x Borroka Garaia
No olvidemos que en Euskal Herria sigue estando latente el verdadero corazón rebelde de esta vieja y podrida europa capitalista
Mientras que la represión y las detenciones a ambos lados de la muga se suceden, otro tanto se podría decir de la ofensiva capitalista. La llamada crisis sistémica azota a las clases populares sin piedad mientras que txotxongilos metidos a políticos, voces de sus amos, intentan vendernos supuestas salidas a la crisis y reformas que no hacen más que incidir precisamente en el hilo conductor que las genera que no es otro más que el mismo capitalismo y su acumulación de capital en manos concretas surgido del robo sistemático. Robo estructural que no se puede separar de la misma esencia del capitalismo y que por lo tanto no tiene cura dentro de ese sistema. Desigualdad que no se puede reformar ni maquillar sino que requiere una salida estratégica que no es otra más que un cambio de sistema.
Nos hablan de como salir de la crisis señores a los que se les llena la boca hablando de derechos humanos, democracia y paz, cuando la democracia real o el gobierno del pueblo, es plenamente incompatible con el poder fáctico del capital. Mientras que el poder económico sea el eje que mueva a una sociedad, mientras que en la escala social el que más poder económico acapare sea el que dirija los destinos, la palabra democracia no tiene ningún sentido.
En Euskal Herria esto supone una doble opresión, la opresión social generada por el capitalismo que impide un reparto del trabajo y la riqueza generada, que impide en definitiva la justicia social y la opresión nacional que mantiene a este pueblo bajo la bota de dos estados. Dos opresiones que necesitan de la amenaza y la violencia (la de ellos claro está) para mantenerse. Dos caras de una misma opresión, la que usando medios coercitivos impide que el pueblo vasco tenga la palabra y la decisión sobre su futuro político y económico. La autodeterminación se convierte de esta manera en la única alternativa para hacer frente a la dos caras de esa moneda opresiva mediante la moneda liberadora con sus dos caras correspondientes: la independencia y el socialismo. No existe otro horizonte.
Están haciendo que la clase trabajadora vasca retroceda décadas en derechos, conquistados muchos de ellos gracias a la fiereza y sufrimiento de una lucha sin cuartel de generaciones pasadas.
Retrocediendo dentro del propio retroceso que significa este sistema impuesto. Pues de la misma manera que nadie le ha preguntado a Euskal Herria si quiere ser estado tampoco le ha preguntado nadie si quiere capitalismo.
La situación no es fácil y se parte de ciertas carencias para poder hacer frente a esta ofensiva del capital. Si bien ni siquiera hemos entrado aún en una fase de protesta y resistencia a la altura de las condiciones, tímidamente se están empezando a dar pasos en los últimos meses aunque falte una verdadera confrontación que empiece a hacer visible la alternativa y el contra-poder necesario para confrontar de tú a tú. Falta en definitiva un análisis estrategico del pueblo trabajador vasco hacia el socialismo que no puede esperar a un día mágico donde le llegue la soberanía. No llegará por arte de magia. Precisamene esa confrontación es uno de los factores que acelerará su llegada.
Activemos la protesta al máximo nivel posible y de la protesta pasemos a hacer factible la alternativa complementando sindicalismo, movimiento popular e instituciones con sinergia y como un destacamento con los objetivos claros y coordinados.
En ese sentido la huelga general del 29 de Marzo debe significar un empujón a esa sinergia, el pistoletazo de salida para ir empezando a despertar y para ir preparando una buena defensa que en el momento requerido nos coloque para la ofensiva. Esta huelga general no debería pasar como una más sino entroncarla en un proceso que haga insostenible lo que quieren hacernos para así después empezar a hacer lo que queremos. Islandia, así como algunas experiencias en Europa en ese sentido pueden ser algunos ejemplos donde poder sacar alguna enseñanza y el espíritu de resistencia vivido en torno a Kukutza puede ser una buena guía.
No olvidemos que en Euskal Herria sigue estando latente el verdadero corazón rebelde de esta vieja y podrida europa capitalista por mucha bota opresiva que nos pise y el silenciamiento mediático existente.
Hagamos que ese corazón lata con fuerza. Que una marea de piquetes como en décadas no se haya visto sean testigo de ello el 29 de marzo.
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