Soto Rojas: Reprimir y asesinar a dirigentes revolucionarios era una política de Estado durante la Cuarta República

Soto Rojas: Reprimir y asesinar a dirigentes revolucionarios era una política de Estado durante la Cuarta República

El expresidente de la AN conoció personalmente al joven luchador, a quien se refirió como el líder juvenil “más integral que he conocido”, y exaltó su solidez intelectual y su olfato político

Se hará una edición especial del libro "El pensamiento revolucionario de Jorge Rodríguez"

Un día como hoy, hace 36 años, Jorge Rodríguez, luchador revolucionario y secretario general de la Liga Socialista, fue asesinado por funcionarios de la Disip que lo torturaron hasta romperle los órganos a golpes. El hoy diputado socialista Fernando Soto Rojas se enteró por “Radio Rumbosel 26 de julio en la mañana, cuando José Vicente Rangel dijo con voz quebrada que había sido asesinado en los sótanos de la Digepol el dirigente estudiantil Jorge Rodríguez”.

Para entonces, Carlos Andrés Pérez ejercía su primer gobierno, y el ministro de Relaciones Interiores era Octavio Lepage, quien anunció a los medios que Rodríguez había muerto por causa natural. Arístides Lander era el director de la Disip. Soto Rojas señala a esos tres personajes como los autores intelectuales.

A hacer esa acusación, el exguerillero y expresidente de la Asamblea Nacional advierte que “era una política de Estado contener, reprimir y asesinar a los verdaderos dirigentes revolucionarios. En las investigaciones que se hicieron para la época siempre aparecían involucrados funcionarios del Estado. El caso de Jorge Rodríguez no escapó a esa situación”.

Ese macabro lineamiento marcó a toda la Cuarta República, enfatiza el dirigente del PSUV: “El puntofijismo fue un régimen entreguista y corrupto que realizó permanentemente una política represiva. Eso es una constante del gobierno de Betancourt, de Caldera, de Leoni, hasta el último gobierno del doctor Caldera, todos esos gobierno tuvieron presos políticos, muertos y torturados”.

-¿Conoció personalmente a Jorge Rodríguez?

-Lo conocí en una situación bastante difícil: en el proceso de división que significaba la derrota de nuestra lucha. Fue a principios de 1963, en la selva de El Bachiller, donde para aquel entonces comandábamos el Frente Guerrillero Ezequiel Zamora. La crisis de la izquierda se había agravado y en consecuencia había afectado, tanto al Partido Comunista como al Movimiento de Izquierda Revolucionaria y venía un proceso de cuestionamiento de esas direcciones. Era un joven de unos 23 años, ya con un nivel de conciencia bastante importante, con un olfato político que le permitía medir la situación.

Además de esas cualidades, el diputado desataca su temple de luchador: “A temprana edad se había incorporado a la lucha política, al final de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. A la caída de esta, trabajó como maestro en la campaña de alfabetización. Era muy despierto y muy valiente. Cuando lo asesinaron representante estudiantil ante el Consejo Universitario de la Universidad Central de Venezuela”.

“Creo que Jorge Rodríguez es el dirigente juvenil más integral que he conocido, a quien he comparado con todos los dirigentes juveniles de antes y ahora, desde el punto de vista conceptual teórico y del olfato político”, sentenció. Y como muestra de la lucidez que lo caracterizó, recordó que hace más de 40 años, él Rodríguez dijo que en Venezuela no había un partido revolucionario del proletariado y que se abría en el país un largo periodo histórico para construirlo. “Se ha demostrado que es cierto, que las organizaciones que se dijeron representantes de la clase obrero o del pueblo, en Venezuela y en América Latina no fueron tales”.

-Un partido-vanguardia tiene que sintetizar la historia del pueblo venezolano, tener un programa y unir a todo el pueblo en torno a él. Hoy ese instrumento está en construcción y esa posibilidad la tiene el PSUV, un partido liderizado por Chávez y con una amplia base de millones de ciudadanos. Será un partido revolucionario de verdad si rompe el modelo rentista petrolero y construye la República Bolivariana de Venezuela.

CONTRA LA IMPUNIDAD

Soto Rojas recordó que los policías involucrados en el asesinato de Jorge Rodríguez estuvieron presos dos o tres años, pero no así los autores intelectuales. En ese sentido, recordó que están pendientes algunas acciones orientadas a dar cumplimiento a la llamada ley contra el silencio y el olvido, cuyo proyecto fue redactado por familiares de muertos y desaparecidos con participación de amigos y asesores”, y fue sancionada por la Asamblea Nacional (AN) en diciembre de 2011.

“La situación política que vive el país es distinta a la de hace 36 años debido a la Revolución Bolivariana y el liderazgo del Comandante Chávez. Hoy en día hay la posibilidad de debatir y discutir todas estas cosas”, destacó. Sin embargo, advirtió que se espera por la Comisión de la Verdad, integrada integrada por 7 personas ya designadas, “pero falta que la AN y la Fiscalía General traten de conformar ese equipo y empezar a actuar. Han transcurrido casi 7 meses y la Ley no se ha empezado a ejecutar. Por ese motivo hay descontento”.

-¿Hay perspectivas de que esa Ley se cumpla?

-La semana pasada hicimos un proyecto de declaración y en la intervención que me tocó en el parlamento, hice ese señalamiento. Voy a proponer en la dirección del PSUV impulsar ese proceso ya que debido a ese motivo existe un clamor de carácter nacional, pues lo que se pide es que se investigue exhaustivamente cada caso y se acabe definitivamente con la impunidad.

SU PENSAMIENTO REGRESA HECHO LIBRO

El exguerillero y expresidente de la Asamblea Nacional Fernando Soto Rojas recordó que después del crimen de Jorge Rodríguez, se publicó el libro El Pensamiento Revolucionario de Jorge Rodríguez, “que contenía una selección de artículos de prensa escritos por él, con prólogo de David Nieves y de Julio Escalona”.

De esa obra, anunció Soto Rojas, “se va a hacer una edición especial con motivo de los 36 años de su asesinato”.

T/ Mercedes Aguilar
F/ Cortesía y Archivo CO