El gobierno griego está atacando brutalmente a su pueblo
Ningún parlamento tiene soberanía para decidir sobre la esclavitud de su gente. Las trascendentales decisiones que se están tomando en Grecia solo pueden ser consideradas legítimas si se pasan a través de sufragio universal vinculante entre la ciudadanía. La historia de los parlamentos liberales está llena de traiciones al pueblo, desde el París de 1848, donde 691 de los 693 diputados respaldaron la conducta genocida del militar que decidió masacrar a mujeres, hombres, niños y ancianos que reclamaban Pan y Libertad en las calles. Lo mismo hicieron ayer muchos diputados griegos que imponían sacrificios a su pueblo mientras se aseguraban una vida de privilegios para ellos y sus familias. En el París de 1848 hubo un hombre llamado Pierre-Joseph Proudhon que tuvo la valentía de decir NO, rodeado de una masa de traidores.
También hubo algún voto digno ayer en Atenas, como seguramente lo habrá en el estado español llegado el momento. Sin embargo esos votos anecdóticos no deben hacernos perder de vista el hecho de que ningún parlamento tiene legitimidad para imponer la esclavitud a su pueblo. Sólo un referendum vinculante puede proporcionar la legitimidad necesaria a esas decisiones. Ayer las redes sociales refrendaban este pensamiento bajo la etiqueta #EstamosconGrecia. Habría que añadir estamos en contra del salvajismo represor policial y, por supuesto, contra el totalitarismo fasciocapitalista que les dicta las órdenes.
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