martes, 1 de noviembre de 2011

Soldado de EEUU reconoce haberse quedado con restos de cadáveres como trofeos

Soldado de EEUU reconoce haberse quedado con restos de cadáveres como trofeos


El sargento estadounidense Calvin Gibbs, acusado de liderar un grupo de soldados que mató a civiles afganos, reconoció hoy que guardó parte de sus restos como "trofeos", pero rechazó su culpabilidad.

El abogado defensor de Gibbs, Phil Stackhouse, aseguró que el sargento sí que guardó dedos de las manos de tres cadáveres, aunque no fue responsable de la muerte de los tres civiles en la provincia afgana de Kandahar, donde estaba desplegado el batallón.

"Lo que se está viendo en este caso es la traición final de un soldado de infantería," dijo Stackhouse, según indica el diario "The News Tribune".

En la audiencia de hoy, el soldado Jeremy Morlock, que ya se ha declarado culpable del asesinato de tres personas en la provincia de Kandahar, aseguró que Gibbs cortó varios dedos de las víctimas, además de jugar con los cadáveres como si fueran "trofeos de caza".

Las versiones sobre lo sucedido varían entre la representación de un Gibbs arrastrado por un batallón de soldados atiborrados de marihuana o, por contra, a un sargento que buscaba explotar la debilidad de sus compañeros para llevar a cabo sus perversos planes.

Gibbs, de 26 años, está acusado del asesinato de tres personas entre enero y marzo de 2010 y de la mutilación de cadáveres.

El fiscal Dan Mazzone, por su parte, aseveró que "no hubo asesinatos de civiles" hasta que el sargento Gibbs llegó al batallón en sustitución de otro herido, para justificar la acusación.

Mazzone indicó que los otros soldados han relatado que Gibbs les explicó cómo cometer asesinatos ilegales si se "recreaban las condiciones de combate adecuadas", especialmente en zonas controladas por los talibanes.

El juicio militar, que se celebra desde la pasada semana en la base de Lewis-McChord, en el estado de Washington (noroeste de EEUU), se prevé que se prolongue hasta el próximo viernes.
De resultar declarado culpable, Gibbs podría ser condenado a cadena perpetua. 

lunes, 31 de octubre de 2011

El nuevo “sistema-mundo”

El nuevo “sistema-mundo”

Ignacio Ramonet

Cuando se acaban de cumplir diez años desde los atentados del 11 de septiembre y tres años desde la quiebra del banco Lehman Brothers ¿cuáles son las características del nuevo “sistema-mundo”?La norma actual son los seísmos. Seísmos climáticos, seísmos financieros y bursátiles, seísmos energéticos y alimentarios, seísmos comunicacionales y tecnológicos, seísmos sociales, seísmos geopolíticos como los que causan las insurrecciones de la “Primavera árabe”…
Hay una falta de visibilidad general. Acontecimientos imprevistos irrumpen con fuerza sin que nadie, o casi nadie, los vea venir. Si gobernar es prever, vivimos una evidente crisis de gobernanza. Los dirigentes actuales no consiguen prever nada. La política se revela impotente. El Estado que protegía a los ciudadanos ha dejado de existir. Hay una crisis de la democracia representativa: “No nos representan”, dicen con razón los “indignados”. La gente constata el derrumbe de la autoridad política y reclama que ésta vuelva a asumir su rol conductor de la sociedad por ser la única que dispone de la legitimidad democrática. Se insiste en la necesidad de que el poder político le ponga coto al poder económico y financiero.
Otra constatación: una carencia de liderazgo político a escala internacional. Los líderes actuales no están a la altura de los desafíos.Los países ricos (América del Norte, Europa y Japón) padecen el mayor terremoto económico-financiero desde la crisis de 1929. Por primera vez, la Unión Europea ve amenazada su cohesión y su existencia. Y el riesgo de una gran recesión económica debilita el liderazgo internacional de Norteamérica, amenazado además por el surgimiento de nuevos polos de poderío (China, la India, Brasil) a escala internacional. En un discurso reciente, el Presidente de Estados Unidos anunció que daba por terminadas “las guerras del 11 de septiembre”, o sea las de Irak, de Afganistán y contra el “terrorismo internacional” que marcaron militarmente esta década. Barack Obama recordó que “cinco millones de Americanos han vestido el uniforme en el curso de los últimos diez años”. A pesar de lo cual no resulta evidente que Washington haya salido vencedor de esos conflictos.
Las “guerras del 11 de septiembre” le costaron al presupuesto estadounidense entre 1 billón (un millón de millones) y 2,5 billones de dólares. Carga financiera astronómica que ha tenido repercusiones en el endeudamiento de Estados Unidos y, en consecuencia, en la degradación de su situación económica.Esas guerras han resultado pírricas. En cierta medida, finalmente, Al Qaeda se ha comportado con Washington de igual modo que Reagan lo hizo con respecto a Moscú cuando, en los años 1980, le impuso a la URSS una extenuante carrera armamentística que acabó agotando al imperio soviético y provocando su implosión. El “desclasamiento estratégico” de Estados Unidos ha empezado.
En la diplomacia internacional, la década ha confirmado la emergencia de nuevos actores y de nuevos polos de poder sobre todo en Asia y en América Latina. El mundo se “desoccidentaliza” y es cada vez más multipolar. Destaca el rol de China que aparece, en principio, como la gran potencia en ciernes del siglo XXI. Aunque la estabilidad del Imperio del Medio no está garantizada pues coexisten en su seno el capitalismo más salvaje y el comunismo más autoritario. La tensión entre esas dos fuerzas causará, tarde o temprano, una fractura. Pero, por el momento, mientras declina el poderío de Estados Unidos, el ascenso de China se confirma. Ya es la segunda potencia económica del mundo (por delante de Japón y Alemania). Además, por la parte importante de la deuda estadounidense que posee, Pekín tiene en sus manos el destino del dólar…
El grupo de Estados gigantes reunidos en el BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) ya no obedece automáticamente a las consignas de las grandes potencias tradicionales occidentales (Estados Unidos, Reino Unido, Francia) aunque éstas se sigan autodesignando como “comunidad internacional”. Los BRICS lo han demostrado recientemente en las crisis de Libia y de Siria oponiéndose a las decisiones de las potencias de la OTAN y en el seno de la ONU.
Decimos que hay crisis cuando, en cualquier sector, algún mecanismo deja de pronto de funcionar, empieza a ceder y acaba por romperse. Esa ruptura impide que el conjunto de la maquinaria siga funcionando. Es lo que está ocurriendo en la economía desde que estalló la crisis de las sub-primes en 2007. Las repercusiones sociales del cataclismo económico son de una brutalidad inédita: 23 millones de parados en la Unión Europea y más de 80 millones de pobres… Los jóvenes aparecen como las víctimas principales. Por eso, de Madrid a Tel Aviv, pasando por Santiago de Chile, Atenas y Londres, una ola de indignación levanta a la juventud del mundo.
Pero las clases medias también están asustadas porque el modelo neoliberal de crecimiento las abandona al borde del camino. En Israel, una parte de ellas se unió a los jóvenes para rechazar el integrismo ultraliberal del Gobierno de Benjamín Netanyahu.El poder financiero (los “mercados”) se ha impuesto al poder político, y eso desconcierta a los ciudadanos. La democracia no funciona. Nadie entiende la inercia de los gobiernos frente a la crisis económica. La gente exige que la política asuma su función e intervenga para enderezar los entuertos. No resulta fácil; la velocidad de la economía es hoy la del relámpago, mientras que la velocidad de la política es la del caracol. Resulta cada vez más difícil conciliar tiempo económico y tiempo político. Y también crisis globales y gobiernos nacionales. Los mercados financieros sobrerreaccionan ante cualquier información, mientras que los organismos financieros globales (FMI, OMC, Banco Mundial, etc.) son incapaces de determinar lo que va a ocurrir. Todo esto provoca, en los ciudadanos, frustración y angustia.
La crisis global produce perdedores y ganadores. Los ganadores se encuentran, esencialmente, en Asia y en los países emergentes, que no tienen una visión tan pesimista de la situación como la de los europeos. También hay muchos ganadores en el interior mismo de los países occidentales cuyas sociedades se hallan fracturadas por las desigualdades entre ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres.
En realidad, no estamos soportando una crisis, sino un haz de crisis, una suma de crisis mezcladas tan íntimamente unas con otras que no conseguimos distinguir entre causas y efectos. Porque los efectos de unas son las causas de otras, y así hasta formar un verdadero sistema. O sea, nos enfrentamos a una crisis sistémica del mundo occidental que afecta a la tecnología, la economía, el comercio, la política, la democracia, la guerra, la geopolítica, el clima, el medio ambiente, la cultura, los valores, la familia, la educación, la juventud, etc.
Vivimos un tiempo de “rupturas estratégicas” cuyo significado no comprendemos. Hoy, Internet es el vector de la mayoría de los cambios. Casi todas las crisis recientes tienen alguna relación con las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información. Los mercados financieros, por ejemplo, no serían tan poderosos si las órdenes de compra y venta no circulasen a la velocidad de la luz por las autopistas de la comunicación que Internet ha puesto a su disposición. Más que una tecnología, Internet es pues un actor de las crisis. Basta con recordar el rol de WikiLeaks, Facebook, Twitter en las recientes revoluciones democráticas en el mundo árabe.Desde el punto de vista antropológico, estas crisis se están traduciendo por un aumento del miedo y del resentimiento. La gente vive en estado de ansiedad y de incertidumbre. Vuelven los grandes pánicos ante amenazas indeterminadas como pueden ser la pérdida del empleo, los choques tecnológicos, las biotecnologías, las catástrofes naturales, la inseguridad generalizada…
Todo ello constituye un desafío para las democracias. Porque ese terror se transforma a veces en odio y en repudio. En varios países europeos, ese odio se dirige hoy contra el extranjero, el inmigrante, el diferente. Está subiendo el rechazo hacia todos los “otros” (musulmanes, gitanos, subsaharianos, “sin papeles”, etc.) y crecen los partidos xenófobos.
Otra grave preocupación planetaria: la crisis climática. La conciencia del peligro que representa el calentamiento general se ha extendido. Los problemas ligados al medio ambiente se están volviendo altamente estratégicos. La próxima Cumbre mundial del clima, que tendrá lugar en Río de Janeiro en 2012, constatará que el número de grandes catástrofes naturales ha aumentado así como su carácter espectacular. El reciente accidente nuclear de Fukushima ha aterrorizado al mundo. Varios gobiernos ya han dado marcha atrás en materia de energía nuclear y apuestan ahora –en un contexto marcado por el fin próximo del petróleo– por las energías renovables.
El curso de la globalización parece como suspendido. Se habla cada vez más de desglobalización, de descrecimiento… El péndulo había ido demasiado lejos en la dirección neoliberal y ahora podría ir en la dirección contraria. Ya no es tabú hablar de proteccionismo para limitar los excesos del libre comercio, y poner fin a las deslocalizaciones y a la desindustrialización de los Estados desarrollados. Ha llegado la hora de reinventar la política y de reencantar el mundo.

¿Africa ahora? ¿Por qué no?

¿Africa ahora? ¿Por qué no?
x Juan Gelman   


Las tropas del régimen estadounidense no son sólo para apoderarse de las riquezas de la región: se trata del sueño imperial de colonizar al mundo entero



No terminaba de apagarse el estruendo de la última bomba que la OTAN arrojó en Libia cuando el presidente Obama anunció la decisión de intervenir militarmente en otro país africano: Uganda. “Esto es necesario –dijo– porque el Ejército de Resistencia del Señor (ERS) representa una amenaza para a la seguridad regional” (www.whitehouse.gov, 14-10-11). En cierto sentido, el argumento es novedoso: hasta el presente, la Casa Blanca invadía países “en defensa de la seguridad nacional”, la de EE.UU. Esta explicación del operativo Uganda –al que ya se destinaron 40 millones de dólares– pone de manifiesto la capacidad de cambio que caracteriza al mandatario estadounidense y la amplitud de su preocupación por el mundo entero.

Washington enviará un centenar de “asesores militares” para contribuir al aniquilamiento del ERS, una miniguerrilla de vaga orientación cristiana sin base social alguna que ha cometido atentados terroristas en la zona. Opera desde hace 20 años, pero el Departamento de Estado le presta ahora una repentina atención. Ese cuerpo de élite “permanecerá en el país todo el tiempo que sea necesario”, precisó Obama y la historia se conoce: la intervención de EE.UU. en Afganistán comenzó con personal militar escaso y hoy asciende a 100.000 el número de sus efectivos en el país asiático. La generosidad del jefe de la Casa Blanca asomó en otro ofrecimiento: está dispuesto a intervenir en el Congo y en la República Centroafricana “si esos Estados lo solicitan”.

El 16 de octubre, dos días después del anuncio de Obama, tropas de Kenia invadieron el sur de la vecina Somalia por tierra, mar y aire con el propósito declarado de impedir que presuntos miembros de la organización islamita al Shabaab siguieran violando la frontera. La Casa Blanca manifestó su sorpresa por el hecho y negó que estuviera involucrada, pero los misiles que causaron la muerte de centenares de civiles somalíes “parecen haber sido disparados desde aviones no tripulados o submarinos estadounidenses”, según The Economist(www.economist.com, 29-10-11).

Francia negó asimismo su participación en el operativo y fue desmentida por un vocero militar de Kenya, el mayor Emmanuel Chirchir, quien manifestó que la marina de guerra francesa había bombardeado poblaciones somalíes (The New York Times, 23-12-11). Libia quedó atrás, pero la OTAN es incesante.

Todo parece indicar que, en realidad, avanza la aplicación de la estrategia del comando de EE.UU. para Africa (Africom, por sus siglas en inglés). EE.UU. persigue el control militar de las zonas estratégicas del continente negro: Libia, en el cruce del Mediterráneo que baña a Medio Oriente y Africa; el Cuerno de Africa y la región central africana, que facilitan el control del océano Indico y el Atlántico. Se puede pensar que la razón de este designio es apoderarse de las riquezas de la región, el petróleo libio, por ejemplo, y las reservas de oro negro de Somalia, al parecer cuantiosas. No deja de ser así, pero el juego es más amplio: se trata del sueño imperial de colonizar al mundo entero.

El Pentágono entrena febrilmente a los militares de Mali, Chad, Níger, Benin, Botswana, Camerún, la República Centroafricana, Etiopía, Gabón, Zambia, Uganda, Senegal, Mozambique, Ghana, Malawi y Mauritania y realiza con frecuencia maniobras conjuntas con las fuerzas armadas de esos países (www.blackagendareport.com, 18-10-11). Ejerce así una notoria influencia en los mandos militares de la región y, en consecuencia, en sus gobiernos. EE.UU. ha convertido en “socios” a Etiopía y a los cinco Estados de la Comunidad del Africa Oriental. Cualquier nación africana que, como Eritrea, no mantiene una relación con el Pentágono, es blanco de un cambio de régimen.

La Casa Blanca justifica actualmente la invasión keniana de Somalia como parte necesaria de la llamada guerra antiterrorista en razón de la insurgencia de la organización islamita al-Shabaab, que se alzó contra el gobierno federal de transición de Mogadiscio impuesto en 2009 con el apoyo de EE.UU. y otros países de Europa para combatirla. Washington acusa a los insurgentes de mantener lazos con al-Qaida, pero “la mayoría de los analistas considera que esos lazos son débiles”, según el Council on Foreign Relations, el think-tank no partidista con sede en Nueva York (www.cfr.org, 10-8-11). El CFR estima que el número de combatientes islamitas ideológicamente convencidos de su lucha oscila entre 300 y 800 individuos. No obstante, al-Shabaab controla buena parte del sur de Somalia y obstaculiza así el dominio geopolítico estadounidense del estratégico territorio marítimo de Africa oriental.

Hay unos 12 millones de personas con hambre en la región, castigada por la sequía más dura de las últimas seis décadas. Decenas de miles han muerto y en los próximos meses centenares de miles conocerían el mismo destino en Somalia, advirtió la ONU. La invasión militar de Kenia ahonda, y mucho, la gravedad de esta situación humanitaria.

Cuantos milenios: extraño avistamiento

cuantos milenios: extraño avistamiento

divertida paródia de José Mota, sobre un avistamiento de un puestro de trabajo en una nave de un polígono industrial.

YO A LOS 72 AÑOS DE EDAD

YO A LOS 72 AÑOS DE EDAD


¿Cuántas personas se encuentran deprimidas, sin vitalidad al borde la jubilación con poco más de 60 años? ¿Por qué ocurre esto si el ser humano puede superar los 100 años perfectamente?
¿No será que la forma de vida que hacemos como esclavos-trabajadores en la ciudad entre cemento y acero no es el camino adecuado para el ser humano?
Aquí tenemos un ejemplo de un ser humano que con 72 años está batiendo records mundiales de escalada, quizás todos deberíamos aprender algo de personas ejemplares como esta.



domingo, 30 de octubre de 2011

Humanismo: La necesidad agónica de alcanzar un nuevo paradigma

Humanismo: La necesidad agónica de alcanzar un nuevo paradigma

“En un mundo en el que el dinero se ha convertido en el valor central de la existencia, no debieran sorprendernos las consecuencias de semejante negación del sentido de la vida humana. No puede sorprendernos la creciente inequidad en la distribución de la riqueza, ya que se trata de una competencia individualista en la que necesariamente debe haber ganadores y perdedores. No pueden sorprendernos las sucesivas crisis financieras y su correlato de recesión, en un sistema que solo puede sostenerse mediante el endeudamiento creciente. No pueden sorprendernos las guerras por los recursos naturales escasos, en un mundo depredado por el consumismo de los más beneficiados. No puede sorprendernos la violencia social, cuando cada vez más gente se siente marginada y fracasada, al contrastarse con ese mundo paradisíaco ofrecido por la publicidad consumista y no puede sorprendernos el nihilismo, la locura y el suicidio, cuando se ha perdido el sentido de la existencia, al pretender cambiarlo por el exitismo materialista.

Hay quienes creen que, por el solo hecho de que las crisis económicas afectan a mucha

gente, habrá entonces mayorías convencidas de cambiar al sistema económico. Y eso no es así, porque el individualismo ha calado hondo, y el hecho de que ante una crisis generalizada muchas individualidades converjan en una protesta, no significa que se haya trascendido el individualismo, y por eso no es tan sencillo pasar a otras instancias organizativas que realmente puedan reemplazar al sistema. De modo que la propuesta de una transformación en el sistema económico, no puede plantearse solamente en términos de factibilidad técnica, ni en términos de conveniencias mayoritarias. Debe ser planteada desde una mística social que tenga como bandera la ética de la coherencia, que en lo económico significa anteponer la resolución de las necesidades básicas de todos los habitantes del mundo, antes de cualquier otro interés sectorial o individual”.

(Extracto tomado del documento elaborado por Equipo de Coordinación Internacional del Movimiento Humanista).

¿Cómo sorprendernos del aumento del desempleo cuando los beneficios monetarios de las grandes empresas y sus cotizaciones en bolsa aumentan en consonancia a las reducciones de plantilla?. No son los malos gobiernos sino las reglas intrínsecas al propio sistema quien nos conduce a la situación de crisis estructural en la que nos encontramos. Humanismo y Capitalismo son ideologías y paradigmas conceptuales completamente irreconciliables. Como nos dice Leonardo Boff “El capital financiero se desenganchó de la economía real; la economía en su conjunto, de la sociedad; y la sociedad en general de la naturaleza. El cambio debe ser profundo, radical y debe empezar por aquellos que se consideran más revolucionarios o comprometidos ya que, como muy bien nos recuerda el movimiento decrecentista con sus verdades incómodas, gran parte de nuestros estándares de confort propios del estado del bienestar occidental solo son posibles en un contexto de explotación brutal de la naturaleza y de los trabajadores de otras zonas del planeta. Que nadie dude de que el modelo que defendemos y anhelamos implicará profundas renuncias en cuanto a ciertas comodidades materiales en las que necesariamente nosotros y nosotras deberemos ser punta de lanza.


sábado, 29 de octubre de 2011

Grecia: La movilización subre un grado



Grecia: La movilización subre un grado


Grecia-manifestantesypolicia.jpg
Por: 
 T. Anastassiadis y A. Sartzekis (Viento Sur)
¡Abajo el gobierno de Papandreu! gritan centenares de miles

La movilización sube un grado

La huelga general de los días 19 y 20 de octubre ha sido un verdadero éxito, pero que no ha impedido al parlamento votar nuevas medidas de austeridad. La única solución sería la huelga indefinida y autoorganizada.

Aumentar la nota de Grecia un punto, tal debería ser la apreciación de una agencia de notación! Pues con ocasión de la huelga general de esta semana, se ha podido ver la verdadera manifestación de los indignados: cuando la concentración del sábado, en el marco de la jornada mundial, había reunido a poca gente, el miércoles 19 de octubre, a convocatoria de la GSEE y ADEDY (confederación del sector privado y federación del sector público), al menos 300.000 (500.000 según los organizadores) manifestantes han ocupado el centro de Atenas y se han producido verdaderas mareas humanas en todo el país: 60.000 en Tesalónica, multitudes en cólera en Patras, Larissa, ¡y en islas como Creta y Chios! El hecho de que la mayoría de los comercios se hayan asociado a la huelga es un signo muy fuerte de la cólera pero también de la preocupación de ligarse a las organizaciones obreras. Así, el 19, se puede decir que la huelga ha bloqueado totalmente de forma verdadera el país, con una participación en las manifestaciones que remite a las cifras de los años 1970. Y la jornada de 24 horas se ha extendido a 48 horas ante la cólera masiva, con un trasfondo de huelgas muy seguidas (numerosas jornadas en los transportes, huelga total de los basureros, ocupaciones largas de los ministerios...). Ante tal combatividad, las direcciones sindicales de todo tipo están obligadas a endurecer su discurso: "Los crímenes perpetrados contra el pueblo en nombre del pretendido salvamento del país continúan", observa el secretario de la GSEE (dirección de mayoría PASOK), N. Kloutsoukis.

En Atenas

En la capital, el 19 no se podía más que estar alegre ante el acontecimiento: un año y medio después de las primeras medidas antiobreras que se multiplicaron desde mayo de 2010 y hunden a los habitantes en la miseria, la radicalización era perceptible un poco en todas partes, pero sobre todo en el número de personas movilizadas. La menor sección sindical presente era seguida por decenas de trabajadores, el sindicato de los arqueólogos de la región ateniense reagrupaba a centenares de manifestantes, y no hablamos aquí de los enormes cortejos de los sindicatos de tradición de masas como OLME (profesores) o DEI (electricidad). Las consignas estaban centradas en la deuda que los trabajadores no deben pagar, pero también en la exigencia de la dimisión del gobierno PASOK. Al final de la manifestación, se encontraban las filas compactas de Antarsya (coalición anticapitalista), del movimiento "Den Plirono" ("No se", movimiento por la gratuidad de las autopistas y de los transportes) y de dos o tres componentes de Syriza.

El sentimiento que emerge es el de una fuerza inmensa y los enfrentamientos entre la policía y las diferentes componentes (¡con jóvenes pero también menos jóvenes!) no han manchado el éxito de esta primera jornada de huelga. Otro punto importante: incluso si ha reunido a mucha gente en su fracción sindical, el KKE (PC) y su corriente PAME han aparecido como muy minoritarios en la marea de los cortejos.

Pero la tarde del 19, la única pregunta que hacerse era la siguiente: vale más volver a hacer una segunda jornada calcada de la primera (siendo el argumento rodear el parlamento antes de su voto de nuevas medidas asesinas) o decidir bloquear el país mediante la huelga indefinida y autoorganizada ( induciendo el cierre de las tiendas la idea del reavituallamiento en caso de huelga larga)? ¡Pero esa no es ciertamente la voluntad de las burocracias sindicales o de PAME!

El 20, retroceso de medio punto

Menos gente (50.000 mínimo en Atenas) el 20 de octubre, pero sobre todo, una confiscación de la organización por los responsables estalinistas de PAME: ¿quizá para recuperar presencia tras su clara difuminación en la concentración de la víspera? El caso es que toda la logística estaba en sus manos, y sobre todo, mientras que mucha gente había venido sobre bases radicales, la voluntad del KKE era proteger el parlamento, lo que ha llevado muy rápidamente a enfrentamientos con jóvenes. Si el KKE habla de "fascistoides" a propósito de ellos, y si no se puede excluir la presencia de provocadores, es seguro que la actitud del KKE como garante de la democracia burguesa no podía sino hacer reaccionar a muchos y muchas manifestantes que querrían hacer caer lo más rápidamente posible el ultraje a la democracia que representa el gobierno Papandreu. Los enfrentamientos han sido en parte arbitrados por los policías, y la noche del 20, se ha anunciado la muerte de un manifestante, como consecuencia aparentemente del uso intensivo de gases por la policía.