jueves, 20 de enero de 2011

LUCHA DE CLASES


El 2010 cierra como segundo año consecutivo en recesión con una inflación de 27,2%. A mediados del mes de diciembre del año pasado, el gobierno empezó a tomar medidas revolucionarias como ocupar 47 fundos en la zona del sur del lago de Maracaibo y la anterior Asamblea Nacional entregó la Ley Habilitante para que el Presidente Chávez pudiera tomar medidas aún más revolucionarias. Sin embargo, se ha devaluado la moneda, se vetó la Ley de Universidades y en la rendición de cuentas se entregó la Ley Habilitante. La derecha vendrá por más. Los revolucionarios debemos organizarnos para ganar las elecciones del 2012 y participar activamente en las discuciones del PSUV para que nuestro partido avance y no retroceda.
La lucha de clases se ha intensificado durante todo el 2010. La revolución pasa por una dura encrucijada: la de radicalizar la revolución o seguir por el peligroso camino de las reformas en el marco constitucional. La tragedia de las lluvias está colocando un gran reto al gobierno: el de superar las 40.000 viviendas calculadas para el presupuesto del 2011 y llegar a las 300.000 como recientemente afirmó Farruco Sesto, un reto nada fácil. A esto se suma el cierre del 2010 como el segundo año consecutivo en recesión con -1,9%, más la inflación que al cierre del año ha superado las cifras del Banco Central, llegando a 27,2%, más la especulación, el acaparamiento, la guerra económica, los altos precios de los alimentos, el alto índice delictivo que han golpeado duro él año pasado. Esto se ha visto claramente reflejado con los resultados electorales del 26/S donde la derecha logró 67 diputados (La MUD y el PPT). Las fuerzas revolucionarias han perdido las dos mayorías calificadas, por lo tanto no cuenta ni con las dos terceras partes (110 diputados que era el objetivo de la campaña por el PSUV) ni tampoco con las tres quintas partes (99 diputados) que se necesitan para la aprobación de leyes orgánicas y otras.
No hay lugar del país donde el pueblo no hable de los altos precios de los alimentos y el desabastecimiento de productos de la canasta básica. Todo el mundo habla sin dudar que este año que será difícil, a menos que el gobierno haga cambios radicales y lleve la revolución hasta el final.
Situación nacional
Se aumentará el IVA… no se aumentará, se devalúa la moneda… que sí, pero por partes, que se aumentan los precios de los alimentos, que no se aumentan. En este baile hemos estado durante el último período del gobierno, lo que demuestra una profunda improvisación que no da claridad política para la militancia revolucionaria. La catástrofe que han dejado las lluvias en el país ha empujado al gobierno del Presidente Chávez a tomar medidas como la expropiación de 47 fundos en la zona del sur del lago de Maracaibo al oeste del país y la nacionalización de Sanitarios Maracay. Sin embargo, a estas medidas se intentó sumar el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), más la devaluación del bolívar de 2,60 a 4,30. Ante la devaluación los alimentos y las medicinas no se salvan: los alimentos subirán un 40%, mientras que las medicinas aumentarán un 50%, lo que podría generar una gran escasez de medicinas por la incertidumbre que ha dejado la devaluación.
Según Armando León Director del Banco Central, con la devaluación se incrementará gradualmente los precios de los alimentos regulados como la leche, el arroz y la harina de maíz. Según el directivo del BCV, la devaluación afectará la inflación en dos puntos para este año. Mientras que para el Presidente del Banco Central Nelson Merentes el “trabajo articulado con el sector privado es fundamental para detener y bajar la inflación” esto lo dijo en el foro "2011: Retomando la senda del crecimiento", organizado por la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), y afirmó que: “se requiere de mucha organización entre el Gobierno y las empresas privadas para regular el nivel de precios”. ¿Trabajar con la burguesía es clave para bajar la inflación y regular el nivel de precios? ¡Solo un burócrata sin escrúpulos es capaz de hacer semejante afirmación! Un burócrata que ante el aire acondicionado, hermosas secretarias y un salario millonario no le permite ver el gigantesco sabotaje por parte de la burguesía ¿En qué país vive Nelson Merentes? Según este, la economía “ya salió de lo peor y si es posible crecer en 2011 y 2012” esta es la misma canción que nos cantaba a finales del 2008 (1).
Veamos la realidad que ni Nelson Merentes ni Jorge Giordani (Ministro de Planificación) no ven. El 68,7% del sector comercio y los servicios señalaron que no invertirá para finales del 2010, según Consecomercio. “Las expectativas para el cierre del año en general son negativas. Se espera que el sector siga decreciendo. Mientras en Venezuela sigan las apropiaciones indebidas, el clima de conflictividad social y la crisis de divisas, habrá menos atractivo para la inversión” según Fernando Mogado Presidente de Consecomercio. Mientras el sector textil ha caído un 25% en las ventas y las fábricas de hilos, tejidos y fibras operan hasta un 30% de capacidad (2).
A esto se suma Venamcham, que dice que el 75% de las grandes empresas afiliadas no planea realizar inversiones. “Los cambios de leyes que han sucedido impactan al estado de derecho, en el sentido de que colinden con la libertad económica y derechos a la propiedad privada consagrados en la Constitución” según el Presidente de Venamcham, Carlos Henrique Blohm (3).
Tal como dijimos en nuestro artículo sobre la catástrofe de las lluvias en una cita que hicimos explicamos las grandes ganancias de los bancos tras la reforma del modelo cambiario, donde se cerró un número importante de casas de bolsa donde solo los bancos se pueden encargar de las transacciones de monedas extranjeras, que se denomina mercado alternativo. “Se establecía un precio del papel promedio para protegerse de las fluctuaciones del bono en el mercado internacional; era la estrategia para evitar las pérdidas”.
“Así, la diferencia por encima entre el valor calculado por el sistema bancario  y el que cerraba en las plazas extranjeras producía una ganancia extra. Cálculos de expertos indican que, sólo por la emisión de los bonos 2022, las instituciones bancarias pudieron obtener ingresos por 123 millones de dólares aproximadamente” (4). Con el problema de las lluvias, los banqueros de la Asociación Bancaria Venezolana dieron un “aporte” de 2.000.000 bolívares fuertes para apoyar a los damnificados. Pero ante esto nos preguntamos: ¿Cuántas viviendas se podrían construir con tan grandes ganancias por parte de los bancos?
Antes de su muerte el general Alberto Müller Rojas afirmó que el camarada Chávez estaba sentado en un nido de alacranes y esto lo vemos ante las últimas medidas que se han tomado. La burguesía y sus representantes políticos están golpeando fuerte y el gobierno está dando históricas concesiones. Ya desde el año pasado el Presidente de Cavidea Pablo Barayar en el programa Diálogo Con…Carlos Croes en Televen dijo que es urgente ajustar los precios de los alimentos, de más está decir que la devaluación disparará los precios golpeando fuertemente el bolsillo de los trabajadores. A esto se suma el veto del Presidente Chávez a la ley de Universidades, un golpe en el hígado al movimiento estudiantil bolivariano que se hizo grandes ilusiones con la ley, llamando a “un gran debate nacional con los estudiantes de derecha en Miraflores”.
Tras estas concesiones vino el discurso del Presidente Chávez en su rendición de cuentas a la Asamblea Nacional del 15 de enero donde dijo que estaba dispuesto a entregar la ley habilitante: “El gobierno somete a la consideración de la actual Asamblea Nacional, para que nadie se sienta incapacitado, la Ley Habilitante. Algunos pudieran pensar que Chávez reculó. Ah Bueno está bien, ¡Chávez lo que va es pa’ lante!” dijo. En el transcurso de estos días el gobierno deberá entregar la ley para que la plenaria de la Asamblea Nacional derogue el contenido de la ley habilitante y con las dos terceras partes apruebe una nueva ley, fuerza que no tiene el PSUV ni el PCV en la actual Asamblea. Pidió que se le dé una nueva ley habilitante hasta el 1ro de mayo.
La ley habilitante pudo haber servido sin duda alguna para radicalizar la revolución. Chávez estaba habilitado para tomar medidas decisivas para nacionalizar las palancas fundamentales de la economía, resolver el dramático problema de la vivienda en Venezuela (5). A esto hay que sumarle la deuda que dejó la anterior Asamblea Nacional con le Ley Orgánica del Trabajo (LOT), ésta podría ser aprobada con la ley habilitante. Las grandes marchas convocadas por la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) no fueron escuchadas por la anterior Asamblea y mucho menos va a ser escuchada por los diputados de la derecha, gran parte de estos empresarios y patronos.
Este es un peligroso paso atrás por parte del camarada Chávez. Ante concesiones de este tipo la derecha vendrá por más, sobre todo este año y a más en el 2012. Tras la rendición de cuentas, María Corina Machado exigió ante los medios que él Presidente Chávez exija a Fernando Soto Rojas, presidente de la AN, la modificación del Reglamento de Interior y de Debate. Dijo además que interpelará a los ministros de Economía y Planificación, Salud, Vivienda, el presidente del Banco Central para que expliquen sus gestiones.
La situación está volviéndose cada vez más compleja. El gobierno piensa que estas concesiones lo acercaran a las capas medias de la sociedad, pero lo que hemos visto en las últimas elecciones es una prolongada pérdida de apoyo a la revolución que se evidencia en los resultados electorales.
Medidas como estas son las que están dejando en sus casas a millones de chavistas en las elecciones que hemos tenido.
El debate sobre la corriente de izquierda radical
Los resultados del 26 de septiembre no han sido nada halagadores. Sino es por el cambio de los circuitos electorales en el 2009, la derrota hubiese sido terrible para las filas revolucionarias. La derecha ha sabido aprovechar como nunca el año pasado todas las contradicciones del aparato de estado producto de la burocracia y la corrupción. La derecha unida (Mesa de la Unidad y Patria para Todos) logró sumar 5.877.646 votos (51,4%) mientras que el PSUV y el PCV lograron 5.451.422 votos, es decir ¡las fuerzas revolucionarias han sacado prácticamente 500.000 votos menos! Partidos políticos de derecha prácticamente desaparecidos, dirigentes derechistas corruptos, delincuentes y hasta asesinos como el diputado Mazuco han vuelto nuevamente a la Asamblea Nacional.
En nuestro balance sobre los resultados electorales, los marxistas advertimos sobre la necesidad de cambiar el rumbo de la revolución. En la entrevista que le hicimos al camarada Eduardo Samán (ex-ministro de comercio) explicó la necesidad de de crear la corriente radical del PSUV, que pueda abrir el debate dentro del partido para poder radicalizar la revolución. Tal como lo plantea el camarada Eduardo Samán: “Mira, la única manera de avanzar es con un profundo debate en nuestro partido, en el PSUV. Hay que construir una corriente radical en el PSUV. No para fraccionar y dividir el partido, sino para contribuir como una corriente de pensamiento al debate vivo, a la discusión de ideas.
El presidente Chávez tiene que reconocer la existencia de una corriente radical en su movimiento. Dicha corriente puede salvar la revolución de una derrota aplastante, pues puede capitalizar el descontento y orientarlo hacia adentro. En lugar de tener gente valiosa que vaya a la casa, decepcionada con la burocracia y el lento avance para abandonar la política, podrían organizarse en una corriente radical si lo ven como una alternativa viable, como una esperanza.
Con una corriente organizada en el partido se podría desafiar la burocracia. No es cierto que la quinta columna sea la oposición venezolana, esto es un intento de confundir el término. La verdadera quinta columna es una burocracia que existe en nuestro propio movimiento bolivariano y debemos organizarnos para quitarle el puesto dirigente que ha asumido. Solo así se puede rectificar, que es decir aplicar la tesis de las tres Rs a la revolución para poder salir adelante”.
Y sobre las perspectivas de la revolución explicó que existen dos escenarios: “Hay dos escenarios factibles en la coyuntura actual. El primero es que haya una radicalización de la revolución. Para ir por esta vía es necesaria una rectificación interna en el seno del PSUV. Esto significa una lucha sin cuartel contra la burocracia y la corrupción.
El otro escenario es algún tipo de reconciliación del proceso con la derecha, o incluso podría haber un status quo, pero sin un avance significativo. Allí tendríamos una agonía, que es decir una muerte lenta de la revolución.
La contrarrevolución no va a apostar por lanzarse inmediatamente contra el presidente. A ellos no les interesa un referéndum revocatorio, pues necesitan los dos años hasta el 2012 para crear la suficiente apatía en los barrios, entre los trabajadores y los campesinos. Su arma fundamental es que el descontento se convierta en abstención, lo que sería mortal para la revolución.
Aunque los portavoces de la oposición hablan bonito, como si realmente quisieran resolver los problemas como la inseguridad, la alta inflación, etc, en realidad no les interesa desarrollar Venezuela como nación.
Ellos ni siquiera controlan su propia política, son controladas desde los EE.UU. Su motivo real es devolver el petróleo al imperialismo norteamericano.
Fíjese, es como si hubiera una gran maquinaria contra un hombre, el presidente Chávez ¿Usted se recuerda de la primera computadora que jugaba ajedrez contra el hombre? Algo parecido está ocurriendo ahora y, en realidad, el camarada Chávez está luchando solo contra esta maquinaria” (6)
Las palabras que nos ofreció Samán siguen latentes. Ante él debate de la corriente radical en el PSUV se han tratado de incluir todo tipo de reformistas de izquierda agregando toneladas de confusión teórica a lo que planteamos los marxistas. Economía mixta, participación privada, “empresas populares, autogestionarias o alternativas”. Y dicen que es posible crear pequeñas empresas privadas que serán gestionadas por las “comunidades organizadas” en formas de cooperativas u otras. Esto es pura charlatanería pequeño burguesa, planteada por burócratas trasnochados que quieren volver a los “buenos tiempos de la libre competencia”. Pero lo que vemos en las comunidades de todo el país es la necesidad imperiosa de que el gobierno solucione los problemas de salud, educación, vivienda, alimentación y todas las necesidades básicas.
A este coro reformista se ha unido el sociólogo Javier Biardeu y el economista Víctor Álvarez. “Dentro del partido hay como dos nociones de radicalización. Una es radicalización socialista. Es decir, que las tareas socialistas están a la orden del día, según los conceptos del viejo socialismo real: avanzar en las nacionalizaciones, en las expropiaciones, en la construcción de un parlamento revolucionario, de la conquista del poder por la clase trabajadora, etc, etc” (7)
Ante las declaraciones de reformistas de este tipo decimos: es cierto hay dos concepciones de la corriente radical: una que plantea que el gobierno debe seguir por el camino de las reformas manteniendo el aparato estatal burgués y lo que proponemos los marxistas. A Biardeu le contestamos sin duda alguna: sin duda que la radicalización se debe dar porque las tareas socialistas están a la orden del día y por supuesto que queremos que avancen las nacionalizaciones y las expropiaciones, en construir un parlamento revolucionario y en que sea la clase obrera que tome el poder. ¿Alguna vez lo hemos negado? Y no estamos para nada de acuerdo con los planteamientos reformistas que este propone.
Tal como lo plantea el camarada Alan Woods en la entrevista que le hizo El Mundo: “El problema con el reformismo es que hace imposible el funcionamiento normal del capitalismo, pero no pone nada coherente en su lugar. La nacionalización parcial no resuelve nada fundamental. Por el contrario, se distorsiona el mecanismo de mercado y provoca el caos. Sigue siendo imposible tener un plan racional de la producción porque las piezas claves de la economía permanecen en manos privadas. Sólo cuando los puntos claves de la economía sea nacionalizados será posible movilizar el colosal potencial productivo de Venezuela para servir a los intereses del pueblo” (8).
El debate sobre la corriente radical se mantiene y los marxistas estamos participando en primer lugar. Lo más importante que estamos defendiendo es el programa que necesita el PSUV, como lo hemos dicho en numerosos artículos: si se quiere acaba con la inflación y resolver el problema de la vivienda hay que nacionalizar la banca tal como lo plantea el programa de la Unión Nacional de Trabajadores, si se quiere acabar con la especulación, el desabastecimiento y el desempleo hay que nacionalizar la industria y si se quiere resolver el problema alimenticio en todo el país se debe seguir hasta el final con las expropiaciones que han comenzado como la de los 47 fundos en la zona del sur del lago de Maracaibo. Esto va dialécticamente ligado a la necesidad de desmontar el corrompido y burocrático aparato de estado burgués.
El PSUV tiene una gran fuerza y es el partido con la militancia más grande de todo el país. Pero tal como plantea el camarada Eduardo Samán, es necesario democratizar el partido, debe abrirse al debate democrático, pero no puede existir democracia real mientras tengamos a patronos, ministros y sus representantes como delegados en el congreso del Partido esperando la mínima ocasión para acusar a los delegados y militantes que tengan posiciones críticas. El camarada Chávez explicó a comienzos del 2007  que el PSUV iba a ser el partido más democrático de la historia del país, pero para serlo se debe abrir el debate y la discusión.
En la reunión que el Presidente tuvo con el buró político del partido él martes 11 de enero afirmó que los vicepresidentes del Partido junto con el buró político serán los encargados de escoger a los burós regionales (a dedo) y estos a su vez se encargaran de escoger (también a dedo) a los burós municipales. Esta no es la forma correcta de escoger a las direcciones regionales del partido, ni tampoco educa políticamente a la militancia socialista, todo lo contrario se acostumbra a los militantes a la improvisación y rehúye el debate democrático.
Los marxistas nos declaramos en campaña política para que el camarada Chávez gane las elecciones presidenciales del 2012, pero esto pasa por una profunda rectificación por parte de la actual dirección del PSUV. El PSUV necesita cuadros políticos y estos solo pueden ser formados a través de la educación política y el debate. Los métodos de escogencia a dedo solo copian al carbón los mismos métodos que hicieron al MVR un cascarón vacío, donde muy poca gente participó al final de este.
Los marxistas no estamos de acuerdo con este método de escogencia y empezaremos una ardua campaña por la democracia interna del partido exigiendo que se hagan elecciones democráticas en su seno. Esta debe ser la tarea fundamental de la corriente radical para las próximas semanas. Es necesaria la crítica y la discusión política para educar a la militancia. Como correctamente ha afirmado el camarada Chávez el PSUV no puede ser solo una maquinaria partidista, sino que debe participar en la batalla social, dar la discusión política. Esta es la batalla ideológica que estamos dando los marxistas. Un partido revolucionario no es solo una organización con un gran aparato y una maquinaria, es ante todo un programa basado en las mejores ideas, métodos y tradiciones de la clase obrera y esto solo lo puede ofrecer el marxismo.

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