Caracas.- Miguel Mora, ambientalista de 37 años, estuvo presente en los sucesos en el Puente Llaguno de Caracas, el 11 de abril de 2002, y acusa a Venevisión de engranar un golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez. Mora disparó contra una ballena de la Policía Metropolitana desde Puente Llaguno, que estaba ubicada en la Avenida Baralt, hecho que presuntamente fue manipulado por medios audiovisuales para sacar provecho político y derrocar al Mandatario.
“Hago responsables de todo lo sucedido en lo personal, colectivo y a todos quienes estuvieron aquel día sobre el Puente Llaguno, algunos de los cuales perdieron la vida ese día, al dueño de Venevisión,Gustavo Cisneros, y al empresario Juan Francisco Clerico, de la empresa Vinclerr”, por ser la financista del golpe, según Mora.
Quizá Cisneros es conocido por la mayoría de los venezolanos, como un adinerado empresario, presidente de la Organización homónima, que abarca telecomunicaciones, como el canal Venevisión, así como productos de consumo masivo. Pero pocos conocen a Clerico.
Juan Francisco Clerico es heredero del imperio de un constructor italiano; se dedicó al negocio petrolero, sus ganancias son tan inmensas como inconfesables. La empresa Vinccler se dice canadiense, pero es presidida por este venezolano, también propietario y/o directivo de Petro Falcón, Petro Cumarebo, Microfin (ente de ejecución de micro créditos de Fondemi) así como la empresa de transporte de valores, Trasbanca. La primera empresa recibió un préstamo del Banco Mundial por 36 millones de dólares recientemente.
En el pasado Vinccler también firmó un contrato con Petróleos de Venezuela S.A. por 300 millardos de bolívares para construir dos plantas de procesamiento de gas en el estado Anzoátegui, una en San Joaquín y otra en Santa Rosa; pero ex trabajadores acusan a la empresa de despedir injustificadamente a 2.258 trabajadores y presuntas irregularidades con la fianza de responsabilidad laboral, según Aporrea.
Clerico es amigo y socio de empresarios como Rafael De Armas, del bloque mediático De Armas, así como de Ruth Zuloaga, Francesco Nicoletto y Lourdes González, en negocios de construcción en Miami, Florida, como es la empresa Metro West Park.
LA VERSIÓN DE MORA
En abril de 2002 después de la emisión de los disparos desde Puente Llaguno, la familia de Mora fue amedrentada. Su casa fue allanada por la Policía Técnica Judicial y se llevaron presa a su esposa a Parque Carabobo. La mujer sufrió ataques y torturas psicológicas por parte de funcionarios policiales. Pasó dos días encerrada en un pequeño cuarto oscuro que golpeaban para doblegarla.
La mujer no sabía dónde se encontraba Mora. Querían que se entregara por ella. “En Venevisión pasaron un programa especial del 11 de abril donde pedían nuestras cabezas prácticamente, nos acusaban de asesinos y mi hijo vio eso, lo cual, como es de suponerse, le confirió un problema psicológico”.
Mora informó que el efecto negativo del video de Venevisión que lo coloca disparando “respaldado por imágenes continuas que nos condenaban”, no puede ser borrado fácilmente. Afirma que Gustavo Cisneros “hizo el engranaje, construyó el libreto de lo que se iba a hacer ese día; por el otro, Juan Francisco Clerico de la empresa Vinccler, porque financió el golpe”.
“Sepa Venezuela, que es Venevisión quien construye el golpe. Los camarógrafos que nos captan ya estaban puestos con un plan definido, esas primeras imágenes de Venevisión ya sabían que las iban a pasar, incluso con un libreto” afirma Mora.
Explica que personas sin conciencia de clase pudieron prestarse a trucar imágenes del 11 de abril, lo que se explica en el documental premiado internacionalmente “Puente Llaguno: Claves de una masacre” del cineasta Ángel Palacios.
Mora opinó sobre los periodistas, directores o camarógrafos que supuestamente participaron en el hecho que “es imposible tener juicio propio sobre si debemos o no acatar lo que dice el jefe”.
Opina que los presentes en Puente Llaguno no estaban claros del plan de Cisneros, pero sí quienes recibían las imágenes a transmitir por Venevisión: “Los periodistas se prestaron a ese guión y comentaron de una marcha que ni veían y decían que le disparábamos” afirmó.
Señala que él disparaba desde Puente Llaguno a dos objetivos claros, a la ballena de la Policía Metropolitana y al hotel Edén, ubicados en la avenida Baralt, donde estaban francotiradores, que inicialmente dispararon contra las marchas desarmadas que pasaban por la avenida Urdaneta, dejando numerosos fallecidos, que fueron usados como argumento moral, para intentar sacar del poder al presidente electo democráticamente, Hugo Chávez.
Vea un fragmento del documental realizado por Pana Films "Puente Llaguno Claves de una Masacre" en el que se desmontan de manera científica y objetiva las mentiras difundidas por los medios privados de "comunicación" en Venezuela el 11 de abril de 2002, entre esas mentiras está la de los supuestos pistoleros disparando a la marcha de oposición y lo resaltante es que los medios sabían que eso no era cierto y aun así intentaron engañar a la población eso demuestra su participación en el golpe ¿Por qué no están presos los dueños de estos medios?.
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