Pedro Estacio
¿Creen el Dpto. de Estado, Hilary Clinton, La Derecha estadounidense, los que se enriquecen haciendo lobby, los dueños de la industria militar en Estados Unidos, los demás integrantes de las transnacionales y dueños de los medios de comunicación que con las guerras podrán satisfacer sus inmorales necesidades?
Han pasado por dos grandes guerras mundiales y muchas agresiones individuales y en colectivo como las que están ocurriendo en los actuales momentos, pero hasta ahora no han podido hacer absolutamente nada. Se han hecho dueños del poder económico, ¿Pero en cuanto tiempo lo podrán disfrutar, si EE. UU y Europa van de mal en peor? Y no lo dice quien escribe, sino que es algo que está frente a los ojos de todo el mundo y ellos, esa desgastada Derecha se hace la que no ve lo que ocurre.
Y como Venezuela es ejemplo de democracia, libertad y justicia social, están desesperados y no hallan qué hacer, y más cuando los griegos ven a Hugo Chávez y a la Revolución Bolivariana como el ejemplo a seguir.
Fíjense como están las cosas, que el conocido analista internacional James Petras, recién reitera que "Washington no tiene ninguna iniciativa para contrastar la influencia de Hugo Chávez. Ellos quieren evitar las elecciones usando terroristas, paramilitares y golpistas". Y por eso es que acuden al expediente de Álvaro Uribe Vélez, uno de los primeros ex mandatarios del mundo procedente del tráfico internacional de drogas o del narcotráfico como suelen llamarlo.
La primera parte de la trama fue colocarle un bombazo al ex canciller Londoño, para que crean que fue obra de las fuerzas irregulares, las mismas que acaban de soltar a sus prisioneros y están por entregar al periodista francés. ¿En que mente cabe que por un lado suelten a los prisioneros que tenían por años y vayan a lanzarle una bomba a Londoño?
El segundo paso fue soltar la furia de Uribe con su andanada de mentiras contra los presidentes Santos y Chávez y ahora una tercera fase destinada a calentar la frontera entre Colombia y Venezuela y conducir a un desprestigio y rompimiento de las relaciones.
Y todo eso lo están haciendo porque la desesperación los vuelve locos. Ya saben que Chávez no pierde ni que le hagan trampas, porque las herramientas que ha seleccionado la Derecha de USA, es decir, Uribe y Radonsky para atacar a la revolución bolivariana son demasiado endebles.
A Uribe lo tienen atrapado con un gran expediente en materia de drogas y cuando USA considere que ya no le sirve, lo van a meter entre rejas, un lugar al que no quiere ir Uribe porque sabe el destino que le deparan las rejas. Y en cuanto a Radonsky, pues a ese están a punto de bajarlo, porque no es un hombre inteligente, incapaz de pensar, ser coherente.
El estadounidense James Petras nos dice que una nueva victoria del líder Chávez “va a tener más impacto en América Latina”.
Recordó que en Venezuela hay “una oposición minoritaria que tiene un gran respaldo externo. Muchos venezolanos residen en Miami y en Colombia, ellos junto a Washington, endurecen la oposición". Y finalmente, Petras remata diciendo que "El peligro en Venezuela no son los resultados electorales sino el proceso hacia las elecciones, donde una serie de personajes quieren forzar una ruptura constitucional, un gobierno de emergencia. Estados Unidos no cree en una elección pacifica, quiere crear una crisis preelectoral para descalificar los resultados del 7 de octubre".
El analista señala que aunque, hasta ahora, Estados Unidos no han tenido éxito, siguen buscando desesperadamente grupos interesados en romper el orden constitucional venezolano.
Han pasado por dos grandes guerras mundiales y muchas agresiones individuales y en colectivo como las que están ocurriendo en los actuales momentos, pero hasta ahora no han podido hacer absolutamente nada. Se han hecho dueños del poder económico, ¿Pero en cuanto tiempo lo podrán disfrutar, si EE. UU y Europa van de mal en peor? Y no lo dice quien escribe, sino que es algo que está frente a los ojos de todo el mundo y ellos, esa desgastada Derecha se hace la que no ve lo que ocurre.
Y como Venezuela es ejemplo de democracia, libertad y justicia social, están desesperados y no hallan qué hacer, y más cuando los griegos ven a Hugo Chávez y a la Revolución Bolivariana como el ejemplo a seguir.
Fíjense como están las cosas, que el conocido analista internacional James Petras, recién reitera que "Washington no tiene ninguna iniciativa para contrastar la influencia de Hugo Chávez. Ellos quieren evitar las elecciones usando terroristas, paramilitares y golpistas". Y por eso es que acuden al expediente de Álvaro Uribe Vélez, uno de los primeros ex mandatarios del mundo procedente del tráfico internacional de drogas o del narcotráfico como suelen llamarlo.
La primera parte de la trama fue colocarle un bombazo al ex canciller Londoño, para que crean que fue obra de las fuerzas irregulares, las mismas que acaban de soltar a sus prisioneros y están por entregar al periodista francés. ¿En que mente cabe que por un lado suelten a los prisioneros que tenían por años y vayan a lanzarle una bomba a Londoño?
El segundo paso fue soltar la furia de Uribe con su andanada de mentiras contra los presidentes Santos y Chávez y ahora una tercera fase destinada a calentar la frontera entre Colombia y Venezuela y conducir a un desprestigio y rompimiento de las relaciones.
Y todo eso lo están haciendo porque la desesperación los vuelve locos. Ya saben que Chávez no pierde ni que le hagan trampas, porque las herramientas que ha seleccionado la Derecha de USA, es decir, Uribe y Radonsky para atacar a la revolución bolivariana son demasiado endebles.
A Uribe lo tienen atrapado con un gran expediente en materia de drogas y cuando USA considere que ya no le sirve, lo van a meter entre rejas, un lugar al que no quiere ir Uribe porque sabe el destino que le deparan las rejas. Y en cuanto a Radonsky, pues a ese están a punto de bajarlo, porque no es un hombre inteligente, incapaz de pensar, ser coherente.
El estadounidense James Petras nos dice que una nueva victoria del líder Chávez “va a tener más impacto en América Latina”.
Recordó que en Venezuela hay “una oposición minoritaria que tiene un gran respaldo externo. Muchos venezolanos residen en Miami y en Colombia, ellos junto a Washington, endurecen la oposición". Y finalmente, Petras remata diciendo que "El peligro en Venezuela no son los resultados electorales sino el proceso hacia las elecciones, donde una serie de personajes quieren forzar una ruptura constitucional, un gobierno de emergencia. Estados Unidos no cree en una elección pacifica, quiere crear una crisis preelectoral para descalificar los resultados del 7 de octubre".
El analista señala que aunque, hasta ahora, Estados Unidos no han tenido éxito, siguen buscando desesperadamente grupos interesados en romper el orden constitucional venezolano.
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