LA COMUNA AL TANTO INTERNACIONAL
Director: Héctor salas
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JOSE CARMONA: UNIDO AL MOVIMIENTO GUERRILLERO COMUNICACIONAL
CUBA, SIEMPRE CUBA,............, CUBA LA NUESTRA , ...., CUBA PARA SIEMPRE.
18 tesis del Informe Central al Congreso del Partido
El Segundo Secretario del Partido Comunista de Cuba, General de Ejército Raúl Castro, fue concreto, autocrítico y muy claro en las ideas contenidas en el Informe Central al 6to Congreso.
A continuación, 18 tesis de ese documento que me parecen vitales para el futuro de Cuba:
Fidel Castro llama a defender el socialismo
Los Debates del Congreso
Fidel Castro.Escuché hoy domingo, a las 10 de la mañana, los debates de los delegados al Sexto Congreso del Partido.Eran tantas las Comisiones que, como es lógico, no pude escuchar a todos los que hablaron.Se habían reunido en cinco Comisiones para discutir numerosos temas. Desde luego que yo también aprovechaba los recesos para respirar con calma y consumir algún portador energético de procedencia agrícola. Ellos seguramente con más apetito por su trabajo y su edad.
Estrena la CIA nuevo servicio para Yoani Sánchez
La Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) puso en marcha un servicio de audio para Internet, diseñado en especial para su bloguera Yoani Sánchez y sus colaboradores, el cual corre a cargo de Radio Martí.El Chino Ip, una de las fuentes más seguras de La Habana, precisó que el despliegue tecnológico es en realidad una maniobra de la CIA para evitar que miembros de la Seguridad del Estado se sigan convirtiendo en reporteros disidentes. Ya les supo demasiado amargo el trago con Carlos Serpa, el “periodista” estrella de las Damas de Blanco, y agente Emilio para la DSE.
Serpa resultó ser un miembro del excelente cuerpo de inteligencia cubano, quien logró conocer en detalles los manejos de la CIA para captar, manipular y distorsionar la realidad insular, utilizando como cuartel de entrenamiento la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en la capital cubana.
Una contestadora automática con el apoyo de otras herramientas configuradas a tal efecto, responde solo a llamadas telefónicas de contrarrevolucionarios, las cuales son fiscalizadas por la propia bloguera Yoani Sánchez, quien le da el visto bueno a cada grabación para ser transmitida por Radio Martí e Internet. Con ello evitan, según el Chino Ip, “que se les cuelen opiniones contrarias a sus intenciones propagandísticas y manipuladoras”.
Argumentó Garganta Bits (como también se conoce al Chino Ip) que un bloguero revolucionarios no pudo dejar sus mensajes porque es un servicio exclusivo para asalariados de Estados Unidos en La Habana, Miami, Madrid, Barcelona y otras ciudades, pero con alta prioridad para Cuba.“La llave de esta tecnología es exclusiva de Yoani Sánchez y sus trabajadores asalariados de la SINA”, detalló el informante.
La Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) ha recibido varios golpes por estos días, evidenciados en la serie Razones de Cuba, que puso al descubierto cómo Estados Unidos apoya con tecnología de punta a mercenarios, confiando irrisoriamente en que ese recurso pudiera derrocar lo que durante medio siglo ha refrendado este pueblo.
Yohandry Fontana
La Habana
Nota 1:
En menos de 72 horas Cuba tuvo toda la información sobre el nuevo proyecto de la CIA para Yoani Sánchez. No pueden dar un paso. Los Serpa están multiplicados.
Nota 2:
El Chino Ip regresó hace unos días de una manifestación en Madrid, una especie de vacaciones, y le entró a La Habana con desfile militar y la marcha del pueblo. Sin sacudirse el polvo del camino, se pone en función del Blog de Yohandry.
Relacionados:
Este lunes, los delegados efectuaron la votación para elegir a los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y aprobaron las resoluciones sobre la convocatoria a la Conferencia Nacional, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, el Informe Central al VI Congreso del PCC y el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral y la División Político Administrativa.
Documentos
- Texto íntegro del Informe Central al VI Congreso del PCC
- Acuerdo del VI Congreso del Partido sobre la Conferencia Nacional
- Resolución sobre el Informe Central al VI Congreso del PCC
- Resolución sobre los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución
- Resolución sobre el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral y la División Político Administrativa
Noticias
- Raúl inaugura VI Congreso del Partido Comunista de Cuba: Presenta Informe Central
- Sesionan las comisiones del VI Congreso del PCC
- Debates del Congreso: Cinco comisiones activas
- Cierra primer día de discusión de Lineamientos en VI Congreso del Partido
- Resumen de las Comisiones del VI Congreso del PCC
Trabajo de las comisiones
Trabajo de las comisiones
Conocía el informe del compañero Raúl al Sexto Congreso del Partido.Me lo había mostrado varios días antes por su propia iniciativa, como hizo con muchos otros asuntos sin que yo lo solicitara, porque había delegado, como ya expliqué, todos mis cargos en el Partido y el Estado en la Proclama del 31 de julio de 2006.
Hacerlo era un deber que no vacilé un instante en cumplir.
Sabía que mi estado de salud era grave pero estaba tranquilo, la Revolución seguiría adelante; no era su momento más difícil después que la URSS y el Campo Socialista habían desaparecido. Bush estaba en el trono desde el 2001 y tenía designado un gobierno para Cuba pero una vez más, mercenarios y burgueses se quedaron con las maletas y baúles en su dorado exilio.
Los yankis, además de Cuba, tenían ahora otra Revolución en Venezuela. La estrecha cooperación entre ambos países pasará también a la historia de América como ejemplo del enorme potencial revolucionario de los pueblos con un mismo origen y una misma historia.
Entre los muchos puntos abordados en el proyecto de Informe al Sexto Congreso del Partido, uno de los que más me interesó fue el que se relaciona con el poder. Textualmente expresa: “…hemos arribado a la conclusión de que resulta recomendable limitar, a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años, el desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales. Ello es posible y necesario en las actuales circunstancias, bien distintas a las de las primeras décadas de la Revolución, aún no consolidada y por demás sometida a constantes amenazas y agresiones.”
Me agradó la idea. Era un tema sobre el que yo había meditado mucho. Acostumbrado desde los primeros años de la Revolución a leer todos los días los despachos de las agencias de noticias, conocía el desarrollo de los acontecimientos en nuestro mundo, aciertos y errores de los Partidos y los hombres. Abundan los ejemplos en los últimos 50 años.
No los citaré, para no extenderme ni herir susceptibilidades. Albergo la convicción de que el destino del mundo podía ser en este momento muy distinto sin los errores cometidos por líderes revolucionarios que brillaron por su talento y sus méritos. Tampoco me hago la ilusión de que en el futuro la tarea será más fácil, sino al revés.
Digo simplemente lo que a mi juicio considero un deber elemental de los revolucionarios cubanos. Mientras más pequeño sea un país y más difíciles las circunstancias, más obligado está a evitar errores.
Debo confesar que no me preocupé realmente nunca por el tiempo que estaría ejerciendo el papel de Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y Primer Secretario del Partido. Era además, desde que desembarcamos, Comandante en Jefe de la pequeña tropa que tanto creció más tarde. Desde la Sierra Maestra había renunciado a ejercer la presidencia provisional del país después de la victoria que desde temprano avizoré para nuestras fuerzas, bastante modestas todavía en 1957; lo hice porque ya las ambiciones con relación a ese cargo estaban obstruyendo la lucha.
Fui casi obligado a ocupar el cargo de Primer Ministro en lo meses iniciales de 1959.
Raúl conocía que yo no aceptaría en la actualidad cargo alguno en el Partido; él había sido siempre quien me calificaba de Primer Secretario y Comandante en Jefe, funciones que como se conoce delegué en la Proclama señalada cuando enfermé gravemente. Nunca intenté ni podía físicamente ejercerlas, aún cuando había recuperado considerablemente la capacidad de analizar y escribir.
Sin embargo, él nunca dejó de transmitirme las ideas que proyectaba.
Surge otro problema: la Comisión Organizadora estaba discutiendo el número total de miembros del Comité Central que debían proponer al Congreso. Con muy buen criterio, ésta apoyaba la idea sostenida por Raúl de que en el seno del Comité Central se incrementara la presencia del sector femenino y el de los descendientes de esclavos procedentes de África. Ambos eran los más pobres y explotados por el capitalismo en nuestro país.
A su vez, había algunos compañeros que, ya por sus años o su salud, no podrían prestar muchos servicios al Partido, pero Raúl pensaba que sería muy duro para ellos excluirlos de la lista de candidatos. No vacilé en sugerirle que no se excluyera a esos compañeros de tal honor, y añadí que lo más importante era que yo no apareciera en esa lista.
Pienso que he recibido demasiados honores. Nunca pensé vivir tantos años; el enemigo hizo todo lo posible por impedirlo, incalculable número de veces intentó eliminarme, y yo muchas veces “colaboré” con ellos.
A tal ritmo avanzó el Congreso que no tuve tiempo de transmitir una palabra sobre el asunto antes de que recibieran las boletas.
Alrededor del mediodía Raúl me envió con su ayudante una boleta, y pude ejercer así mi derecho al voto como delegado al Congreso, honor que los militantes del Partido en Santiago de Cuba me otorgaron sin que yo supiera una palabra. No lo hice mecánicamente. Leí las biografías de los nuevos miembros propuestos. Son personas excelentes, varias de las cuales había conocido en el lanzamiento de un libro sobre nuestra guerra revolucionaria en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, en los contactos con los Comités de Defensa de la Revolución, las reuniones con los científicos, con los intelectuales y en otras actividades. Voté y hasta pedí fotos del momento en que ejercía ese derecho.
Recordé también que me falta bastante todavía de la historia sobre la Batalla de Girón. Trabajo en ella y estoy comprometido a entregarla pronto; tengo en mente además escribir sobre otro importante acontecimiento que vino después.
¡Todo antes de que el mundo se acabe!¿Qué les parece?
Fidel Castro Ruz
Abril 18 de 2011
4 y 55 p.m.
rte del ejercito defensor de la verdad contra el terrorismo mediático de los aparatos masivos de desinformación, sos un-a combatiente de esta batalla ideologica, tu acción forja consciencias, reenvia toda la informacion que consideres de interes (para nosotros-as todo)
"Es preferible hacernos morir como rebeldes y no vivir como esclavos"
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AÑO 2012, ¿PUNTO DE INFLEXION EN LA VIDA POLITICA VENEZOLANA? SI LO SUPERAMOS, ES POSIBLE QUE MAS NUNCA RETORNEN
UNIDOS AL MOVIMIENTO GUERRILLERO COMUNICACIONAL LA COMUNA AL TANTO INTERNACIONAL, FRENTE VENEZUELA BOLIVARIANA:
La Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) puso en marcha un servicio de audio para Internet, diseñado en especial para su bloguera Yoani Sánchez y sus colaboradores, el cual corre a cargo de Radio Martí.
El Chino Ip, una de las fuentes más seguras de La Habana, precisó que el despliegue tecnológico es en realidad una maniobra de la CIA para evitar que miembros de la Seguridad del Estado se sigan convirtiendo en reporteros disidentes. Ya les supo demasiado amargo el trago con Carlos Serpa, el “periodista” estrella de las Damas de Blanco, y agente Emilio para la DSE.
Serpa resultó ser un miembro del excelente cuerpo de inteligencia cubano, quien logró conocer en detalles los manejos de la CIA para captar, manipular y distorsionar la realidad insular, utilizando como cuartel de entrenamiento la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en la capital cubana.
Una contestadora automática con el apoyo de otras herramientas configuradas a tal efecto, responde solo a llamadas telefónicas de contrarrevolucionarios, las cuales son fiscalizadas por la propia bloguera Yoani Sánchez, quien le da el visto bueno a cada grabación para ser transmitida por Radio Martí e Internet. Con ello evitan, según el Chino Ip, “que se les cuelen opiniones contrarias a sus intenciones propagandísticas y manipuladoras”.
Argumentó Garganta Bits (como también se conoce al Chino Ip) que un bloguero revolucionarios no pudo dejar sus mensajes porque es un servicio exclusivo para asalariados de Estados Unidos en La Habana, Miami, Madrid, Barcelona y otras ciudades, pero con alta prioridad para Cuba.
“La llave de esta tecnología es exclusiva de Yoani Sánchez y sus trabajadores asalariados de la SINA”, detalló el informante.
La Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) ha recibido varios golpes por estos días, evidenciados en la serie Razones de Cuba, que puso al descubierto cómo Estados Unidos apoya con tecnología de punta a mercenarios, confiando irrisoriamente en que ese recurso pudiera derrocar lo que durante medio siglo ha refrendado este pueblo.
Yohandry Fontana
La Habana
Nota 1:
En menos de 72 horas Cuba tuvo toda la información sobre el nuevo proyecto de la CIA para Yoani Sánchez. No pueden dar un paso. Los Serpa están multiplicados.
Nota 2:
El Chino Ip regresó hace unos días de una manifestación en Madrid, una especie de vacaciones, y le entró a La Habana con desfile militar y la marcha del pueblo. Sin sacudirse el polvo del camino, se pone en función del Blog de Yohandry.
Relacionados:
Este lunes, los delegados efectuaron la votación para elegir a los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y aprobaron las resoluciones sobre la convocatoria a la Conferencia Nacional, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, el Informe Central al VI Congreso del PCC y el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral y la División Político Administrativa.
Este lunes, los delegados efectuaron la votación para elegir a los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y aprobaron las resoluciones sobre la convocatoria a la Conferencia Nacional, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, el Informe Central al VI Congreso del PCC y el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral y la División Político Administrativa.
Este lunes, los delegados efectuaron la votación para elegir a los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y aprobaron las resoluciones sobre la convocatoria a la Conferencia Nacional, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, el Informe Central al VI Congreso del PCC y el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral y la División Político Administrativa.
Este lunes, los delegados efectuaron la votación para elegir a los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y aprobaron las resoluciones sobre la convocatoria a la Conferencia Nacional, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, el Informe Central al VI Congreso del PCC y el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral y la División Político Administrativa.
Este lunes, los delegados efectuaron la votación para elegir a los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y aprobaron las resoluciones sobre la convocatoria a la Conferencia Nacional, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, el Informe Central al VI Congreso del PCC y el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral y la División Político Administrativa.
Este lunes, los delegados efectuaron la votación para elegir a los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y aprobaron las resoluciones sobre la convocatoria a la Conferencia Nacional, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, el Informe Central al VI Congreso del PCC y el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral y la División Político Administrativa.
Este lunes, los delegados efectuaron la votación para elegir a los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y aprobaron las resoluciones sobre la convocatoria a la Conferencia Nacional, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, el Informe Central al VI Congreso del PCC y el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral y la División Político Administrativa.
Documentos
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- Texto íntegro del Informe Central al VI Congreso del PCC
- Acuerdo del VI Congreso del Partido sobre la Conferencia Nacional
- Resolución sobre el Informe Central al VI Congreso del PCC
- Resolución sobre los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución
- Resolución sobre el perfeccionamiento de los órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral y la División Político Administrativa
Noticias
- Raúl inaugura VI Congreso del Partido Comunista de Cuba: Presenta Informe Central
- Sesionan las comisiones del VI Congreso del PCC
- Debates del Congreso: Cinco comisiones activas
- Cierra primer día de discusión de Lineamientos en VI Congreso del Partido
- Resumen de las Comisiones del VI Congreso del PCC
Trabajo de las comisiones
Trabajo de las comisiones
Trabajo de las comisiones
Conocía el informe del compañero Raúl al Sexto Congreso del Partido.Me lo había mostrado varios días antes por su propia iniciativa, como hizo con muchos otros asuntos sin que yo lo solicitara, porque había delegado, como ya expliqué, todos mis cargos en el Partido y el Estado en la Proclama del 31 de julio de 2006.
Hacerlo era un deber que no vacilé un instante en cumplir.
Conocía el informe del compañero Raúl al Sexto Congreso del Partido.
Me lo había mostrado varios días antes por su propia iniciativa, como hizo con muchos otros asuntos sin que yo lo solicitara, porque había delegado, como ya expliqué, todos mis cargos en el Partido y el Estado en la Proclama del 31 de julio de 2006.
Hacerlo era un deber que no vacilé un instante en cumplir.
Sabía que mi estado de salud era grave pero estaba tranquilo, la Revolución seguiría adelante; no era su momento más difícil después que la URSS y el Campo Socialista habían desaparecido. Bush estaba en el trono desde el 2001 y tenía designado un gobierno para Cuba pero una vez más, mercenarios y burgueses se quedaron con las maletas y baúles en su dorado exilio.
Los yankis, además de Cuba, tenían ahora otra Revolución en Venezuela. La estrecha cooperación entre ambos países pasará también a la historia de América como ejemplo del enorme potencial revolucionario de los pueblos con un mismo origen y una misma historia.
Entre los muchos puntos abordados en el proyecto de Informe al Sexto Congreso del Partido, uno de los que más me interesó fue el que se relaciona con el poder. Textualmente expresa: “…hemos arribado a la conclusión de que resulta recomendable limitar, a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años, el desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales. Ello es posible y necesario en las actuales circunstancias, bien distintas a las de las primeras décadas de la Revolución, aún no consolidada y por demás sometida a constantes amenazas y agresiones.”
Me agradó la idea. Era un tema sobre el que yo había meditado mucho. Acostumbrado desde los primeros años de la Revolución a leer todos los días los despachos de las agencias de noticias, conocía el desarrollo de los acontecimientos en nuestro mundo, aciertos y errores de los Partidos y los hombres. Abundan los ejemplos en los últimos 50 años.
No los citaré, para no extenderme ni herir susceptibilidades. Albergo la convicción de que el destino del mundo podía ser en este momento muy distinto sin los errores cometidos por líderes revolucionarios que brillaron por su talento y sus méritos. Tampoco me hago la ilusión de que en el futuro la tarea será más fácil, sino al revés.
Digo simplemente lo que a mi juicio considero un deber elemental de los revolucionarios cubanos. Mientras más pequeño sea un país y más difíciles las circunstancias, más obligado está a evitar errores.
Debo confesar que no me preocupé realmente nunca por el tiempo que estaría ejerciendo el papel de Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y Primer Secretario del Partido. Era además, desde que desembarcamos, Comandante en Jefe de la pequeña tropa que tanto creció más tarde. Desde la Sierra Maestra había renunciado a ejercer la presidencia provisional del país después de la victoria que desde temprano avizoré para nuestras fuerzas, bastante modestas todavía en 1957; lo hice porque ya las ambiciones con relación a ese cargo estaban obstruyendo la lucha.
Fui casi obligado a ocupar el cargo de Primer Ministro en lo meses iniciales de 1959.
Raúl conocía que yo no aceptaría en la actualidad cargo alguno en el Partido; él había sido siempre quien me calificaba de Primer Secretario y Comandante en Jefe, funciones que como se conoce delegué en la Proclama señalada cuando enfermé gravemente. Nunca intenté ni podía físicamente ejercerlas, aún cuando había recuperado considerablemente la capacidad de analizar y escribir.
Sabía que mi estado de salud era grave pero estaba tranquilo, la Revolución seguiría adelante; no era su momento más difícil después que la URSS y el Campo Socialista habían desaparecido. Bush estaba en el trono desde el 2001 y tenía designado un gobierno para Cuba pero una vez más, mercenarios y burgueses se quedaron con las maletas y baúles en su dorado exilio.
Los yankis, además de Cuba, tenían ahora otra Revolución en Venezuela. La estrecha cooperación entre ambos países pasará también a la historia de América como ejemplo del enorme potencial revolucionario de los pueblos con un mismo origen y una misma historia.
Entre los muchos puntos abordados en el proyecto de Informe al Sexto Congreso del Partido, uno de los que más me interesó fue el que se relaciona con el poder. Textualmente expresa: “…hemos arribado a la conclusión de que resulta recomendable limitar, a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años, el desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales. Ello es posible y necesario en las actuales circunstancias, bien distintas a las de las primeras décadas de la Revolución, aún no consolidada y por demás sometida a constantes amenazas y agresiones.”
Me agradó la idea. Era un tema sobre el que yo había meditado mucho. Acostumbrado desde los primeros años de la Revolución a leer todos los días los despachos de las agencias de noticias, conocía el desarrollo de los acontecimientos en nuestro mundo, aciertos y errores de los Partidos y los hombres. Abundan los ejemplos en los últimos 50 años.
No los citaré, para no extenderme ni herir susceptibilidades. Albergo la convicción de que el destino del mundo podía ser en este momento muy distinto sin los errores cometidos por líderes revolucionarios que brillaron por su talento y sus méritos. Tampoco me hago la ilusión de que en el futuro la tarea será más fácil, sino al revés.
Digo simplemente lo que a mi juicio considero un deber elemental de los revolucionarios cubanos. Mientras más pequeño sea un país y más difíciles las circunstancias, más obligado está a evitar errores.
Debo confesar que no me preocupé realmente nunca por el tiempo que estaría ejerciendo el papel de Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y Primer Secretario del Partido.
Era además, desde que desembarcamos, Comandante en Jefe de la pequeña tropa que tanto creció más tarde. Desde la Sierra Maestra había renunciado a ejercer la presidencia provisional del país después de la victoria que desde temprano avizoré para nuestras fuerzas, bastante modestas todavía en 1957; lo hice porque ya las ambiciones con relación a ese cargo estaban obstruyendo la lucha.
Fui casi obligado a ocupar el cargo de Primer Ministro en lo meses iniciales de 1959.
Raúl conocía que yo no aceptaría en la actualidad cargo alguno en el Partido; él había sido siempre quien me calificaba de Primer Secretario y Comandante en Jefe, funciones que como se conoce delegué en la Proclama señalada cuando enfermé gravemente. Nunca intenté ni podía físicamente ejercerlas, aún cuando había recuperado considerablemente la capacidad de analizar y escribir.
Sin embargo, él nunca dejó de transmitirme las ideas que proyectaba.
Surge otro problema: la Comisión Organizadora estaba discutiendo el número total de miembros del Comité Central que debían proponer al Congreso. Con muy buen criterio, ésta apoyaba la idea sostenida por Raúl de que en el seno del Comité Central se incrementara la presencia del sector femenino y el de los descendientes de esclavos procedentes de África. Ambos eran los más pobres y explotados por el capitalismo en nuestro país.
A su vez, había algunos compañeros que, ya por sus años o su salud, no podrían prestar muchos servicios al Partido, pero Raúl pensaba que sería muy duro para ellos excluirlos de la lista de candidatos. No vacilé en sugerirle que no se excluyera a esos compañeros de tal honor, y añadí que lo más importante era que yo no apareciera en esa lista.
Pienso que he recibido demasiados honores. Nunca pensé vivir tantos años; el enemigo hizo todo lo posible por impedirlo, incalculable número de veces intentó eliminarme, y yo muchas veces “colaboré” con ellos.
A tal ritmo avanzó el Congreso que no tuve tiempo de transmitir una palabra sobre el asunto antes de que recibieran las boletas.
Alrededor del mediodía Raúl me envió con su ayudante una boleta, y pude ejercer así mi derecho al voto como delegado al Congreso, honor que los militantes del Partido en Santiago de Cuba me otorgaron sin que yo supiera una palabra. No lo hice mecánicamente. Leí las biografías de los nuevos miembros propuestos. Son personas excelentes, varias de las cuales había conocido en el lanzamiento de un libro sobre nuestra guerra revolucionaria en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, en los contactos con los Comités de Defensa de la Revolución, las reuniones con los científicos, con los intelectuales y en otras actividades. Voté y hasta pedí fotos del momento en que ejercía ese derecho.
Recordé también que me falta bastante todavía de la historia sobre la Batalla de Girón. Trabajo en ella y estoy comprometido a entregarla pronto; tengo en mente además escribir sobre otro importante acontecimiento que vino después.
¡Todo antes de que el mundo se acabe!
¿Qué les parece?
Fidel Castro Ruz
Fidel Castro Ruz
Abril 18 de 2011
Abril 18 de 2011
4 y 55 p.m.
4 y 55 p.m.
rte del ejercito defensor de la verdad contra el terrorismo mediático de los aparatos masivos de desinformación, sos un-a combatiente de esta batalla ideologica, tu acción forja consciencias, reenvia toda la informacion que consideres de interes (para nosotros-as todo)
"Es preferible hacernos morir como rebeldes y no vivir como esclavos"
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