La reforma laboral aprobada este viernes por el gobierno español ha recibido duras críticas desde distintos sectores al ser considerada un enorme retroceso de los derechos de los trabajadores.
En sintonía con las exigencias de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Ejecutivo de Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular (PP), aprobó por decreto una legislación que abarata el despido de trabajadores y precariza el empleo.
Con su flamante normativa, el PP rebajó el coste de indemnización por despido improcedente a 33 días por año trabajado, desde los 45 actuales. Además, el despido procedente (por causa “justificada”) será de 20 días.
El despido objetivo -que permite a las empresas echar a empleados por causas económicas, organizativas, técnicas o de producción- mantiene la indemnización de 20 días por año trabajado, pero se dan facilidades a las empresas, de manera que la disminución persistente de ingresos “durante tres trimestres consecutivos” será motivo suficiente para recurrir al despido.
También se abre la posibilidad de que los organismos y entidades del sector público invoquen causas económicas, organizativas, técnicas o de producción para despedir a trabajadores.
La dureza de esta reforma estructural del mercado laboral ya había sido adelantada de manera indirecta por los principales responsables del Ejecutivo español.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fue “cazado” por un micrófono abierto cuando le decía, en una conversación informal al primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, en una cumbre de la UE, que “la reforma laboral me va a costar una huelga general”.
Ayer, el ministro de Economía, Luis de Guindos, también fue pillado comentándole al comisario europeo de Economía, Olli Rehn, que su gobierno se disponía a adoptar una reforma “muy agresiva”.
La ministra española de Trabajo, Fátima Báñez, catalogó la reforma de “histórica”. La patronal, por su parte, ha aplaudido las medidas tomadas por el Gobierno y ha animado a abaratar aún más el despido de trabajadores en las empresas para, según su expresión, “flexibilizar el mercado laboral” y la “movilidad”.
Los sindicatos ya han advertido que responderán con movilización social en las calles ante esta nueva embestida del Gobierno contra los derechos sociales conquistados durante tantos años por la clase obrera.
España cuenta actualmente con más de cinco millones de parados, el 23 por ciento de la población activa, y ostenta el índice de desempleo más alto de la Unión Europea. Uno de cada dos jóvenes están sin empleo lo que supone una tasa de paro juvenil del 48 por ciento.
Protestas en las calles
Este mismo viernes, la policía detuvo a nueve personas en la zona centro de Madrid tras la concentración convocada para protestar por la reforma laboral.
Los arrestados están acusados de desórdenes públicos y resistencia a la autoridad. Además, un manifestante y ocho agentes antidisturbio resultaron heridos según informaron fuentes de emergencias.
La concentración fue convocada por el movimiento 15M a las 20h en la Puerta del Sol bajo el lema “En defensa de tus derechos, del empleo, de tu futuro”.
Un grupo de personas que participaban en la concentración de Sol decidió dirigirse al Congreso de los Diputados. No obstante, a la altura de la calle Cedaceros los manifestantes se encontraron con un cordón policial que les impedía el paso. Los agentes identificaron a algunos manifestantes y cargaron contra otros.
Como resultado de los incidentes, nueve personas fueron arrestadas y otras nueve resultaron heridas leves.
LibreRed.net
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