El candidato de la derecha, Henrique Capriles, se presentó en la población de Siquisique, ubicada en el estado Lara como parte de su campaña para ser Presidente de la República.
En una tarima, rodeado de un grupo de personas, entró saludando a los presentes con su expresión característica y escuchando testimonios para dejar “mal parado” al gobierno del presidente Hugo Chávez.
Mujeres atacando a la Misión Sucre, exigiendo aumentos de la pensión y negándose a recibir pagos de las prestaciones sociales con los bonos Petro-Orinoco, parecía una de las temáticas en un set armado para desprestigiar públicamente acciones internacionalmente reconocidas y hechas en revolución.
El gobierno del presidente Chávez es el único que se ha dedicado a impulsar las misiones como herramienta para la población venezolana y el único que ha saldado una deuda de años heredada de gobiernos anteriores en tema de prestaciones y pensiones sociales para los adultos mayores en Venezuela.
Lo que el candidato de la burguesía esconde tras ese discurso de falsa inclusión es un plan que no incluye en ninguna de sus líneas al pueblo venezolano. Muchas de las peticiones hechas sólo serán palabras al viento, pero no una realidad palpable, sólo son instrumento para obtener la presidencia de la República a través de mentiras y sonrisas hipócritas.
Dentro de los lineamientos establecido por la MUD sobran privatizaciones, el sector salud es uno de los primeros en la lista, mientras que la eliminación paulatina de las pensiones a los adultos mayores es otro de los propósitos de la burguesía. Y es que el verdadero plan es hacer de la necesidad de los venezolanos la riqueza de unos pocos.
Miles de personas sin servicio de salud gratuito, una educación pública pobre, el país en manos de unos pocos, adultos mayores en las calles exigiendo sus reivindicaciones, este definitivamente es un plan que nos llevaría 13 años atrás, cuando los gobiernos de cuarta olvidaban y reprimían al pueblo venezolano.
Durante su corta alocución Henrique Capriles expresó: “yo formo parte de un nuevo liderazgo”, y pensandolo bien, si, Capriles es un producto nuevo, pero hecho por manos viejas.
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