Correa denuncia la doble moral británica en los casos de Assange y Pinochet
El líder ecuatoriano cree que Londres no debería extraditar a Assange si no lo hizo en el caso del ex dictador Pinochet
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció “contradicción” y un “doble estándar” en la decisión del Reino Unido de extraditar a Julian Assange, ya que en el año 2000 denegó la extradición del ex dictador chileno Augusto Pinochet “por motivos humanitarios”.
"Mientras de un criminal de esa calaña como Augusto Pinochet se negó su extradición a España por motivos humanitarios, a Julian Assange se dice que se tiene la obligación de extraditarlo" a Suecia, dijo Correa en un encuentro con la prensa extranjera.
En 1998 el ex juez español Baltasar Garzón, que actualmente dirige la defensa de Assange, dictó el procedimiento de Pinochet, cuya dictadura (1973-1990) se había cobrado miles de vidas en Chile. El dictador fue detenido en Londres por la orden de extradición emitida por los tribunales españoles, pero en marzo de 2000 el Gobierno británico denegó la extradición de Pinochet y le concedió la libertad.
Actualmente, la justicia británica insiste en la obligación de extraditar a Julian Assange a Suecia para que declare sobre unos presuntos delitos sexuales que él niega.
Rafael Correa lamentó que tampoco se dé la garantía de que el fundador del portal WikiLeaks no sea extraditado posteriormente a Estados Unidos, donde no puede contar con " un proceso justo y donde existe pena de muerte y cadena perpetua por delitos políticos".
Julian Assange, ciudadano de Australia, teme que Washington lo persiga por la divulgación a través de WikiLeaks de miles de documentos secretos. El pasado 19 de junio, Assange recibió asilo diplomático en Ecuador y permanece en la embajada del país latinoamericano en Londres.
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