lunes, 28 de noviembre de 2011

America Latina esta perdiendo sus tierras, a manos de las Multinacionales

America Latina esta perdiendo sus tierras, a manos de las Multinacionales


|Pravda Liberation PARIS 1871|Redaccion Paris|
Un estudio de la ONU revela que las transnacionales están comprando grandes cantidades de tierra en América Latina. Algunos analistas creen que eso puede amenazar la seguridad alimentaria de los países latinos.

El informe, redactado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), señala que el fenómeno de acaparamiento de tierras afecta en mayor parte a Brasil y Argentina. Sin embargo, los países restantes de la región también despiertan el interés de los compradores extranjeros.

Los expertos coinciden en lo que los recursos tierra son cruciales para la economía, especialmente en los actuales tiempos de crisis económica. Y el fenómeno de concentración y extranjerización de tierras en América Latina se debe a que "la tierra en los países latinoamericanos es más barata que en los países capitalistas desarrollados", asegura el analista internacional Julio Gambina.

Los países del Mercosur, como Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, son los grandes proveedores de soja, girasol u otros productos agrarios al mercado mundial que compiten de alguna manera con EE. UU., por lo que sus tierras son muy beneficiosas para los capitales internacionales.

Según Gambina, la adquisición masiva podría aumentar las exportaciones en detrimento de la producción doméstica en estos países, lo que pone en peligro su soberanía alimentaria. En cuanto a posibles medidas para evitar este escenario, los estados podrían elaborar normas semejantes a la ley de tierras argentina, que restringe la venta de tierras rurales a los extranjeros.

La amenaza para los países latinoamericanos también la señalan los autores del informe de la ONU. El oficial de Políticas de la FAO, Fernando Soto-Baquero, advirtió de que los Gobiernos de la región deben encontrar formas de asegurar que los procesos de concentración y extranjerización de tierras no tengan efectos negativos sobre la seguridad alimentaria, el empleo agrícola y el desarrollo de la agricultura familiar.

ODC: NECESITAMOS TRADUCTORES

ODC: NECESITAMOS TRADUCTORES


Desde Odio de Clase nos dirigimos a los camaradas, lectores y simpatizantes de nuestro blog para solicitarles que nos ayuden y colaboren regularmente en la traducción de documentos tanto en inglés como en francés.

Actualmente estamos sin traductor y acaban de publicarse nuevos comunicados del PCI (Maoísta) que nos gustaría traducir, así como tenemos muchos documentos tanto en inglés como francés pendientes.

Por favor camaradas interesados en ayudarnos se dirijan a esta direcciónodio.de.clase@gmail.com.
¡Camaradas os necesitamos para impulsar más aun la labor del blog!

¡Gracias y saludos rojos camaradas!

Es necesario romper esos patrones de vida: Alejandra Barrales

Es necesario romper esos patrones de vida: Alejandra Barrales


Alcanzar el ideal de vivir en una comunidad donde prevalezca el respeto al otro y el trato digno, es un camino en el que cada día damos pasos importantes en la ALDF, pero sólo si suprimimos malas conductas vamos a acabar con este problema.

El 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer y las capitalinas debemos sentirnos muy orgullosas de los avances que en la materia hemos logrado; sin embargo, mientras haya una mujer golpeada no será suficiente.
Vivir en un entorno violento no es por voluntad, hay patrones sociales, culturales, sicológicos y económicos que mantienen a muchas mujeres, ya sean menores o adultas en esta condición. Mientras que los agresores son resultado de un país y una sociedad que no ha contrarrestado con educación esos antivalores.
Desde la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) se han impulsado normas que de una manera determinante buscan romper con estos patrones de conducta, las y los diputados locales aprobaron hace unos meses las reformas para que en la capital del país el feminicidio sea tipificado como un delito.
Quien cometa un feminicidio podría purgar una pena de hasta 60 años de cárcel, cuando el agresor haya tenido con la víctima alguna relación ya sea afectiva, de confianza, sentimental, parentesco, laboral, docente o de subordinación.
Aunque pareciera lógico que el feminicidio estuviera tipificado, resulta que la mayoría de las entidades de la república no lo consideran así, sólo en Guerrero, Tamaulipas, Guanajuato, Morelos, Estado de México, Veracruz y el Distrito Federal.
Y cuando nos referimos a feminicidio es porque se llegó al extremo de la violencia que se puede ejercer sobre una mujer, pero en el camino se ejercieron muchas formas de violentar y agredir física o sicológicamente a una persona.
Así que se endurecieron las penas para quien ejerza la violencia hacia una persona, determinamos cárcel inconmutable a quien golpee a una mujer; porque todos conocemos de historias sobre parejas que no se atreven a denunciar al agresor por miedo, por presión social o por pena.
Algunas de ellas cuando se atreven a presentar sus denuncias terminan otorgando el perdón, minimizando la situación que enfrentaron y anteponiendo el interés de otros.
La idea de ni una mujer golpeada más en el DF ha tenido un eco importante entre la población, sensibiliza a las mujeres y sobre todo hacer pensar dos veces a los agresores. Este tipo de reformas permite a quienes sufren violencia darse cuenta que no están solas, que hay mecanismos para protegerlas.
Incluso las autoridades capitalinas cuentan con albergues y apoyos económicos para quienes decidan dejar el hogar donde sufren el maltrato, que no sea la dependencia económica la razón que las tiene atadas a sufrir este tipo de agresiones. En esta materia si consideramos que deben ser las leyes los mecanismos que fijen los patrones para que la ciudadanía cambie, que permitan evolucionar como sociedad respecto a conductas inaceptables, las cuales son rechazadas y sancionadas. Mientras más educada es la población, es más respetuosa de los derechos de los demás hombres, mujeres, jóvenes, adolescentes, menores, adultos mayores independientemente de las diferencias.
Realmente queremos motivar y promover cambios sensibles para nuestra sociedad, contribuir a la formación de una nueva ciudadanía, donde las autoridades tienen una gran responsabilidad y el reto de estar a la altura de lo que todos queremos.
DATOS PREOCUPANTES
No nos podemos quedar cruzados de brazos, sin promover los cambios que se necesitan, en el Distrito Federal 77 de cada100 mujeres de 15 años de edad han sufrido violencia en sus hogares o fuera de él; pero es mayor la agresión en un espacio público que en un lugar privado de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares.
Desde el ámbito familiar siempre pensamos que hay avances, que hijas e hijos serán mejores que los padres, por eso es alarmante que 41 por ciento de las mujeres solteras entre 15 y 24 años de edad señalen que han sufrido algún tipo de agresión.
Entonces tenemos un eslabón que se ha roto porque hay nuevas generaciones de agresores, la familia no está contrarrestando esos comportamientos y tenemos una alteración de los valores. Hombres que violentan las relaciones y mujeres que han sido víctimas.
Qué pasa con valores que estamos fomentando en nuestra sociedad, si uno de cada cuatro mexicanos y mexicanas, es decir la cuarta parte de la población en nuestro país piensa que muchas mujeres son violadas porque provocan a los hombres, así lo revela la Encuesta Nacional de Discriminación.
Este estudio nos indica que de cada cinco hombres, es decir el 20 por ciento de la población masculina considera que es natural que a las mujeres se les prohíban cosas, el 15 por ciento no cree que se deba gastar tanto en la educación de las hijas, porque se casan.
Lo que retrata este tipo de muestreo entre la población es que los derechos de las mujeres se respetan menos, en el trabajo, ante la ley y son víctimas de violencia.
Estamos en un proceso real de cambios, de forma individual y colectiva, cada quien tiene que asumir su responsabilidad para eliminar la violencia y el Estado tiene que garantizar a la población femenina el ejercicio y goce de derechos para tener una vida libre de violencia.
Con educación y cero tolerancia, vamos a cambiar los patrones.

“Cuba ha de hacer más eficiente su economía sin renunciar al socialismo”

“Cuba ha de hacer más eficiente su economía sin renunciar al socialismo”


Sin patrones ni referentes en el mundo que orienten sobre cómo actuar y con el realismo como bandera, Cuba se ha embarcado en una reestructuración de su economía para agilizarla, dinamizarla y mejorar la calidad de vida de su pueblo. En otras palabras, “hacer más eficiente la economía pero sin renunciar en ningún caso al socialismo”.
Éste es el mensaje lanzado por el presidente de la Comisión Constitucional de la Asamblea Nacional cubana y decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, José Luis Toledo, en un acto organizado por la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí y el Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), que se celebró el pasado jueves, 24 de noviembre, en Valencia.

Aprobados este año por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba y por la Asamblea Nacional del Poder Popular, los 313 Lineamientos de la Política Económica y Social representan la hoja de ruta para una reestructuración de la economía cubana en el marco de la revolución socialista y sin abandonar ninguna de sus principales conquistas (el derecho a la salud, la educación y el deporte universales y gratuitos). Los Lineamientos son también el resultado de un proceso de discusión democrática, en el que han participado vecinos, estudiantes, obreros, organizaciones de mujeres, entre otros colectivos, que además han introducido cambios (en muchos casos sustanciales) a las propuestas iniciales.

Una de las principales cuestiones pendientes, y que abordan los lineamientos, es la redimensión del aparato del estado. Según José Luis Toledo, “hay en la superestructura estatal mucha fuerza de trabajo innecesaria, lo que genera problemas de productividad”. La reorganización no se realizará por las bravas, como sucede con los planes de ajuste en los países capitalistas. “A nadie se le dejará en la calle; las medidas se adoptarán después que Administración y sindicatos analicen las necesidades de cada centro de trabajo; si a alguien no se le puede reubicar en el mismo centro, se le ofrecen hasta tres posibilidades fuera del mismo y, por supuesto, cabe la opción del recurso ante los tribunales laborales”, matiza Toledo.

Hay también en los Lineamientos una apuesta decidida por la microeconomía, en concreto, por el desarrollo del trabajo por cuenta propia. Aunque en términos generales el estado pierda presencia en la economía y adelgace su peso, ello no supone dejar a los trabajadores a la intemperie. De hecho, a los autónomos o cuentapropistas el estado les facilitará recursos y materias primas. Precisamente es éste uno de los sectores que más ha crecido durante los últimos años en la economía cubana: en cualquier cuadra pueden observarse vendedores de café, pizzas, paladares (restaurantes) o pequeños negocios montados por un electricista o un zapatero.


Además de permitir la contratación de mano de obra (con las correspondientes cotizaciones a la seguridad social), “otra reforma inaplazable, apunta José Luis Toledo, es la fiscal, ya que durante 40 años en Cuba no se han pagado prácticamente impuestos al estado”. Para revertir esta carencia de ingresos, la Asamblea Nacional aprobó en julio una nueva ley tributaria tras un proceso de información al conjunto de la sociedad cubana.

Otra necesidad que apremia ahora mismo en Cuba es la de aumentar la disponibilidad de alimentos y, para ello, debe implementarse una reforma agraria, tal como establecen los Lineamientos. “Las tierras ociosas e improductivas podrán entregarse diez años por usufructo, extensibles por otros diez, para quien quiera dedicarse a labores agropecuarias”, explica el Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana. Y agrega el principio general: “Hemos de garantizar sobre todo el autoabastecimiento agrícola del país y procurar un paulatino regreso de la población a las tareas rurales”.

Muchas de estas modificaciones son bien recientes. Por ejemplo, Toledo ha anunciado en el acto organizado por la Asociación José Martí y el CEPS una de las últimas reformas: los agricultores podrán vender directamente sus productos a las cadenas hoteleras sin necesidad de que medien las empresas estatales. Otros dos Decretos-Ley aprobados en las últimas fechas insisten en la misma línea liberalizadora: permitir la compra-venta de coches entre personas, que durante mucho tiempo estuvo restringida; y eliminar las trabas a la compra, venta y donación de viviendas, que tendrán que estar en todo caso inscritas en el registro de la propiedad (lo que, de paso, servirá para actualizarlo).

La cuestión de la vivienda en Cuba tiene una larga explicación, que se retrotrae a la década de los 80 cuando la Revolución entregó a cada ciudadano la casa en propiedad. El estado vendió las casas a los particulares a precios simbólicos, y además les concedió facilidades de pago (en función de los salarios). También se entregaron muchos hogares gratis, por ejemplo, a los afectados por catástrofes naturales. En este contexto, y dado que el estado había otorgado grandes facilidades de acceso, se negó a la vivienda la condición de mercancía y se establecieron numerosas limitaciones a la compra-venta. Pero los tiempos cambian y se estrena ahora una nueva etapa de desregulación.

Se trata de reformas, todas ellas, que proceden de una lectura atenta de la realidad o, como ha afirmado el presidente Raúl Castro, “con el oído puesto en la tierra para observar los cambios que hay que hacer”. Por eso, según José Luis Toledo, resulta esencial aumentar la productividad de la economía cubana y, en esta línea, “el salario ha de convertirse en el medio básico de la subsistencia del individuo, sea en una empresa estatal o en una privada; hoy el salario en Cuba da para poco y ha de incrementarse, pero siempre ligado a un aumento de la productividad en el centro de trabajo”.


Además de poner al salario en el centro de la economía, el presidente de la Comisión Constitucional de la Asamblea Nacional cubana señala otra herramienta capital, el Plan. “El objetivo es no gastar más de lo presupuestado en los planes, sean de santidad, educación o cualquier otro capítulo. En este punto hay que ser muy estrictos para no incurrir en grandes déficits”. “Con el tiempo hemos aprendido a ser realistas”, explica Toledo, quien además vaticina que en 2012 la economía cubana registrará un “modesto crecimiento”.

Así pues, los Lineamientos apuntan cambios profundos pero conservando la esencia de la revolución, sus grandes conquistas. Sanidad, Educación y Defensa quedarán exentas de la penetración del capital privado, todo un logro cuando los pilares del Estado Social se venden al mejor postor en todo el mundo, con la coartada de la actual crisis. Esto no impide que Cuba se abra a la inversión extranjera, subraya José Luis Toledo, “pero de manera ordenada y evitando que genere corrupción; con el fin de evitar la corrupción neocolonial se separan los cometidos de negociar con una empresa extranjera y decidir finalmente sobre su implantación”. También se ha creado un organismo nuevo, la Contaduría General de la República, para que audite las cuentas del estado, el destino de las inversiones públicas y la licitud de las empresas que operen en el país.

El estado, en este contexto, se desvinculará cada vez más de la gestión empresarial. Grandes grupos de empresas dirigidos actualmente por ministerios, como la industria azucarera o correos, se racionalizarán y aunque permanezcan en el sector público de la economía, funcionarán con criterios de costes y resultados, e incluso se abre la posibilidad a que puedan declararse en quiebra. Esto se complementa con un fomento de las cooperativas en sectores que ahora tutela el estado (el gobierno trabaja en una ley de cooperativas) y en el arrendamiento a particulares, que contarán con apoyo estatal, de actividades como peluquerías o taxis. Reformas audaces cuyo resultado está aún por ver, pero que por su magnitud inauguran una tercera etapa en la historia de la revolución cubana, tras la victoria de 1959 y el fin del “periodo especial”.

[Vídeos] Diez años de fábricas administradas por los trabajadores



[Vídeos] Diez años de fábricas administradas por los trabajadoresDick EmanuelssonExtractos de unas perlitas de Poder Popular rodeadas de una sociedad y estado capitalista


Que ha pasado con las fabricas y la suerte de los trabajadores durante los diez años de gestión obrera en Argentina? Dick Emanuelsson ha visitado y ha hablado con los trabajadores en cuatro empresas.

BUENOS AIRES / 2011-04-10 / Caminamos dentro de la fábrica de Grissinopoli, ubicada en un típico barrio de Buenos Aires. Ivana Agüero y sus 20 compañeros y compañeras estaban eufóricos de felicidad ese día. El anterior, las camionetas habían salido de la fábrica con su primera producción de bizcochos y galletas, algo así como una tonelada y media. Y sin el Patrón dando órdenes.

Fue hace casi diez años cuando llegué, ese día histórico, a la “Cooperativa la Nueva Esperanza, Grissinopoli”. Pude compartir con más de 700 representantes la primera Conferencia Nacional de Fábricas Recuperadas por los obreros.

REPRESENTABAN APROXIMADAMENTE A 10.000 trabajadores de toda Argentina, literalmente víctimas del modelo destructivo neoliberal que destruyó y desmontó una gran parte del sector productivo del país. Hoy, 2011, son 20.000 trabajadores que en sus empresas se sostienen en una lucha ardua y complicada para sobrevivir en un mar capitalista.

En ese entonces, 2002, pregunté a Ivana si era posible mantener la producción en un país que había caído en la más profunda crisis económica como la que pasaba entonces en Argentina, donde el pueblo, poco antes, había tumbado 4-5 gobiernos en cuestión de días. Mucho más teniendo en cuenta que la gente lo primero que recorta, en esos trances económicos tan duros, son las cosas que no revisten importancia extrema, como por ejemplo podrían ser las galletitas y los bizcochos.

– Entendemos las dificultades pero debemos intentar, tenemos que salir para sacar nuestros productos al mercado y los bizcochos de Grissinopoli tienen fama. No tenemos otra alternativa si no, estamos perdidos. Todos los compañeros en la fábrica entienden eso, decía hace diez años.

Cuando nos encontramos nuevamente, a principio del mes de abril de 2011, se ve más gastada por lo arduo de su tarea, pero al mismo tiempo con la misma firmeza y orgullo que la acompañaba desde el 2002. Y ya lleva 35 años trabajando en Grissinopoli.

– Estamos sumamente felices y tu mismo eres un testigo de las enormes dificultades que tuvimos los primeros años. Pero hoy hierve de actividad en la fábrica. Si recuerdas, el parlamentario de Buenos Aires, Crespo Campo, decía hace diez años que los trabajadores no tenían capacidad ni cerebro capaz de permitirles llevar una empresa adelante. Pero comprobamos lo contrario, dice Ivana con una expresión en su rostro que pocos se atreverían a cuestionar.

Ivana Agüero en la "linea" desde 35 años, y ahora ella y sus compañeros son los dirigen su fábrica, sin el capitalista. FOTO: D.E.

Y EL VIEJO DICHO ¡“Trabajadores sí son necesarios, pero capitalistas no”! es hoy un lineamiento para la mayoría de las cooperativas que florecieron en toda Argentina entre el 2001 y el 2002. Decía Ivana, ese año, que “los clientes tienen que confiar más en los trabajadores que en los dueños, porque los últimos se preocupan más por sus ganancias, no porque que el país salga de la crisis”.

En esos años duros, los trabajadores pagaron de su bolsillo para comprar trigo y levadura para poder realizar la primera producción. No cancelaron un solo sueldo los primeros seis meses.

Al llegar en 2011 pude ver que dos grandes camiones, llenos de bolsas de 50 kilos de trigo, eran descargados en la fábrica.

– En la reunión mensual reciente de la cooperativa, decidimos introducir un nuevo turno y emplear 15 trabajadores más. Hasta ahora hemos trabajado en turnos de doce horas para poder entregar lo contratado. Pero ya no podemos más, dice Marina Pino.

ELLA HA TRABAJADO CASI 40 AÑOS en Grissinopoli y fue la primera presidenta de la cooperativa durante cinco años. Es una mujer elegante, formada en administración de empresa y se encarga de la mayor parte del trabajo en la oficina, junto con la única secretaria en Grissinopoli. Aunque debe ser la trabajadora con más preparación, en Grissinópoli, recibe el mismo salario que los demás trabajadores, un sagrado principio para la cooperativa es el de la igualdad. Pero no es la única mujer que haya dirigido la fábrica durante estos diez años, son en total tres mujeres que han tenido ese cargo y de los 20 empleados sólo cinco son mujeres.

– Juntas y juntos manejamos este gran barco que es como el Titanic, comentaba Ivana con una gran carcajada optimista.

¿Cuánto gana un obrero en Grissinopoli hoy? Pregunté.

– Si alguien acá buscara un empleo en el mercado laboral de hoy, perdería la mitad de su sueldo. Pero haber llegado hasta donde estamos ahora, nos ha costado muchos problemas y sudor, resumía María Pino

E Ivana agregó:
– Hoy podemos dedicar mucho más tiempo para la familia que durante los primeros años que fueron durísimos. No solamente hemos recuperado y reconquistado nuestros trabajos, sino también una calidad de vida que no teníamos antes. Ya nadie nos explota.

EL TAXISTA SUSPIRÓ y comenzó a ubicar su dinero en diferentes partes en el carro.

– Tenemos como regla no llegar hasta aquí por la inseguridad y delincuencia, dice y hace señas con la cabeza hacia una esquina donde hay unas personas, a su decir, con fisonomía sospechosa.

Me comenta que ese barrio es lo que llaman “Villas”, barrios de extrema pobreza con mucha delincuencia donde ni las ambulancias quieren entrar por miedo a los robos. Sin embargo, nada pasó y mi maletín con las cámaras sobrevivieron al paso por el lugar.

El mismo año que los trabajadores de Grissinopoli ocuparon su fábrica, los obreros metalúrgicos en el Astillero Unidad Naval retomaron también la producción. Estaban en peores condiciones ya que el astillero, ubicado en el barrio de Avellaneda, había estado parado durante dos años debido a la crisis.

En 2005, cuando lo visité, la cantidad de trabajadores había sido reducida a un núcleo de 30 obreros.

– A pesar de los primeros años que fueron sin dudas, difíciles, no podemos decir que nos haya ido mal. 

Pero claro, comparándolo con los años de la bonanza en la década del ´90 cuando éramos unos 800 trabajadores, sí, notamos una gran diferencia con nuestros 30 trabajadores hoy en día, dice Beto Aquino, secretario en la cooperativa.

EL SOL BRILLA INTENSAMENTE en pleno otoño, entramos en unos de los dos remolcadores que se encuentran en el muelle para ser reparados. Las paredes con asbesto serán reemplazadas al mismo tiempo que las máquinas serán alineadas. Siento el olor de aceite de la máquina cuando bajamos por las escaleras formando un ángulo de noventa grados para llegar a la sala del motor. Siento el humo de la soldadura, y el olor de los gases que llegan cuando el obrero aprieta la herramienta de corta hierro (con gas), para cortar el hierro rojo y amarillo, por el calor y la combinación de acetileno y oxígeno.

Me siento como en la “casa vieja”, como transportado hacia un viaje al pasado que vive latente en mí, porque también fui obrero metalúrgico desde los 15 hasta los 32 años. Uno más entre tres mil compañeros hasta que un día el director del diario del Partido Comunista Sueco, me pidió que dejara el uveral y del astillero para trabajar tiempo completo en el diario.

Por eso no tengo ese temor que muchos periodistas graduados en la facultad de comunicación social tienen cuando salen de la universidad para entrar a una fábrica con bulla, ruidos y humo, que contrasta cruelmente de los salones cómodos en los ministerios o las sedes con airecondicionado de las ong´s. Si es que los jefes de la redacción están interesados de revelar las condiciones de trabajo en reportajes. 

El 2011 la selección de temas en los medios muestra que la situación para los trabajadores no les interesa a los dueños de los medios de comunicación. Pocas ves hoy se ve, se escucha o se lee en los diarios reportajes directamente desde los centros de producción.

Y los trabajadores saben, además, que para lograr resultado en su lucha, tienen que estar unidos, “no importa si eres socialdemócrata o comunista por que pertenecen la misma clase social”, me enseñaban los viejos mentores y obreros comunistas en el astillero. Mejor “universidad” para un muchacho no existe. ¿Qué medios quiere cubrir una fábrica desde ese ángulo? ¿Y desde cuando hay ONG´s interesadas en preocuparse sobre esos temas?

– NO CREAS TODO LO QUE DICE BETO, dicen dos obreros que descansan en el comedor del barco. Esto no es un camino de rosas hacia el socialismo porque somos totalmente dependientes de la coyuntura capitalista, dijo uno de los dos obreros, casi un poco como con resignación, conscientes de la realidad en que se encuentra. Beto se ríe ante el comentario sarcástico de sus compañeros. Treinta obreros en un inmenso terreno en la ciudad comparable a las grandes capitales del mundo, es la ilustración clásica de la esencia de un sistema económico que con sus repetidas crisis cíclicas, crea tragedias sociales apoyadas en el desempleo masivo.

Para el sector especulativo financiero y de los grandes consorcios de las constructoras, ese lugar casi en el centro de Buenos Aires es una perla dentro del marco especulador, sin embargo allí hay 30 obreros reclamando su derecho al trabajo, que no van a rendir así no más.

EN LA “COOPERATIVA BRUKMAN, 18 de Diciembre” que tres veces fue desalojada por las fuerzas de la policía, tres veces también volvieron esas mujeres tercas y firmes para defender su lugar de trabajo en la Capital Federal, donde el precio de la construcción por metro cuadrado es uno de los más altos del mundo. Es por eso mismo, detalla Delicia Millahual, integrante de la dirección de Brukman, que viven en una permanente preocupación sabiendo que el banco un día llegará para desalojarnos ya que la disputa sobre el edificio todavía no está resuelta.

A principio del 2000, los trabajadores de Brukman se convirtieron en algo simbólico en la defensa de su trabajo y de la fábrica. Ante una realidad descarnada, surgió entre varios obreros el sueño de un nuevo sistema económico en donde la clase obrera fuera considerada como seres humanos dignos y no una mercancía que se puede desechar cuando consideran que no sirve. Su lucha fue acompañada por sectores de izquierda donde se destacaron los jóvenes.

LOS 50 TRABAJADORES, CON UNA gran mayoría de mujeres, decían estar agradecidos por el apoyo y respaldo que recibieron de la izquierda argentina. No faltaron oportunistas que se arrimaron a la lucha de Brukman pretendiendo reforzar sus organizaciones. Pero las trabajadoras supieron ponerse a la altura de las circunstancias y manejaron su nave consensuadamente y en unidad de clase, dando lugar al nacimiento del Movimiento Cooperativo de Fábricas Recuperadas. Quizás algunos de ellos más vieron el caso de Brukman para reforzar su propia organización en vez de pensare en el destino exitoso del a lucha de los obreros del Brukman. Y a final estos dijeron “Muchas gracias por su respaldo, pero ahora nos toca a nosotros de manejar esta nave” y se afiliaron al Movimiento Cooperativo de Fabricas Recuperadas.

A diferencia de los trabajadores de Grissinopoli y del Astillero Unidad Naval, los trabajadores textiles ganan mínimamente, 600 pesos, o 150 dólares, muy por debajo del salario mínimo.

– Hemos comprobado durante diez años que los trabajadores somos capaces de llevar la cadena del proceso, desde que entra la tela y el terno sale de la fábrica. Nosotros hemos comprobado que podemos llevar la fábrica sin accionistas, dijo Delicia Millahual, cuyo origen es indígena mapuche, nacida en Chile pero desde más de 30 años residente en Argentina.

MIDE CASI DOS METROS y la primera vez que nos conocimos fue en 2006 en la ciudad boliviana de Sucre. Ahí contó sobre las experiencias exitosas de los trabajadores del astillero Río Santiago en su lucha contra la ofensiva privatizadora del presidente Carlos Menem durante la década del ´90.

– Era una lucha de clase pura. De un lado la clase obrera y al otro, los militares golpistas, curas con un pasado oscuro, el capital monopólico y los politiqueros asalariados de las empresas transnacionales. 

Logramos que el astillero más grande de Latinoamérica no fuera privatizado porque lo vimos como un conflicto de clase, no una lucha entre partidos, dice Ángel Cadelli, un ingeniero con más de 40 años de servicio en el astillero Río Santiago.

En la lucha contra la privatización del astillero, Ángel Cadelli fue elegido unitariamente por sus 2700 compañeros de trabajo, a los que habría de representar como vicepresidente de la Junta Directiva de la Gerencia del Astillero con responsabilidad de mantener los contactos con las líneas navieras y estados.

PARA NADIE ES UN SECRETO que tanto el astillero, como el municipio donde esta está ubicado, la ciudad de Ensenada, se han beneficiado enormemente por la integración latinoamericana cuya principal cabeza es el presidente venezolano, Hugo Chávez Frías.

– Venezuela es de un interés central por su potencial económico. Chávez ha colocado dos contratos con la posibilidad de otros dos buques que darán trabajo a más de 1500 compañeros durante ocho años para cada uno de los buques. Es por eso que las relaciones Argentina-Venezuela son de tan vital importancia, subraya Cadelli.

No todos son felices cuando los trabajadores del Astillero Río Santiago entran por el portón en la mañana, sin mayor preocupación por el día siguiente. Las relaciones entre Argentina-Venezuela son boicoteadas activamente por los gringos y los ingleses, agrega Ángel. Por ejemplo, una gran pieza del motor producido en China, que pesaba 135 toneladas y que sería montada en el buque tanque “Eva Perón”, se desplomó de la grúa cuando fue cargada en Houston, estados Unidos. No dudamos en decir que fue un intento de la CIA de sabotear la producción de los contratos con Venezuela. Porque este tipo de sabotaje ocurre frecuentemente con los contratos venezolanos pero nunca con los contratos con otros países.

EN ARGENTINA SE PRODUJO UN MOVIMIENTO interesante como fue el de las fábricas recuperadas por los trabajadores. Esto respondió a un proceso de maduración de la clase obrera que explotó en los momentos más cruciales, cuando el país padeció la durísima crisis causada por la instalación del modelo neoliberal. La masiva importación de productos, la profunda destrucción del aparato productivo nacional produjo el aumento del desempleo y el alza de los índices de pobreza e indigencia. Fue en esos momentos cuando la creatividad dejó a un costado la desesperación, los trabajadores comprendieron que no era momento de echarse a llorar, sino de tratar de recomponer los fragmentos esparcidos por esa tierra tan rica de recursos naturales y humanos.

Los trabajadores y trabajadoras dieron cuenta de su valentía cuando de preservar la fuerza del trabajo se tratara y allí continúan su labor comenzada no sin grandes esfuerzos, estigmatizados, perseguidos, acosados. Hoy esas empresas continúan su tarea en una Argentina donde nuevos aires comenzaron a soplar aunque aún haya mucho camino por transitar.

Los primeros pasos ya están dados y eso es para celebrar, porque cuando los pueblos quieren ser dignos no hay fuerza capaz de detenerlos.

Swazilandia y Mswati III, la última monarquía absolutista de África

Swazilandia y Mswati III, la última monarquía absolutista de África
x Igor Urrutikoetxea


En medio de este panorama represivo y asfixiante, cada vez son más los sectores de la sociedad los que están haciendo frente al régimen absolutista



Recientemente tuvimos la oportunidad de visitar el país acompañados por los compañeros de Numsa, sindicato del metal de Sudáfrica integrado en la central sindical COSATU, que ha iniciado una campaña a nivel internacional para denunciar la falta de libertades políticas, sindicales y civiles que padece la población de este país y que se extiende a todos los ámbitos de la vida cotidiana. Campaña que a nivel internacional está desarrollando también la Federación Sindical Mundial.

Swazilandia es uno de los países más pequeños de África (poco más de 17.000 kilómetros cuadrados), con cerca de 1.200.000 habitantes y carece de salida al mar. Su balanza comercial es claramente deficitaria y sus exportaciones son agrícolas en un 90%: El azúcar y la madera son los principales productos. Tiene una clara dependencia económica con respecto a Sudáfrica.

El salario medio en sectores como el metal es de 180 euros mensuales, mientras en otros sectores feminizados como el textil o el comercio no llega a los 100 euros mensuales. Los profesores y profesionales de la sanidad gozan de salarios algo más altos (entre 400 y 700 euros mensuales), pero son un sector claramente minoritario. Estos salarios están muy por debajo de los de Sudáfrica, por lo que un gran número de trabajadores emigran al país vecino, donde se les emplea como mano de obra barata.

El régimen político nos retrotrae al feudalismo. El rey Mswati III es el monarca absoluto. Mientras él tiene 14 palacios reales en los que viven diseminados él y sus 13 esposas (la poligamía es legal en Swazilandia), y realiza ingentes gastos para su familia que consta de 250 miembros, un 34% de la población activa está en paro y el 70% de la población vive con menos de un dólar diario. Swazilandia cuenta además con un triste récord: es el país con más infectados por VIH, el 39% de la población, por lo que la esperanza media de vida no llega a los 50 años.

Es, además, el propietario del 90% de la tierra de forma directa (tierra rural comunitaria) o indirecta (granjas que pertenecen al rey, a pesar de que las gestionan los campesinos). Sólo el 10% de la tierra, el porcentaje sobre el que están construidas las casas y las cabañas para el ganado, pertenece a la población. El rey suele ordenar con relativa frecuencia la construcción de diferentes obras, y no duda en expulsar a la población que vive en las tierras donde pretende construir. Hay que tener en cuenta que el 73% de la población vive en áreas rurales.

En las elecciones, los ciudadanos eligen a las personas que conformarán la Asamblea (formada por 55 miembros electos, más otros 10 elegidos por el Rey). Ésta elige, a su vez, 10 miembros para el Senado, cuya composición se completa con otros 20 miembros elegidos por el Rey. Estas instituciones son meramente consultivas, ya que el rey nombra a los ministros, ejerce simultáneamente los poderes ejecutivo y legislativo, y controla férreamente el judicial.

Ilegalización, cárcel y tortura

En 2008, Mswati III aprobó la Supression Terrorist Act, la versión swazi de la Ley de Partidos española por la que se ilegalizaron los principales partidos políticos opositores, entre los que destaca Pudemo, cuyo presidente Mario Masuku, ha estado constantemente entrando y saliendo de la cárcel. La última vez fue encarcelado por hablar en el funeral de un activista político víctima de la represión y estuvo diez meses encarcelado.

Pudemo y el resto de organizaciones opositoras han conformado el Frente Democrático Unido de Swazilandia, que está denunciando la situación a nivel internacional.

Uno de los casos más dramáticos y recientes de represión fue el caso de las torturas y muerte de Sipho Jele, un trabajador y militante sindical que el 1 de mayo de 2010 se dirigía a la manifestación convocada por el SFTU. Tal y como nos contó su tía, con la que vivía, fue detenido por llevar una camiseta del ilegalizado Pudemo, y dos días más tarde, el 3 de mayo, su cadáver le fue entregado con evidentes signos de tortura. Pese a que el caso fue denunciado ante la ONU y la OIT los culpables jamás han sido juzgados.

Swazilandia está atravesando una crisis económica sin precedentes. El Gobierno sudafricano puso a Mswati III como condición para otorgarle créditos la necesidad de democratizar el régimen político, a lo que éste se opuso, y, por tanto, no recibió ayuda alguna del Gobierno de Sudáfrica.

En medio de este panorama represivo y asfixiante, cada vez son más los sectores de la sociedad los que están haciendo frente al régimen absolutista. Por ejemplo, durante nuestra visita al país, fuimos testigos de una huelga de abogados, que se quejaban de la falta de garantías jurídicas para desarrollar su trabajo, especialmente cuando tienen algún pleito contra instituciones oficiales, ya que en esos casos a menudo las demandas no son ni siquiera admitidas a trámite.

Los líderes de los principales partidos políticos, sindicatos opositores, organizaciones de mujeres y movimientos sociales son en su mayoría jóvenes, lo que demuestra que algo está cambiando en la sociedad swazi.

Todas las fuerzas opositoras consideran que la mejora en el ámbito económico y social pasa ineludiblemente por un cambio político y por la derogación de la monarquía absolutista, para lo que consideran imprescindible la denuncia en diferentes instancias internacionales, especialmente, en la ONU y en la Commonwealth, de la que Swazilandia es miembro.

Tal y como nos comentó un swazi, «tenemos un hermoso país con reservas naturales, leones, tigres, cebras, ríos y lagos limpios y verdes montañas, y un pueblo pobre, pero digno y trabajador. Sólo nos sobran el rey y sus palacios. El día que desaparezcan podremos empezar a sonreír al futuro. Se lo debemos a Sipho Jele y al resto de los que han caido luchando».

sábado, 26 de noviembre de 2011

La Doctrina Obama: haciendo de la necesidad virtud

La Doctrina Obama: haciendo de la necesidad virtud
x James Petras - La Haine 


La “Doctrina Obama” fracasa por qué no reconoce que el declive del imperio no es un problema táctico: nos hallamos ante el colapso sistémico del edificio imperial



El gobierno de Obama, tras proseguir durante 3 años con las guerras coloniales iniciadas por el ex presidente Bush, finalmente ha tenido que reconocer las dramáticas consecuencias de las políticas llevadas a cabo, tanto en EEUU como en el exterior. En consecuencia se ha impuesto el “principio de realidad”: el mantenimiento del imperio estadounidense requiere modificar las estrategias actuales, con el objetivo de reducir los impactos negativos en el campo militar, político y diplomático [1].

La Casablanca está modelando una nueva doctrina exterior en respuesta a los reveses políticos y militares. Esta, estaría basada en los bombardeos masivos, en una mayor intervención desde el exterior de las zonas en conflicto, y cuando las circunstancias lo permitan, en las alianzas con fuerzas afines. Esto incluiría el apoyo armamentístico y financiero de los regímenes despóticos de los pequeños estados del Golfo Pérsico, de fundamentalistas, de mercenarios, de desertores oportunistas, de gangsters y básicamente de toda la chusma dispuesta a servir al imperio por dinero.

Todavía esta por ver si los cambios hasta el momento acaecidos son resultado de una nueva política post-colonial, la “Doctrina Obama”, o simplemente constituyen una serie de medidas improvisadas en vista de los reveses recibidos (“haciendo de la necesidad una virtud”).

Empezaré por trazar los fallos estratégicos que indujeron al rediseño de la política Bush-Obama a mediados del 2011. A continuación mostraré el “principio de realidad”, la crisis profunda y las presiones crecientes que han empujado al gobierno de Obama a cambiar la metodología de la guerra imperialista. Los cambios tienen como objetivo mantener el poder en una situación de recursos escasos y con aliados más que dudosos. La tercera parte muestra los cambios en las estrategias tal y como han ido sucediendo, enfatizando como éstos responden al desarrollo de circunstancias desfavorables y al surgimiento de nuevas oportunidades.

En la sección final evalúo críticamente las nuevas políticas imperiales de Obama, el impacto sobre ciertos países y sus habitantes, así como sus consecuencias sobre los EEUU.

El contínuo Bush-Obama: 2009-2011

Obama tomó el testigo del gobierno Bush, y continuó su carrera, expandiendo el presupuesto de guerra por encima de los 750 mil millones de $, incrementando en 30.000 las tropas en Afganistán, aumentando el gasto en bases militares y en mercenarios en Irak, e incrementando las incursiones aéreas en Yemen, Pakistán, Somalia y Libia. Todas estas políticas han conducido a la profundización de la crisis económica, al incrementarse el déficit comercial y el déficit público hasta 1.6 billones de dólares. La popularidad del gobierno y del partido Demócrata han bajado considerablemente. Paralelamente al incremento del gasto externo, se ha de añadir el gasto de miles de millones de $ en decenas de nuevas agencias gubernamentales encargadas de la seguridad en el interior de los EEUU. El crecimiento de la deuda externa y del déficit interior se da al mismo tiempo que el rescate financiero por valor de 1 billón de dólares a Wall Street. Todo ésto mientras 10 millones de familias perdían sus viviendas y el paro se disparaba hasta las dos dígitos.

Obama ha expandido las guerras iniciadas por Bush, los rescates bancarios y los recortes millonarios de impuestos a las clases más pudientes. Además ha propuesto ingentes recortes en el gasto federal en medicina y educación. Por otra parte a pesar del creciente gasto en defensa no se ha conseguido ni una sola victoria militar trascendente. A principios del tercer año de su gobierno se vislumbra, entre la dañada economía interna y la pérdida de varios aliados importantes, que el imperio estadounidense está en quiebra.

El principio de realidad

Después de tres años de gobierno incluso los más intransigentes y dogmáticos ideólogos del gobierno Obama han percibido el fracaso de la política exterior y el decreciente apoyo doméstico y exterior a sus políticas. Los islamistas constituyen un gobierno en la “sombra” por todo Afganistán, infligiendo cada vez más bajas a las tropas aliadas de la OTAN, incluso en la capital, Kabul. En Irak, incluso el gobierno títere se ha opuesto al establecimiento permanente de tropas estadounidenses, mientras las diferentes facciones se preparan para el conflicto post-colonial: los colaboradores del régimen, la resistencia, los diferentes clanes y tribus, etnias separatistas, paramilitares y mercenarios. Irán ha incrementado su influencia en la región frente a los EEUU, especialmente en Irak, Siria, el oeste de Afganistán, los estados del Golfo, Líbano y Palestina (Gaza), pese a las amenazas estadounidenses y las sanciones económicas diseñadas por los sionistas.

Ante la caída de los gobiernos pro-estadounidenses en Egipto y Túnez (Mubarak y Alí), y de los levantamientos populares que amenazan los gobiernos títeres del Yemen, Somalia y Bahrein, el gobierno de Obama se ha visto obligado a admitir que el “modelo” de guerra israelí, basado en la ocupación y colonización mediante un gobierno títere, no es viable. El principio de realidad se ha impuesto: Obama y Clinton ya no son los guardianes de un imperio en expansión sino de un imperio en decadencia. El proyecto imperial de la época post-soviética, iniciado por Bush padre, se basó en la acción unilateral y la supremacía militar. Tras Clinton, que mantuvo el modelo, Bush hijo lo expandió y Obama lo ha multiplicado. El modelo se ha revelado desastroso: guerras interminables que han culminado en un gran movimiento pro democrático que ha generando la caída de varios gobiernos afines a los EEUU.

Las guerras coloniales han vaciado la tesorería imperial, empobrecido a los estadounidenses y socavado el apoyo del proyecto imperialista. El estado de opinión en los EEUU se ha visto muy afectado por el coste del imperio, pero también por la cada vez mayor influencia económica de las economías emergentes: China, India...En ningún lugar ha sido tan evidente el declive de los EEUU como en Latinoamérica, donde nuevos gobiernos nacionalistas tienen políticas exteriores divergentes con los EEUU. Estos países han alcanzando un gran crecimiento económico empezando a colaborar con nuevos socios comerciales, mientras rechazaban varios golpes de estado apoyados por EEUU y repudiaban el neoliberalismo reciclado impuesto por Geithner. No ha habido ningún lugar en el planeta en el cuál el gobierno Obama pudiese mostrar una victoria militar, éxito económico o una mayor influencia política.

A medida que las derrotas militares, los problemas económicos y el descontento se hacían patentes, se iba desarrollando una nueva política imperial. No es una política totalmente consolidada, sino que se va moldeando con las nuevas circunstancias.

El proceso de formación de la “Doctrina obama”

Lo primero que ha tenido que reconocer el gobierno Obama, es que las guerras coloniales basadas en la ocupación militar territorial, no son viables en un mundo de estados soberanos. Generan una resistencia prolongada, problemas presupuestarios, un goteo de bajas y desde luego no se auto financian, como afirmaban los genios sionistas del Pentágono. Es preciso diseñar nuevas formas de guerra para mantener el imperio y destruir a los adversarios.

La decisión más difícil para el gobierno de Obama ha sido si admitir la derrota en Irak y retirar las tropas, o si declarar la “victoria”. Derrota, en el sentido de que los EEUU no pueden mantener un ejercito de ocupación y han tenido que dejar Irak en manos de un gobierno que expandirá los lazos con Irán y será hostil a Israel o victoria, en el sentido de haber derrocado a Saddam Hussein y haber debilitado la influencia de Irak en la zona. La derrota y la retirada finalmente suponen mantener 20.000 soldados en los pequeños estados del Golfo, gobernados por monarquías despóticas, y posicionar una flota de guerra en el Golfo Pérsico. Obama-Clinton aseguran que las tropas y la flota de guerra naval y aérea servirán para reocupar Irak en caso de caer el gobierno actual y ser sustituido por un gobierno nacionalista. Es un escenario “cuestionable”, ya que reocupar Irak conduciría a una guerra larga y costosa. El principal objetivo del realojamiento de tropas es proteger a los gobiernos de los pequeños estados del Golfo de los movimientos internos pro-democráticos y para lanzar un ataque aéreo y marítimo, conjunto con Israel, contra Irán. Osea, la reducción de tropas en Irak se sustituye por la acumulación de fuerzas aéreas y marítimas que permitan atacar y destruir bases militares y puntos económicos neurálgicos en Irán.

La retirada de los EEUU es el resultado de la derrota ; es una retirada obligada. La reubicación de tropas en los pequeños estados despóticos del Golfo, supone una disminución de la presencia americana en la zona, y el apoyo a unos gobiernos despóticos muy frágiles. El trasvase de tropas desde Irak a los estados del Golfo, tiene como objetivo sacar las tropas de un estado grande, con una larga historia de resistencia e independencia, poniéndolas a salvo en pequeños santuarios. Los EEUU no pueden permitirse un conflicto inacabable, ni tampoco pueden asegurar la seguridad de un pequeño contingente en Irak. La retirada hacia los estados del Golfo, es hacer de la necesidad una virtud, manteniendo una posición en la retirada, desde la cuál poder lanzar la próxima guerra aérea.

La intervención en Libia indica la fórmula escogida por el gobierno Obama para mantener el imperio. La justificación de la intervención es tan falsa como la usada en Irak: en vez de armas de destrucción masiva, se ha maquinado la excusa del genocidio y la violación. Se ha improvisado una resolución de la ONU que permite la intervención para “proteger a la población”, pudiendo así la OTAN, lanzar en 8 meses, 30.000 ataques aéreos destinados a derrocar al gobierno y destruir la economía del país. La política de Obama en Libia se ha basado en una triple estrategia: 1. bombardeos aéreos, marítimos y el apoyo de asesores de las Fuerzas Especiales. 2. Un ejército de mercenarios y el uso de expatriados como “nuevos líderes”. 3. Una coalición multilateral imperialista de países europeos (la OTAN) y de las petro-oligarquías del Golfo. A diferencia de en Afganistán o en Irak, los bombardeos masivos han sustituido a la invasión por parte de un gran ejército. Los estrategas del gobierno Obama ya han catalogado la experiencia en Libia como la “doctrina Obama”, al permitir recuperar el control de un gobierno Árabe independiente. Pese a la propaganda masiva de apoyo al rol de los mercenarios “rebeldes”, la verdad es que las fuerzas leales a Gadhafi han sido vencidas únicamente gracias al poder militar aéreo de la OTAN.

La celebración por parte de Obama y Clinton de la victoria es prematura. Ha supuesto la destrucción de la economía, desde los puertos a los sistemas de irrigación, pasando por las carreteras y los hospitales, y el hundimiento del mercado laboral, al deportar a cientos de miles de trabajadores subsaharianos y de profesionales del Norte de África. En otras palabras, ha sido una victoria pírrica: Washington ha vencido al adversario, pero no ha conquistado un estado viable económicamente.

Lo que es peor aún, las fuerzas terrestres mercenarias apoyadas por Washington, incluyen a una amalgama de fundamentalistas, gánster, jefes de clanes oportunistas, y neoliberales, con pocos intereses en común. De hecho están todos armados y listos para repartirse el territorio. La situación es parecida a la creada en Afganistán tras la lucha contra el régimen pro-soviético, cuando los EEUU armaron a grupos fundamentalistas, bandas de narcotraficantes, jefes de clanes y señores de la guerra de todo tipo. Tras la derrota del gobierno, las mismos grupos armados por los EEUU, se volvieron contra éste, alimentando un movimiento pan-islámico por el sur y centro de Asia, los estados del Golfo, Oriente Medio y el Norte de África.
La fórmula Obama en Libia: usar mercenarios de todo tipo con el objetivo de conseguir resultados a corto plazo, se está volviendo ya en contra de los intereses de los EEUU. Las milicias fundamentalistas y los contrabandistas están enviando desde Libia toneladas de misiles tierra-aire, metralletas y fusiles automáticos, obtenidos del arsenal de Gadhafi, a Egipto, Siria, Somalia, Sudán y a un sinfín de países.
En pocas palabras, las débiles relaciones entre los diferentes componentes del “gobierno” Libio, tiene toda la apariencia de conducir a Libia a un estado fallido. En estas condiciones, ni la OTAN, ni las petroleras van a poder establecer bases firmes de operación.

EEUU ha recurrido a ataques aéreos con misiles y con drones para debilitar a la resistencia, llegando a matar a algunos líderes insurgentes locales. Estos ataques han generado la repulsa de clanes enteros y en general a la opinión pública de los estados atacados. Los ataques con drones han matado a cientos de civiles, fomentando que sus parientes y otros habitantes de pueblos y ciudades se incorporen a la resistencia. Después de 3 años de intensos ataques aéreos con misiles, el gobierno de Obama no ha conseguido ni una sola victoria decisiva sobre los insurgentes. De hecho, los datos disponibles apuntan más bien hacia la situación opuesta. Las tribus del noroeste de Pakistán se han incorporado masivamente a la resistencia y la mayoría de los pakistaníes (80%) ve con malos ojos los ataques aéreos con drones que violan la soberanía de Pakistán, obligando hasta ahora al gobierno aliado a cuestionar sus conexiones militares con los EEUU. Tampoco en Somalia o Yemen, las ataques con drones y con las Fuerzas Especiales, han conseguido debilitar las protestas masivas de la población contra los gobiernos en cuestión. La guerra de alta tecnología se ha revelado como un pobre sustituto de la también fallida intervención terrestre en gran escala.

El tercer elemento de la “Doctrina Obama” consiste en intervenir de forma conjunta con una “tercera parte” o intervenir de forma multilateral. Este tercer elemento no ha resultado ni en Afganistán ni en Irak, y sólo ha funcionado de forma parcial en Libia. La fuerza multilateral en Irak se retiró relativamente pronto, incapaz de sostener los gastos de una guerra interminable que además gozaba de po co apoyo en los países de origen. Lo mismo ha ocurrido en Afganistán: la mayor parte de los soldados de la OTAN abandonaran el país antes de la retirada de los EEUU. La intervención multilateral en Libia ha destrozado el país por las próximas décadas. La intervención multilateral se ha basado en la estrategia de entrar, bombardear y salir corriendo, dejando sobre el terreno a mercenarios conocidos por la brutalidad con la que actúan: violaciones, pillaje, tortura y ejecuciones sumarias. Sólo una descerebrada y depravada moral como Hillary Clinton ha podido cantar alabanzas y bailar una giga ante el acto de un sádico, cuchillo en mano, torturando a un presidente cautivo y haberlo convertirlo en una "victoria de la democracia".

El cuarto elemento de la “Doctrina Obama”es el uso de mercenarios. Estos han participado sin éxito en varias invasiones cuyo objetivo era proteger a gobiernos aliados de la insurgencia. Los EEUU financiaron la fallida invasión de Somalia por parte de la dictadura Etíope. Invasión cuyo objetivo era mantener en el poder a un corrupto e impopular gobierno atrincherado en la capital del país. Le siguió la invasión de Somalia por parte del ejército de Kenia, apoyado por los EEUU. La intervención ha conllevado la masacre y hambruna de cientos de miles de refugiados somalíes de los campos del norte de Kenia y el sur de Somalia y a numerosas emboscadas mortales por parte de la resistencia islámica nacional. La intervención militar por parte de mercenarios no ha ayudado a mantener al gobierno somalí en el poder, sino que ha generado aún más oposición nacionalista.

En Bahrein la invasión del país por el ejercito de Arabia Saudí, con apoyo de los EEUU, ha permitido mantener temporalmente la monarquía despótica en el poder, pero sin acallar las demandas del movimiento pro democrático.

El quinto elemento de la “Doctrina Obama” consiste en el uso de Fuerzas Especiales, grupos de hasta 500 soldados o más, altamente entrenados y fuertemente armados, cuyo objetivo es asesinar líderes insurgentes, aterrorizar a la población civil que les apoya, o actuar de columna vertebral de las fuerzas locales aliadas de los EEUU. Un buen ejemplo es el envió de Fuerzas Especiales a Uganda. Hasta ahora no hay noticias de ninguna victoria decisiva, incluso en este pequeño país. Probablemente en el futuro el uso de las Fuerzas Especiales se limite a zonas geopolíticas de interés económico especial, que tengan movimientos de resistencias relativamente débiles, y sólo de forma “complementaria” a los ejércitos locales.

El elemento final, y a su vez el mas importante de la “Doctrina Obama”, es la promoción de levantamientos civiles o militares, y la creación de lideres locales que puedan “cooptar” movimientos populares, evitando que éstos asuman posiciones anti-estadounidenses.

En Siria Washington y la Unión Europea han incitado un levantamiento armado sectario y regional, cuyo objetivo es derrocar al gobierno nacionalista autoritario de Assad. Jugando al juego de las demandas democráticas y apoyados en la hostilidad de los fundamentalistas contra el gobierno secular, los EEUU y la UE han urdido, con la colaboración de los estados del Golfo y de Turquía, una triple estrategia. Las estrategias son: el uso de sanciones externas, los levantamientos populares y la resistencia armada contra la mayoría secular de ciudadanos y el ejército que apoyan a Basher Assad. La política de Obama se apoya en la propaganda de los medios de comunicación y en los agravios de ciertas regiones, para generar una fuerza suficiente como para “cambiar el régimen”.

Paralelamente a la política “desde el exterior” llevada a cabo en Siria, en Egipto y en Túnez, en estos últimos dos países se ha optado por una estrategias aplicada desde el interior. Enfrentándose a las protestas obreras, nacionalistas y pro democráticas en Egipto, Washington ha financiado y apoyado el golpe por parte de una junta militar. Esta promueve las mismas políticas interiores y exteriores usadas anteriormente por Mubarak para preservar la estructura económica del régimen. Obama y Clinton han apoyado, mientras evocaban cínicamente el espíritu de la primavera Árabe, los tribunales militares que juzgan, torturan y encarcelan a miles de activistas pro-democráticos.

A corto termino, la doctrina Obama apoyada en la subversión civil-militar, promovida tanto desde el exterior como desde el interior de los propios países, ha conseguido acallar los prometedores levantamientos antiimperialistas surgidos a principio del 2011. Sin embargo, las grandes diferencias surgidas entre los nuevos líderes “reciclados” y los movimientos pro-democráticos, han generado llamadas a un segundo levantamiento, para deponer a los oportunistas que “han subvertido las protestas”, traicionando los principios democráticos de aquellos que se esforzaron en derrocar a las dictaduras clientelares de EEUU.

Conclusión: La “Doctrina Obama”

La “Doctrina Obama” puede catalogarse como un conjunto de políticas improvisadas que no parecen haber podido revertir el declive del imperio estadounidense. Sin embargo el deterioro de la influencia de los EEUU en los países árabes no deja de carecer de ciertos “avances tácticos”, especialmente a raíz de la cooptación de varios líderes islámicos en Libia, Síria, Túnez y en el reacomodamiento de los generales de Mubarak en Egipto.

El gobierno de Obama esconde tras eufemismos, la escala y la relevancia de las derrotas políticas y diplomáticas sufridas: la retirada de tropas de Irak se presenta como una “misión de cambio de gobierno exitosa”, menospreciando la creciente violencia civil y gubernamental entre facciones rivales. La “retirada” de Afganistán, es en realidad una derrota militar. Los Talibanes y sus fuerzas aliadas, constituyen ya un gobierno paralelo en la sombra por todo el país, y el ejército mercenario financiado por el Pentágono con miles de millones de dólares, está infiltrado por militantes nacionalistas e islámicos.

El gobierno presenta los “bombardeos con drones” como una exitosa arma contra insurgente, y se publicita a bombo y platillo como la alternativa viable a la invasión armada por parte de un ejército de tierra. Sin embargo los “drones” y los asesinatos perpetrados desde éstos, no son más que éxitos publicitarios, ya que tienen un impacto reducido sobre la decadente situación política.

A nivel diplomático el declive de los EEUU es aún más notorio. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha votado en contra de las propuestas estadounidenses concernientes a Cuba. Por otra parte la admisión del estado de Palestina en la Unesco ha supuesto una gran contrariedad a la política del gobierno Obama. Los EEUU han recortado en represalia el apoyo financiero de las Naciones Unidas, reduciendo aún más la influencia diplomática de los EEUU.

Incluso la OTAN se niega a seguir a Obama en su próxima aventura militar. El gobierno Obama, sometiéndose servilmente al brazo político de Israel en los EEUU: los 52 “Presidentes de las Mayores organizaciones Judío-americanas”, prepara con Israel un ataque conjunto sobre Irán.

El gran peligro de la “Doctrina Obama” es que se concentra en los efectos “locales” a corto plazo. El bombardeo aéreo y marítimo de la instalaciones nucleares y militares de Irán, complacerá al presidente de Israel y garantizará el apoyo de las organizaciones sionista-americanas a la reelección de Obama. Sin embargo no tiene en cuenta la capacidad de Irán de cerrar el paso petrolero más importante del mundo, el Estrecho de Ormuz.

La victoria aérea sobre Irán, no podrá evitar los ataques terrestres contra las fuerzas estadounidenses por todo el Golfo. Todos los estados petroleros aliados de los EEUU son susceptibles de ataque. Los misiles iraníes de largo alcance provocaran el terror en Israel, antes incluso de que los consejeros sionistas de Obama puedan descorchar una botella de champán para celebrar la “victoria aérea” sobre Teherán.

La “Doctrina Obama” de ataques aéreos desde el exterior, aplicada al caso de Irán, generaría un conflicto monumental. Conflicto que superaría fácilmente a las terribles consecuencias de las intervenciones terrestres en Irak y Afganistán. La “Doctrina Obama” consiste en un conjunto de políticas improvisadas en respuesta a un problema común: como mantener la dominación imperial ante la ineficacia de las políticas de ocupación colonial. La victoria táctica alcanzada en Libia, y las oportunidades generadas por las revueltas en Siria, han generado la necesidad de formular una nueva estrategia global. La colaboración desde en interior de los estados es básica, especialmente si goza de poder institucional (como los militares en Egipto), o de influencias sobre la sociedad civil (en el caso de los movimientos islámicos en Siria).

El intento de transformar los éxitos hasta el momento obtenidos, en una estrategia general, caerían en una falacia. Irán no es Libia: tiene el poder militar y se halla lo suficientemente cerca como para arrasar las débiles dictaduras del golfo. Israel puede lanzar una guerra contra el mundo islámico, pero sería una batalla perdida. Las derrotas diplomáticas de Israel en la ONU no se deben a que haya 193 países “antisemitas”. La troika sionista, israelí y estadounidense se está masturbando mutuamente en un cuarto de baño. Pueden despotricar y morirse de rabia e incluso precipitar una guerra apocalíptica, pero Obama y Netanyahu se hallan al margen de las dinámicas globales. Sus políticas son reacciones impotentes antes los movimientos populares que sueñan con transformaciones históricas, las cuáles han comenzado ya ha penetrar el centro del imperio: Wall Street y Tel Aviv. La “Doctrina Obama” está condenada al fracaso por qué no es capaz de reconocer que el declive del imperio no es un simple problema táctico, sino que nos hallamos ante el colapso sistémico del edificio imperial. Las grietas en el exterior han comenzado ha generar revueltas en el interior.