo XXI, de la misma manera que solían hacerlo con anterioridad.

Y este no es el único ejemplo”, precisó el jefe de la diplomacia bielorrusa, a lo largo de su discurso en la sesión 67 de la Asamblea General de la ONU.

Makei criticó igualmente el incumplimiento de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y condenó las políticas del país norteamericano acerca de la Isla caribeña, los cuales provocaron graves daños humanos y pérdidas económicas billonarias para el pueblo de Cuba.

Durante la jornada de intervenciones en la Asamblea General de la ONU, la sala fue escenario de reproches proferidos por los representantes de diversas naciones contra el criminal bloqueo de Cuba, desde hace 5 décadas.

El próximo 13 de noviembre (y por vigésimo primer año consecutivo), se votará una resolución, que condena al Gobierno estadounidense por el bloqueo impuesto a la Isla, aprobada por la ONU con 186 votos a favor y solo dos en contra: EEUU y su aliado el régimen de Israel.

Venezuela: la salud de los muertos

Venezuela: la salud de los muertos
x Luis Hernández Navarro

 En abril de 2012, Walter Mercado, el más famoso astrólogo latinoamericano, predijo la inminente muerte de Hugo Chávez.

A finales de mayo, el conocido periodista estadunidense Don Rhater, editor del canal de cable HDNet, aseguró que el mandatario venezolano padecía un agresivo cáncer conocido como rabdomiosarcoma metastático, y que era muy probable que no llegara con vida a las elecciones presidenciales de Venezuela.

A menos de una semana de la realización de los comicios, el presidente Chávez está vivo, sano y activo. Sin dar muestras de agotamiento ha protagonizado una intensa campaña y ejerce tareas de gobierno. Viaja, participa en mítines, toma la palabra y da instrucciones ininterrumpidamente. No hay en su rostro ni en su conducta seña alguna de que los vaticinios sobre su fallecimiento vayan a hacerse realidad.

Que las profecías de un charlatán profesional fallen es previsible. Que las "filtraciones" divulgadas por un periodista serio, que supuestamente verifica sus fuentes, resulten falsas es algo que sucede. Pero no puede ser casualidad que ante la inminencia de un proceso electoral clave se difundan, de manera simultánea y sistemática, predicciones de videntes e informes confidenciales de profesionales de la prensa y se organice una verdadera campaña de desinformación sobre la salud de Hugo Chávez. La ofensiva mediática tiene una intención: tratar de desmoralizar a los seguidores del presidente.

La oposición venezolana y sus aliados internacionales quisieron hacer de la salud del mandatario venezolano un elemento central de su estrategia electoral. Primero aseguraron que moriría, después dijeron que estaba agónico y no se iba a poder presentar a los comicios; luego afirmaron que no podía hacer campaña; finalmente tuvieron que inventar que el viejo y enfermo Chávez ha sido arrollado por la juventud y energía de Henrique Capriles.

Nada de eso ha sucedido. La apuesta opositora resultó un fracaso. En lugar de desanimarse, los simpatizantes del mandatario se unieron en torno suyo y tomaron las calles. Prácticamente todos los sondeos vaticinan su triunfo este 7 de octubre, por una diferencia que fluctúa entre 10 y 20 puntos.

¿Es el presidente un político viejo y agotado, como asegura la oposición? No, no lo es. Se trata de acusaciones sin fundamento. El mandatario tiene 58 años, la misma edad de Angela Merkel, un año más que Mariano Rajoy, dos menos que Vladimir Putin y siete menos que Dilma Rousseff. Basta ver la dinámica de su campaña, la convicción de sus discursos, su capacidad de seducción, el despliegue de su narrativa, el tiempo que pasa de pie cada día para darse cuenta de que es un hombre vigoroso.

La fuerza de Hugo Chávez en la sociedad venezolana es arrolladora. Su candidatura está profundamente enraizada con la cultura política emergente en la ciudadanía. En ella se encarna un proyecto de transformación social compartido por muchos. Narrador excepcional, ha construido un relato nacional en el que millones de personas se reconocen y se identifican. Ha hecho visibles a los invisibles y les ha abierto espacios para que se hagan protagonistas de su propia historia. Como muestran diversos estudios de opinión, más de 60 por ciento de la población es optimista con el futuro de su país y con las previsiones sobre su capacidad de relación personal, y más de la mitad de los venezolanos simpatizan con el socialismo.

Por el contrario, la derecha venezolana no puede decir su nombre. Henrique Capriles, el candidato de la más rancia burguesía venezolana, tiene que presentarse como un integrante de la "clase media", disfrazarse de progresista y "mejorador" del modelo chavista, al tiempo que oculta su verdadero programa de gobierno. No le ha sido fácil. Expresar ideas que no son suyas le ha generado problemas de comunicación.

Capriles ha tenido el mérito de conducir –hasta ahora– una campaña que ha rehuido la polarización de clase. Guardó en el armario el odio que la oligarquía tiene hacia Chávez y se concentró en tratar de ganar el voto de las clases medias y los sectores descontentos con el chavismo, denunciando los ofrecimientos incumplidos de la revolución bolivariana. Sin embargo, la maniobra política no parece haberle permitido rebasar el techo histórico de votos de la oposición.

El mandatario ha reconocido fallas en su gestión. Hace menos de una semana admitió que hay gente "que podría estar inconforme por fallas", como el déficit habitacional, de infraestructura, o a causa del desacuerdo con los dirigentes, pero les pidió que su votación no se guiara por ellas. “El 7 de octubre –expresó– no está en juego si se fue la luz o no se fue, que si llegó el agua o no llegó, que si a mí no me han dado mi casa, que yo no tengo empleo todavía, o que si yo estoy bravo con no sé quién. No. No nos estamos jugando esas cosas, les repito, camaradas: nos estamos jugando la vida de la patria, el futuro de los niños y las niñas de toda Venezuela.”

De la misma manera en la que la oposición y sus aliados internacionales anunciaron la inminente muerte de Hugo Chávez, sólo para encontrarse –como en la cita apócrifa de Don Juan Tenorio– con que el mandatario goza de cabal salud, así, ahora, han querido crear la impresión de que los comicios tienen un resultado incierto y que Capriles podría ganarlos. Nada permite suponer que así serán las cosas.

En los escasos días que restan hasta el 7 de octubre el debate no es sobre quién ganará, sino con qué porcentaje triunfará Hugo Chávez. La verdadera duda no es si la oposición remontará la desventaja que tiene en la mayoría de los sondeos, sino si aceptará su derrota u optará por jugar el resto de sus fichas apostando por la desestabilización.

"No vamos a dejarnos quitar ni a Chávez ni a la Revolución"

"No vamos a dejarnos quitar ni a Chávez ni a la Revolución"

x Revista Sudestada

Entrevista con Inder Herrera del Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora que intenta construir desde abajo el socialismo del siglo XXI

Nacido en los albores de 2000, el Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora (FNCEZ) es uno de los movimientos sociales más interesantes de Venezuela. Autónomos y leales al presidente Chávez, intentan construir de abajo el socialismo del siglo XXI que en el país tiene diversas formas y corrientes. Marcados por la historia de la lucha y resistencia en Venezuela, el FNCEZ es parte de Vía Campesina e impulsor de una política que se define con discusiones en asambleas.

Afincados en varios estados venezolanos, principalmente en Los LLanos, el FNCEZ tiene en su haber la construcción de ciudades comunales donde, como dice Inder Herrera, "nadie va a encontrar cajeros automáticos porque una ciudad no son sólo edificios". Encargado de las relaciones internacionales del movimiento, Inder Herrera dialogó con Sudestada sobre la historia del FNCEZ, la construcción de un movimiento campesino en un país petrolero, la relación con el ejército y las consecuencias del paramilitarismo.

-¿Cómo surge el Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora?

-Es una organización político social del movimiento campesino venezolano que agrupa a pequeños productores, cooperativistas, asentamientos campesinos, y tiene como objetivo central la construcción del poder popular socialista, que no está aparte del de la revolución bolivariana. En los 80 en el estado Apure, en la frontera con Colombia, surge toda una lucha producto de la represión que había contra el sector campesino. La llegada del comandante Chávez en 1999 es consecuencia del descontento y nosotros surgimos como producto de todas esas luchas.

Nacimos en Guasgualito en el 2000 y había tres frentes. Uno que estaba en el sur del lago de Maracaibo, el Bloque Campesino del Sur del Lago. Otro que estaba en el estado de Barinas y otro en Apure, el Frente Revolucionario Campesino Simón Bolívar. En el 2003 hicimos una gran asamblea nacional planteando la construcción de un instrumento nacional. Estuvimos en la CAN, que fue un decreto presidencial para crear una Coordinadora de Campesinos, pero mejor era construir un movimiento legítimo, desde abajo, al calor de la lucha. En el 2003, en una gran asamblea, fuimos los tres frentes y planteamos la unificación del FNCEZ. Así se formó el Frente: de un grupo de estudiantes y campesinos que se unificaron y construyeron un instrumento de lucha.

-¿Cómo se explica el rol de un frente campesino en un país que siempre fue tan dependiente de la industria petrolera?

-En 1920 Venezuela era agrícola y ganadera. Había mucho café, caña, cacao, yuca, había ganado caprino, porcino y nuestra economía se sustentaba en eso. La población campesina era casi del 40% y hoy es sólo del 7%. Ser un país petrolero significó el éxodo campesino. El campesino vendía su parcela a precio de gallina flaca al que tenía más dinero, y ese señor iba acumulando tierra y así se convirtieron en los grandes terratenientes. Cuando llego el comandante Chávez, visibiliza el movimiento campesino y le da un peso. Un país que no tiene la capacidad de producir lo que consume es un país que está en riesgo.

Porque el riesgo no es solamente a través de una invasión o de una confrontación bélica, sino a través de la comida, y nuestro país se hizo muy vulnerable. Hasta hace poco, casi el 90% de lo que consumía era importado. Ahora las frutas tropicales y las verduras se están produciendo en el país, con lo que se solventa en gran parte la demanda nacional.

-¿Cuáles son los temas que ven en la actualidad del país como principales para el avance del proceso?

-Ahora estamos hablando de la guerra contra el latifundio, que es una tarea fundamental. En estos últimos diez años se han rescatado casi tres millones de hectáreas. El Frente participa mucho de estas ocupaciones. Otra tarea fundamental es el tema del poder popular que creemos es la base fundamental. Creemos que hay que cambiar la estructura, que no se transforma si se cambian los nombres de los ministerios. Tiene que haber un cambio estructural en la relación de poder, cómo y quiénes ejercen el poder.

-Venezuela heredó una burocracia estatal muy grande. ¿Cómo es crear poder popular con esta traba que es la burocracia?

-Una de nuestras tareas centrales y nuestras banderas es la lucha contra el burocratismo, la corrupción, la ineficiencia y contra el reformismo. En Venezuela hay casi tres millones de empleados públicos. Nosotros criticamos, cuando se nacionalizaron Agroisleña y Owen Illinoils, que los trabajadores pasaron al Estado. Entonces, ¿qué se plantea? O construir un socialismo estatal o construir un socialismo donde la mayoría del pueblo sea el sujeto protagónico. Y no estamos hablando de la ausencia del Estado, sí que debe existir, pero un Estado transformador, bajo la lógica del socialismo. Lo que nosotros llamamos los resortes administrativos no permiten desburocratizar.

En el caso del poder popular, registrar un Concejo Comunal te puede llevar hasta casi un año. Cuando venga el Estado que acompañe, pero ahora viene a imponer y pasa por encima de la realidad del pueblo, de la comunidad, del barrio. Lo del burocratismo aparte es medio autoritario, impone, te traza la receta, trunca el proceso y lo puede aniquilar. Porque los procesos sociales tienen sus etapas, ritmos y dinámicas, y a veces el Estado viene adelantar las cosas, viene con mil millones de bolívares y mata el proceso. Esta es una tarea titánica y cotidiana, inclusive una lucha interna porque si no nos ponemos las pilas como movimiento, también podemos caer en el burocratismo. Por eso hemos convocado a la lucha ideológica a muchos sectores, inclusive estamos planteando en esta etapa la consolidación de la Corriente Bolívar y Zamora, que es nuestra línea de pensamiento.

Otra línea es el poder armado del pueblo, a través de la Milicia Nacional Bolivariana. Este pueblo tiene que construir sus mecanismos de defensa. Hay muchos sectores de Latinoamérica que no comparten que el pueblo tiene que asumir la defensa de la soberanía nacional y el territorio.

-¿Cuál es el desafío más grande que tiene el proceso revolucionario en Venezuela?

El comandante fue claro: este proceso tiene que ser crítico, sino seríamos cómplices de los desmanes, de las dificultades, de los problemas. Esta Revolución sigue estando amenazada: desde afuera por el imperio y sus lacayos, y desde adentro por el reformismo, el burocratismo, la corrupción y la ineficiencia. Podemos hacerlo porque este pueblo asumió mucha conciencia y ha despertado, y ahora es muy politizado. El Comandante ha sido nuestro principal ideólogo y formador todos los días. Hemos asumido conciencia de lo que nos ha costado esto y de que no vamos a dejarnos quitar ni a Chávez ni a la Revolución.

La victoria de Chávez es no sólo una derrota de la derecha venezolana, sino de la del continente

La victoria de Chávez es no sólo una derrota de la derecha venezolana, sino de la del continente

x James Petras - La Haine 

Capriles no puede ganar sólo con los votos de la clase media y la clase alta, necesita los votos de las clases populares y está jugando la carta del reformismo

Ultimo contacto previo a las elecciones en Venezuela que se celebrarán el próximo domingo del sociólogo norteamericano James Petras este lunes 1 de octubre para Radio Centenario.

Efraín Chury Iribarne: Le damos la bienvenida a James Petras. Buen día ¿cómo está?

James Petras: Muy bien, aquí estamos disfrutando del otoño, con grandes expectativas sobre las elecciones del próximo domingo en Venezuela, que aparecen como las elecciones más importantes de la historia reciente no sólo de América Latina, sino de todas las Américas.

EChI: Si le parece entonces, escuchamos su análisis sobre este tema.

JP: Si, creo que es importante hablar de muchas cosas más allá de lo que está pasando en la campaña electoral y en las encuestas, para poder definir cuáles son los puntos clave en este proceso político.

En primer término debemos anotar el legado histórico, y eso es muy favorable al presidente Hugo Chávez, porque en lo años ’90 -antes de Chávez- Venezuela vivía una época de corrupción, de masacres, de caída del estándar de vida, con un empobrecimiento impresionante, con niveles de inflación exorbitante. Con mucha corrupción que alcanzaba hasta al entonces presidente Carlos Andrés Pérez, quien estaba involucrado en una estafa multimillonaria.

Esto pesa mucho sobre la generación que actualmente tiene más de 35 años, particularmente de las clases populares, que recuerdan la época negra, donde el sufrimiento era generalizado, el desempleo alcanzaba al 30% y la vida era muy dura sin apoyo estatal.

Eso es parte de lo que va a influir sobre el voto, independientemente de lo que está pasando ahora o mejor dicho, en relación con lo que está pasando ahora.

El segundo hecho importante es el golpe de Estado de 2002 que fracasó. Es importante por dos razones: en ese golpe de Estado estuvo involucrado el candidato Henrique Capriles Radonski, él encabezó la mafia, la banda que atacó la Embajada cubana y que trató de causar daños físicos, actuó como un matón y no como el rockero que tratan de presentar hoy. Además, apoyó el lockout de los gerentes petroleros en 2003. Y esto también pesa porque la imagen que ahora está proyectando Capriles es la de un demócrata, un socialdemócrata, un personaje en la línea de Lula; que es todo un maquillaje porque tiene antecedentes violentos, golpistas, vinculado siempre a los sectores de ultra derecha y eso también queda en la memoria histórica.

Estos son dos puntos en contra de Capriles.

Ahora, lo que tiene a su favor es lo que se ve en la institucionalidad a nivel privado y público. Es cierto que Chávez está bien ubicado en el sector público, pero en el sector privado, por ejemplo en el sector financiero, el 80% de los bancos están en manos privadas; la gran mayoría de los servicios privados están en manos de la derecha; un gran sector de latifundistas y dueños de plantaciones están todavía con la derecha y todavía el sector manufacturero sigue estando en manos privadas. Es decir, la burguesía en general no ha sido tocada, e incluso ha tenido cierta prosperidad por el empuje económico que la economía tiene con las políticas del presidente Chávez.

La derecha tiene una fuerza institucional que le permite colaborar con el imperialismo y financiar la campaña política de la derecha.

Chávez tiene a su favor la reforma agraria, lo que le da el respaldo de un gran sector campesino, los pequeños agricultores, los obreros, los sindicatos, las comunas, y un sector de la burguesía, contratistas, que han trabajado junto al gobierno. Y más que nada, el control sobre la mayoría de la industria petrolera, a pesar de que hay sectores extranjeros involucrados allá, empresas noruegas y norteamericanas que siguen funcionando con contratos de servicio.

Es un factor importante decir que la derecha tiene una fuente financiera fuerte, una influencia económica y a partir de eso, está influyendo en un sector de la pequeña industria y comercio, minoristas y mayoristas.

El tercer punto importante, es la movilización social. La capacidad de convocatoria de la derecha no es pequeña, tiene capacidad de mover a cientos de miles, como el domingo en Caracas y otras ciudades, porque tiene una clase media que ha avanzado socialmente pero con miras hacia arriba y no hacia abajo. Es decir, la clase media emergente, que ha mejorado su estándar de vida, ahora quiere ubicarse más cerca de la élite que de los de abajo. Y es un sector arribista, que busca no la solidaridad, sino el consumo, el consumismo, el libre mercado, vinculado más que nada a la clase media profesional que está en contra del sector público y defiende la salud privada, la educación privada; etc.

Frente a eso, Chávez retiene una enorme base popular en los barrios, sigue teniendo una enorme fuerza en las grandes concentraciones urbanas y tiene sectores públicos que sienten miedo de que si vuelven a elegir a un candidato de la derecha va a aplicar recortes públicos, privatizaciones, etc. que van a implicar despidos de muchos funcionarios públicos. Por tanto, hay una división entre la clase media arribista y los funcionarios públicos que han sido contratados en los últimos años.

De todos modos, lo que hay que anotar en esta elección es la polarización social. Cada vez que hay una elección polarizada de clases, obviamente las clases populares están en mayoría, por lo que la táctica de Capriles es por una parte, dirigir su discurso para animar a la derecha, a las clases altas; y por otro, una imagen dirigida a la población, diciendo que él está a favor de todas las reformas sociales de Chávez, pero que él puede implementarlas con mayor eficiencia y menos corrupción.

Asimismo, para analizar esta elección debemos tomar en cuenta también el ambiente internacional, que es sumamente favorable a Chávez.

En este sentido, el alto precio del petróleo, el funcionamiento de la OPEP, los acuerdos con Rusia y China, los ingresos por petróleo; permiten al gobierno financiar muchos proyectos con alto impacto social. Eso es favorable. En segundo lugar, los Estados Unidos han sufrido muchos golpes debido a su política guerrerista y no tiene mucha presencia en América Latina, han perdido terreno especialmente con los gobiernos de centro izquierda que tratan de mantener una independencia y son por lo menos antigolpistas, en el sentido tradicional de Estados Unidos. A nivel nacional Capriles no puede competir con Chávez en popularidad. La correlación de fuerzas a nivel internacional es favorable a Chávez, lo mismo a nivel regional –en relación al Caribe, los programas de ayuda a Centroamérica y América Latina-.

Pero donde Chávez es vulnerable, es a nivel local, donde muchos funcionarios chavistas no han actuado bien, hay una brecha entre los compromisos sociales declarados por Chávez y la incompetencia de muchos funcionarios para implementarlos con eficiencia y honestidad. Y este es el punto débil, sobre el que los Estados Unidos y el imperialismo han recomendado a Capriles que se enfoque. Sobre los problemas de apagones, falta de agua, falta de seguridad, etc. en los barrios.

Porque Capriles no puede ganar sólo con los votos de la clase media y la clase alta, necesita los votos de las clases populares y está jugando la carta del reformismo en este sentido. La batalla para Chávez es mantener la lealtad de las clases populares en función de una lucha de clase fuerte: diciendo que si no vuelve a ser reelecto, Capriles va a revertir todos los programas sociales, se va a desenmascarara y se va a presentar como un neoliberal al estilo de Carlos Andrés Pérez, de Caldera. O sea que Venezuela va a volver a vivir en la época negra del pasado. Y eso es una debilidad para Capriles porque está asociado a la derecha dura, a la época de corrupción, de escándalos y de miseria.

Entonces, todo depende de parte de la memoria histórica, del golpismo, también de las reformas impactantes como las Misiones, etc. que podrían ser bien importantes.

Finalmente en este juego, lo que tiene fuerte Capriles es el respaldo incondicional de Barack Obama y la Casa Blanca, que lo están asesorando sobre cómo presentarse. Primero le dijeron que se presente no como derechista, sino como populista, como reformista, diciendo que Lula es su modelo, no los golpistas de 2002 o los gerentes que paralizaron la economía en 2003, ni la derecha que quiere volver a la época de oro para ellos que fueron los ’90, las privatizaciones, etc. No. Capriles debía presentarse como un reformista, buen muchacho, reformista hiper energético, que quiere un cambio moderado. Y Estados Unidos cree que si pierde Capriles por un margen significativo, no van a denunciar fraude, lo que van a hacer es consolidar el 45% que consiguen y apuntar así a las elecciones parlamentarias que se realizarán en diciembre, para ganar mayorías en el Congreso y neutralizar la Presidencia de Chávez.

Hugo Chávez va a ganar las elecciones este domingo 7 de octubre, pero con un margen menor del que querían o pronosticaron. No creo que alcancen el 60% ni los diez millones de votos. Va a conseguir menos votos, va a ganar creo, con un margen de entre el 8 y el 10% de diferencia, respetable, una victoria contundente en cualquier otro país. Con eso va a tener la iniciativa para continuar extendiendo la política social y económica y la solidaridad con América Latina.

Pero si pierde Chávez, va a ser una tremenda derrota para todos los países que reciben su solidaridad y ayuda, como Cuba, Nicaragua, Bolivia, y otros países.

Entonces la victoria de Chávez es no sólo una derrota a la derecha venezolana, sino a la derecha del continente. Pero si hay un Congreso controlado por la derecha, si hay una división, van a tratar de neutralizar y obstaculizar la realización de este programa.

Creo que la tarea de Chávez a corto plazo es ganar estas elecciones y luego hacer una rectificación en el funcionariado, cambiar las prácticas clientelistas que vienen de muchos políticos que se han enganchado al vagón de Chávez. Hoy se hace necesario hacer una transformación dentro del proceso de transformación mayor.

En suma, Chávez, por su popularidad, sus hechos, las experiencias de 10 años de prosperidad y avances, es difícil que pierda las elecciones; a pesar de que hay problemas graves en la aplicación a nivel local. Lo segundo es que esta victoria debe ser la punta de lanza para una rectificación en el Partido para las elecciones parlamentarias de diciembre, a las que apuntan los Estados Unidos.

EChI: ¿Cómo analizas la situación en España?

JP: A la situación económica se suman otros factores, como el voto en el País Vasco donde los independentistas están empatados con los nacionalistas conservadores. Si gana la izquierda independentista va a crear otro problema para el gobierno central de derecha. También en Cataluña hay problemas.

Entonces, hay una doble presión entre los independentistas y la crisis social y económica que es cada vez más profunda. Hay problemas de todos niveles. El Estado Español está en desintegración.

Las regiones donde gobierna la derecha –Valencia, Murcia, Madrid, etc.- no tienen solución tampoco, entonces tenemos una crisis de niveles sistémicos que ahora no tienen ninguna solución. Están en un callejón sin salida. El gobierno exige más sacrificios a pesar de que ya están cortando huesos, no hay nada de grasa ni carne. Hay un límite. Ahora han hecho un cerco alrededor del Parlamento, pero la cosa es cada vez más severa, ¿hasta cuándo puede actuar una institucionalidad que no funciona? [Ver cobertura en La Haine:http://madrid.lahaine.org/index.php?p=64307&lhsd=1 ]

El llamado a un referéndum es un paso significativo porque ya el pueblo no confía ni en los socialistas ni en la derecha en el gobierno. En ese sentido podríamos ver hasta qué punto la institucionalidad se va a quebrar de una forma u otra.

La demanda ahora es que renuncie Rajoy y su gobierno, han perdido el apoyo de la pequeña burguesía que era su mayor respaldo, el pequeño y mediano comerciante, hay bancarrota generalizada, empleados públicos, etc.; todo lo que era la base masiva de la derecha ha desaparecido. Están flotando en el aire, dependiendo cada vez más del ejército, de la Guardia civil, no pueden gobernar así.

EChI: En Afganistán no dan tregua a las fuerzas imperialistas, en estos días han atacado una base de la OTAN y un contingente norteamericano. ¿Las fuerzas de ocupación se niegan a reconocer que es una guerra perdida?

JP: Hay una doble guerra ahora. Es la fuerza del ejército norteamericano y sus cipayos contra la resistencia nacional y musulmana; y la otra es la guerra interna dentro de las fuerzas de ocupación. Ahora grandes sectores del ejército afgano están en contra, en rebelión, hemos leído una entrevista con un general norteamericano que se siente loco, porque dice que han hecho todo lo posible sacrificándose por ese país y ese pueblo y hoy “están apuntando los fusiles a nuestras espaldas”. Está histérico el tipo, porque se pregunta por qué deben morir allá “cuando quieren matarnos los mismos soldados que estamos entrenando”.

Esta histeria, esta frustración, esta bronca, es una indicación de que la guerra está perdida y no se pueden retirar lo suficientemente rápido como para salvar sus propias tropas. Eso es el anticlimax de una aventura fracasada y ahora el mismo general está condenando a sus propios cipayos, porque los cipayos dejan de serlo para ser parte de la resistencia. Al final Estados Unidos tiene que acelerar su salida antes de una rebelión generalizada, entre el ejército afgano y las fuerzas de ocupación de la OTAN.

EChI: Se acaba de conocer el fallecimiento de Eric Hobsbawm, historiador británico de 95 años, al que trataron de cerrarle muchas puertas.

JP: Si. Hobsbawm fue un brillante historiador del capitalismo europeo, particularmente de Inglaterra y sobre todo, destaco los tomos que escribió sobre la Revolución Industrial, el siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial.

Ahora, sus juicios políticos no siempre eran ajustados. Era un defensor del Frente Popular contra la Revolución en España, en la Guerra Civil; apoyó a la URSS sin criticar durante muchos años; y termina apoyando al Partido Laborista y los liberales británicos en su última fase.

Por tanto, debemos reconocerlo como una de las grandes figuras intelectuales, historiador, un hombre político contra el fascismo y contra la derecha por muchos años; pero al final de cuentas en sus últimos años, su juicio político sobre lo que hay que hacer actualmente estaba muy equivocado.

EChI: Bien Petras, en nombre nuestro y de la audiencia te agradecemos muchísimo todos los aportes que has realizado.

JP: Bueno, el próximo contacto será el lunes 8, un día después de las elecciones en Venezuela, tan decisivas, que vamos a preparar un comentario especial sobre eso.

El más seguro del mundo, sistema electoral venezolano combina biometría y voto impreso

El más seguro del mundo, sistema electoral venezolano combina biometría y voto impreso

Daniel Cassol


Caracas.- El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela comenzó este martes (2) a encaminar las urnas electrónicas hacia los 13.810 centros electorales en todo el país. Ellas forman son parte de un simple pero riguroso sistema de votación, que sin embargo, es el blanco de los ataques de la oposición, siendo utilizado para aumentar a tensión en vísperas de la elección del próximo domingo.

El candidato de la oposición, Henrique Capriles, de la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD), viene insinuando a lo largo de la campaña que puede no reconocer los resultados divulgados por el CNE en caso de derrota. En rueda de prensa realizada este martes en Caracas, frente a la pregunta de si reconocería el resultado del CNE, se limitó a afirmar que reconocerá "los resultados del pueblo".

Denuncias de fraude viene siendo utilizadas por la oposición venezolana para deslegitimar las victorias del chavismo, aunque nunca haya sido presentada una queja formal, según la vicepresidente del CNE, Sandra Oblitas. "Hemos tenido resultados diferentes y los actores políticos han aceptado el resultado. El sistema electoral de Venezuela no da margen para la duda. No existen razones válidas para poner en cuestionamiento el resultado de la votación", afirma. La fiabilidad del sistema se ha puesto a prueba: en 2007 con la propuesta de reforma constitucional y en 2010 con las elecciones parlamentarias, donde la victoria estuvo del lado de la oposición a Chávez.

Voto en cinco etapas

El último domingo, el CNE realizó la prueba final del proceso de votación, que es completamente automatizado, instalando tiendas en todo el país para que los electores pudieran simular el voto. En total, el CNE promovió 17 auditorías en el sistema, comenzando por la verificación de los registros electorales. Las auditorías incluyeron eventos de revisión técnica con la presencia de profesionales delegados por las alianzas políticas involucradas en la elección.

Los más de 18 millones de venezolanos aptos para votar cumplirán una serie de cinco etapas cuando lleguen a su zona electoral el próximo domingo, entre 6h00 y 18h00. En primer lugar, la identificación biométrica permitirá la liberación de la urna electrónica para el voto. Después de escoger su candidato, el elector recibirá un comprobante impreso, que él mismo depositará en una "caja de resguardo". Además de la identificación biométrica, el elector también firmará una lista y podrá su impresión digital. Al salir, manchará los dedos con tinta indeleble, inviabilizando una segunda votación. El CNE sólo divulgará el resultado de la elección en el momento en que no haya más posibilidades matemáticas de alteración.

Además de denunciar la supuesta posibilidad de fraude, la oposición venezolana critica medidas como la biometría, porque podría facilitar la violación del secreto del voto. Para la vicepresidente del CNE, la sospecha es infundada y forma parte de la disputa política. "En Venezuela, se pretende hacer bandera política de la cuestión del secreto del voto. Aquí, el voto estará siempre garantizado. El secreto del voto no está en cuestionamiento", declara Sandra Oblitas.

En septiembre, el ex-presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, cuyo instituto monitorea elecciones en todo el mundo, afirmó que el sistema venezolano es uno de los más seguros que ha conocido.

Inclusión electoral

Cómo órgano gestor de las elecciones en Venezuela y creado a partir de la Constitución de 1999, el CNE trabajó los últimos años para ampliar el número de electores, sea a través de nuevos registros, sea por la expansión de los centros electorales. En 1998, el porcentaje de la población que estaba fuera de los registros electorales era del 20,4%. Este índice es de sólo 3,02% actualmente, según la vicepresidente del CNE.

Para Sandra Oblitas, las 14 elecciones nacionales vividas por los venezolanos desde 1998, para la elección de presidente, gobernadores, parlamentarios, además de la participación en referéndums, consolidaron un sistema que recibe la confianza de la población. "En Venezuela, el proceso electoral es cotidiano", finaliza. (Traducción: ALAI)



Embajadores del mundo expresan su apoyo al candidato Hugo Chávez

Embajadores del mundo expresan su apoyo al candidato Hugo Chávez
Embajadores de distintas latitudes de América Latina y África expresaron este miércoles su apoyo al democrático proceso electoral que vivirá el pueblo venezolano el venidero 7 de octubre, al tiempo que manifestaron su confianza en la victoria del candidato Hugo Chávez, único líder que garantiza la unión e integración continental.

En declaraciones a Radio Nacional de Venezuela en La Habana, los representantes diplomáticos de varias naciones manifestaron que una victoria electoral de Chávez consolidaría el proceso de integración que vive la región y garantizaría una estabilidad política para el continente en los próximos años.

En tal sentido, Luis Cabrera, embajador de Nicaragua en la Isla, indicó que con estos comicios se fortalecerá la democracia participativa en Venezuela con la voluntad mayoritaria del pueblo que desea continuar el fortalecimiento del socialismo.

Por su parte, Domingo Santacruz, embajador del El Salvador en La Habana, señaló que Venezuela hoy transita hacia una democracia revolucionaria donde las grandes mayorías se han visto beneficiadas por los programas implementados por el Gobierno Bolivariano
Por su parte, Patrick Onguemby, máximo representante de la República Democrática del Congo en la Isla y decano del cuerpo diplomático, aseguró que este proceso no solo es importante para Venezuela sino parta todos los que quieren un mundo de paz, unión e integración.

Estas expresiones de solidaridad de varios representantes diplomáticos en la capital cubana se unen a más de 10 millones de personas en el mundo que han firmado un llamamiento impulsado por la Red en Defensa de La Humanidad en apoyo la Venezuela Bolivariana.


El mayor sindicato portugués convoca una huelga general

El mayor sindicato portugués convoca una huelga general

El mayor sindicato de Portugal, la Confederación General de los Trabajadores Portugueses (CGTP), ha convocado una huelga general para el próximo 14 de noviembre. 

La organización insta a los ciudadanos del país a protestar contra la política de ajustes del Gobierno luso. 

La declaración de la CGTP se da unas horas después de que el ministro de Finanzas del país, Vitor Gaspar, anunciara un incremento del impuesto sobre la renta que entrará en vigor en 2013. Asimismo el alto funcionario anunció que las medidas de austeridad incluyen la introducción de un “impuesto extraordinario” del 4%. 

Portugal es uno de los países de la Unión Europea más afectados por la crisis financiera y está recurriendo a una política de grandes recortes para combatirla.