Por: George Sand
El Vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, hizo un llamado a la alta jerarquía de la Iglesia venezolana, a emitir una posición oficial ante la afirmación de uno de sus miembros, Monseñor Luckert, Arzobispo de Coro quien dijo “ hay muchos más muertos y heridos de los que el gobierno dice”.
“No sabemos si ese señor es un loco, así como el padre Palmar, o esa es la posición de la iglesia”, añadió el dirigente político.
Cabello recordó que Luckert ya había dicho de la Gran Misión Hijas e Hijos de Venezuela, es la misión “abres las piernas”, al respecto Cabello afirmó “Ojalá que Dios lo perdone”
“No le deseo nada malo a ese señor, ojalá Dios lo perdone (…). Pero llama a la reflexión que él dice esas cosas y se pone su sotana”.
Por su parte, el sacerdote opositor Luis Ugalde, ex director de la Universidad Católica Andrés Bello, luego de “elevar una oración” por las víctimas de la tragedia de Amuay, se sumó al coro que irrespeta a los trabajadores de PDVSA llamándolos negligentes, y aseguró “en Venezuela se ha acentuado la falta del sentido de mantenimiento. Dijo que los nombramientos se hacen muchas veces por colores políticos y no por capacidad”.
Mientras el Papa Benedicto XVI, envió un mensaje de solidaridad al pueblo de Venezuela, y alentó a la comunidad esclesial a “prestar con caridad y espíritu de solidaridad cristiana la necesaria ayuda a cuantos han perdido sus hogares y sus familiares” , los curas Luckert y Ugalde, desean la propagación del fuego, quieren más candela y por ende más explosiones a ver si las tendencias electorales cambian a su favor.
El Comandante Chávez junto a su pueblo se crece, la Conferencia Episcopal venezolana, no ha dicho nada hasta ahora, la otrora golpista del 2002, se mantiene en un silencio expectante.
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