La sequía en EE.UU. se ha convertido en uno de los mayores desafíos de los mandatarios estadounidenses durante los últimos 50 años.
El incremento sin precedente de la temperatura y la ruina de las cosechas han ocasionado graves consecuencias en los ganados y avícolas, y la subida de los precios de los cereales como soja, maíz y otros productos agrícolas.
Según el informe emitido hoy viernes, por el Gobierno de EE.UU., la sequía ha dañado el 88% de los campos de trigo de este país.
El inmenso deterioro que ha producido esta sequía ha incrementado la presión sobre el Congreso de EE.UU. para que apruebe una ley agrícola.
Los pobres y los desempleados son los más vulnerables a este desastre ecológico.
Estados Unidos es uno de mayores exportadores de cereales, y las consecuencias de la sequía puede influir negativamente a escala internacional.
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