Posición de los izquierdistas ante gobiernos socialdemócratas, antiimperialistas y progresistas
Pedro Echeverría V.
1. Los izquierdistas, los más honestos defensores de los intereses del pueblo pobre y explotado, no se plantean participar en los gobiernos capitalistas porque tienen la convicción –con base en una larga historia- de que nada podrán hacer en beneficio de los trabajadores dentro de la maquinaria política y económica que domina el sistema opresor. Sin embargo al interior de ese sistema mundial capitalista, controlado en 90 por ciento por el aparato de poder, suelen surgir gobiernos alternativos, socialdemócratas, progresistas, antiimperialistas al estilo URSS, China, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia o Ecuador. En cada uno de estos países el imperialismo de los EEUU y sus socios: Inglaterra, Francia, Israel, interviene de manera abierta para apoyar a los agresivos sectores empresariales y a las fuerzas de oposición derechista. La pregunta es: ¿qué deben hacer los izquierdistas?
2. Se me presentan tres posiciones: a) colaborar incondicionalmente con esos gobiernos, b) adoptar una posición crítica y al mismo tiempo de colaboración y, c) continuar luchando de manera abierta en la oposición izquierdista. Obviamente no se puede responder dando una posición cerrada o definitiva porque cada país y cada gobierno progresista mantienen posiciones diferentes ante la solución de los problemas de la población. Por ejemplo: en la URSS, Cuba, Venezuela, así como en México y todo el mundo ha habido siempre dos oposiciones al gobierno de Lenin, Castro o Chávez, tanto en la derecha como en la izquierda; los derechistas, aliándose al imperio, se oponen a los cambios o reformas sociales que benefician a la colectividad; los izquierdistas, por el contrario, buscan radicalizar los cambios, hacerlos más rápidos para que la población salga de la miseria y el hambre. No puede acusárseles de iguales oposiciones.
3. ¿Recuerdan el bello discurso de Lenin del 25 de octubre de 1917 –la mañana siguiente del triunfo de la revolución- que el historiador Gerard Walter transcribe? “La revolución obrera y campesina, cuya necesidad fue proclamada siempre por los bolcheviques, se ha llevado a cabo. ¿Cuál será el sentido y su alcance? Significa que tendremos un gobierno de los Soviets en el que no participará la burguesía en modo alguno. Serán las propias masas oprimidas las que crearán los órganos del nuevo poder. La vieja máquina gubernamental será rota en mil pedazos; otra completamente nueva va a nacer bajo la forma de instituciones soviéticas. Una nueva era comienza en la historia de Rusia y conducirá a la victoria completa del socialismo. La tarea más urgente es terminar la guerra porque está estrechamente ligada al régimen capitalista. Hay que comenzar por vencer al propio capitalismo. El proletariado internacional nos ayudará.”
4. Posterior a este discurso (voluntarioso) hemos escuchado muchos otros parecidos; sin embargo la realidad ha sido mucho más dura y terca y hoy sabemos que el imperialismo explotador y de guerra ha superado con creces cualquier voluntad o deseo. Valiéndose de las fuerzas derrocadas de derecha busca siempre restaurar el antiguo poder por medio de la violencia contra revolucionaria o bien, escogiendo la estrategia de negociar los programas sociales de gobierno. Todas las revoluciones –al concluir su fase transformadora y de cambios rápidos- pasan por lo que se ha llamado el termidor (en francés Thermidor) que se aplica al periodo de la Revolución francesa conocido como Directorio o reacción termidoriana, por haberse iniciado con el golpe de estado de julio de 1794. Se apaga la revolución, viene la nueva Constitución, se negocia, se persigue a quienes luchan por la continuidad revolucionaria y se forma la oposición de izquierda.
5. En Francia el Directorio robespierrano liquidó a la oposición de izquierda; en Rusia se combatió a los izquierdistas/anarquistas de Kronstand, a la oposición obrera, a los sindicatos de izquierda y, más tarde el mismo Trotski, que junto a Lenin había perseguido a los “infantiles críticos de izquierda”, fue perseguido y asesinado en México por los stalinistas. En México los carranclanes y obregonistas, que encabezaron la de la revolución burguesa mexicana, asesinaron a los líderes auténticos de la revolución: al anarquista Flores Magón, al agrarista Zapata y al popular Pancho Villa. ¿Cuál entonces debe ser el papel de las oposiciones de izquierda ante gobiernos que terminan aliándose a la derecha y el imperialismo? Pues depende de la posición que tome el gobierno de referencia con respecto a la derecha y el imperio, así como de la fuerza del movimiento de masas. Quiero decir que no se puede ser incondicional.
6. Con los gobiernos burgueses, derechista y servidores del imperio como los de México, Colombia, Perú, Costa Rica, etcétera, no puede haber alguna colaboración de la izquierda; pero no puede ser esa la misma actitud la que deba mantenerse frente a los gobiernos que hacen esfuerzos evidentes por liberarse: nacionalizan empresas básicas, agrandan inversión social, impulsan participación y movilizaciones, responden las agresiones de la derecha y el imperio. El apoyo a los gobiernos de Cuba, Venezuela, Bolivia no se puede negar, aunque tampoco tiene que ser incondicional porque el ofuscamiento bloque cualquier pensamiento crítico. ¿Cómo no ser honesto con uno mismo viendo con objetividad los que sucede y denunciándolo cuando sea necesario? Las oposiciones de izquierda, en esos países progresistas, deben ser muy libres, deben escuchárseles en serio, discutir con ellas. Cualquier represión es condenable.
7. Los regímenes de derecha capitalista aplastan violentamente a sus enemigos los izquierdistas o los mantienen muy vigilados en un rincón evitando con todas sus fuerzas que se desarrollen. Mientras Fidel Castro desbarató a la derecha en Cuba pero sufrió el bloqueo total ordenado por los EEUU, el chavismo y Morales, como sucedió con el allendismo en Chile, tomaron el camino de las elecciones pero no han dejado de recibir las agresiones de la derecha y el imperio buscando su derrocamiento. Estos gobiernos que buscan la construcción del socialismo no pueden confundir a las oposiciones: sus enemigos reales son las oposiciones derechistas. Los indígenas, campesinos, obreros, intelectuales que le exigen cambios, el regreso al discurso y planteamientos iniciales, no pueden ser confundidos y reprimidos; al contrario, son los elementos más revolucionarios que buscan hacer avanzar la revolución, tal como la proclamó Lenin en su discurso.
1. Los izquierdistas, los más honestos defensores de los intereses del pueblo pobre y explotado, no se plantean participar en los gobiernos capitalistas porque tienen la convicción –con base en una larga historia- de que nada podrán hacer en beneficio de los trabajadores dentro de la maquinaria política y económica que domina el sistema opresor. Sin embargo al interior de ese sistema mundial capitalista, controlado en 90 por ciento por el aparato de poder, suelen surgir gobiernos alternativos, socialdemócratas, progresistas, antiimperialistas al estilo URSS, China, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia o Ecuador. En cada uno de estos países el imperialismo de los EEUU y sus socios: Inglaterra, Francia, Israel, interviene de manera abierta para apoyar a los agresivos sectores empresariales y a las fuerzas de oposición derechista. La pregunta es: ¿qué deben hacer los izquierdistas?
2. Se me presentan tres posiciones: a) colaborar incondicionalmente con esos gobiernos, b) adoptar una posición crítica y al mismo tiempo de colaboración y, c) continuar luchando de manera abierta en la oposición izquierdista. Obviamente no se puede responder dando una posición cerrada o definitiva porque cada país y cada gobierno progresista mantienen posiciones diferentes ante la solución de los problemas de la población. Por ejemplo: en la URSS, Cuba, Venezuela, así como en México y todo el mundo ha habido siempre dos oposiciones al gobierno de Lenin, Castro o Chávez, tanto en la derecha como en la izquierda; los derechistas, aliándose al imperio, se oponen a los cambios o reformas sociales que benefician a la colectividad; los izquierdistas, por el contrario, buscan radicalizar los cambios, hacerlos más rápidos para que la población salga de la miseria y el hambre. No puede acusárseles de iguales oposiciones.
3. ¿Recuerdan el bello discurso de Lenin del 25 de octubre de 1917 –la mañana siguiente del triunfo de la revolución- que el historiador Gerard Walter transcribe? “La revolución obrera y campesina, cuya necesidad fue proclamada siempre por los bolcheviques, se ha llevado a cabo. ¿Cuál será el sentido y su alcance? Significa que tendremos un gobierno de los Soviets en el que no participará la burguesía en modo alguno. Serán las propias masas oprimidas las que crearán los órganos del nuevo poder. La vieja máquina gubernamental será rota en mil pedazos; otra completamente nueva va a nacer bajo la forma de instituciones soviéticas. Una nueva era comienza en la historia de Rusia y conducirá a la victoria completa del socialismo. La tarea más urgente es terminar la guerra porque está estrechamente ligada al régimen capitalista. Hay que comenzar por vencer al propio capitalismo. El proletariado internacional nos ayudará.”
4. Posterior a este discurso (voluntarioso) hemos escuchado muchos otros parecidos; sin embargo la realidad ha sido mucho más dura y terca y hoy sabemos que el imperialismo explotador y de guerra ha superado con creces cualquier voluntad o deseo. Valiéndose de las fuerzas derrocadas de derecha busca siempre restaurar el antiguo poder por medio de la violencia contra revolucionaria o bien, escogiendo la estrategia de negociar los programas sociales de gobierno. Todas las revoluciones –al concluir su fase transformadora y de cambios rápidos- pasan por lo que se ha llamado el termidor (en francés Thermidor) que se aplica al periodo de la Revolución francesa conocido como Directorio o reacción termidoriana, por haberse iniciado con el golpe de estado de julio de 1794. Se apaga la revolución, viene la nueva Constitución, se negocia, se persigue a quienes luchan por la continuidad revolucionaria y se forma la oposición de izquierda.
5. En Francia el Directorio robespierrano liquidó a la oposición de izquierda; en Rusia se combatió a los izquierdistas/anarquistas de Kronstand, a la oposición obrera, a los sindicatos de izquierda y, más tarde el mismo Trotski, que junto a Lenin había perseguido a los “infantiles críticos de izquierda”, fue perseguido y asesinado en México por los stalinistas. En México los carranclanes y obregonistas, que encabezaron la de la revolución burguesa mexicana, asesinaron a los líderes auténticos de la revolución: al anarquista Flores Magón, al agrarista Zapata y al popular Pancho Villa. ¿Cuál entonces debe ser el papel de las oposiciones de izquierda ante gobiernos que terminan aliándose a la derecha y el imperialismo? Pues depende de la posición que tome el gobierno de referencia con respecto a la derecha y el imperio, así como de la fuerza del movimiento de masas. Quiero decir que no se puede ser incondicional.
6. Con los gobiernos burgueses, derechista y servidores del imperio como los de México, Colombia, Perú, Costa Rica, etcétera, no puede haber alguna colaboración de la izquierda; pero no puede ser esa la misma actitud la que deba mantenerse frente a los gobiernos que hacen esfuerzos evidentes por liberarse: nacionalizan empresas básicas, agrandan inversión social, impulsan participación y movilizaciones, responden las agresiones de la derecha y el imperio. El apoyo a los gobiernos de Cuba, Venezuela, Bolivia no se puede negar, aunque tampoco tiene que ser incondicional porque el ofuscamiento bloque cualquier pensamiento crítico. ¿Cómo no ser honesto con uno mismo viendo con objetividad los que sucede y denunciándolo cuando sea necesario? Las oposiciones de izquierda, en esos países progresistas, deben ser muy libres, deben escuchárseles en serio, discutir con ellas. Cualquier represión es condenable.
7. Los regímenes de derecha capitalista aplastan violentamente a sus enemigos los izquierdistas o los mantienen muy vigilados en un rincón evitando con todas sus fuerzas que se desarrollen. Mientras Fidel Castro desbarató a la derecha en Cuba pero sufrió el bloqueo total ordenado por los EEUU, el chavismo y Morales, como sucedió con el allendismo en Chile, tomaron el camino de las elecciones pero no han dejado de recibir las agresiones de la derecha y el imperio buscando su derrocamiento. Estos gobiernos que buscan la construcción del socialismo no pueden confundir a las oposiciones: sus enemigos reales son las oposiciones derechistas. Los indígenas, campesinos, obreros, intelectuales que le exigen cambios, el regreso al discurso y planteamientos iniciales, no pueden ser confundidos y reprimidos; al contrario, son los elementos más revolucionarios que buscan hacer avanzar la revolución, tal como la proclamó Lenin en su discurso.
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