Monseñor Roberto Lückert, Arzobispo de la Diócesis de Coro, quién ha estado muy activo en la campaña electoral contra la reelección del Presidente Hugo Chávez, el mismo que dijo que la Misión Madres del Barrios debería llamarse “piernas abiertas”, el que para referirse la Pdval la denomina “Pudreval” y que durante el accidente de Amuay se dedicó a inculpar al Gobierno de lo ocurrido, pero no se presentó en el sitio, a pesar de ser el prelado de la iglesia católica en la zona; ha salido a defender a los detenidos por el caso de estafa, falsificación y usurpación de identidad, entre otras graves irregularidades, cometidas por la empresa Econoinvest, casa de bolsa.
Recordemos que dicha empresa, en julio de 2010, fue acusada por el presidente de la Comisión Nacional de Valores CNV, Tomás Sánchez, de cometer el delito de usurpación de identidad para la adquisición de títulos valores de deuda nacional, tal como se demostró con las múltiples evidencias que hallaron durante el proceso de investigación, entre los que se recuerda: registros de 800 personas con el mismo domicilio, en Maracaibo, quienes no habían tenido ninguna relación con las casas de bolsa, no conocían a Econoinvest y muchas ni siquiera tenían una cuenta bancaria.
También se halló evidencia de otras irregularidades cometidas tras la intervención, como la solicitud al Banco del Caribe de una transferencia de 1,5 millones de dólares a una cuenta de Econoinvest Capital en Curazao, así como una solicitud de cancelación de préstamos bancarios que tenía la empresa por 8 mil 550 millones bolívares.
Otro elemento ilícito detectado fue la emisión de cheques con fecha 2010 para pagar pasivos, que se descontaban contablemente del balance de la compañía, pero que extrañamente no tenían firmas ni fondos.
También hallaron material para la emisión de cédulas que lleva a pensar que forjaban documentos para tener acceso a las emisiones de bonos de deuda.
En aquel momento, hubo gente reclamando dinero en tránsito, pero al revisar el sistema, aparecía que quienes exigían el pago no tenían ningún dinero pendiente, pues ya los cheques estaban emitidos contablemente, pero permanecía almacenados bajo llave.
Otro elemento detectado fue: posibles desvíos de fondos de la casa de bolsa para gastos personales de sus directivos, tras hallar órdenes de compra de obras de arte y mantenimientos de aviones particulares con dinero de la compañía.
Del mismo modo hallaron varias solicitudes de adquisición de bonos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) de personas, por lo general de bajos recursos económicos, quienes declararon que lo hacían bajo promesa de que Econoinvest les otorgaría becas que jamás recibieron.
La Conferencia Episcopal Venezolana CEV, a través del Monseñor Roberto Lücket ha emprendido una defensa a ultranza de los directivos detenidos por este caso, argumentando fallas en la forma de cómo se ha llevado el juicio, colocando inclusive a estas personas como héroes de la patria, mártires y hasta presos políticos, tratando de desviar las verdaderas causas, el fondo del asunto, escondiendo la estafa millonaria, no solo a la nación, sino a personas honestas y a gente que ni si quiera se habían enterado que tenían títulos, cuentas en dólares y se hacían inversiones en la bolsa de valores a su nombre.
Cabe preguntarse ¿Por qué la CEV tiene tanto interés en defender a una empresa estafadora?
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