Por: Andrés Barazarte
Recientemente al candidato de la derecha, la agencia EFE le publicó una propaganda disfrazada de entrevista, en la cual deja ver su lado elitesco.
Capriles, tratando de congraciarse con sus pares, relata su vinculación familiar con el Circuito Radonski, uno de carteles del cine en Venezuela, quien confiscó, por décadas, la distribución y proyección de la industria cinematográfica favoreciendo, en todo momento, a las producciones hollywoodense.
Capriles indicó que a los 6 años conoció a Olivia Newton John en la vorágine de su popularidad con “Grease” y a los ocho años a la dulce y adolescente Brooke Shields, haciendo alusión a los privilegios que le daba ser el nieto del “Al Capone” de las salas de cine venezolanas.
Recalca su origen judío, pero no menciona su participación en la secta “Tradición, Familia y Propiedad” de tendencia católica fascista.
Tampoco explica cómo su abuelo si llegó al país con tan solo una maleta, pocos años después se convirtió en uno de los hombres más ricos de la nación, así como su padre, quien ostenta la representación de la importación de alimentos Kraft en Venezuela.
Conozco familias enteras de personas honestas, profesionales y proactivas, quienes se han dedicado toda su vida a trabajar, incluso en las empresas de las familias Capriles y Rdonski y jamás se han hecho ricas, apenas viven al día.
Capriles se debate entre su origen burgués y la imagen de pueblo que quiere vender electoralmente, entre su oscuro pasado como adolescente fascista de extrema derecha y la fachada democrática de centro izquierda que exhibe en su campaña.
La arrogancia de Capriles es tal que su mejor argumento, para tratar de ganar en los comicios, es que él “Nunca ha perdido una elección” como si eso es suficiente para dirigir los destinos de los venezolanos y venezolanas que decidieron, desde el 27 de febrero de 1989, cambiar para siempre la forma en que los adecos y los copeyanos lanzaban al país a las fauces del imperio yanqui.
Capriles tiene dos enemigos mortales: su historia y sus declaraciones.
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