¿Podría Irán derrotar a la Marina de EEUU en el Golfo Pérsico?
Tras años de amenazas por parte de EEUU, Irán está adoptando una serie de medidas que sugieren que está dispuesto a cerrar el Estrecho de Ormuz y que puede hacerlo. El 24 de diciembre de 2011, Irán inició sus maniobras militares Velayat-90 en el Estrecho de Ormuz y sus alrededores, extendiéndose desde el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán (Mar de Omán) al Golfo de Adén y el Mar Arábigo.
Desde que esas maniobras tuvieron lugar, ha habido una escalada bélica verbal entre Washington y Teherán. Sin embargo, nada de lo que la Administración Obama o el Pentágono han dicho o hecho hasta ahora ha impedido que Teherán continúe con sus ejercicios navales.
La naturaleza geopolítica del Estrecho de Ormuz
Además del hecho de que es un punto vital de tránsito de los recursos energéticos globales y un cuello de botella estratégico, es preciso tener en cuenta dos aspectos más respecto al Estrecho de Ormuz y a su relación con Irán. El primero se refiere a la geografía del Estrecho de Ormuz. El segundo tiene que ver con el papel de Irán en la cogestión del estratégico estrecho en virtud del derecho internacional y de sus derechos nacionales de soberanía.
El tráfico marítimo que atraviesa el Estrecho de Ormuz ha estado siempre en contacto con las fuerzas navales iraníes, compuestas mayoritariamente por las fuerzas regulares de la Marina y el sector de la Marina de la Guardia Revolucionaria de Irán. De hecho, las fuerzas navales iraníes controlan y vigilan el Estrecho de Ormuz junto con el Sultanato de Omán a través del enclave omaní de Musandam. Y lo que es más importante aún, todo el tráfico marítimo que atraviesa el Estrecho de Ormuz, incluida la Marina de EEUU, debe navegar por aguas territoriales iraníes. Casi todas las entradas al Golfo Pérsico se hacen a través de las aguas iraníes y casi todas las salidas a través de aguas omaníes.
Irán permite que todos los barcos extranjeros utilicen sus aguas territoriales con buena fe y en base a la Parte III de la Convención de las Naciones Unidas sobre las Disposiciones de Tránsito Marítimo reguladas en el Derecho del Mar, que estipula que los navíos son libres de navegar a través de estrechos marítimos y otras formaciones similares de agua si realizan una navegación rápida y continua entre un puerto abierto y alta mar. Aunque Teherán sigue normalmente las prácticas de navegación recogidas en el Derecho del Mar, no está legalmente vinculado a ellas. Al igual que Washington, Teherán firmó este tratado internacional, pero no lo ratificó nunca.