IZQUIERDA UNIDA ANTE LA NUEVA LEY ORGANICA DEL TRABAJO
¿UNA LEY DEL TRABAJO HECHA POR EL PATRONO?
Parece que asistimos a una ficción o a una comedia. Ahora nos plantean que el camarada Chávez es quien se encargará de reformar la Ley Orgánica del Trabajo o de impulsar una nueva Ley Orgánica del Trabajo haciendo uso de sus “facultades legislativas habilitantes”. El Presidente de la República, el patrono de más trabajadores en el país, será el encargado de confeccionar la nueva Ley del Trabajo.
PELIGROSA RENUNCIA A LA AUTONOMÍA SINDICAL.
Así lo solicitaron los voceros de la Central Sindical nacional, recientemente constituida o propuesta bajo el nombre de “Central Bolivariana Socialista de Trabajadores y Trabajadoras”. El designado presidente provisional de dicha Central, actuando como vocero principal lo solicitó expresamente: “…que el comandante presidente Chávez asuma el liderazgo de la nueva Ley del Trabajo”, dijo en su intervención. “Que sea el líder de la Ley Orgánica del Trabajo… y vamos a recoger millones y millones de firmas…”, afirmó; exigiendo a los ministros que deben prestar el apoyo para recoger esas firmas, es decir los patronos impulsarán la recolección de firmas. Remató diciendo que “… el líder tiene que tomar decisiones y nosotros tenemos que apoyarlo, si no, no tiene sentido que estemos aquí…”, no tiene sentido la lucha; “…camarada presidente la lucha es suya…”, es decir, reconocen que ellos no dirigen ni su casa, si les falta el mercado, un bombillo o el pasaje para el transporte público, es Chávez quien debe resolvérselo, tamaña irresponsabilidad, recargar al presidente como único hacedor de las tareas del Estado Venezolano, Chávez es el líder, pero todos debemos asumir nuestras responsabilidades, todas y todos debemos apuntalar la democracia participativa y protagónica que proclama nuestra constitución.
Tal situación revela la renuncia, totalmente irresponsable, de la indelegable función de los dirigentes sindicales de hacer propuestas con AUTONOMÍA frente al Estado, el gobierno y los patronos. Revela una total incomprensión del rol de las organizaciones sindicales y de sus miembros directivos y es una postura de entrega de los intereses y derechos de los trabajadores. Igual o tal vez peor que lo que ocurrió con la CTV en los primeros años de la década de 1960.
EL PRESIDENTE HA TENIDO FACULTAD PARA MEJORAR A LOS TRABAJADORES.
El Presidente Chávez, durante más de la mitad de su largo mandato, ha estado habilitado por el cuerpo parlamentario nacional para legislar sobre las más diversas materias y para ello no necesita “millones y millones de firmas” de respaldo. Han bastado las llamadas leyes habilitantes para que lo haya hecho en más de una centena de decretos leyes. Nada legal o constitucional le ha impedido reformar la Ley del Trabajo para mejorar la situación de los trabajadores en materias urgentes como la disminución de la jornada de trabajo, la democratización y profundización de la participación de los trabajadores en la gestión de las empresas de capital público, mixto y privado, el establecimiento de la estabilidad plena, el aumento de la participación de los trabajadores en las utilidades obtenidas por las empresas con el trabajo de sus trabajadores, entre otros temas. Así se lo han exigido miles de trabajadores durante todos estos años de mandato presidencial. Sin embargo el camarada Chávez no lo ha hecho, se ha limitado al aumento del salario mínimo, cosa que hacían también los gobiernos del pacto de Punto fijo, incluso estos gobiernos decretaron en varias oportunidades aumentos generales de salarios mejorando tanto el salario mínimo como el salario de otros niveles medios. También se ha mantenido la inamovilidad laboral, sujeta a la autorización de las Inspectorías del Trabajo, las cuales actúan con grandes deficiencias, un retardo muchas veces insoportable y con una intolerable parcialización en favor de los entes gubernamentales, empresas de capital público, intervenidas o nacionalizadas; cuando una reforma de la Ley del Trabajo puede establecer la estabilidad plena sometiendo el conocimiento de los despidos al Poder Judicial.
UN DEBATE SOBRE ¿POR QUÉ NO SE HA MEJORADO A LOS TRABAJADORES?
El presidente ha aceptado ser el líder de la reforma, según la solicitud referida, cuando habría bastado con dictar el decreto con fuerza y rango de Ley Orgánica y presentarlo por ante el Tribunal Supremo de Justicia conforme al artículo 203 de la Constitución a fin de pronunciarse sobre el carácter orgánico. Ahora más bien debería explicarnos cuál es la razón de mantener a los trabajadores sin el mejoramiento de sus derechos esenciales y su respuesta es materia de una discusión nacional entre los trabajadores y los revolucionarios. Muchos trabajadores han sufrido y sufren de sobre explotación y de enormes sacrificios e injusticias por no realizarse las reformas que hemos referido antes.
NO ES CONVENIENTE UNA COMISION ESPECIAL PRESIDENCIAL QUE TERMINARÁ SIENDO DE TECNOCRATAS Y “SABIOS”, PARA QUE ELABORE LA NUEVA LEY ORGANICA DEL TRABAJO REVOLUCIONARIA.
El anuncio hecho por el Presidente Chávez y ratificado por la Ministra María Cristina Iglesias, de constituir una comisión especial presidencial, para que sea ella quien se entienda con lo referente a la nueva ley orgánica del trabajo revolucionaria, debe ser rechazada por todo el pueblo trabajador, porque la experiencia, que es muy buena consejera, nos dice que en esas comisiones de alto nivel, la tecno-burocracia y presuntos sabios del derecho laboral, terminan imponiendo su criterio, generalmente aprendido en los claustros universitarios del capitalismo explotador, en desmedro de la clase obrera.
Indiscutiblemente que la irresponsabilidad e incompetencia de la “nueva central socialista”, de pasarle el relevo al presidente Chávez para que se encargara de esa “papa bien caliente” que quema, como es, lo tocante, a la tardía en actualizarse a la Constitución Bolivariana de 1999, la ley orgánica del trabajo; es mucho peso para el presidente, quien tiene bastante trabajo de por sí, no quedándole de otra, que trasladar esa papa que quema a una “comisión presidencial”, lo cual es muy mal augurio, porque la experiencia nos dice que en esas comisiones se cuelan “notables”, “sabios” y tecnócratas burócratas, quienes terminan imponiendo su criterio y no el de la mayoría proletaria.
Esa comisión debe rechazarse y convocarse a una constituyente laboral, un inmenso proceso de debate y discusión que desencadene en un gran referéndum nacional, quitarle el relevo a la asamblea nacional, quien mantiene esta inmensa mora legislativa, ya que la constitución establecía un plazo de apenas un año para la redacción de la nueva ley, tarea que los diputados de la Asamblea Nacional no fueron capaces de cumplir, y que sospechosamente los mismos que han sido incapaces de cumplir la tarea le pasan la “papa caliente” al presidente Chávez, pues al frente de la nueva central obrera se encuentran diputados como Oswaldo Vera y “Siguaraya” quienes desde la Comisión permanente de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional fueron INCAPACES de llevar a la plenaria de la Asamblea Nacional el proyecto de Ley Orgánica del Trabajo que previa consulta con distintos gremios sindicales aprobó en segunda discusión la citada comisión permanente, con lo cual solo faltaba su discusión en el pleno parlamentario, quizás pudieron más las mezquindades políticas, ya que para la época no era el PSUV quien dirigía esa comisión, por eso ni los diputados ni la naciente central, esa que le ruega al presidente que realice la tarea que es deber de ellos como líderes sindicales y como parlamentarios, y que de ñapa le exigen que ponga a su disposición “el poder de fuego de todos los ministros”, ante tamaña irresponsabilidad no queda otro camino que dejar en manos de los trabajadores y trabajadoras del país, en ejercicio de su poder constituyente originario de todos los poderes la discusión definitiva de tan importante ley, a través de UNA CONSTITUYENTE LABORAL, cuya sede debe ser todo el país, y no las cuatro paredes de la asamblea nacional, o de una oficina en el ministerio del trabajo, por eso le exigimos al Presidente Chávez y al presidente de la Asamblea Nacional, el ex-guerrillero Soto Rojas (Que son los únicos de la burocracia roja rojita, con quienes a veces se puede medio hablar), que en nombre del pueblo en general y de los trabajadores en particular, CONVOQUEN A LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE LABORAL, se encargue de sintetizar el gran debate nacional en torno a la Ley y que ella se encargue de escrutar y sintetizar las propuestas de las bases, por supuesto se oirán opiniones de los técnicos y especialistas, pero estos no serán determinantes.
POR QUE UNA CONSTITUYENTE LABORAL Y NO UNA COMISIÓN TÉCNICA
Dentro de la discusión de cualquier ley del trabajo y sobretodo en Venezuela que se trata de adaptar una ley burguesa que tenemos, a un estado socialista como es el estado social de derecho y de justicia, existen dos concepciones, la burguesa, que siempre va ligadita con la pequeño burguesa, es más esta última le sirve de vocera a aquella; y la proletaria.
La burguesa trata de imponer el criterio que la ley del trabajo, es solo para discutir aspectos técnicos jurídicos “muy serios”, según su óptica, cuales son aumento de sueldo, utilidades, vacaciones, contratos individuales y colectivos, es decir los meros aspectos reivindicativos y economicistas.
La concepción proletaria, expone que en la ley del trabajo, aparte de los aspectos económicos, que son indispensables, deben darse aspectos de macro-política.
En Venezuela, aun en puntofijismo, se formaban peroratas, porque el aspecto de aumentos generales de sueldos o la sindicalización nacional, decían adecos y copeyanos, no eran temas para una ley del trabajo sino aspectos del ejecutivo y el legislativo en leyes especiales.
Si ese debate se dio espontáneamente, en el puntofijismo, que era un régimen de derecha, mucho más ahora se va a manifestar esa polémica, expresión de la lucha de clases, en donde hay una burocracia de derecha, que quiere retroceder el país a una socialdemocracia tardía e infuncional, ella no quiere ningún cambio y quiere que las cosas continúen como están, claro como ellos ahora están arriba, piensan de otra forma, son aspirantes fuertes a traicionar el espíritu del 27-F, el Caracazo.
Por ello alertamos al proletariado, para que no se deje meter esa “cabra”, que lo perjudicaría y desmejoraría; la cabra de una alta comisión especial presidencial, para que presente el proyecto de ley del trabajo, ya que allí la tecnoburocracia impondrá su criterio de traición y retroceso y el control obrero, las tomas de fábricas, la autogestión y cogestión quedarían haciendo “qui-qui” y jugarían quiquiriguique.
¿QUIÉNES SON RESPONSABLES DEL INCUMPLIMIENTO?
De otro lado es importante, para la determinación de las responsabilidades de los funcionarios en una República, y más en una República Bolivariana, descifrar qué pasó con la obligación de la Asamblea Nacional de realizar una reforma de la Ley Orgánica del Trabajo. Una obligación establecida en la Constitución para ser cumplida dentro del primer año después de su instalación en Agosto del año 2000 (Disposición Transitoria Cuarta, numeral 3). Por qué esto no se cumplió si la Asamblea Nacional ha contado desde su instalación con una mayoría del partido de gobierno, primero del MVR y luego del PSUV. Quién o quiénes son responsables de que esto no se haya cumplido?... Los diputados que aparecen como directivos en la recién creada Central, qué tienen que decir sobre este incumplimiento y ahora, qué explicación dan de su abdicación a la función y al abandono de su obligación? .
NEGACIÓN DE LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA
Finalmente, es lamentable que se reafirme el mesianismo y el culto a la personalidad: Chávez el único, Chávez el infalible, Chávez para todo. “La lucha es suya” dice el vocero de la recién creada Central, para rematar “…el líder tiene que tomar decisiones y nosotros tenemos que apoyarlo, si no, no tiene sentido que estemos aquí…”
Dónde queda el ejercicio de la participación protagónica?... Parece que esa participación se reduce a seguir a líder, apoyarlo, creerle y obedecerlo, según esas palabras del flamante nuevo presidente de la también novísima central, estamos seguros de que ese no es el pensamiento de Chávez.
UNA PROPUESTA DEL SENO DE LOS TRABAJADORES
Lo que deberían hacer los trabajadores, sus dirigentes es proponer un proyecto de Ley Orgánica del Trabajo que contenga sus aspiraciones socio-económicas y las líneas estratégicas de evolución de sus derechos y de su organización en esta etapa del proceso económico, político y social del país, que sea discutido en las bases y que se impulse para que sea aprobado por un referéndum Nacional, con amplias jornadas previas de debates y de movilización de los trabajadores y que el presidente apruebe porque representa lo que los trabajadores verdaderamente quieren y proponen conscientemente, y eso solo es posible a través de UNA CONSTITUYENTE LABORAL.
PERO ¿DE DÓNDE PARTIMOS? ¿CÓMO INICIAMOS EL DEBATE?
Evidentemente que este debate debe partir de un papel de trabajo inicial, y así como señalamos la irresponsabilidad de estos diputados que hoy aparecen al frente de la nueva central trabajadora, también debemos reconocer la labor que algunos otros parlamentarios realizaron al tratar el tema, por ello ya existe un documento base para el debate nacional, debemos asumir como propuesta inicial el documento aprobado en dos discusiones (las necesarias para su pase a plenaria de la Asamblea Nacional), por la Comisión Permanente de Desarrollo Social Integral, ese papel de trabajo, el cuadro comparativo entre la ley vigente y lo propuesto por esa comisión, debe ser debatido en todos los centros de trabajo del país, tanto públicos como privados.
¿CÓMO ESTRUCTURARIAMOS ESA CONSTITUYENTE LABORAL? ¿CÓMO LA PONDRIAMOS EN PRÁCTICA?
La constituyente laboral debe ser expresión real de todas y todos los trabajadoras y trabajadores del país, por ello en cada centro de labores, público o privado, los trabajadores deben reunirse en asamblea, debatir el papel de trabajo de la ley, y seleccionar un grupo de voceros o voceras proporcional al número de trabajadores existentes en la nómina, ya sean estos fijos, contratados, o tercerizados, que representen ese centro laboral en una asamblea municipal de trabajadores, donde los voceros y voceras laborales deben llevar las observaciones y propuestas del grupo de trabajadores que los eligió, esa asamblea municipal a su vez debe elegir un número de 5 voceros del municipio, que serán los delegados con los cuales se instalara la gran Asamblea Constituyente Laboral, en la cual deben debatirse los contenidos definitivos del proyecto de ley, el cual deberá luego ser refrendado con un referéndum popular en que todos los venezolanos y venezolanas participemos directamente en lo definición de nuestro futuro laboral.
¿TENEMOS REALMENTE LA POSIBILIDA DE HACER LA CONSTITUYENTE LABORAL DE ESA FORMA?
Claro que tenemos todas las condiciones para hacerlo, legalmente nada le impide al presidente hacer nuevamente historia al convocar la CONSTITUYENTE LABORAL, y al pueblo venezolano nada le impide imponer su condición de poder originario constituyente, es casi imposible la manipulación de los voceros laborales de las asambleas municipales, ya que con un simple registro de las asambleas de trabajadoras y trabajadores realizadas en cada empresa o institución se impide la duplicación, la invención de empresas etc. A través del R.I.F. de cada empresa o institución, si nos damos un lapso de aquí a finales de febrero para realizar esas asambleas de trabajadores y ese registro tanto de voceros como de asambleas, tendríamos tiempo suficiente para que las trabajadoras y trabajadores de los Dos millones Novecientos Diez Mil Trecientas Setenta (2.910.370) empresas legalmente existentes en el país, y de todos los entes y empresas públicas realicen sus debates y seleccionen sus voceros, así en el mes de marzo se realizarían las asamblea municipales de trabajadores y trabajadoras, y durante la primera quincena de abril se realizaría la Gran Asamblea Constituyente Laboral, y finalmente el primero de mayo del 2012, las trabajadoras y trabajadores venezolanos podríamos estar ejecutando la mayor muestra de ejercicio democrático del poder originario en el planeta, al darnos en elecciones libres un nuevo marco normativo de las relaciones laborales.
NO HAY OTRO CAMINO PARA LA EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA QUE EL CAMINO DE LA CONSTRUCCIÓN COLECTIVA Y LA TRANSFORMACIÓN DE LAS RELACIONES DE PRODUCCIÓN, EN ESTE MOMENTO DE NUESTRO DESARROLLO COMO PAÍS, NO HAY OTRO CAMINO PARA LA NUEVA NORMATIVA DEL TRABAJO QUE LA CONSTITUYENTE LABORAL
Caracas, 17 de noviembre de 2011
Secretariado Político Federal
Izquierda Unida Venezuela
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