sábado, 3 de marzo de 2012

Fidel Castro: “Estamos obligados a ganar la batalla por la sobrevivencia”

Fidel Castro: “Estamos obligados a ganar la batalla por la sobrevivencia”
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Va a ser difícil olvidar la imagen que cerró el encuentro. Fidel, con un kimono por encima de la chaqueta deportiva y de pie, muy serio, rodeado por diez hibakushas, como llaman en Japón a los sobrevivientes de las bombas atómicas que lanzó Estados Unidos contra Hiroshima y Nagasaki. Cada uno lo saludó con una reverencia de cortesía y una de las dos mujeres, Ritsoku Ishikawa, no solo se inclinó, sino que besó el dorso de la mano del Comandante.

Aunque difícilmente el Palacio de las Convenciones recuerde otro encuentro en el que haya habido más cámaras fotográficas por metro cuadrado, ni los flashes se sintieron en ese instante. Fue la emoción la que congeló la imagen para el pequeño grupo de cubanos y los 770 japoneses que llegaron en la mañana del jueves al puerto de La Habana a bordo del Crucero por la Paz, el barco que recorre el mundo cada año con activistas contra las amenazas nucleares y medioambientales.

Por segundo año consecutivo se reúnen en este edificio con el líder histórico de la Revolución cubana, y por segunda vez, no pudo ser más estremecedor escuchar testimonios del dolor que padecen millones de personas víctimas de los efectos de la radiación nuclear. Pero no fue este un encuentro de cortesía, sino la sesión principal del “Foro global por un mundo libre de armas nucleares”, evento que había sido uno de los acuerdos del encuentro anterior en La Habana y cuyos organizadores decidieron celebrarlo aquí.

jueves, 1 de marzo de 2012

Euskal Herria, 3 de marzo

Euskal Herria, 3 de marzo
x Andoni Baserrigorri 
Las tiranías jamás dan su brazo a torcer. Las dictauras capitalistas, a veces disfrazadas de pseudo-democracias, nunca aceptan la voz del pueblo

De la misma manera que los rusos tienen su domingo sangriento, en el cual, la burguesía y el despotismo, en lugar de atender las justas reivindicaciones obreras, optaron por una matanza indiscriminada, en Euskal Herria, tenemos el tres de marzo en Gasteiz, en el que la burguesía española optó por la masacre y el crimen, en lugar de dar cauce a unas reivindicaciones obreras que, si se podían calificar de algo, eran justas y humanas.

Los irlandeses recuerdan otro domingo sangriento, en el que, los invasores británicos, también optaron por realizar una matanza entre la población de Derry, pese a que los manifestantes tan sólo pedían unos mínimos democráticos.

Es una constante en este tipo de estados y gobiernos el asesinar de la forma que lo hacen. Prefieren dejar un reguero de sangre por las calles, antes que dar su brazo a torcer y reconocer el carácter opresor de su sistema capitalista-imperialista.

Si el gobierno del Zar en 1905 hubiese dado cauce por vía pacífica a las justas reivindicaciones de las masas en San Petersburgo, de alguna manera hubiese reconocido que su monarquía, era corrupta, explotadora, asesina y se mantenía sobre la sangre de cientos de miles de campesinos y obreros que malvivían en unas condiciones miserables dentro de un guetto medieval. Eso, no lo podía hacer, por eso prefirió ametrallar al pueblo y llenar de luto la Rusia trabajadora.

De la misma manera, si los británicos hubiesen aceptado de manera pacífica las reivindicaciones de la comunidad irlandesa aquella tarde en Derry, se hubiese tratado de un reconocimiento en toda regla, de que, lo que había en el norte de Irlanda, era una ocupación militar colonial y que mantenía en el más absoluto apartheid a más de la mitad de la población.

Las tiranías jamás dan su brazo a torcer. Las dictauras capitalistas, a veces disfrazadas de pseudo-democracias, nunca aceptan la voz del pueblo, aunque le sobre a este la razón.

Por eso, los fascistas españoles no podían aceptar que, la clase obrera vasca mediante una huelga general y las movilizaciones de clase, lograse unos mínimos triunfos que hubiesen sido la evidencia de que, el gobierno del asesino Arias navarro era un gobierno fascista, colonial y que, en Euskal Herria se mantenía, bajo la violencia de las armas españolas y en base a la explotación de la clase obrera vasca.

Al igual que sus colegas británicos y rusos, optaron por ametrallar al pueblo y asesinar a cinco personas, sencillos trabajadores, que salieron a la calle para reivindicar justicia social y unas condiciones de vida dignas para la clase obrera.

Y es que la reflexión es esa. El fascismo, ya sea este, un fascismo medieval como el ruso, un fascismo democrático-colonial como el británico o fascismo a secas, como el español de 1976, antes asesina y acribilla a su propio pueblo, que escucha lo que dice la gente y atiende unas demandas elementales. Ahí queda la enseñanza para la historia.

El pueblo ruso acabó con el zarismo, el pueblo irlandés ha dado pasos hacia la independencia (hacia el socialismo ya es otro cantar) y el pueblo vasco, no hace sino, recordar a las cinco personas asesinadas en Gasteiz, como símbolo eterno por una Euskal Herria soberana, independiente y socialista que, sin duda, llegará el dia que la veamos, nosotr@s o nuestras o nuestros descendientes, pero llegará.

De Arias Navarro ya no se acuerda nadie. De Fraga, otro de los implicados en aquella carnicería, pasado un mes desde que se largó, pronto no será, ni siquiera, un recuerdo. Al igual que al generalísimo, pronto la gente le recordará con desprecio. De Martín Villa, Suárez y otros miembros de aquel gobierno que abrió fuego contra la clase obrera vasca, más de lo mismo. Olvido puro y duro.
Pero, de esos cinco hombres que cayeron en Gasteiz siempre se hablará. Y se hablará como referencia heroica de una clase obrera, la vasca, que no va a bajar la guardia y que no va a resignarse a vivir sin su sueño cumplido, la independencia y el socialismo.

Cada 3 de marzo, Gasteiz y Euskal Herria, tienen una lágrima reservada para esa gente, porque es nuestra gente. Porque murieron por una Euskal Herria mejor. Porque ante los ataques que nos vienen contra nuestros derechos, su memoria, debe ser acicate para luchar y no renunciar a unas conquistas sociales que costó sangre conseguir.

El día que seamos un país libre, un estado socialista, esta gente tendrá un lugar preferencial en nuestra historia. Del gobierno que ordenó disparar contra ellos, desprecio y olvido. Así se escribe la historia de los pueblos y naciones dignas.

Andoni Baserrigorri

Desinoculándonos la parálisis antiimperialista

Desinoculándonos la parálisis antiimperialista
x Red Roja 
Nuestro antiimperialismo siempre resultará arriesgado, porque no se basa en la calidad democrática del agredido, sino en la “calidad”, potencia y fines del agresor

La peor de las actitudes reaccionarias (en el sentido estricto del término, es decir, que “favorecen ir para atrás”) no es la que se basa en una completa mentira, sino la que tiene más de un “grano de verdad”. No, no todo lo que afirman algunas voces que equiparan responsabilidades entre el imperialismo agresor y el gobierno de turno del país situado en su punto de mira es falso. Ni siquiera cuando describen nuestro antiimperialismoo y cómo lo defendemos. Por eso resulta peor su actitud. Y es que incluso se puede tener más razón en determinados aspectos de lo que se dice con respecto a las situaciones concretas en Libia, Siria, etc. (en comparación con lo que argumentan algunas personas del campo militante antiimperialista) y, sin embargo, instalarse en una actitud francamente reaccionaria en lo que se refiere al plano de la confrontación mundial en curso; un plano este, que es donde se sitúa nuestra obligación de desarrollar un movimiento antiimperialista, precisamente en el frente de países centrales del capitalismo avanzado, conscientes de que estos son el principal límite para la liberación social de los pueblos.

Ni que decir que desde Red Roja apoyaríamos procesos realmente emancipadores en Libia, Siria o Irán. Pero no podemos pasar por alto que, sobre determinadas problemáticas socio-políticas en estos países, los imperialistas vienen encumbrando direcciones políticas y fortaleciendo movimientos con muchos puntos comunes con la “contra” criminal antisandinista nicaragüense. Sin duda, nuestros críticos saben que la inmensa mayoría del campo antiimperialista militante no apoya "totalitarismos", ni represiones populares, ni le gustan muchas cosas que pasan en bastantes países que se libraron en el siglo XX del control imperialista, ni tampoco en Rusia, ni en China , etc. Por cierto, también hay cosas que no nos gustan en Cuba y en Venezuela, pero muchos -desde los años 80- supimos que no es difícil montar procesos contrarrevolucionarios y proimperialistas sin necesidad de que haya que fabricarlo todo en una oficina de la CIA. Por esto, aunque hasta apostamos por revoluciones dentro de las revoluciones, incluso en las “más cercanas” (figúrense en otros países), hemos decidido seguir esa enseñanza “fidelo-guevariana” de canalizar nuestras obligadas críticas militantes por planos diferentes y siempre con una máxima: que ninguna de nuestras críticas entre en contradicción con nuestro puesto principal de combate de debilitamiento máximo de la retaguardia imperialista.

En este sentido, tendremos que asumir que algún que otro lo tenga fácil para instalarse en su actitud intelectual “escrupulosamente justiciera” con respecto a nuestro “desequilibrio calculado” del tratamiento de las diferentes contradicciones a nivel mundial. Lo van a seguir teniendo fácil, porque lo que nos va preocupando cada vez más a bastantes personas es la convicción de que el conjunto del imperialismo de países capitalistas “avanzados”(en medio de la gravísima crisis sistémica a la que asistimos) y del imperialismo yanqui en particular (en su intento de quemar el mundo si es preciso con tal de prolongar una hegemonía sin base real) están fomentando artificialmente conflictos o interviniendo para agudizar conflictos político-sociales reales en determinados países con pretensiones geoestratégicas que prolonguen un poder que no se sostiene ya como antes. Sabemos que hay una segunda edición de ola reaccionaria en curso (tras aquella de la “caída del Muro”) que ahora persigue cargarse todos los regímenes que al abrigo -principalmente de la Unión Soviética- se sustrajeron al liderazgo imperialista otanista. Siempre ha sido ésta una pretensión desde la Guerra Fría y ahora es uno de los elementos urgentes que conforman la desestabilización permanente de la situación internacional como “salida de guerra” a la crisis tan grave que los corroe.

Así que, ciertamente, nuestro antiimperialismo siempre resultará arriesgado, porque no se basa en la calidad democrática del agredido, sino en la “calidad”, potencia y fines del agresor. Y aunque, como decimos, no nos gustan no pocas cosas que pasan en TODAS partes, sabemos que nuestra obligación primera (por estar en el campo de países centrales del imperialismo) ha sido y es obstaculizar, en la práctica y no en las palabras, que los imperialistas lleven adelante su plan A (reordenación “democrática”-tipo neocón- del mundo para mejor expoliarlo) o su plan B (incendiarlo todo con tal de prolongar hegemonías al precio que sea).

Por lo demás, amén de las fallas cometidas en el análisis político de lo ocurrido en los procesos afectados por la intervención imperialista, y en un ejercicio propio de tanto intelectual teoricista, se ha llegado a inventar categorías aparentemente progresistas pero que son antidialécticas e idealistas en el mero plano filosófico. Así, es una tremenda tontería hablar de “imperialismo interior” para igualar la oposición que deberíamos desarrollar ante Bachar Al-Asad y un Obama o una Merkel. No nos dejemos impresionar. Es más: claro que pueden encontrarse actitudes y actuaciones imperialistas en muchos países de todos los tamaños, sin duda más creíbles en Rusia y en China por su potencia. Claro también que sobran por aquellos lares casos de explotación capitalista con los que no vamos a comulgar. Pero, para los marxistas, lo importante no es el imperialismo que se quiera, sino el que se ejerza, o se pueda ejercer. Seguimos ligando el imperialismo más criminal y causante principal de agresión de los pueblos a los países capitalistas “viejos y avanzados”, sólo sea porque en el estadio actual de un sistema más que envejecido y podrido, las formaciones socio-económicas rusa y china ya no pueden aspirar a igualarse al viejo club de “países avanzados”, y no pueden prescindir absolutamente de la herencia de su pasado socialista para devenir potencia capitalista si no quieren dejar de ser… una potencia independiente. Por eso, con Cuba, Venezuela y resto de países del campo bolivariano, muchos nos negamos a explicar los conflictos derivados de la pretensión de someter a China y a Rusia como contradicciones interimperialistas de mismo nivel. Ni mucho menos consideramos a esos países como factores responsables de la permanente y siempre creciente desestabilización de la situación internacional. De ahí que ni para estos asuntos seremos ninis. Ya ven que lo tienen fácil para criticarnos de “amigos de totalitarismos”. Ni en estos casos citados, les vamos a dar el gusto a los medios de comunicación imperiales de no compaginar correctamente nuestra actividad militante anticapitalista y antiimperialista.

Cierto que nuestra tarea antiimperialista es ardua y llena de “responsabilidad occidental” por vivir precisamente en la cueva del ogro. Sabemos que el Occidente imperial, en la medida de que siga ejerciendo como tal, limita cualquier proceso de liberación o simplemente de desarrollo independiente en la periferia. No sólo el Occidente reaccionario pone límites por su agresividad y chantaje militares. Al venir dominando en buena parte la economía internacional, condena a arrastrar atrasos a muchas sociedades que incluso acceden a procesos de transformación socialista, impidiéndoles de esta manera profundizar en esos procesos. Por eso, no podemos sustraernos a la tarea pendiente de debilitar al máximo la retaguardia imperialista fomentando movimientos antiimperialistas.

Pues bien, la verdad es que en esta faena andamos con mucho retraso. Y desde luego sería una estupidez buscar en determinadas personalidades del etiquetado “ninismo” la causa principal por la que el antiimperialism o está poco desarrollado en el estado español. Más que alargarnos en debates interminables y que no salen del “plano de la palabra”, se trata de centrarnos en superar nuestras propias debilidades para pasar de la indignación a la acción militante práctica.

Sin más dilación, en la medida de nuestras posibilidades, y sin necesidad previa de ir incólume de dudas, apoyemos las Plataformas contra la Guerra Imperialista, no tanto para ensartar declaración tras declaración, sino para la realización de actos en la calle. Trabajemos por la formación de comités antiimperialistas con dos primeros grandes ejes: la solidaridad con los procesos hermanos abiertos en América Latina y contra la intervención imperial y sionista ya en curso o en ciernes en Oriente Medio. En esa línea de proyección práctica, en lo inmediato despleguemos un esfuerzo militante en las movilizaciones previstas contra la guerra imperialista para el 19 de mayo, fecha en la que se preparan grandes manifestaciones en muchos países (empezando por EE.UU) contra las cumbres simultáneas del G8 y de la OTAN que se celebrarán ese día en Chicago.

Materialicemos, en fin, nuestras convicciones antiimperialistas sin complejos. Y con ese mejor Hegel que nos recordaba Marx, en todo este asunto de verdadera urgencia, consideremos más error no hacer nada por temor a equivocarnos que equivocarnos actuando. Los verdaderos responsables de las agresiones imperiales los tenemos a dos cuadras. Nadie podrá hacer por nosotros lo que sólo a nosotros nos corresponde.

1 de marzo de 2012

www.redroja.net

EEUU ha lanzado una ofensiva contra los levantamientos populares en Medio Oriente

EEUU ha lanzado una ofensiva contra los levantamientos populares en Medio Oriente
x James Petras - La Haine  
Apoya la junta militar en Egipto, recambia el gobierno en Túnez con corruptos, lanza agresiones militares contra Libia y ahora Siria utilizando mercenarios

Comentarios para CX36 Radio Centenario del sociólogo norteamericano, Prof. James Petras desde Nueva york – Estados Unidos. Lunes 27 de febrero de 2012. www.radio36.com.uy

Diego: Es un gusto recibir a James Petras a quien le doy la bienvenida. Hay varios temas para hablar en el día de hoy, el primero es este comunicado de las FARC que ha aparecido en las últimas horas que ha tenido ya varias repercusiones. ¿Cómo se podría entender este comunicado en los tiempos que están corriendo?

Petras: Han entendido que los secuestros han tenido muy mal impacto sobre la población, independientemente de los méritos. Por ejemplo, una de las causas de los secuestros era que las FARC querían liberar muchos de los presos políticos en las cárceles de gobierno y pensaban que con los secuestrados, podían negociar por lo menos un mejor tratamiento de los miles de presos que están sufriendo torturas y abusos en las cárceles colombianas. Pero como al gobierno no le interesa ni los presos que están en sus cárceles ni los secuestrados que tiene las FARC, han decidido que no deben seguir esta táctica porque la manipulación de los medios hace que aparezca como simple actuación de delincuentes para financiar sus actividades.

Este es un buen paso pero hay que ver si hay alguna respuesta recíproca por parte del gobierno, porque siempre las FARC están liberando secuestrados y el gobierno se niega a arreglar un trato mejor para los presos y a entrar en negociaciones.

Todavía el gobierno colombiano no ha dado ninguna respuesta favorable a esta concesión de las FARC y tal vez termine siendo un acto unilateral. Los guerrilleros liberan los secuestrados pero el gobierno sigue con las agresiones militares. Hay que ver si los gobernantes, la narco burguesía que gobierna al país, van a tratar de lanzar una trampa y en el momento de liberar los presos ponen en peligro la vida de los secuestrados.

Hasta ahora el presidente Santos ha rechazado la desmilitarización de pequeñas zonas para que la liberación de presos pueda ocurrir sin incidentes, sin violencia, sin ningún ataque.

Esperamos que este proceso abra un paso hacia la negociación pero tengo mis dudas porque el gobierno de Santos es una continuación del gobierno anterior, el de Álvaro Uribe, que es uno de los peores presidentes asesinos que hemos conocido en América Latina

Diego: Cambiamos de tema y nos vamos al tema Siria. Hubo declaraciones de Hilary Clinton en las últimas horas, hubo también respuestas de China, ¿Cuál es el panorama actual de esa situación en Siria con estas declaraciones multilaterales?

Petras: Debemos reconocer que los Estados Unidos han lanzado una ofensiva contra los levantamientos populares en el Medio Oriente, apoyando la junta militar en Egipto, recambiando el gobierno en Túnez con algunas politiquerías corruptas, están lanzando estas agresiones militares contra Libia y ahora Siria utilizando fundamentalistas, Al Quaeda y mercenarios.

Ahora China que tiene una política muy moderada, muy democrática, de no interferir en los procesos internos en el mundo, China afirma la autodeterminación de los pueblos contra la política intervencionista y desestabilizadora de Estados Unidos, que culmina en agresiones militares.

China también siente que esta ofensiva norteamericana que empieza en África del Norte con Libia, después está tocando Siria, otra agresión, amenazas de ataque contra Irán, indica que Estados Unidos está fortaleciendo el cerco sobre China. Ha instalado nuevas bases militares en Australia, Filipinas y tiene sus fuerzas marítimas frente a la costa de China. China no quiere quedarse en una situación aislada, sin aliados frente a un cerco agresivo norteamericano.

Estados Unidos está en un camino de confrontación. Una declaración de Hilary Clinton es muy peligrosa, dice que por la política de China-Rusia en apoyo de la autodeterminación de Siria está mostrando que no tienen legitimidad como gobernantes. Y cuestionar la legitimidad del gobierno de China es una declaración de guerra. Ahora están en esta onda. Estados Unidos no puede competir con China, está perdiendo influencia en América Latina, en Asia, África. Económicamente está perdiendo la competencia para ser la economía más importante en el mundo y como compensación está lanzando esta escalada diplomática y militar, para tratar de contener, de limitar, la capacidad económica de China. Estamos entrando paso a paso en una fase militarista de Estados Unidos contra el crecimiento dinámico de China.

Diego: Con tantos frentes abiertos, tanto Estados Unidos como Europa ¿Es posible realmente que esta situación se concrete?

Petras: Tenemos una situación complicada. Una cosa es lanzar agresiones contra Libia y Siria, nuevos frentes de expansión militarista norteamericana. Por otro lado en Afganistán, todo el proyecto de entrenar mercenarios afganos para reemplazar los soldados norteamericanos y mantener la influencia norteamericana y OTAN está fracasando. Ahora asesinaron dos altos oficiales de Estados Unidos dentro del Ministerio del Interior en la capital del país.

Es que el plan de Estados Unidos de entrenar oficiales afganos para servir los intereses norteamericanos han fracasado. Oficiales afganos del más alto nivel con la certificación de mayor seguridad, se han dado la vuelta asesinando sus acompañantes norteamericanos. Eso es una indicación de cuánto más ha perdido influencia los Estados Unidos sobre el pueblo, el ejército y la oficialidad de Afganistán. Entienden ahora que el reclamo cada vez más fuerte del retiro de tropas va a resultar en una rápida transición del gobierno a los nacionalistas, a los musulmanes incluyendo a los talibanes.

En el panorama mundial, por un lado los Estados Unidos lanzan una nueva ofensiva en escenarios como en Siria, y por otro lado, están en un deterioro profundo como en Afganistán. Además, están enfrentando a China y Rusia. Al mismo tiempo Rusia, va a volver a elegir a Putin en las próximas elecciones con entre un 58 y un 66% según las últimas encuestas, y China sigue creciendo cerca de un 9% por año mientras Estados Unidos está estancado.

En un lado tenemos mucho bombo de Clinton sobre la gran fuerza norteamericana y por otro lado la realidad que muestra que han perdido mucho terreno.

Diego: Y esos países beligerantes parecen ser los que más problemas internos tienen.

Petras: Si. El problema interno de Estados Unidos es muy profundo a nivel social. Debemos anotar que la tasa de desocupación y subocupación, alcanza a uno de cada cinco trabajadores [20%]. A nivel de salario, se constata que ha bajado alrededor de un 3% el último año, y el gobierno ha anunciado que va recortar el financiamiento a los jubilados, plan médico nacional, y otros beneficios sociales.

Por otro lado tenemos que anotar también que las tasas de ganancia han subido mucho en el sector especulativo, con el precio del petróleo que ha aumentado 40% en un año; hay muchas quejas, muchas protestas, mucho descontento entre las grandes mayoría particularmente por el precio del petróleo, porque afecta el bolsillo de los norteamericanos cada día.

Sin embargo, no tenemos candidatos entre los presidenciables. La extrema derecha ha tomado el control del Partido Republicano y tenemos a Obama que cada vez más toma el camino de la derecha. Entonces, tenemos dos candidatos que no reflejan ninguna de las reivindicaciones populares. Y no hay nada que indique que vayamos a tener otra alternativa para respaldar. Tenemos candidatos de pequeños grupos, obviamente nosotros mismos apoyamos a los candidatos de los terceros partidos como los Verdes, que representan reivindicaciones populares. Pero la desintegración social todavía no ha producido una alternativa a nivel político.

El movimiento “Ocupa Wall Street” ha tenido alguna resonancia y todavía están en discusiones sobre las tácticas que aplicarán en la primavera, porque el invierno y la represión lo han debilitado.

Por el momento ese es el panorama donde la situación objetiva debe favorecer una alternativa progresista, pero por las limitaciones políticas y la manipulación legal, no hemos generado un movimiento que represente las mayorías que están perdiendo en esta situación.

Diego: ¿Qué repercusiones han tenido las represiones a las movilizaciones particularmente de jóvenes como ocurrió allí y ahora en Valencia?

Petras: Acá los medios de comunicación ante estos incidentes de importancia, justifican la actuación de los represores. Muchas veces cuando la represión se da en el contexto de los adversarios, por ejemplo en Rusia hay una movilización donde la policía interviene contra los manifestantes, eso se pasa en la televisión una y otra vez. Pero cuando la represión es aquí, por ejemplo contra los “Ocuppies”, los medios lo describen como un conflicto y justifican a las fuerzas de la represión. Es muy selectivo.

Ahora lo contrario sucede con Internet aquí. Hay muchos sitios que publican fotos, videos, sobre los derechos de los manifestantes y sobre lo que ocurre con la represión. Pero los grandes medios tienen como objetivo defender el Estado y siempre dan la razón al Estado. En particular cuando hay conflictos en el Medio Oriente, los medios son particularmente favorables a Israel. Si Israel mata a tres palestinos es porque los palestinos tiraron piedras contra la policía israelí. Si Israel está tomando territorios de los palestinos, ellos anuncian que está en marcha un nuevo proyecto para construir viviendas.

En este caso tenemos que decir que no tenemos aquí medios de comunicación de masas que reflejen los puntos de vista de los disidentes, los opositores, de los movimientos prodemocráticos. Eso ha sido la realidad desde hace muchos años.

Diego: Y esta escalada represiva en España contra los manifestantes que protestan por las políticas de recortes ¿qué efectos puede tener?

Petras: En España tiene efecto, pero en Europa en su conjunto creo que la tendencia particularmente entre los desocupados y los trabajadores, es concentrar sus fuerzas en defensa de sus propios intereses económicos, contra los efectos del desempleo. No digo que no hay simpatía y solidaridad, pero los efectos de la crisis sobre los trabajadores es tan grave que en cada país los desocupados están enfocados en la lucha en sus propios países.

En Grecia atacando al gobierno títeres de Papademus y en Portugal contra el gobierno derechista respaldado por la troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comunidad Europea); lo mismo en Italia. Ahora, hay denuncias contra lo que está pasando en Valencia, pero activamente, en la fuerza motriz de los levantamientos, están preponderando las contradicciones internas y la intervención de los banqueros de Alemania, Francia e Inglaterra y sus gobiernos.

Diego: Por último Petras, en Uruguay se firmó un acuerdo entre el gobierno y todos los partidos políticos con representación parlamentaria, con el aval de los sindicatos de la educación dentro del Pit Cnt [central sindical oficialista], para aplicar la reforma educativa contra los intereses populares.

Petras: La tendencia global es convertir la educación en brazo de los capitalistas, de modo que sólo sirva para formar mano de obra subordinada al capital, que entiendan de obediencia, y estar dispuestos a aceptar el control y mando de los capitalistas. Por eso ahora quieren introducir esto de comercializar la secundaria y las universidades simplemente para bajar los costos para el sector privado. Es una educación que simplemente busca financiamiento de las empresas, y para obtenerlo deben presentar proyectos que sirvan a las empresas. Lo que buscan es convertir la educación secundaria y terciaria en una extensión de la empresa privada y dejar de producir estudiantes que piensen críticamente, que puedan tener otra manera de pensar sobre la relación de capital y trabajo. Esas son las grandes líneas de cómo se puede entender este nuevo proyecto.

Ahora, los sindicatos en general simplemente buscan cobrar la cuota de sus afiliados y establecer la relación tripartita con el gobierno y los capitalistas, para sentarse con ellos en la mesa. Pero no tienen ninguna visión del gran proyecto del capital que quiere dominar la sociedad. Los sindicalistas sólo quieren su sitio en la mesa y están satisfechos, cobrando su salario y subvenciones. No tienen ninguna visión de Educación alternativa que sirva al pueblo, ni que los académicos elaboren proyectos para mejorar las condiciones económicas y sociales.

En este momento estos sindicalistas tienen una visión en la que el primer problema es ser aceptados, legitimizados por los capitalistas, y como contrapeso están dispuestos a convertir las universidades en brazo de los empresarios. Va a llegar el momento en que serán los empresarios quienes nombren a los docentes, definirán qué se debe investigar y cuánto deben cobrar.

Diego: Petras, le agradecemos mucho este contacto que nos aclara y aporta mucho para entender la realidad internacional.

Petras: Muchas gracias a vosotros, un saludo a todos. Y ojalá que los estudiantes uruguayos se levanten contra ese proyecto neoliberal, privatizador de la Educación.

Extractado por La Haine

martes, 28 de febrero de 2012

Occidente busca robar el petroleo de Iran

Occidente busca robar el petroleo de Iran
|Pravda Liberation Paris 1871|Redaccion Paris|

El presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ha alertado de los complots de Occidente para saquear las riquezas de las naciones de la región.

El mandatario iraní ha precisado este martes que los países occidentales tienen planes, a largo plazo, para hacerse con los recursos energéticos de la región, incluido el petróleo, y ha asegurado que todo ello tiene por objeto salvaguardar al régimen de Israel.

En alusión a la época colonial, el jefe del Ejecutivo iraní ha precisado que los expansionistas occidentales, cuando fueron expulsados de sus colonias, cambiaron de máscara, sin modificar sus objetivos y planes.

El mandatario iraní ha señalado que las naciones del mundo ya se han despertado, pero el hegemonismo internacional intenta que este despertar responda a sus propios intereses a fin de poder dominar a las naciones.

Ahmadineyad ha advertido, además, que dichas potencias occidentales utilizan a varios líderes de la región como una herramienta para alcanzar sus metas.

Finalmente, ha pedido a los países de la región y del mundo que confíen en sí mimos para lograr la independencia y libertad que desean, argumentado que los países hegemónicos sólo miran por sus propios intereses.

El Caracazo abrió el camino para la corriente chavista

El Caracazo abrió el camino para la corriente chavista
x Lucía Berbeo

En el marco de la conmemoración de los 23 años del inicio de la rebelión popular contra las medidas neoliberales impuestas por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez y el Fondo Monetario Internacional, lo cual originó que el pueblo saliera a las calles a protestar, el Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Elías Jaua Milano, manifestó que los primeros indignados contra las medidas económicas fueron los venezolanos de aquel 27 de febrero de 1989 con el que se abrió un camino que se expandió por toda América a través de la corriente popular liderizada por el Comandante Hugo Chávez.

Jaua resaltó que este glorioso pueblo de Bolívar dio un paso al frente para decir que los venezolanos “no se iban a calar más esas medidas a las que estuvimos sometidos. Después de tanta lucha, resistencia y dolor, hoy podemos decir que encontramos el verdadero camino”, expresó.

Recordó que la primera acción del pueblo nunca se dirigió hacia ninguna persona, “que a pesar de 100 años de humillación y de masacre tuvo la conciencia profundamente humanista de no agredir a ningún otro compatriota y esa tolerancia es precisamente lo que no tienen los de la élite, que supo respondernos con plomo, masacre y humillación”.

“Aquí hay un pueblo victorioso, más nunca habrá un pueblo vencido. La victoria nos pertenece, el camino de la construcción de un país donde podamos vivir todo lo vamos a mantener, con la victoria del 7 de octubre seguiremos en la construcción de la patria grande, de la patria buena”, puntualizó.

Por su parte, la Fiscal General de la República, Luisa Ortega, indicó que en el Ministerio Público reposan 336 casos que permanecen en proceso de investigación, entre ellos los vinculados con el Plan Ávila a través del cual se ordenó masacrar a la población.

Hasta ahora han sido acusados el ex ministro de la Defensa para la época, Ítalo del Valle Allegro; el ex gobernador del Distrito Capital, Virgilio Ávila Vivas, el ex comandante del Comando Regional Nº 5 de la Guardia Nacional (GN), Freddy Maya Cardona, el ex comandante de la extinta Policía Metropolitana (PM), Rafael Vidal Orsoni; el ex segundo comandante de la PM, Luis Guillermo Fuentes, y el ex comandante del Comando Estratégico Operacional, Manuel Heinz Azpúrua.

Informó que “el Ministerio sigue investigando en los casos de esa fecha para acusar a los responsables de esta masacre, que agredieron a un pueblo desarmado, porque muchos tenían tiros de gracia, es decir que fueron aprehendidos vivos y ejecutados después. Esa era la práctica utilizada por un gobierno represivo que torturaba y asesinaba a los venezolanos”.

Reflexionó que “en esos días el país estuvo conmocionado por la forma en que los cuerpos policiales arremetieron contra los venezolanos. Era un pueblo desarmado, mientras la policía estaba equipada, preparada para la guerra, es decir, esto fue una guerra contra el pueblo”.

La Fiscal Luisa Ortega -aseveró- que la represión del Estado contra la población el 27 de febrero de 1989 “constituye el segundo genocidio más grande ocurrido en el país. Nunca hubo una masacre como esta en nuestro país después del genocidio contra los pueblos indígenas”, recalcó desde el Cementerio General del Sur, en Caracas, donde dirigió los honores a las víctimas.

Mientras, el Ministro de la Defensa, Henry Rangel Silva, expresó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) jamás volverá a utilizar sus armas en contra del pueblo venezolano. A través de la cuenta en twitter @ceofanb, Rangel Silva escribió “Hoy 27 de Febrero, estamos seguros que jamás la FANB volverá a utilizar sus armas en contra del pueblo venezolano”.

Cabe destacar, que el 27F, los pobres bajaron de los cerros como una respuesta espontánea ante la grave crisis económica y política del país. En ese momento, Carlos Andrés Pérez iniciaba su segunda presidencia y anunció la puesta en marcha del llamado paquete económico, con medidas neoliberales que significaban mayor miseria para el pueblo venezolano.

Finalmente, a 23 años de ese trágico día que enlutó a muchas familias venezolanas. Allí, en ese momento, comenzó el despertar de los hombres y mujeres que hoy cierran filas en la construcción de la República Bolivariana de Venezuela.

"No es una crisis, es el sistema"

"No es una crisis, es el sistema"
x Dax Toscano Segovia
Entrevista con Jorge Martín de la Corriente Marxista Internacional :: "El régimen parlamentarista burgués no es más que una fachada bonita para la dictadura del capital"

La crisis actual del sistema capitalista permite evidenciar, una vez más, que Marx tenía la razón. Su obra, su pensamiento revolucionario están hoy más vigentes que nunca antes. El pensamiento débil, posmoderno, progre, no ha podido ni tan siquiera comprender la situación que vive el mundo actualmente, mucho menos explicarla y, peor, encontrar las vías para la transformación revolucionaria de la sociedad. No puede ser de otra forma, porque, en definitiva, a esos intelectuales de cafetín, representantes de ese pensamiento, investidos de una vanidad que raya con la prepotencia, los mismos que exaltan todo lo post, lo ligth, que abogan por el fin de las ideologías y la lucha de clases, solo les interesa su prestigio como profesionales al servicio del poder dentro de las instituciones académicas universitarias. Igual sucede con los sociólogos, fundamentalmente los abiertamente puestos del lado de la burguesía y el imperialismo, quienes prestan sus servicios a quienes les pagan sus sueldos.

Con Jorge Martín, miembro del Comité de Redacción de la página web “In Defence of Marxism” (www.marxist.com/es), editor de “América Socialista”, revista política de la Corriente Marxista Internacional en las Américas, conversamos sobre la actualidad del pensamiento de Marx en una época en la que no hay otra salida que la de luchar por el triunfo del socialismo.

Jorge, ¿tiene vigencia en la actualidad "El Manifiesto Comunista" para el análisis de la sociedad capitalista? En este contexto ¿son válidas las categorías usadas por el marxismo de clase social, plusvalía, trabajo asalariado, puesto que hoy se dice que estamos frente a la economía del conocimiento, una economía desmaterializada, una economía que ya no está basada en el trabajo productivo?

En realidad el "Manifiesto Comunista" es el documento más actual que alguien que quiera entender lo que está sucediendo hoy en día pueda leer. Aunque fue escrito hace casi 165 años, el Manifiesto describe de manera brillante el mundo capitalista que vemos hoy, incluso más que la situación que existía en 1847. Si uno se molesta en leer cualquier texto burgués de aquella época, verá que no tiene más que un interés puramente histórico. El Manifiesto en cambio describe en detalle la dominación aplastante del mercado mundial, las crisis periódicas del sistema capitalista, el surgimiento de la clase trabajadora, la concentración de los medios de producción, etc.

Las categorías marxistas son, si cabe, más vigentes hoy en día que en la época de Marx, cuando realmente el sistema capitalista mundial estaba en su infancia. A los que afirman que la economía capitalista ya no se basa en el trabajo productivo habría que pedirles que se paren a pensar en las cosas que les permiten funcionar durante un día de su vida. ¿Quién y cómo se produce la cama donde duermen, las cobijas que les abrigan, las paredes, ventanas y techo que les protegen de la intemperie? ¿De dónde sale la comida que le alimenta, la energía con la que la cocinan, el horno y los fogones dónde la transforman en deliciosos platos? ¿Quién produce el auto o el transporte colectivo que les lleva a su lugar de trabajo y quién lo conduce? Podríamos seguir.

En cuanto a la “economía del conocimiento”, si de lo que estamos hablando es del papel de las tecnologías de la información y la comunicación, nada de ello entra en contradicción con el análisis marxista del capitalismo. Marx y Engels explican como “la burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción”. Las nuevas tecnologías se aplican a la producción para aumentar la productividad del trabajo, el conocimiento por el conocimiento no tiene ningún valor bajo el capitalismo sino encuentra una aplicación en la producción de mercancías.

Si hablamos por ejemplo del desarrollo de programas de software, esto lo hacen trabajadores que generalmente trabajan para grandes multinacionales y que reciben un salario a cambio de su fuerza de trabajo. Aunque trabajen delante de una pantalla de computadora y con un teclado, en lugar de apretar tornillos en una cadena de producción, igualmente son trabajadores asalariados de los que se extrae plusvalía. El producto final de su trabajo quizás no se puede tocar físicamente, pero igualmente es una mercancía, en la medida que tiene un valor de uso y un valor de cambio y se vende en el mercado capitalista.

En el contexto de la aguda crisis económica a la que se enfrenta el sistema capitalista, ya no somos sólo los marxistas los que reclamamos la validez de los análisis de Marx, sino que también los estrategas más inteligentes de la burguesía se ven obligados, a regañadientes, a reconocer su validez.

¿Es posible superar un sistema basado en relaciones mercantiles y en el trabajo asalariado?

No solamente es posible sino que es necesario. El capitalismo es un sistema que está en crisis. Las fuerzas productivas que ha creado se rebelan contra los límites impuestos por la propiedad privada de los medios de producción y el Estado nacional. La actual crisis económica ha provocado la destrucción de 27 millones de puestos de trabajo, llevando el total a 200 millones de desempleados. Dos cientos millones de hombres, mujeres y sobre todo jóvenes condenados a la inactividad, no porque no existan necesidades humanas que cubrir, sino porque los capitalistas, la minoría que es propietaria de los medios de producción, no encuentran un mercado para transformar mercancías en beneficios.

Sobre la base de la planificación democrática de la economía sería posible resolver de un plumazo los problemas de hambre, enfermedad, desnutrición, falta de acceso a agua potable, desempleo y pobreza extrema que afectan hoy a cientos de millones de personas en todo el mundo. El único obstáculo es el capitalismo, que se basa no en satisfacer las necesidades de la mayoría, sino en el lucro privado de una minoría. Para superar este obstáculo es necesario expropiar los medios de producción y el capital para ponerlo al servicio de la población.

Ese sería el primer paso hacia una sociedad basada no en la necesidad sino en la abundancia y progresivamente la eliminación el dinero y las relaciones mercantiles, lejos de ser un instrumento de dominación y explotación se convertirían en un mero mecanismo de control administrativo, para finalmente desaparecer por completo.

¿En qué consiste la teoría marxista de la política? ¿Cómo entender desde el marxismo lo que es la política? ¿Cuál es la diferencia entre la política burguesa y la política revolucionaria? ¿Es posible ser apolíticos?

Desde un punto de vista marxista, toda lucha de clases es una lucha política. Lógicamente, existe hoy en día una amplio rechazo a la “política” en general por parte de jóvenes y trabajadores que entran en la arena de la lucha justamente repugnados por el espectáculo de políticos tanto de derechas como de “izquierdas” que siguen fundamentalmente las mismas políticas y todos afectados por escándalos de corrupción. Este es un rechazo sano y saludable. Pero hay que ir más allá. La política no es más que la lucha por los intereses propios y colectivos de los trabajadores y los oprimidos como clase en oposición a los intereses de los capitalistas como clase.

Desde el punto de vista de la clase dominante, la política se limita a ofrecer a los trabajadores la posibilidad de votar cada cierto tiempo por un partido u otro, pero en última instancia todas las decisiones importantes se toman en los consejos de administración de los grandes bancos y empresas. Esa es la política burguesa. Desde el punto de vista de los trabajadores, la política debería ser la lucha por avanzar los intereses diarios y concretos de la clase oprimida, y la vinculación de esa lucha con el objetivo general de tomar el poder político para poner fin al régimen capitalista de explotación.

La idea del rechazo general a toda la política en realidad es muy útil a la clase dominante, pues si los trabajadores y trabajadoras no participamos políticamente, defendiendo nuestros propios intereses, entonces dejamos la política en manos del enemigo. Lo que es necesario es organizarse de tal forma que las organizaciones que la clase obrera ha creado a lo largo de décadas y ha mantenido con su esfuerzo militante, respondan realmente a sus intereses.

Puedes explicarnos ¿qué es el reformismo? ¿El reformismo se enfrenta necesariamente a los cambios revolucionarios? ¿El dilema sigue siendo reforma o revolución?

El reformismo es básicamente la idea de que el sistema capitalista se puede ir mejorando, con pequeños parches y reformas, de manera gradual y parlamentaria, hasta llegar a transformarlo por completo. En realidad esto era el reformismo clásico, del dirigente de la socialdemocracia alemana Bernstein por ejemplo.

El reformismo vivió su época dorada durante el boom de la posguerra en los países capitalistas avanzados. Allí sí se realizaron reformas importantes que mejoraron las condiciones de vida de la clase trabajadora, lo que se vino a llamar el Estado del bienestar. Salud y educación gratuitas para todos, viviendas sociales baratas, seguro de desempleo generoso, pensiones de jubilación dignas, baja de maternidad, guarderías infantiles públicas de calidad, etc. Todo eso fue posible por una parte debido a la lucha y la organización de la clase trabajadora y por otra debido al largo período de crecimiento económico que el capitalismo experimentó durante casi 3 décadas.

En esas condiciones, parecía normal, por lo menos en los países capitalistas avanzados, pensar que un proceso gradual de reformas iría limando las aristas del capitalismo. Eso fortaleció la dominación de las ideas reformistas en el movimiento obrero de esos países. Sin embargo, las crisis capitalistas de 1973 y 1979, pusieron fin a esa época.

El capitalismo ya no podía permitirse conceder ni siquiera algunas migajas que sobraran de la mesa del patrón. Empezó toda una época de contra-reformas y ataques que han ido destruyendo gran parte de las conquistas del pasado. Incluso cuando los partidos social-demócratas han llegado al poder no han aplicado políticas reformistas. La actual crisis del capitalismo pone de manifiesto, incluso de manera más aguda, la imposibilidad de conseguir reformas significativas y duraderas en el marco de un sistema senil.

Algunos describen este período como “neo-liberal” o argumentan que las políticas de austeridad están motivadas por criterios ideológicos. Aunque obviamente la clase dominante trata de establecer un andamiaje ideológico para sus políticas, lo cierto es que la crisis económica no les permite conceder ninguna reforma.

Los revolucionarios no estamos contra las reformas, al contrario, participamos de manera seria y consecuente en la lucha por defender o conquistar cualquier reforma seria que mejore las condiciones de vida, de trabajo y los derechos democráticos de la mayoría. En su obra clásica “Reforma o revolución”, la gran revolucionaria alemana Rosa Luxemburgo lo explica claramente:

“La lucha cotidiana por las reformas, por el mejoramiento de la situación de los obreros en el marco del orden social imperante y por instituciones democráticas ofrece a la Socialdemocracia el único medio de participar en la lucha de la clase obrera y de empeñarse en el sentido de su objetivo final: la conquista del poder político y la supresión del trabajo asalariado. Entre la reforma social y la revolución existe, para la socialdemocracia, un vínculo indisoluble. La lucha por reformas es el medio; la revolución social, el fin.”

Lo que diferencia a revolucionarios de reformistas pues, no es la lucha por las reformas, sino el que los reformistas piensan que sea posible reformar el capitalismo, mientras que los revolucionarios estamos convencidos que el mismo debe ser abolido de manera revolucionaria. Si las ideas reformistas fueron siempre utópicas, en el contexto de la más severa crisis capitalista desde los años 30, hoy en día lo son todavía más.

¿Se puede cambiar el mundo sin tomar el poder?

La idea, defendida por algunos intelectuales como Holloway, de que es posible cambiar el mundo sin tomar el poder, aunque puede parecer atractiva, y en cierta medida es una reacción contra el estatismo estalinista del siglo 20, en realidad no tiene ni pies ni cabeza.

La clase dominante, lo es en virtud de su propiedad de los medios de producción, pero se dota de un Estado (“cuerpos de hombres armados en defensa de la propiedad privada” como dijera Engels), para defender esa dominación. El poder estatal es parte integrante de la dominación capitalista. El poder económico no se puede separar del poder político.

La idea de que uno puede simplemente “salirse” del capitalismo, crear “espacios liberados” o “autónomos” en los que el capitalismo cesa de existir, y que de alguna manera esos espacios se van a extender hasta que el sistema capitalista no pueda ya funcionar, es utópica y refleja además una profunda incomprensión del carácter de fondo del sistema capitalista.

Además de tener muchos puntos en común con el gradualismo reformista, es una concepción profundamente idealista. Se argumenta que si convencemos a una mayoría, mediante el ejemplo voluntarista de unos cuantos, de que se puede vivir “fuera del capitalismo”, entonces el resto nos seguirá. Sin embargo las cosas no son tan simples.

El capitalismo no es un modo de vida, sino un conjunto de relaciones sociales y de poder y eso es lo que hay que transformar para poner fin al mismo.

Las ideas de Holloway se basan en gran medida en la experiencia de los zapatistas en México. La lucha de los campesinos pobres indígenas de Chiapas es sin duda heroica, y su levantamiento contó con simpatías muy amplias entre todos los oprimidos de México y mucho más allá. Sin embargo, la estrategia zapatista ha quedado desacreditada en la práctica. Al renunciar a la lucha por tomar el poder en México, su movimiento ha quedado reducido a la lucha por una autonomía cultural limitada en una parte del país. Los jóvenes de las comunidades zapatistas siguen siendo obligados a emigrar para encontrar un sustento a otras zonas del país, a las regiones turísticas o petroleras. La agricultura de subsistencia no puede ofrecer una salida a los millones de trabajadores y pobres de México. La dirigencia zapatista, al llevar hasta su extremo la idea de que todos los políticos son iguales, de que no podemos participar en la farsa electoral burguesa, finalmente se aislaron de uno de los movimientos más importantes que han visto los oprimidos en México en mucho tiempo: la lucha contra el fraude electoral a López Obrador en el 2006.

La experiencia de las fábricas ocupadas en Argentina y en otros países, también demuestra en la práctica como es imposible construir islas de socialismo rodeadas de capitalismo, enclaves de una nueva sociedad, dentro de la vieja. Las fábricas necesitan insumos, fuentes de crédito, necesitan colocar sus productos en el mercado capitalista, etc.

Recientemente en un artículo sobre Grecia, Holloway proponía como alternativa a los brutales planes de austeridad “la vuelta al campo, los huertos urbanos, las ollas populares”. Aquí vemos realmente la estrechez de miras de ésta teoría. Una cosa es que muchos griegos, sin empleo, sin ingresos, sin casa, se hayan visto obligados a volver al campo, o a plantar unas hortalizas en un huerto para subsistir. Pero ¿realmente se puede proponer eso como una alternativa al capitalismo? La salida en Grecia es la unidad de la lucha obrera para derribar al gobierno, la nacionalización de la banca y las grandes empresas bajo control obrero, para tomar control de la economía y poder planificarla democráticamente en interés de la mayoría. Esto debería ir acompañado por un llamamiento internacionalista a los trabajadores de Europa y del mundo a seguir el mismo camino y levantar un movimiento de solidaridad con la revolución griega.

Los trabajadores de la Acería Griega han ocupado las instalaciones y llevan más de tres meses en huelga. ¿Acaso la alternativa para ellos es abandonar la fábrica y ponerse a cultivar tomates en el balcón de su casa? Su lucha pasa por la nacionalización bajo control obrero de la empresa, para poder poner esos medios de producción, condenados a la inactividad por la crisis capitalista, a funcionar en beneficio de la mayoría, usando el acero para construir hospitales, puentes, escuelas, etc.

Definitivamente no se puede cambiar el mundo sin poner fin al sistema capitalista, y eso pasa por la toma del poder político y económico por parte del pueblo trabajador, los que producen toda la riqueza.

¿Se debe participar o no políticamente en el régimen parlamentarista burgués?

El régimen parlamentarista burgués no es más que una fachada bonita para la dictadura del capital. Sin embargo, por el momento, la mayoría de la población no lo ve de esta manera. Como consecuencia, los revolucionarios debemos participar en el parlamento, pero sin ninguna ilusión en el mismo, sino para utilizarlo como altavoz, como plataforma para la explicación de las ideas revolucionarias. Los bolcheviques en Rusia, mientras no tuvieron el apoyo suficiente como para oponer al parlamentarismo una auténtica democracia soviética, participaron hasta incluso en las más restrictivas elecciones a la Duma (parlamento) zarista, y utilizaron de manera muy hábil a los parlamentarios electos para hacer propaganda pública de la necesidad de una revolución y denunciar el régimen zarista.

En los países europeos más severamente afectados por la crisis, incluso la farsa del parlamentarismo burgués empieza a quebrarse y mostrar de manera más abierta su auténtico carácter. En Grecia e Italia hemos visto la sustitución de gobiernos elegidos democráticamente en elecciones burguesas, por gobiernos “tecnocráticos” compuestos de representantes directos de los banqueros y capitalistas a los que nadie eligió.

Esto lleva a un descrédito cada vez más amplio de los políticos burgueses y del régimen parlamentario burgués en general. En el Estado español por ejemplo, uno de los gritos de guerra del movimiento de los “indignados” ha sido el “que no, que no, que no nos representan”. Al mismo tiempo vemos el aumento en los votos para aquellas opciones de la izquierda que aparecen como un punto de referencia alternativo (por ejemplo Izquierda Unida en España, el KKE y Syriza en Grecia).

Los parlamentarios revolucionarios sin embargo tienen que romper abiertamente con las normas y costumbres del parlamentarismo burgués. En primer lugar deben renunciar a los privilegios y prebendas que acompañan el cargo. Un diputado que quiere representar a la clase obrera debería percibir el mismo salario que el de un obrero cualificado, y entregar el resto al movimiento obrero. Un diputado obrero debería convertirse en el portavoz de todas y cada una de las luchas de los trabajadores en la arena parlamentaria para darles de esta manera la más amplia publicidad. En Gran Bretaña en los años 80, la tendencia marxista Militant logró elegir a 3 diputados al parlamento nacional dentro de las listas del Partido Laborista precisamente sobre la base de la consigna “diputado obrero, sueldo obrero”. La participación de los revolucionarios en los parlamentos burgueses no debe de ser un fin en sí mismo, sino una herramienta auxiliar en la lucha de clases, complementando y amplificando la acción en la calle.

¿Cómo explicar desde la teoría marxista las categorías de democracia y la de dictadura del proletariado?

La llamada “democracia”, democracia burguesa en realidad, no es más que una fachada de la dictadura del capital. Es decir, se garantizan formalmente una serie de derechos democráticos, siempre que el ejercicio de los mismos no amenace el poder, privilegios y propiedad de la clase capitalista. En cuanto estos se ven amenazados, la clase dominante no duda en recurrir a métodos dictatoriales de dominación, como vimos gráficamente en el golpe de Estado de Pinochet en Chile en 1973.

Pero incluso en un régimen formalmente democrático, el poder real reside en los propietarios de los medios de producción que tienen la capacidad económica para decidir sobre el destino y el empleo de millones, que controlan los medios de comunicación para moldear la opinión pública, que compran y venden políticos para defender sus intereses, etc. La democracia y la igualdad bajo el capitalismo son ilusorias. Como dijo el escritor francés Anatole France, “la ley, en su majestuosa igualdad, prohíbe por igual, al rico y al pobre, dormir bajo un puente, mendigar en las calles y robar pan”.

La dictadura del proletariado no es más que otro nombre para la democracia obrera. Bajo el capitalismo tenemos una dictadura ejercida por una clase minoritaria sobre otra, mayoritaria. Bajo la dictadura del proletariado, es la clase trabajadora, la mayoría de la sociedad, la que ejerce el poder y lo defiende contra una minoría explotadora que quiera restaurar el viejo régimen. La democracia obrera en realidad, no es más que un régimen transitorio, en la medida en que el socialismo crea un régimen de abundancia, la necesidad de un aparato estatal va desapareciendo.

Recomiendo la lectura de los textos de Marx y Engels sobre la Comuna de París y el clásico texto de Lenin “El Estado y la Revolución” para una explicación más detallada de estos conceptos.

¿Tienen vigencia los planteamientos hechos en el "Manifiesto Comunista" respecto a la organización revolucionaria de la clase trabajadora?

Totalmente. La clase trabajadora, por el lugar que ocupa en las relaciones capitalistas de producción, es la única clase que potencialmente revolucionaria de manera consecuente. Eso no quiere decir que no precise de y deba buscar el apoyo de otras capas en la sociedad, como el campesinado en aquellos países en que tiene un peso específico en la sociedad, los pobres urbanos, las capas bajas de la pequeña burguesía, etc.

En las recientes huelgas masivas en defensa del sistema de pensiones de jubilación en Francia vimos dos ejemplos de esto. Por una parte, los trabajadores de las refinerías, un sector altamente organizado y que había conquistado condiciones de trabajo y salariales superiores a otros sectores, se lanzó a una huelga indefinida con bloqueos de las instalaciones. La medida rápidamente generó la simpatía y solidaridad de amplias capas de la población y llegó a paralizar prácticamente la vida económica de todo el país. Eso demostró el poder potencial de incluso un grupo numerosamente pequeño de trabajadores. El otro ejemplo fue la huelga de los trabajadores de los transportes de seguridad que distribuyen el dinero a las sucursales bancarias y cajeros automáticos. Una huelga que en pocos días amenazaba con paralizar la vida financiera del país.

La clase obrera, por lo tanto, potencialmente, tienen el poder para tomar control de la sociedad. Lo que se requiere es una dirección revolucionaria que esté a la altura. Esta dirección no se puede simplemente proclamar sino que tiene que ganarse el derecho a dirigir a la clase, mediante su intervención en todas y cada una de las luchas de los oprimidos. En palabras de Marx:

“Los comunistas no forman un partido aparte de los demás partidos obreros.(…) Los comunistas no se distinguen de los demás partidos proletarios más que en esto: en que destacan y reivindican siempre, en todas y cada una de las acciones nacionales proletarias, los intereses comunes y peculiares de todo el proletariado, independientes de su nacionalidad, y en que, cualquiera que sea la etapa histórica en que se mueva la lucha entre el proletariado y la burguesía, mantienen siempre el interés del movimiento enfocado en su conjunto. Los comunistas son, pues, prácticamente, la parte más decidida, el acicate siempre en tensión de todos los partidos obreros del mundo; teóricamente, llevan de ventaja a las grandes masas del proletariado su clara visión de las condiciones, los derroteros y los resultados generales a que ha de abocar el movimiento proletario.” ("El Manifiesto Comunista", Marx y Engels, 1848)

¿Cómo comprender el movimiento de los indignados y ocupa Wall Street?

Estos movimientos son extraordinariamente sintomáticos. Reflejan un estado de ánimo cada vez más amplio de oposición instintiva al sistema capitalista, que se ha ido acumulando durante años y que ha salido a la superficie con la actual crisis económica.

Consignas como “no somos mercancías en manos de políticos y banqueros”, “somos el 99%”, “no es una crisis, es el sistema”, sacan a la luz la oposición existente entre la mayoría de la población que tiene que vender su fuerza de trabajo para asegurarse un sustento y una minoría parasitaria, no electa, que se enriquece cada vez más a costa de ese 99%. Esta es una conclusión profundamente revolucionaria y a la que han llegado capas cada vez más amplias de la población. Es cierto, que el papel decisivo en esos movimientos lo ha jugado la juventud, como no podía ser de otra manera y como suele suceder a lo largo de la historia. Pero la juventud no es más que un barómetro sensible de los estados de ánimo generales en la sociedad. Tanto en EEUU como en España, por ejemplo, todas las encuestas de opinión realizadas muestran como el 80% o más de la población apoya estos movimientos y sus objetivos.

El que en los EEUU, el país capitalista más poderoso del mundo, se haya planteado la idea de una huelga general como sucedió en Oakland, California, contra la brutal represión al movimiento Ocupa, es también muy significativo. Estos movimientos, además de cuestionarse el propio sistema capitalista, reflejan la idea muy avanzada de que es posible hacer algo para cambiar la situación, rompen con el fatalismo y el escepticismo del “no hay alternativa”. Inspirados por los levantamientos revolucionarios en Túnez y en Egipto, millones de personas en los países capitalistas avanzados han llegado a la conclusión que la única manera de cambiar las cosas es mediante la acción revolucionaria en las calles de las masas.

Estas dos conclusiones - el sistema no sirve, podemos cambiarlo mediante la movilización – son por sí mismas muy importantes. Es cierto que estos movimientos carecen de una alternativa clara al sistema capitalista y que en ellos hay todo tipo de ideas confusas al respecto. ¿Cómo podría ser de otra manera? El movimiento apenas acaba de iniciar, empieza a despertar.

La tarea de los marxistas es la de participar activamente en el mismo, insistiendo y resaltando sus elementos más positivos, señalando al mismo tiempo cual pensamos que debería ser el camino a seguir. Entrar en un diálogo compañero y paciente con las nuevas capas de jóvenes que se unen a la lucha, para, en la práctica, demostrar la utilidad y la superioridad de las ideas del marxismo para la lucha revolucionaria.

Sociedad civil, ciudadanía, multitud vs. clase social. ¿Cuál de ellas es válida?

En realidad estos conceptos de “sociedad civil”, “ciudadanía”, “multitud”, etc., no hacen otra cosa que esconder el verdadero carácter de la sociedad capitalista y las contradicciones en su seno. Ciudadanos somos todos, desde el banquero especulador que recibe bonificaciones millonarias mientras deja a cientos de miles de familia sin casa, hasta el trabajador de la construcción que es despedido y no puede permitirse un techo sobre su cabeza. ¿Qué intereses comunes tenemos? Ninguno. La multitud tampoco significa nada en realidad.

Incluso en el caso de las revoluciones en Túnez y en Egipto, las masas salieron a las calles, ocuparon las plazas y se enfrentaron al ejército y la policía. Pero el factor clave en el caso de Túnez fue una serie de huelgas generales regionales que culminaron en una huelga general en la capital. En el caso de Egipto, el movimiento había sido precedido por una oleada huelguística y el ejército decidió apartar a Mubarak de en medio, justo cuando la clase obrera estaba empezando a entrar en la escena de forma organizada.

El capitalismo se basa en la contradicción central de una clase dominante, propietaria de los medios de producción y una clase desposeída, que no tienen más que su fuerza de trabajo (manual o intelectual) para vender. Es sobre la base de este análisis científico que debemos ver cuál es el sujeto revolucionario.

24 de febrero de 2012