Prof. Héctor Salas
Una respuesta al camarada Felson y a la cúpula del partido, agradeciendo por solicitarla y agradecido si la toman en cuenta.
Antes camaradas, quiero decirles que no cometan la burrada de decretar una vanguardia
Antes camaradas, quiero decirles que no cometan la burrada de decretar una vanguardia
Como lo entendía Lenin, la revolución es necesariamente inevitable hoy, mañana ó cuando sea. Ahora, esta revolución como ninguna otra, por muy necesaria que nos parezca, no se desarrollará de manera espontanea y, tampoco bajo la dirección de una vanguardia autoproclamada cuyos intereses estén por encima de los intereses de un partido de vanguardia que asuma la dirección de una revolución que se plantea transformar la realidad colonial impuesta por más de quinientos años, sobre la base de refundar y recomponer relaciones geo-humanas, socio-comunales y de producción. Esto nos dice que la brega de nuestro partido es hacerse al calor del desarrollo de los objetivos planteados de la lucha del pueblo por la creación del poder popular y la construcción de la alternativa socialista bolivariana que trasciende lo nacional. No basta construir un partido donde sólo se impongan relaciones apuntaladas y controladas desde la mera conciencia parlamentarista, como tampoco es suficiente que se permitan la hegemonía de ninguna conciencia que no atienda a la conciencia que llega a elaborarse y a unirse con la lucha prolongada de clase y la revolución proletaria,
¿Que entendemos por Revolución proletaria?
La revolución, cuya vanguardia son los excluidos de siempre, que tienen limitado el desarrollo de todas sus potencialidades, principalmente la económica y que por ello no reciben ni un tantico así de la riqueza social, es conocida históricamente, como la revolución proletaria. Ahora si nuestro partido entiende y usa con convencimiento consciente la máxima que sostiene que para salir de la pobreza, el pobre debe disponer de todo el poder; el mandado estaría más que hecho, pues sólo bastaría con trasladar toda la cualidad general de ésta verdad, al instrumento que ha de servirnos en condición de pueblo y de masa para tomar, organizar y defender el poder. Es decir, estimado y apreciado camarada que la dirección, llámese como se llame, el nombre no importaría tanto; es comprometida, es permanente, es práctica, es científica, pero fundamentalmente tiene que ser una dirección donde se imponga la conciencia de la clase proletaria.
“Sólo a través de la existencia de una clase objetivamente revolucionaria puede el partido, y está obligado periódicamente a ello, dirigir una lucha de clases revolucionaria, y sólo en relación con tal lucha de clases real el concepto del partido revolucionario de vanguardia (incluyendo al de revolucionarios profesionales) tiene un significado científico”. Lenin.
Un(a) dirigente de esa vanguardia, que repito no puede autoproclamarse, con suficiente formación y reconocimiento, debe estar vinculado (a) a una práctica relacionada con la lucha de clase y con un plan consciente que haga de la actividad de liderar y organizar a las masas en su cotidianidad simplemente una constancia para lograr nuestro gran objetivo a largo plazo de construir una sociedad sin clases.
Finalmente voy a reproducir el escrito que te envié el 20 de octubre de 2009 y que se me antojo llamarlo
Las nueva organización del partido y sus formas en lo concreto
Prof. Héctor Salas
20 de Octubre de 2009
Asumamos la conquista del poder popular y el socialismo junto patrulla y pueblo, como una sola unidad dialéctica
¿Cómo acabar con las relaciones de alienación partidocraticas dentro del partido?
La desgracia nuestra es; que nos hemos acostumbrados a ser conducidos por quienes deliberadamente se han empeñado en construir nuestro socialismo científico Bolivariano y su vanguardia, sin reconocer que somos dueños de una ciencia política muy particular, muy socialista y muy nuestra, heredada de nuestros antepasados originarios. Por eso aprendimos a buscar el apoyo y a reproducirnos con la misma lógica sustantiva capitalista, en avanzada situación de crisis terminal y en avanzado estado de putrefacción. Tales razones refuerzan el carácter dominante en el partido de las viejas relaciones político-capitalistas, partidocraticas: de ultraje y pillaje, egoístas, oportunistas, imperativas, coercitivas, insolidarias, mitómanas, adulistas, arribistas, engañista, entreguista, personalistas etc., etc., etc. Incluso a plenitud de conciencia de la situación, algunos pretenden hacerse los “ignorantes” con todo el maligno propósito de un confomismo-oportunistoide: Otros, mientras tanto, por falta de voluntad, nos hacemos defensores alcahuetes de ese sistema violento de relaciones partidocraticas alienantes las cuales al conjugarse con las profesionales de oficio, es decir con las enteramente burocráticas, nos colocan en un plano de casi indefensión extrema para emprender cualquier tipo de acción transformadora dentro del partido. Por eso, si no logramos dar todos los revolucionarios unidos una batalla, a lo interno y externo del partido, para derrotar esas relaciones partidocraticas de alienación propias del capitalismo, solo nos quedaría esperar lo peor de una militancia reducida a servirle periódicamente y de manera muy desleal a una crema dentro y fuera del Psuv, a la cual solo le importa ocupar mejores posiciones de representación para garantizarse por la vía de la rapiña y la trampa más y mejores beneficios y privilegios.
Algunos factores decisivos
Los factores decisivos que han oxigenado la vida de esas viejas y caducas relaciones partidocraticas en el partido, los encontramos: en la falta de objetivos claros ( El objetivo principal de una revolución proletaria o socialista, es no hay ninguna duda, construir una sociedad sin clases ), ausentes en casi toda la dirigencia sacada a lo mágico de los sombreros mediáticos; en el poco o casi nulo compromiso de conciencia proletaria que se tiene para con el fundamental propósito de tratar y transformar nuestra realidad en lo estructural y en lo cotidiano, tanto a lo interno como a lo externo del partido, en la falta de experiencia por el poco roce y vinculación con las luchas populares, en el mal uso y disposición de la coexistencia, al poco poder de insurgencia transferido a las bases, y sobre todo al ánimo dominante en el partido, impuesto por una relativa mayoría que sólo se ha dedicado a mantener cuotas de poder dentro de la organización con fines comisionista y electoreros y no para acompañar al gobierno y al pueblo en su la lucha por la creación del poder popular y el Estado comunal socialista Hace falta entonces, comenzar a formar una conciencia constructiva; crítica y autocritica, en cada uno de los militantes del partido. Conciencia proletarizada, comprometida con los valores, principios y deberes del buen socialistas: donde brillen la capacidad de análisis, la ciencia, la honestidad, la solidaridad, la humildad, la responsabilidad, la corresponsabilidad, lo ético, lo humano, lo social, lo político y lo revolucionario, siempre al servicio de construir esa organización comprometida con la teoría y la praxis propia y consecuente con ese grado y ese nivel de conciencia y, que bien pueda asumir el combate directo, a lo interno y a lo externo en contra de ese modelo de relaciones partidocraticas profesionales de alienación que como bien hemos reconocido, nos hacen ser presa fácil de las huestes que defienden la dominación capitalista.
Algo sobre la nueva forma
La propuesta de una nueva forma de agrupamiento en el PSUV es correcta en tanto el partido entienda el valor de la razón y el uso de la crítica y la autocritica como herramienta política para crecer y, además doblemente correcta, si sobre la base de ésta se concluye la necesidad y la urgencia de iniciar una rectificación sobre todo tomando en cuenta los hechos electorales recientes que indican que la contrarrevolución se viene acomodando para jodernos, asentándose en nuestras propias debilidades e inconsecuencias revolucionarias. Por eso la corrupción, los saboteos mediáticos, hospitalarios, eléctricos, de abastecimiento, de vivienda, en contra de las misiones y el empleo, la inseguridad ciudadana, etc,etc,etc, no son problemas exclusivamente de nuestro gobierno, sino que son parte de nosotros mismos, tanto en la condición de ciudadanos, como también en nuestra condición de verdaderos militantes revolucionarios.
Las patrullas territoriales y sectoriales son entonces hoy, una forma correcta y adecuada para reordenar nuestras fuerzas y salir a librar la gran batalla para mantener nuestras posiciones en la Asamblea Nacional y también para ratificar y reordenar nuestro compromiso con lo ideológico, con la revolución, con la creación del poder popular y el estado comunal socialista.
Al adoptar esta nueva forma de organización es importante que entendamos que el fracaso de la forma que abandonamos fue por causa de su enrosque y apego a las tradicionales y molestas relaciones partidocraticas profesionales de alienación dominantes en el partido y, también es importante que reconozcamos que en esta nueva forma alternativa de organización están puestas todas las esperanza objetiva de poder desarrollar y construir las nuevas relaciones de verdadera militancia socialistas de emancipación. Eso sí, no basta con entender y caracterizar las relaciones del partido en lo general, sino que también es importante hacerlo en cuanto a sus múltiples interrelaciones particulares: Entre partido y militante, entre éste y pueblo en general, entre éste y amigos y aliados, con los enemigos de clase, entre él y el gobierno revolucionario y con el Estado, sus instituciones, institutos y empresas en general e incluso, vale lo mismo en lo internacional
Algo sobre la revisión y la rectificación
Nuestro partido en un primer momento nace como una gran maquinaria electoral y no dudemos en afirmar que en ese sentido logró conquistar más de catorce victorias electorales. Tampoco podemos dejar de reconocer lo decisivo y determinante que ha sido el liderazgo que sin ningún tipo de dudas mantiene el máximo líder de este proceso, comandante presidente Hugo Rafael Chávez Frías, sobre las grandes multitudes, la cual basada en su calidad humana, política, ética y revolucionaria, por si sola ha brillado en la victoria. Aquí, tenemos que ser muy respetuoso y darle al comandante todos o casi todos los créditos.
Pero, Chávez ya no necesita una maquinaria partidista sólo para ganar elecciones. Eso fue en tiempos del oráculo del guerrero y Miquelena. Ahora tiene de cabecera a Marx, a Lenin, a Mao, a Mariátegui, a Fidel, Al che,… es decir, ahora es un extraordinario militante del socialismo libertario mundial y nadie pone en duda que su enemigo antagónico y jurado a muerte es nada más y nada menos que el monstruoso capitalismo global. Entonces, ahora es necesario estar pendiente que nuestro socialismo, es apenas una hermosa idea y, que le corresponde al partido como instrumento del pueblo hacer de ella una hermosa realidad. Allí radica una de las importancias, de vernos organizados en patrullas socialistas, la cual por su radio de acción debe relacionarse tanto a los pequeños como a los grandes espacios y hacer de ellos los mejores baluartes y ejemplos del socialismo
En la aceptación y plena conversión de la sociedad al socialismo, estaremos logrando la instauración de nuevas formas radicales de advenimiento y participación política y esto se convertirá, libre de toda competencia, en mil años de victorias populares, llenas de abundante conciencia y más conciencia socialista.
¿Qué es y cómo es ese reino prometido?; ¿Tendremos la oportunidad de vivirlo? ¿Cuando llegará?
La población, lo que está es esperando que ese modelo de vida, que sin temores de ningún tipo el presidente a cada segundo menciona y que ya identifica con nombre propio como “EL SOCIALISMO”, termine definitivamente de aparecer y expresársele. Nuestro partido lo que debe entonces es terminar de entender su obligación como vanguardia organizada del pueblo, y asumir conscientemente y con profundo amor la tarea de ayudar a que se materialice esa sublime aparición divina Transitamos entonces una oportunidad única y especial la cual se nos presenta, para que dentro de la estrategia de la revisión, rectificación y reimpulso le hagamos un gran regalo a ese pueblo al cual pertenecemos todos y veamos retribuir con creces y victorias; en Miranda, Zulia, Nueva Esparta, Táchira, es decir en todo el territorio nacional el regreso triunfal de todo un mapa completamente rojo- rojito, jubiloso, lleno de contento y agradeciéndole a Jehová pero también sin escalofríos delirantes, ni miedos de ninguna naturaleza a Marx, a Lenin, a Mao,, a Mariátegui, Sandino, al che, a Fidel, etc., etc., etc., por permitimos conocer y recibir esa hermosa bendición llamada socialismo.
Algo sobre el reimpulso
Para construir el paraíso socialista, ese que andamos “vendiendo” en abstracto, es necesario que iniciemos “por ahora” desde l@s bases del partido y en unión del estado revolucionario y con las masas, el reimpulso de las misiones socialista en el contexto de la instalación en todo espacio y lugar de las salas de batalla social, el nuevo ordenamiento territorial sobre la base de la formación de las leyes habilitantes, la creación del poder popular y el Estado comunal socialista y la liquidación de todas las formas de problemas que afectan de manera directa a los ciudadanos y ciudadanas: empleo, vivienda digna, inseguridad, escasez, inflación, corrupción, burocracia oficiosa, educación oportuna y veraz, etc,etc,etc,. Entonces, estaremos en una verdadera situación más que ventajosa para decirles al imperio que su mentira sobre la muerte del socialismo quedó resuelta con apego a la ley de la unidad de los contrarios. Porque sólo de esta manera el pueblo constatará libre del síndrome uribista que el socialismo anda vivito y coleando y que la cosa no era de muerte sino de vida infinita.
Os digo a los Camaradas auténticos que son la inmensa mayoría y advierto como tiene que ser a los tramposos coleados, arribistas y engañadores de oficio; que si las patrullas revolucionarias socialistas toman las riendas del poder en el partido, en el gobierno y en el estado, sin ningún asomo de dudas estaremos casi más que seguros que acabaremos con todas las malquerencia y las vacilaciones populares que se mueven en contra de la alternativa socialista Bolivariana y también esa sería la respuesta que por años andamos buscando, sobre el partido como vanguardia del pueblo que hemos soñado construir.
ALGO EN TORNO AL CONGRESO DEL PSUV
Revisarnos de verdad para asumir nuetra responsabilidad historica
En el transcurso de estos últimos 10 años, la revolución bolivariana ha planteado revisarse en más de una ocasión, pero las fuerzas interna y externas enemigas del socialismo que pugnan por el poder y pujan por la desintegración total del proceso, siempre han logrado imponerse derrotando el intento y frustrando a la propia iniciativa radical. Hoy nuevamente tropezamos con el mismo clamor, pero en el marco de la convocatoria de un congreso donde se propone aprobar el programa y los estatutos de un partido que nace con una extraordinaria responsabilidad histórica de construir para el mundo, y desde un continente asediado por el imperialismo y sus aliados por disponer de inmensas riquezas naturales y espirituales y por su privilegiada ubicación geopolítica estratégica, una alternativa de vida distinta a la planteada y defendida por el nefasto capitalismo global. Un congreso para definir y afinar la praxis revolucionaria que nos conduzca a reconocer y a sentir las bondades de esa alternativa plasmada en un proyecto de vida que a bien nos hemos atrevido a llamar “proyecto socialista”. También en ese evento político, deben afinarse estrategias para asegurarnos de que no es mentira la muerte de la cuarta republica. De que la consigna “no volverán” no es una simple consigna de agitación política y que por el contrario sobre un un balance serio y responsable veremos qué cosa queda viv@ de esa cuarta para terminar de liquidarl@. Aquí es necesario señalar que: No podemos ceder ni una ñinguita así, en las posiciones logradas en la Asamblea Nacional; hacerlo sería poner en peligro el destino de nuestro proceso y con ello nuestras propias vidas. Sólo debe corresponder y es tarea del partido y el pueblo Bolivariano socialista: Legislar en las materias de la competencia nacional, proponer enmiendas y reformas a nuestra constitución, ejercer funciones de control sobre el gobierno y la administración pública nacional, discutir y aprobar el presupuesto nacional, autorizar los créditos adicionales al presupuesto, aprobar las líneas generales del plan de desarrollo económico y social de la nación, autorizar al ejecutivo nacional a celebrar contratos de interés nacional, dar voto de censura, autorizar la salida del presidente de la republica del territorio nacional, aprobar por ley los tratados o convenios internacionales, etc,etc,etc,…Esta facultades y competencias no podemos perderlas ni delegarlas y, seria alta tracción el negociarlas
Nuestra Situación real de cara al congreso
En este momento Noviembre de 2009, a pocos días del congreso, la situación real de desarrollo de la revolución Bolivariana podría medirse tomando en cuenta cinco importantes variables, todas afortunadamente estrechamente dependientes la una de la otra. Las cuales sin límites y sin orden definido podrían mostrarse como sigue: Primera: El amplio respaldo popular que bien o no, pueda merecer el gobierno revolucionario en su condición de vanguardia y en reconocimiento a sus esfuerzos para socializar el poder: político, económico y cultural; por enfrentar sin vacilaciones el trabajo enajenado e intentar neutralizar la ley del valor en el funcionamiento de nuestra economía Segunda: por la amplia aceptación consciente en las masas de las bondades que ofrece el proyecto de vida socialista que proponemos y defendemos en condición de u nica y verdadera alternativa en contra del capitalismo, Tercera: por la cantidad de poder hasta hoy conquistado y arrebatado al estado burgués y transferido efectivamente a manos del pueblo y por la calidad de su voluntad para edificar el Estado comunal Socialista, basado en el ejercicio directo del autogobierno comunal, en la democracia social de consejos del poder popular, con plena y democrática participación de obreros, campesinos, estudiantes, amas de casas, intelectuales, artistas, pequeños productores y comerciantes del campo y la ciudad, garantizando la más amplia participación y protagonismo del pueblo en la determinación y realización de su destino Cuarta: Por los objetivos logrados en materia de geopolítica internacional al reivindicar sin ambigüedades el internacionalismo y por los esfuerzos hechos para alcanzar la unidad y la emancipación nacional y social, junto con los pueblos de todo el mundo, sobre la base de enfrentar al imperialismo y sus guerras y enterrar para siempre al enajenante capitalismo y, Quinta: por los altos niveles de influencia del Psuv en las masas, en el gobierno y en las altas esferas del Estado en condición de principal instrumento de participación política.
Reconozcamos:
Es justo reconocer que en los años que precedieron a este momento estelar de transformaciones y cambios que vive la Republica, nunca la clase obrera y campesina, los estudiantes y el pueblo en general, consiguieron controlar directamente y sin intermediación el poder y, a decir verdad aun esa realidad política objetiva persiste y debe servirnos como punto estratégico referencial para apalancar el arranque y sostenimiento de la necesaria acción constituyente transformadora que a gritos todos los revolucionari@s uníos solicitamos. Por eso, no podemos decir que hemos conseguido triunfar y la explicación a ésto la conseguimos esencialmente en la bancarrota política de la dirección de las organizaciones obreras, campesinas, estudiantiles y populares en general y a la resistencia bien plantada que nos ofrece el estado burgués que se niega a morir. Entonces, la cuestión decisiva por una parte; es el partido, su dirección, su organización, lo ideológico, su carácter antiimperialista y anticapitalista, la consecuencia con la multipolaridad, la soberanía comunicacional, lo ecológico, el desarrollo de la conciencia del deber social, humanista, político y revolucionario de su militancia y por supuesto el grado de preparación de las masas y, por la otra, el comportamiento y compromiso de las zonas “liberadas” donde constituimos gobierno; el respaldo al desarrollo y avance del proyecto socialista y su lucha para desterrar los valores capitalistas de la mente de los venezolanos y venezolanas, la nueva institucionalidad, el Estado comunal y su organización en comunas, consejos de trabajadors@s, consejos de estudiantes, consejos de campesin@s y pescador@s, la democracia participativa y protagónica, el nuevo modelo económico, la lucha contra la corrupción y la burocrática, la ética y la moral socialista. Y, también es importante reconocer que después de más de diez años de proceso, aumentaron todos los niveles de participación política del pueblo, lo cual en términos cualitativos y cuantitativos significa que éste, se encuentra en una situación generalmente más favorable para asumir el control y la dirección de la revolución. También tenemos que aceptar que ya no hay vuelta atrás en la decisión popular de construir desde la base un verdadero partido revolucionario el cual irradiará toda su simpatía y todo su poder de influencia hacia las masas, en la medida en que ésta se considere y se sienta interpretada en el amplio programa social, económico, ético, moral y filosófico que ha de surgir de su propia realidad histórica en consecuente relación armónica con las respuesta que para tales fines nos ofrece el modelo de vida socialista.
La revolución Bolivariana, para avanzar firmemente y a paso de vencedores, está obligada a salirle al paso y a derrotar a toda degeneración reformista presente en su dirección y para eso un primer paso acertado seria comenzar con humildad revolucionaria a crear como pueblo, el poder popular, el gobierno y el Estado comunal y así enrumbarnos hacia la construcción del socialismo
Otras importantes aspiraciones en la estrategia de las tres R
En el congreso, sólo aspiramos a que los bien convocados socialistas debatan: ideas que por siglos hemos acordado y que bien merecen ser concretadas, nuevas Ideas propias y ajenas dignas de acordar y concretar en lo inmediato y por supuesto no darle tregua a los coleados arribistas de oficio. También esperamos que impulsen sin miedo y con mucha altura el transito duro de la crítica, la autocritica y la reflexión, desde adentro, Todo a los fines de elaborar el gran programa de lucha que nos permita crear el poder popular y conquistar el autentico socialismo.
Fundamental entonces es que nos pongamos de acuerdo en ese congreso, de cómo desterramos para siempre de nuestro espíritu y de nuestra mentes el estado liberal burgués capitalista y sus nefastas consecuencia. De cómo acordar un amplísimo plan para profundizar la revolución en todos los órdenes: ideológico, político, económico, social, cultura, moral, ético e incluso en lo filosófico; para parir el nuevo estado comunal como expresión del poder popular y sus formas de autogobierno socialista en lo local comunitario, donde el pueblo ejerza y dirija directamente y a través de la sociedad de consejos del poder popular su propio destino, su propia historia. Siempre avanzando, sin tremores y sin ningún ápice de dudas, hacia la tierra prometida, nuestro destino “EL SOCIALISMO” y entendiendo, como tiene que ser, nuestro papel protagónico durante la inevitable transición, es decir participando como ciudadanos y ciudadanas y en condición de militantes revolucionarios en la formación, consolidación y defensa de nuestra constitución Bolivariana, en la creación, formación y defensa de las leyes y ordenanzas revolucionarias, en la toma, acompañamiento, orientación, seguimiento y control de las grandes decisiones socialistas del alto gobierno revolucionario en macroeconomía, en políticas públicas, en políticas de defensa y seguridad de la revolución y la nación, en ´política internacional y en la creación y defensa del poder popular hacia la construcción del estado comunal socialista.
Es hora de comenzar a construir el Estado comunal apara iniciar la siembra del socialismo
Algo sobre nuestro sueño común
El pueblo es el depositario de la soberanía y la ejerce directamente a través del poder popular quien nace de la condición y de la decisión de los grupos humanos organizados como base de la población y con el fin de construir y /o rescatar su propia geografía y su propia historia. En el reside la máxima autoridad y su condición sobre los medios de producción social y colectivos, sobre todas las riquezas naturales existentes en el territorio nacional y creadas por su trabajo y la fuerza, para tomar, aplicar y controlar en ejercicio pleno de su soberanía todas las decisiones de carácter político, económico, social, ético, moral y filosófico a fin de crear, construir y defender: El estado Soberano Socialista Bolivariano y la Democracia directa participativa
El Poder Popular se expresa constituyendo las comunidades, las comunas y el autogobierno de las ciudades, a través de la constitución de los consejos comunales, estudiantiles, de trabajadores y trabajadoras, de campesinos y campesinas, de Artesanos y artesanas, deportivos, de la juventud, de los adultos y adultas mayores, de los discapacitados y discapacitadas, de mujeres, de los pescadores y pescadoras, etc…, y otros entes que señale la ley a ser formada. Su estructura organizativa para el ejercicio de sus funciones y prestación de servicios se sustentará y apoyará en el empleo y uso de la categoría publica tradicional aceptada y definida para atender las estructuras previstas y reguladas en la constitución y como elemento de transito a la construcción de las nuevas relaciones sociales para responder en ausencia de toda burocracia a las misiones socialistas , constituidas por organizaciones de variada naturaleza creadas para atender a la satisfacción de las más sentidas y urgentes necesidades de la población, mediante la aplicación de sistemas excepcionales e incluso experimentales
Hacia la democracia de consejos del poder popular
PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE………….. VENCEREMOS
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