Más de 6.500 personas sin techo duermen todas las noches en las calles de la capital de Estados Unidos, según un informe realizado por el Washington Legal Clinic, que destaca que familias enteras se encuentran malviviendo en la calle y que la cifra continúa creciendo.
El servicio legal que ofrece EEUU a aquellos que están sin hogar o que están en riesgo de perderlo, precisa que del número de ciudadanos que no tienen donde dormir cerca de 1.500 son niños, cifra que representa un aumento de un cinco por ciento en comparación con años anteriores.
En el informe señalan que lo paradójico de la situación es que la capital de uno de los países con más influencia en el mundo, tiene el mayor número de sin techo per cápita a nivel nacional. Añaden que los más afortunados consiguen cobijo en los refugios que mantiene el gobierno, mientras que el resto duerme en parques o en las entradas de las estaciones de tren.
Al respecto, el Washington Legal Clinic señala que más 2.000 familias solicitaron albergue al gobierno pero sólo hay lugar para 400.
Agregan que el perfil de una persona en situación de calle ha cambiado y que muchos de ellos actualmente tienen trabajo pero tienen que decidir entre alimentarse o pagar por un techo donde pasar la noche.
El servicio legal resalta que para quienes tienen años fuera del mercado laboral y tienen esperanzas de conseguir un empleo, las nuevas tecnologías pueden resultar complicadas.
Una mujer que durante años no ha podido conseguir empleo y tampoco recibe la ayuda del Estado, identificada como Lolita McDaniel, señaló a Washington Legal Clinic que está separada de sus hijos debido a la situación en que vive.
“Mis niños casi nunca estaban lejos de mí, sólo cuando iban a la escuela. Lo que quiero es reunirme con mis niños, cuidarlos y tener un trabajo normal, de nueve a cinco (…) Yo pensaba que ahora que no están conmigo iba a ser más fácil conseguir trabajo, pero ha sido lo contrario”, expresó.
En referencia al caso de McDaniel, el director de la Coalición Nacional de Desamparados, Neil Donovan, indicó que como nación se debería decir que “si esta persona no puede resolver su problema, tenemos que ayudarla y no la ayudamos quitándole a sus hijos, la ayudamos aportando recursos adicionales para lidiar con el problema”.
Donovan destacó que a todos los sin techos no se les debe tratar por igual, porque anteriormente eran personas mayores con mala suerte en la vida y alguien con problemas de abuso de drogas y en la actualidad también son familias que tienen para comer, pero su casa fue embargada.
Al respecto aseguró que “hay un mal manejo del problema a nivel local en Washington, a tal punto que el Gobierno federal tuvo que asumir el control de la administración de servicios a desamparados, pero le pasaron las riendas a una agencia igualmente incompetente”.
PL
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